¿Y LA COMUNIÓN CON CRISTO?
1Co 6:17: "Pero el que se une al Señor, un Espíritu es con él."
Ro. 8:9 "Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él."
Uno de los mayores obstáculos en vivir una vida práctica que agrade a Cristo es la religión.
La religión persuade, fabrica adeptos, y establece un vínculo con el grupo que lo ha captado.
¿Y LA COMUNIÓN CON CRISTO?
No la hay hasta que el creyente entienda que no le pertenece a la religión sino a alguien que tiene sus manos, costado y pies horadados por causa de mis pecados y los suyos.
Saulo de Tarso era un hombre muy religioso, miembro activo del Sanedrín como perseguidor de los seguidores de Cristo, y el mismo se consideraba en cuanto a la ley "irreprensible" (Fil.3:6).
Pero en su camino a Damasco tuvo un encuentro personal con Cristo y entendió que Jesús es una Persona real, que no son mitos, que no es el "amigo imaginario" inventado por la psicología.
Y derribado por el resplandor de la gloria del Señor, desde el piso le dijo: "Señor, ¿qué quiere que yo haga?" (Hch.9:6).
¿Y LA COMUNIÓN CON CRISTO?
Desde ese mismo instante, jamás se interrumpió.
Pasaron tres años y visitó a Jerusalén para conocer a Pedro y hablar con él y estuvo 15 días en su casa, al cabo de los cuales, el Señor le dijo:
Hch 22:18 Y le vi que me decía: Date prisa, y sal prontamente de Jerusalén; porque no recibirán tu testimonio acerca de mí.
El Señor le está advirtiendo que su vida corre peligro allí, y que necesita enviarlo lejos, a los gentiles (Hch.22:21).
El apóstol Pedro también gozaba de esta misma comunión con Cristo, y al final de su Ministerio, el Señor le dijo que en breve debía abandonar el cuerpo, para reunirse con él en el cielo (2P.1:14), en la casa de su Padre (Jn.14:1-3).
Así como a ellos, a nosotros se nos ha dado el Espíritu Santo para vivir una vida agradable al Señor, el Espíritu nos capacita, nos dota de discernimiento instantáneo para conocer cuando un pensamiento o una acción no agrada a Cristo.
El Internet y el celular deben ser usados para el servicio de Cristo, no para ver pornografía o películas triple X.
Esto rompe la comunión con Cristo, y fortalece los deseos de la carne, y la vanagloria de la vida, propios de una persona no creyente.
¿HAY SOLUCIÓN?
Claro que sí.
Hable con el Señor, él es el mismo ayer, hoy, y por los siglos.
Mantenga su mente ocupada en Cristo, porque esto y no otra cosa significan estas palabras:
En esto pensad
Flp 4:8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
Flp 4:9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
La comunión con Cristo está a su alcance, no permita que los deseos carnales que batallan contra su alma prevalezcan.
Absténgase de ellos para la gloria de Cristo.