Mensaje 15
Vida interior
Desarrollo, crecimiento y madurez
Lectura bíblica
Ef. 6:17-18 Y recibid…la palabra de Dios; con toda oración y petición orando en todo tiempo en el espíritu…
Jn. 6:63 El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que Yo os he hablado son espíritu y son vida.
Orar-leer la Palabra
Cuando leemos la Biblia, debemos prepararnos para tener comunión con Dios
Antes de leer la Biblia, primero debemos prepararnos, pues no estamos leyendo el periódico o un libro secular, sino la Palabra de Dios. Primero, [debemos orar: “Oh Señor, límpiame con Tu preciosa sangre; Señor], soy pecador, perdóname; estoy equivocado, perdóname; perdóname por no amarte lo suficiente; perdóname porque no temo como debería” … Debemos confesar todos nuestros pecados para purificarnos y limpiarnos, de manera que no hayan barreras entre nosotros y Dios. Si hacemos esto, estaremos en comunión con Dios. En aquel momento, estaremos en el Espíritu de Dios, y cuando leamos la Biblia, todo será diferente.
Recibir la Palabra con toda oración
Luego, debemos orar-leer la Palabra; no sólo leerla … A través de los siglos, todos los que amaron al Señor y se entregaron al estudio de la Biblia practicaron el orar-leer, aunque no lo llamaron así. Algunos se refirieron a ello diciendo que debíamos leer la Biblia en oración. Leer la Biblia en oración equivale a orar-leer. Nosotros enseñamos la práctica de orar-leer basándonos en Efesios 6:17-18.69 [El apóstol] Pablo tomaba, recibía, la Palabra de Dios con toda oración y petición. El no solamente oraba de una manera general, sino que también hacía peticiones de manera específica. La oración es general, mientras que la petición es específica. Además, Pablo oraba “con toda oración y petición”. Toda implica muchas maneras. Uno puede orar en voz alta, o muy bajito; uno puede orar rápido, o puede orar despacio; uno puede orar-leer de muchas maneras; puede orar con su cónyuge, con un grupo de hermanos, y en las reuniones. Pablo dijo que debemos recibir la espada del Espíritu, la Palabra de Dios, con toda oración y petición. Esto nos dice que oramos con toda oración y petición para tomar, para recibir, la Palabra de Dios. [¿Cuál es la mejor manera de tomar la Palabra de Dios y de relacionarnos con ella?] En primer lugar, cuando oremos-leamos no es necesario cerrar nuestros ojos; Mantengámoslos fijos en la Palabra mientras oramos. En los sesenta y seis libros de la Biblia no he encontrado un solo versículo que diga que debemos cerrar nuestros ojos para orar; pero sí hay uno que dice que Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: “Padre…” (Jn. 17:1). El elevó su mirada al cielo mientras oraba … [Segundo], no es necesario componer o inventar nuestras oraciones. Sencillamente oren-lean la Palabra. Oren las palabras de la Biblia tal y como están escritas. Con el tiempo, usted verá que ¡toda la Biblia es un libro de oración! … Abran cualquier página de la Biblia, y empiecen a orar usando cualquier pasaje de la Palabra. En Juan 6:63 el Señor dijo: “El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que Yo os he hablado son espíritu y son vida”. Las palabras, el Espíritu y la vida son tres cosas, pero el Señor se refiere a ellas como si fueran una sola. Cuando las palabras son sólo palabras, ellas
son letras impresas; no son el Espíritu. Pero cuando las palabras entran en nuestra mente a través de nuestros ojos y nosotros comenzamos a orar usando nuestro espíritu, ellas llegan a ser el Espíritu. Y cuando las palabras llegan a ser el Espíritu, ellas son vida.
Cuando oramos lo que leemos en la Palabra, convertimos en oración los versículos que leemos. Al orar, debemos olvidarnos de todo lo que no sea el Señor y Su Palabra. El canto 177 de Himnos dice: “Del alba al ocaso mi mundo eres Tú”. Esto significa que cuando buscamos al Señor, sólo tenemos un mundo: “Oh Señor, Tú eres mi mundo; Tú eres lo único que deseo” … Una vez que la Palabra entra a nuestro espíritu, ella llega a ser Espíritu y vida. Pero si no oramos, la Palabra que leamos no llegará a ser el Espíritu, ni tampoco vida.
