MI REFLEXION ANTE EL EVANGELIO. VIGESIMO DEL TIEMPO ORDINARIO

11 Diciembre 2007
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A mi entender, San Juan en este evangelio aborda el núcleo central del discurso del “pan de vida”. El cristiano que come el cuerpo y bebe la sangre de Cristo, se transforma en Él. Su alimento es germen de vida eterna.
Sin embargo, esto choca a muchas personas. El mismo evangelio nos da a entender que la promesa de Jesús fue escuchada con asombro, a pesar de que, en ese tiempo, solían celebrar banquetes religiosos para comer carnes sacrificadas en el Templo. Pero…comer la carne de Cristo.
Está claro. La Eucaristía nos permite a los creyentes alimentarnos con su cuerpo entregado y su sangre derramada, además de hacer contemporáneo el amor encarnado de Jesucristo; el amor del Padre en Él y el amor de Jesucristo en nosotros. La Eucaristía no se nos ofrece para un cómodo paseo espiritual, se nos ofrece para hacer frente a los retos del presente, para que encarnemos y florezcamos el amor en este tiempo.
Por esto entiendo que Jesús es el pan vivo, o sea activo, que transforma el pan haciendo que la propia vida lo haga “alimento disponible” para los demás, expresándolo en la Eucaristía. Por ello experimentamos su amor abriéndonos las puertas a la vida eterna: “El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día” (Jn. 6,54).
Una “vida eterna”, que para mí, no es un premio que nos espera en el más allá, sino una realidad ya poseída en el presente, en nosotros, viviendo el reto de “dar vida” a los demás.
Una “vida eterna” que debe circular en nosotros y que nos impulsa a unas relaciones de diálogos, de signos, de compromisos, de intercambios vitales… más allá de la simple exterioridad y valorando debidamente la maravilla de la Eucaristía.
En cualquier caso he de reflexionar, haciéndome algunas preguntas:

¿Cómo hacer de la “vida” alimento disponible para los demás?
¿En que servicios?, ¿con qué gestos concretos?, ¿en qué acciones de la vida cotidiana?
Si estoy dispuesto a comprometerme ¿cómo la llevaré a término alrededor de mi pequeña comunidad?

Tendré que profundizar y compartir lo que significa: “El que come mi carne y bebe mi sangre vive en mí y yo en él” (Jn. 6, 56-57)