Mensaje 16 para nuevos creyentes

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5 Septiembre 2001
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Mensaje 16
Vida interior
Desarrollo, crecimiento y madurez

Lectura bíblica

2 Ti. 3:16 Toda la Escritura es dada por el aliento de Dios…
Jn. 5:39-40 Escudriñáis las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de Mí. Pero no queréis venir a Mí para que tengáis vida.

La Biblia es el aliento de Dios

En 2 Timoteo 3:16 dice: “Toda la Escritura es dada por el aliento de Dios”. Dios, por Su parte, exhala la Escritura; y por nuestra parte, nosotros debemos inhalarla. Dios ya exhaló; la Biblia es Su exhalación, y hasta el día de hoy lo sigue siendo. Por tanto, cuando leamos la Biblia, si sólo leemos las letras impresas y no inhalamos lo que Dios ha exhalado, para nosotros la Biblia será simplemente letras sin vida. La Escritura es la exhalación de Dios, y por medio de la oración, la inhalamos. Mediante esta exhalación y esta inhalación, inhalamos a Dios. Este es el significado de las Escrituras. No obstante, no importa cuánto Dios exhale, si nosotros no lo inhalamos, no podemos recibir a Dios como nuestro deleite y provisión. Esta es la razón por la cual muchas personas vienen a la Biblia pero no reciben la vida que ella contiene. Las palabras de la Biblia son la exhalación de Dios, y cuando nosotros las convertimos en oración, ellas llegan a ser nuestra inhalación … Lo que inhalamos es espíritu y es vida. Por ello, el Señor dijo que las palabras que El nos ha hablado son espíritu y son vida [Jn. 6:63].

La Palabra de Dios es nuestra comida

La Santa Biblia es la Palabra de Dios, y nosotros vivimos de toda palabra que sale de la boca de Dios [Mt. 4:4]. Por eso, la Biblia también nos dice que la Palabra de Dios es nuestra comida … En [Juan 6:35] el Señor Jesús dijo: “Yo soy el pan de vida; el que a Mí viene nunca tendrá hambre”. El también dijo: “El que me come, él también vivirá por causa de Mí” (v. 57). Temiendo que los discípulos que lo escuchaban no entendieran el significado de Sus palabras, el Señor añadió las palabras del versículo 63: “El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que Yo os he hablado son espíritu y son vida”. Así vemos que las palabras del Señor son el alimento de vida para nosotros. Sin embargo, además de que la comida sea preparada en la cocina y servida en la mesa, es necesario que la comamos. Si no la comemos, no seremos alimentados. Por consiguiente, todos debemos aprender a hacer una cosa. Todo cristiano que desee ser normal, viviente y fuerte debe hacerlo, a saber, comer la Palabra de vida.

La Biblia es la corporificación del Señor

La palabra contenida en la Biblia no sólo es [el aliento de Dios, el pan de vida, y] la Palabra de Dios; también es la corporificación de Dios. Cuando tocamos la Palabra, debemos tocar al propio Dios. No es suficiente y, de hecho, es erróneo tocar las palabras de la Biblia sin tocar a Dios mismo. El Señor Jesús les dijo a los líderes judíos: “Escudriñáis las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de Mí. Pero no queréis venir a Mí para que tengáis vida” (5:39-40). La palabra escudriñar en griego significa investigar, buscar una y otra vez. El Señor Jesús parecía decir: “Yo soy uno con las Escrituras, y las Escrituras son una conmigo; si venís a las Escrituras, también debéis venir a Mí … Debéis unir las Escrituras conmigo; pero en lugar de ello, las habéis separado de Mí. Al hacer esto, erráis. Tal vez obtengáis conocimiento en cuanto a la letra de las Escrituras, pero no recibís vida, porque Yo mismo soy la vida”.
Estos dos versículos nos sirven de advertencia , pues es posible venir a la Biblia y con todo, no venir al Señor, es posible separar la Biblia del Señor mismo … Siempre debemos tomar la Biblia y al Señor juntos, sin separarlos. Siempre que vengamos a la Biblia debemos venir también al Señor. Siempre que leamos la Biblia, debemos tocar al Señor. La Biblia no es un simple libro de conocimiento, la Biblia es la corporificación del propio Señor.
Witness Lee. Living Stream Ministry
Henry