Mensaje 23 para nuevos creyentes

hgo

2
5 Septiembre 2001
3.029
1
Mensaje 23
Vida interior
Desarrollo, crecimiento y madurez
Lectura bíblica
Ro. 12:1 Así que, hermanos, os exhorto por las compasiones de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo...
Lv. 3:11 Y el sacerdote hará arder [el sacrificio] sobre el altar; vianda es de ofrenda encendida para Jehová.
El significado de la consagración
Romanos 12:1 … nos muestra que el significado de la consagración es ser un “sacrificio” ¿Qué significa la frase “ser un sacrificio”? ¿Qué es un sacrificio? La Escritura nos muestra que siempre que algo es apartado de su posición y uso originales, y es puesto en el altar de Dios, específicamente para El, ese objeto entonces se convierte en un sacrificio. En el Antiguo Testamento, los hombres ofrecían bueyes y carneros como sacrificios. El principio es éste: El buey vivía originalmente en el corral y era usado para arar la tierra y tirar carros. Ahora, es sacado del corral y llevado al altar. Ha habido un cambio en su posición. Entonces, se le da muerte, es puesto en el altar y consumido por el fuego para ser sacrificio a Dios en olor fragante. Esto implica un cambio en su uso. Por consiguiente, este buey se convierte en un sacrificio. Entonces, un sacrificio no es otra cosa que algo que ha sido apartado para Dios y puesto en el altar, lo cual implica un cambio de posición y de uso. Sea un buey o un carnero, sea flor de harina o aceite, una vez que es ofrecido como sacrificio, ya no se halla en las manos de quien hace la ofrenda y éste ya no puede usarlo para su propio beneficio y disfrute.
Cuando nos presentamos a Dios como sacrificio, nos convertimos en alimento para Dios; somos para Su satisfacción. Entre las ofrendas de los israelitas, algunas eran para el uso de Dios, tales como oro, plata, piedras preciosas, hilos de todos los colores, lana y pieles de carneros (Ex. 25:2-7); otras eran ofrecidas a Dios como alimento, tales como el buey, el carnero, las palomas y las tórtolas, las cuales servían de holocausto. Cuando estos animales eran ofrecidos como holocausto, eran quemados en el altar y llegaban a ser olor grato, alimento para Dios (Lv. 3:11). El hecho de que Dios aceptara tal sacrificio como olor grato, significaba que esto le satisfacía.
El propósito de la consagración
Puesto que el significado de la consagración es llegar a ser un sacrificio, lo que se ofrece es completamente para Dios. El propósito de la consagración, por consiguiente, es que seamos
utilizados por Dios, que laboremos para El. Pero, para poder laborar para Dios, primero debemos permitir que Dios opere en nosotros … Por consiguiente, cuando nos consagramos a Dios, aunque lo hagamos con el fin de laborar para El; desde nuestra perspectiva lo importante es dejar que El opere en nosotros. Por lo tanto, el propósito de la consagración es dejar que Dios obre a fin de que lleguemos a la etapa de obrar para El.
La ofrenda de los sacrificios mencionada en el Antiguo Testamento también arroja luz sobre este asunto. Cuando los bueyes y carneros eran inmolados y ofrecidos a Dios en holocausto, primero era necesario que Dios realizara una obra completa en ellos; es decir, debían ser completamente consumidos por el fuego para hacerlos agradables y aceptables para Dios. Si los sacrificios no eran consumidos por el fuego, estarían crudos y malolientes y jamás podrían llegar a ser aceptables ni agradables para Dios. Hoy ocurre lo mismo con nuestra consagración. Ya nos hemos ofrecido a Dios; sin embargo, si primero no permitimos que Dios haga Su obra en nosotros, sino que salimos directamente a laborar para El y servirle, tal labor y servicio estarán “crudos”, sin preparación y malolientes; jamás
serán aceptados por Dios y, mucho menos, podrán satisfacerle.
Si queremos tocar las cosas espirituales… debemos primero permitir que Dios obre en nosotros a fin de que seamos quebrantados, subyugados y disciplinados por El… Debemos… ser severos con nosotros mismos y preguntarnos si nuestra consagración tiene como fin obrar para Dios directamente o permitir que El obre en nosotros primero… En consecuencia, después de nuestra consagración no debemos estar ansiosos por realizar algo para el Señor, sino que debemos permanecer en el altar y dejar que Dios obre en nosotros y nos consuma. Como resultado de Su acción consumidora, llegaremos a ser capaces de laborar para el Señor. Esta consagración, este servicio, habrá madurado y estará en resurrección; será aceptable para Dios y le satisfará. En conclusión, el objetivo de la consagración es permitir que Dios obre en nosotros con el fin de que obremos para El.
Witness Lee. Living Stream Ministry
Henry