Witness Lee. Living Stream Ministry
Henry
Vida interior
Desarrollo, crecimiento y madurez
Lectura bíblica
Ef. 6:17-18 Y recibid…la palabra de Dios; con toda oración y petición orando en todo tiempo en el espíritu…
Jn. 6:63 El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que Yo os he hablado son espíritu y son vida.
Orar-leer la Palabra
Cuando leemos la Biblia, debemos prepararnos para tener comunión con Dios
Antes de leer la Biblia, primero debemos prepararnos, pues no estamos leyendo el periódico o un libro secular, sino la Palabra de Dios. Primero, [debemos orar: “Oh Señor, límpiame con Tu preciosa sangre; Señor], soy pecador, perdóname; estoy equivocado, perdóname; perdóname por no amarte lo suficiente; perdóname porque no temo como debería” … Debemos confesar todos nuestros pecados para purificarnos y limpiarnos, de manera que no hayan barreras entre nosotros y Dios. Si hacemos esto, estaremos en comunión con Dios. En aquel momento, estaremos en el Espíritu de Dios, y cuando leamos la Biblia, todo será diferente.
Recibir la Palabra con toda oración
Luego, debemos orar-leer la Palabra; no sólo leerla … A través de los siglos, todos los que amaron al Señor y se entregaron al estudio de la Biblia practicaron el orar-leer, aunque no lo llamaron así. Algunos se refirieron a ello diciendo que debíamos leer la Biblia en oración. Leer la Biblia en oración equivale a orar-leer. Nosotros enseñamos la práctica de orar-leer basándonos en Efesios 6:17-18.69 [El apóstol] Pablo tomaba, recibía, la Palabra de Dios con toda oración y petición. El no solamente oraba de una manera general, sino que también hacía peticiones de manera específica. La oración es general, mientras que la petición es específica. Además, Pablo oraba “con toda oración y petición”. Toda implica muchas maneras. Uno puede orar en voz alta, o muy bajito; uno puede orar rápido, o puede orar despacio; uno puede orar-leer de muchas maneras; puede orar con su cónyuge, con un grupo de hermanos, y en las reuniones. Pablo dijo que debemos recibir la espada del Espíritu, la Palabra de Dios, con toda oración y petición. Esto nos dice que oramos con toda oración y petición para tomar, para recibir, la Palabra de Dios. [¿Cuál es la mejor manera de tomar la Palabra de Dios y de relacionarnos con ella?] En primer lugar, cuando oremos-leamos no es necesario cerrar nuestros ojos; Mantengámoslos fijos en la Palabra mientras oramos. En los sesenta y seis libros de la Biblia no he encontrado un solo versículo que diga que debemos cerrar nuestros ojos para orar; pero sí hay uno que dice que Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: “Padre…” (Jn. 17:1). El elevó su mirada al cielo mientras oraba … [Segundo], no es necesario componer o inventar nuestras oraciones. Sencillamente oren-lean la Palabra. Oren las palabras de la Biblia tal y como están escritas. Con el tiempo, usted verá que ¡toda la Biblia es un libro de oración! … Abran cualquier página de la Biblia, y empiecen a orar usando cualquier pasaje de la Palabra. En Juan 6:63 el Señor dijo: “El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que Yo os he hablado son espíritu y son vida”. Las palabras, el Espíritu y la vida son tres cosas, pero el Señor se refiere a ellas como si fueran una sola. Cuando las palabras son sólo palabras, ellas
son letras impresas; no son el Espíritu. Pero cuando las palabras entran en nuestra mente a través de nuestros ojos y nosotros comenzamos a orar usando nuestro espíritu, ellas llegan a ser el Espíritu. Y cuando las palabras llegan a ser el Espíritu, ellas son vida.
Cuando oramos lo que leemos en la Palabra, convertimos en oración los versículos que leemos. Al orar, debemos olvidarnos de todo lo que no sea el Señor y Su Palabra. El canto 177 de Himnos dice: “Del alba al ocaso mi mundo eres Tú”. Esto significa que cuando buscamos al Señor, sólo tenemos un mundo: “Oh Señor, Tú eres mi mundo; Tú eres lo único que deseo” … Una vez que la Palabra entra a nuestro espíritu, ella llega a ser Espíritu y vida. Pero si no oramos, la Palabra que leamos no llegará a ser el Espíritu, ni tampoco vida.
Witness Lee. Living Stream Ministry
Henry