MICHAEL BURLEIGH REESCRIBE LA HISTORIA DEL NAZISMO COMO UNA «RELIGIÓN POLÍTICA»

2 Febrero 2001
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MICHAEL BURLEIGH REESCRIBE LA HISTORIA DEL NAZISMO COMO UNA «RELIGIÓN POLÍTICA»

El historiador presenta «El Tercer Reich», premio Samuel Johnson
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<< MADRID, 2 junio 2002. Su libro es un descenso a las atrocidades del
nazismo en la Alemania de preguerra y en la Europa ocupada. Burleigh
reafirma en «El Tercer Reich» (Taurus) una tradición intelectual que
identifica el nazismo por debajo de anécdotas superficiales. Su obra, premio
Samuel Johnson de ensayo, avala la tesis del nazismo como forma de religión
política. La fascinación por la destrucción y el nacionalismo etnicista
fueron las bases del nazismo.>>

=== Nos abre uno de los más trágicos y deshumanizados cajones de nuestra
memoria histórica: aquel en que los judíos, eslavos, gitanos, homosexuales,
marxistas, deficientes mentales y locos dejaron de ser personas y se
convirtieron en carne de exterminio del nazismo. Católico, antifascista
conservador en la tradición liberal inglesa, Michael Burleigh nos ofrece una
versión nueva del Tercer Reich desde su gestación hasta su destrucción final
en su libro «El Tercer Reich. Una nueva historia», ganadora del Premio de
Ensayo Samuel Johnson 2001, y que ahora se publica, por primera vez en
España, de la mano de Taurus.

=== En palabras de su autor, el libro ofrece «la crónica del desmoronamiento
moral» que lenta pero inexorablemente se produjo en Alemania tras la Gran
Guerra para conducir a una contienda aún más cruenta, a una devastación sin
precedentes en la historia de la humanidad, con los resultados ya conocidos.
Las más de novecientas páginas que constituyen este ensayo recogen un
minucioso estudio sobre el nazismo partiendo del planteamiento de éste «como
una forma de religión política que pretendía controlar la mente de las
personas».

=== Según la investigación de Burleigh el cóctel del nazismo se compuso de
nacionalismo etnicista, enfermizo, preñado de agravios históricos
irresolubles; fascinación morbosa por la destrucción y la muerte; reducción
excluyente de la patria «a los nuestros»; «odio ciego al individuo, la
libertad, la sociedad civil autónoma»; y aniquilación sistemática del
adversario. Un proceso de deshumanización e indiferencia moral en el que
Burleigh, frente a otros historiadores, «no condena a toda la nación
alemana» y rescata a aquellos que rechazaron el nazismo como el filólogo
Victor Klemperer o el aristócrata Friedrich Reck-Mallenczewen.

Fuente: La Razón
Redacción: ICPress