EL ESTUDIO DE LA MENTE
1. Su importancia
La obra más delicada.
Tratar con las mentes humanas es la obra más delicada en la cual los hombres estuvieron alguna vez ocupados.- (1873).
Conocer las leyes que rigen la mente y el cuerpo.
Es deber de toda persona, para su propio bien y el de la humanidad, conocer las leyes de la vida y obedecerlas con toda conciencia. Todos necesitan conocer el organismo más maravilloso: el cuerpo humano. Deberían comprender las funciones de los diversos órganos y como éstos dependen unos de otros para que todos actúen con salud. Deberían estudiar la influencia de la mente en el cuerpo, la del cuerpo en la mente, y las leyes que los rigen. -MC 89, 90 (1905).
Adiestrar y disciplinar la mente.
No importa de quién se trate. . . el Señor os ha bendecido con facultades intelectuales capaces de vasto desarrollo. Cultivad vuestros talentos con fervor perseverante. Educad y disciplinad la mente por el estudio, la observación y la reflexión. No podéis encontraros con la mente de Dios a menos que pongáis en uso toda facultad. Las capacidades mentales se fortalecerán y desarrollarán si salís a trabajar con el temor de Dios, con 4 humildad, y con una ferviente oración. Un propósito resuelto realizará milagros. -NB 302, 303 (1915).
El potencial de la mente disciplinada.
Tiene que practicar la disciplina propia. . . Una mente común, bien disciplinada, efectuará una obra mayor y más elevada que la mente mejor adecuada y los mayores talentos sin el dominio propio. http://www.badongo.com/file/2172598
1. Su importancia
La obra más delicada.
Tratar con las mentes humanas es la obra más delicada en la cual los hombres estuvieron alguna vez ocupados.- (1873).
Conocer las leyes que rigen la mente y el cuerpo.
Es deber de toda persona, para su propio bien y el de la humanidad, conocer las leyes de la vida y obedecerlas con toda conciencia. Todos necesitan conocer el organismo más maravilloso: el cuerpo humano. Deberían comprender las funciones de los diversos órganos y como éstos dependen unos de otros para que todos actúen con salud. Deberían estudiar la influencia de la mente en el cuerpo, la del cuerpo en la mente, y las leyes que los rigen. -MC 89, 90 (1905).
Adiestrar y disciplinar la mente.
No importa de quién se trate. . . el Señor os ha bendecido con facultades intelectuales capaces de vasto desarrollo. Cultivad vuestros talentos con fervor perseverante. Educad y disciplinad la mente por el estudio, la observación y la reflexión. No podéis encontraros con la mente de Dios a menos que pongáis en uso toda facultad. Las capacidades mentales se fortalecerán y desarrollarán si salís a trabajar con el temor de Dios, con 4 humildad, y con una ferviente oración. Un propósito resuelto realizará milagros. -NB 302, 303 (1915).
El potencial de la mente disciplinada.
Tiene que practicar la disciplina propia. . . Una mente común, bien disciplinada, efectuará una obra mayor y más elevada que la mente mejor adecuada y los mayores talentos sin el dominio propio. http://www.badongo.com/file/2172598