MI REFLEXION ANTE EL EVANGELIO VIGESIMO TERCERO TIEMPO ORDINARIO

11 Diciembre 2007
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Le pidieron que pusiera las manos sobre él. Era una manera de invocar el poder divino, pero con otro gesto, ya que Jesús no tiene que demostrar que tiene que pedir , sino que tiene en él, su naturaleza humana toda La salud que necesitamos y así se lo comunica ese enfermo que tiene delante de él que tiene ojos y oídos pero ni oye ni ven. ¡Qué triste situación!
Jesús gime porque esta gente pide una señal. ¿Por qué? Porque el hombre que tiene delante de él es un símbolo impresionante de aquellos que tienen ojos y oídos, pero no ven ni oyen. Los hombres, le traen sordos y le exigen que los haga oír y sin embargo ellos mismos siguen sordos.
Es indudable que el sordomudo es el mejor representante del paganismo: sordo respecto a Dios e incapaz de alabarlo. Sin embargo también recae sobre él el poder liberador de la palabra de Jesús que rompe la sordera espiritual y suelta la lengua para darle alabanza a Jesús.
Todo esto no me estará indicando que el Reino es para todos y de este modo germinar en mí.
El sordomudo es alguien que no puede escuchar el mensaje divino, no obstante para él comienza una relación interpersonal y una catequesis donde las necesidades del ser humano y las respuestas de Dios están en primer término.
“le metió los dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva, nos dice el evangelista, y con esto en él se produce una acción que se dirigirá a su mente, pero también al afecto del corazón por la cercanía de Jesús, que no pretende demostrar un espectáculo que impresione pues sus palabras así lo afirman: “no se lo digas a nadie”, cuando más tarde levantando los ojos al cielo le dijo “Effetá” que significa “ábrete”.
Ante todo ello, estoy obligado a buscar que lo cotidiano en mi vida no sean detalles casuales, sino impresiones simbólicas de una catequesis integrada en mi vida por lo que en mis relaciones cotidiana, tendré que cuidar esa realidad nueva que necesito oír y decir de distinto modo que tengo por costumbre.
Y para conseguirlo tendré que resolver algunas preguntas importantes en mi vida.

• ¿Cuidaré el mensaje conceptual con el que me expreso?
• ¿Trabajaré la cercanía afectiva, interpersonal?
• ¿Cómo expresaré mi vida de oración ante esa catequesis cotidiana de mi vida?

No sé, pero me parece a mí que tengo mucho que reflexionar sobre el tema que Jesús me expone en este evangelio.
 
Re: MI REFLEXION ANTE EL EVANGELIO VIGESIMO TERCERO TIEMPO ORDINARIO

¿Por qué le llamas al Evangelio vigésimo tercero , si no hay más que 4 Evangelios auténticos?