Esto pudo ocurrir entre princiios de este año y mediados, ni se sabe si ello ocurrió tras haberse contagiado de covid-19; ninguno de mis hermanos ni yo lo vimos venir. Simplemente ocurrió, y eso acentuó el temblor de su mano en mi mamá, pero ahora este temblor ocurre en piernas y brazos, lo que supone muchas dificultades para que ella lleve a cabo sus hábitos. Su cuerpo se ha debilitado, a veces se tambalea y necesita que alguien esté con ella para evitar una caída accidental.
Yo sé que el proceso degenerativo es inevitable, y eso me tiene un poco triste porque ahora mi mamá necesita atención para casi todo. Comer se le ha vuelto una lucha más que un placer. Bañarse es complicado. Cuando sale a caminar, anda despacio, arrastrando los pies. Y bueno, así ocurre con ella; aunque en su espíritu sigue siendo la mujer fuerte que conozco, su cuerpo decae, pierde vigor, y eso no se puede detener. Por momentos, el temblor se vuelve incontrolable.
El caso es que ella necesita tratamiento especial con un neurólogo, ya que el mini infarto podría derivar en parkinson si no se toman acciones inmediatas. Esto se complica por cuestiones económicas; la pandemia vino a afectarnos económicamente.
Lo único que nos queda, es poner a mi mamá en las manos del Señor. Mi oración es que ella pueda estar tranquila los años que Dios nos permita tenerla, y que pueda estar en paz cuando se vaya, sin sobresaltos ni sufrimiento...
De antemano, agradezco a cada uno que la lleven en sus oraciones. Dios ha sido bueno y nunca se terminará Su amor hacia las personas.
Yo sé que el proceso degenerativo es inevitable, y eso me tiene un poco triste porque ahora mi mamá necesita atención para casi todo. Comer se le ha vuelto una lucha más que un placer. Bañarse es complicado. Cuando sale a caminar, anda despacio, arrastrando los pies. Y bueno, así ocurre con ella; aunque en su espíritu sigue siendo la mujer fuerte que conozco, su cuerpo decae, pierde vigor, y eso no se puede detener. Por momentos, el temblor se vuelve incontrolable.
El caso es que ella necesita tratamiento especial con un neurólogo, ya que el mini infarto podría derivar en parkinson si no se toman acciones inmediatas. Esto se complica por cuestiones económicas; la pandemia vino a afectarnos económicamente.
Lo único que nos queda, es poner a mi mamá en las manos del Señor. Mi oración es que ella pueda estar tranquila los años que Dios nos permita tenerla, y que pueda estar en paz cuando se vaya, sin sobresaltos ni sufrimiento...
De antemano, agradezco a cada uno que la lleven en sus oraciones. Dios ha sido bueno y nunca se terminará Su amor hacia las personas.