Mexico lloramos por ti
Hay varios temas tentadores en la edición de esta semana. En especial el conflicto de expresión y de la libertad religiosa que está inundando y asolando Europa, centrado en Francia, con la prohibición de la yihab dentro de un laicismo feroz que se ve unido con la vuelta del antisemitismo. Contrasta con Inglaterra, donde las mujeres policías inglesas que así lo quieran podrán llevar su yihad. Seguramente lo trataremos en algún Editorial posterior. Pero no podemos dejar de contemplar y hablar de México.
Llegan siempre, como los eslabones de una cadena, noticias del sufrimiento que encadena a los evangélicos mexicanos. Asesinatos ruines, violencia cruel, ensañamientos, expropiaciones y extradiciones. Sin juicio, sin legalidad. Con la única razón de la fuerza bruta. Escribimos este Editorial con enorme dolor por tanto sufrimiento y por tamañas injusticias.
Chiapas, Oaxaca, San Juan de Chamula y otros muchos nombres han llegado a ser tristemente familiares para quienes componemos las noticias de Protestante Digital. Pero el hecho, contrastado, de que se ha puesto precio a la cabeza de los pastores de la región es entrar en la evidencia de las mafias y la persecución organizada e impune.
El “negocio” va tan bien que han doblado la “prima” por pastor asesinado: de 30 a 60 mil pesos mexicanos. 26 de ellos ya han muerto: han hecho una buena caja, 780.000 pesos ¿Cuántos coches, cuánto alcohol, cuánto placer pueden comprar esta mezcla de judas y caínes modernos que derraman por dinero la sangre inocente de sus hermanos?
Duele además ver, saber, que el linchamiento de quienes se atreven a afirmar su fe como evangélica o protestante a manos de auténticos forajidos es consentido por los “sheriff” del condado. Por quienes ostentan el poder legal, que no quieren o no se atreven (igual da) a enfrentarse a los que tienen la vara de mando. Ideas y peticiones no faltan, como también muestra una de las noticias que publicamos esta semana. Pero los oidos de los gobernantes están sordos, y los corazones duros. Al fin y al cabo, son los ricos quienes sostienen las manos de los que matan, y los pobres los que desaparecen. Pesa mucho más el oro que todas las lágrimas de los que lloran.
Lloramos y oramos por nuestros hermanos de México, en especial por los familiares y amigos que se mantienen viviendo tras el nombre de quienes han muerto asesinados. Por ese reguero de dolor que dejan los miles de expropiados y exptariados, de los que viven con la cabeza bajo la espada de Damocles, o como se llame el cacique católico de turno.
Pero no sólo debemos ll/orar por México. Ora et labora. Dejamos la dirección y el correo electrónico de la Embajada mexicana en España. Si usted es de otro país, escriba a la que le corresponda. El silencio es cómplice; pero la palabra vence a la espada.
Con todo el respeto que es necesario, pero con toda la firmeza, sería bueno, necesario, solidario, justo, cristiano, hacerles conocer nuestro dolor y pedirles que hagan algo para evitar esta masacre ¿No creen?
Embajada de México:
Carrera de San Jerónimo 46, 28014 Madrid,
Tfs. 91 369 28 14 / 04 59; Fax: 91 420 22 92.
Correo-e: [email protected]
Ic Press
Hay varios temas tentadores en la edición de esta semana. En especial el conflicto de expresión y de la libertad religiosa que está inundando y asolando Europa, centrado en Francia, con la prohibición de la yihab dentro de un laicismo feroz que se ve unido con la vuelta del antisemitismo. Contrasta con Inglaterra, donde las mujeres policías inglesas que así lo quieran podrán llevar su yihad. Seguramente lo trataremos en algún Editorial posterior. Pero no podemos dejar de contemplar y hablar de México.
Llegan siempre, como los eslabones de una cadena, noticias del sufrimiento que encadena a los evangélicos mexicanos. Asesinatos ruines, violencia cruel, ensañamientos, expropiaciones y extradiciones. Sin juicio, sin legalidad. Con la única razón de la fuerza bruta. Escribimos este Editorial con enorme dolor por tanto sufrimiento y por tamañas injusticias.
Chiapas, Oaxaca, San Juan de Chamula y otros muchos nombres han llegado a ser tristemente familiares para quienes componemos las noticias de Protestante Digital. Pero el hecho, contrastado, de que se ha puesto precio a la cabeza de los pastores de la región es entrar en la evidencia de las mafias y la persecución organizada e impune.
El “negocio” va tan bien que han doblado la “prima” por pastor asesinado: de 30 a 60 mil pesos mexicanos. 26 de ellos ya han muerto: han hecho una buena caja, 780.000 pesos ¿Cuántos coches, cuánto alcohol, cuánto placer pueden comprar esta mezcla de judas y caínes modernos que derraman por dinero la sangre inocente de sus hermanos?
Duele además ver, saber, que el linchamiento de quienes se atreven a afirmar su fe como evangélica o protestante a manos de auténticos forajidos es consentido por los “sheriff” del condado. Por quienes ostentan el poder legal, que no quieren o no se atreven (igual da) a enfrentarse a los que tienen la vara de mando. Ideas y peticiones no faltan, como también muestra una de las noticias que publicamos esta semana. Pero los oidos de los gobernantes están sordos, y los corazones duros. Al fin y al cabo, son los ricos quienes sostienen las manos de los que matan, y los pobres los que desaparecen. Pesa mucho más el oro que todas las lágrimas de los que lloran.
Lloramos y oramos por nuestros hermanos de México, en especial por los familiares y amigos que se mantienen viviendo tras el nombre de quienes han muerto asesinados. Por ese reguero de dolor que dejan los miles de expropiados y exptariados, de los que viven con la cabeza bajo la espada de Damocles, o como se llame el cacique católico de turno.
Pero no sólo debemos ll/orar por México. Ora et labora. Dejamos la dirección y el correo electrónico de la Embajada mexicana en España. Si usted es de otro país, escriba a la que le corresponda. El silencio es cómplice; pero la palabra vence a la espada.
Con todo el respeto que es necesario, pero con toda la firmeza, sería bueno, necesario, solidario, justo, cristiano, hacerles conocer nuestro dolor y pedirles que hagan algo para evitar esta masacre ¿No creen?
Embajada de México:
Carrera de San Jerónimo 46, 28014 Madrid,
Tfs. 91 369 28 14 / 04 59; Fax: 91 420 22 92.
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