He aquí mi problema, pero debo advertirles que me es más preciso que me deis un consejo, pero también os pido que oréis por mi.
Mi historia es muy similar a la de Sansón, mi única debilidad es el enamoramiento repentino y duradero.Esto ocasiona que esté pensando en cosas vanas y terrenales, como un chico, qué me pongo?, de quién gustará, me miró?... un sin fin de cosas que me parecen innecesarias (a mi edad), y me quitan tiempo y pensamientos que pueden ser para la causa del Señor.
Y ahí no termina el problema porque, no es sólo que le de inapropiada importancia a estos asuntos, sino, que además, cuando logro ver que esa persona es especial, y en el caso de que este sujeto "a" logre una impresión importante en mi entorno, y yo me niegue a aceptarlo, logro tomar verdadero odio por esa persona.
Me abruma completamente, y me entristece saber que al intentar odiarlo para no quererle, tuve éxito, pero aún después de tanto tiempo me sigo acordando de el sujeto "a" y siento ganas de herirle, o demostrar poder.
Estas cosas que me suceden siento que me apartan del Señor, y más aún que lo mueven de mi corazón.
Deseo, de una vez por todas terminar con esta melancolía, si alguien me puede dar su opinión tome bien en cuenta que será muy bien escuchada.
Mi historia es muy similar a la de Sansón, mi única debilidad es el enamoramiento repentino y duradero.Esto ocasiona que esté pensando en cosas vanas y terrenales, como un chico, qué me pongo?, de quién gustará, me miró?... un sin fin de cosas que me parecen innecesarias (a mi edad), y me quitan tiempo y pensamientos que pueden ser para la causa del Señor.
Y ahí no termina el problema porque, no es sólo que le de inapropiada importancia a estos asuntos, sino, que además, cuando logro ver que esa persona es especial, y en el caso de que este sujeto "a" logre una impresión importante en mi entorno, y yo me niegue a aceptarlo, logro tomar verdadero odio por esa persona.
Me abruma completamente, y me entristece saber que al intentar odiarlo para no quererle, tuve éxito, pero aún después de tanto tiempo me sigo acordando de el sujeto "a" y siento ganas de herirle, o demostrar poder.
Estas cosas que me suceden siento que me apartan del Señor, y más aún que lo mueven de mi corazón.
Deseo, de una vez por todas terminar con esta melancolía, si alguien me puede dar su opinión tome bien en cuenta que será muy bien escuchada.