MICK JAGGER ABANDONA AL DIABLO PARA ABRAZAR UN ÁNGEL
El conocido cantante abandona sus portadas con el diablo, y abraza un ángel
en su último álbum, el espiritual 'Goddess in the Doorway' que publica en
solitario
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<< MADRID. 26 noviembre 2001. A Mick Jagger le sobra para vivir con sus
40.000 millones de pesetas de fortuna personal, después de impuestos y
divorcios. Así que hay que descartar el móvil del dinero, tan mentado por
las malas lenguas cada vez que reaparece el 'morritos' más famoso del
planeta, para explicar la publicación de su cuarto álbum en solitario,
'Goddess in the Doorway' (Dios en la entrada), que ayer llegó a las tiendas
de medio mundo.>>
=== La razón está en un cambio de actitud del célebre cantante, que ha
dejado sus "travesuras", la simpatía por el diablo que manifestaba en la
época dorada de los Rolling Stones, y se ha vuelto anímico y medianamente
sereno en su último trabajo. Jagger, a sus 58 años, se aplica la fórmula del
ritmo básico para ofrecer doce canciones en las se muestra claramente
espiritual. Según los críticos musicales más avezados, este disco es el más
personal de la carrera del cantante.
=== La canción elegida para el primer disco sencillo, 'God Gave Me
Everything' (Dios me da todo), está compuesta por el propio Jagger y por
Lenny Kravitz, honrado heredero del rock de los sesenta y setenta que acaba
de editar un disco. En el tema 'Hide Away' (El fugitivo), ayudado por Wyclef
Jean, retrata a un tipo que lo tiene todo -fama, dinero y placeres- pero que
en su madurez se lo piensa y busca algo más que las satisfacciones
materiales, con un ligero ritmo reggae y la voz más sutil de Jagger, aquella
que alcanzó su clímax con 'Angie'. El cantante de los Rolling se encuentra
en «estado de gracia» después de «mirar al cielo» en 'Joy' (Regocíjate), un
tema con aire de gospel en el que participa Bono, guitarrista de U2.
=== Mick Jagger demuestra la teoría de que, aunque se tenga muchísimo
dinero, hay un vacío que nada puede llenar con dinero o lo que se puede
comprar; y que la espiritualidad es la única que alcanza esta dimensión.
Algunos lo llamarán excentricidad, pero este hecho es interpretado por los
críticos como Wenner como un signo de madurez.
Fuente: El Correo
Redacción: ICPRESS
El conocido cantante abandona sus portadas con el diablo, y abraza un ángel
en su último álbum, el espiritual 'Goddess in the Doorway' que publica en
solitario
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<< MADRID. 26 noviembre 2001. A Mick Jagger le sobra para vivir con sus
40.000 millones de pesetas de fortuna personal, después de impuestos y
divorcios. Así que hay que descartar el móvil del dinero, tan mentado por
las malas lenguas cada vez que reaparece el 'morritos' más famoso del
planeta, para explicar la publicación de su cuarto álbum en solitario,
'Goddess in the Doorway' (Dios en la entrada), que ayer llegó a las tiendas
de medio mundo.>>
=== La razón está en un cambio de actitud del célebre cantante, que ha
dejado sus "travesuras", la simpatía por el diablo que manifestaba en la
época dorada de los Rolling Stones, y se ha vuelto anímico y medianamente
sereno en su último trabajo. Jagger, a sus 58 años, se aplica la fórmula del
ritmo básico para ofrecer doce canciones en las se muestra claramente
espiritual. Según los críticos musicales más avezados, este disco es el más
personal de la carrera del cantante.
=== La canción elegida para el primer disco sencillo, 'God Gave Me
Everything' (Dios me da todo), está compuesta por el propio Jagger y por
Lenny Kravitz, honrado heredero del rock de los sesenta y setenta que acaba
de editar un disco. En el tema 'Hide Away' (El fugitivo), ayudado por Wyclef
Jean, retrata a un tipo que lo tiene todo -fama, dinero y placeres- pero que
en su madurez se lo piensa y busca algo más que las satisfacciones
materiales, con un ligero ritmo reggae y la voz más sutil de Jagger, aquella
que alcanzó su clímax con 'Angie'. El cantante de los Rolling se encuentra
en «estado de gracia» después de «mirar al cielo» en 'Joy' (Regocíjate), un
tema con aire de gospel en el que participa Bono, guitarrista de U2.
=== Mick Jagger demuestra la teoría de que, aunque se tenga muchísimo
dinero, hay un vacío que nada puede llenar con dinero o lo que se puede
comprar; y que la espiritualidad es la única que alcanza esta dimensión.
Algunos lo llamarán excentricidad, pero este hecho es interpretado por los
críticos como Wenner como un signo de madurez.
Fuente: El Correo
Redacción: ICPRESS