Mensaje 20 para nuevos creyentes

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5 Septiembre 2001
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Mensaje 20
Vida interior
Desarrollo, crecimiento y madurez
Lectura bíblica
1 Ts. 1:9 ...os volvisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero.
Hch. 19:19 Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata.
[En tercer lugar,] el Nuevo Testamento contiene ejemplos específicos que demuestran que después de que un hombre es salvo, el Espíritu comienza a moverse y operar en él, haciendo que termine con su pasado y resuelva las cosas indebidas del pasado.
Renunciar a los ídolos
El caso de los tesalonicenses es un ejemplo de terminar con el pasado [1 Ts. 1:9]. Volverse de los ídolos a Dios, es volverse no sólo de los dioses falsos que incluyen al diablo y los demonios que se esconden tras ellos, sino también de todas las cosas que reemplazan a Dios.84 Después de que un hombre es salvo, ya sea cuando está por bautizarse o habiéndose bautizado, deberá eliminar toda relación que, en su vida diaria, haya tenido con los ídolos o con cualquier cosa vinculada a ellos … Si le resulta difícil hacer esto, él podría buscar a unos cuantos hermanos para que oren con él a fin de obtener las fuerzas y valentía necesarias, y de esta manera, ser ayudado a realizar lo que se ha propuesto. No obstante, esto debe ser hecho por él mismo y del modo más exhaustivo posible; de hecho, cuanto más exhaustivamente se haga, mejor.
Hay ciertos objetos vinculados al estudio de rasgos faciales, a la adivinanza, al horóscopo y la adivinación. Puesto que dichos objetos tienen que ver con ídolos, todos ellos deberán ser desechados. Es indebido que un creyente … conserve ídolos u otros objetos supersticiosos en su casa. Tenemos que deshacernos de todo lo relacionado con los ídolos… No sólo debemos deshacernos de los íconos paganos, sino que también debemos despojarnos de los
cuadros y estatuas de Jesús… La Biblia dice que cuando el Señor Jesús estaba en la tierra, no había parecer en El, ni hermosura (Is. 53:2). Sin embargo, las imágenes de Jesús que hoy
vemos por doquier, lo representan como una persona de gran belleza… en realidad, estos cuadros representan supersticiones, y a los ojos de Dios son blasfemos; y por consiguiente, deben ser eliminados.
Debemos valernos de nuestro espíritu para adorar a Dios, quien es Espíritu (Jn. 4:24) y nunca inclinarnos delante de ninguna imagen, lo cual es rendir culto a una imagen visible. La Iglesia Católica enseña [heréticamente] que físicamente el hombre debe adorar imágenes visibles para ser ayudado a adorar, con su espíritu, al Dios invisible… No debemos seguir tal enseñanza. Debemos adorar a Dios en espíritu y deshacernos de las imágenes.
Destruir las cosas demoníacas e inmundas
Lo que sucedió con los creyentes de Efeso constituye otro ejemplo de terminar con el pasado. Hechos 19:19 nos dice que los creyentes efesios que solían practicar la magia trajeron sus libros y los quemaron. Basados en esto, nosotros hemos adoptado la práctica de incinerar todo objeto inmundo y demoníaco, todo aquello que sea impropio; como por ejemplo: las velas e inciensos que se usan para adorar ídolos, los adornos y vestimentas con imágenes de dragones, libros que las religiones paganas consideren como sagrados, libros y amuletos que tengan que ver con la adivinación y las tablas que se usan para practicar la adoración de los antepasados; además, todo aquello que sirva para juegos de azar, todo lo que se usa para embriagarse con bebidas alcohólicas, pipas para fumar, libros obscenos y fotografías pornográficas. [Las ropas indecentes también pertenecen a esta categoría.] Todas estas cosas son demoníacas e indecentes. Todos nosotros debemos ser conducidos por el Espíritu Santo a arrancar tales objetos de nuestras vidas y de nuestros hogares.
En breve, todo lo que tenga que ver con ídolos y cualquier objeto demoníaco e inmundo, independientemente del valor monetario que tenga, deberá ser incinerado. Según el principio bíblico, tales cosas deben ser quemadas con fuego. La Biblia dice específicamente que los objetos quemados por los efesios equivalían a cincuenta mil piezas de plata. Esto nos demuestra que cuando los efesios destruyeron las cosas demoníacas e inmundas, ellos quemaron numerosos objetos de valor. Por lo tanto, al destruir objetos demoníacos e inmundos, no debemos tener en cuenta el costo o pérdida que ello signifique en términos monetarios.
Witness Lee. Living Stream Ministry
Henry