Ser cristiano no es solo adherirse a un conjunto de creencias individuales
; es una transformación profunda que nos lleva a ser uno con Dios
y uno con los demás
en Su cuerpo: la Iglesia
.
La fe bíblica se edifica sobre cimientos sólidos
que nos mueven de la teoría religiosa a una relación viva, obediente y presente con Jesucristo
.
El fundamento central de la fe cristiana es reconocer quién es Jesús: el Verbo hecho carne
Juan 1, verdadero Dios
y verdadero hombre
. Él vino a cumplir una misión redentora por sustitución
, cargando el castigo que correspondía a la humanidad caída.
Aceptar a Cristo no es usarlo como un “Salvador de emergencia
”, sino reconocerlo como Señor soberano
sobre nuestra vida, decisiones y prioridades
.
Confesar a Jesús como Señor implica rendición total
, abandono de la autosuficiencia y confianza plena en Su gobierno, que es superior a cualquier plan humano.
Una fe que recurre a Jesús solo en la crisis
no ha comprendido el corazón del evangelio.
Para que la fe no dependa de opiniones personales
, se fundamenta en la Escritura, inspirada por Dios 2 Timoteo 3:16, y establecida como la autoridad suprema
para la vida cristiana.
La Biblia no solo informa
; confronta y transforma
.
Funciona como un espejo
que revela nuestra condición espiritual, expone motivaciones internas y nos guía hacia la verdad.
La verdadera lectura bíblica ocurre cuando dejamos que la Palabra nos examine, nos corrija y nos forme.
La transformación comienza cuando pasamos del saber al obedecer
.
El tercer pilar es el Espíritu Santo, el Ayudador prometido por Cristo Juan 14, quien habita en el creyente
para capacitarlo a vivir una vida imposible de lograr por esfuerzo humano.
La santidad cristiana no es legalismo
ni autoexigencia moral, sino la obra continua del Espíritu.
Él no es una fuerza impersonal
, sino una persona divina que:
La fe genuina produce fruto observable
. Santiago 2 enseña que una fe sin obras es una fe muerta
.
Las obras no compran la salvación, pero confirman su autenticidad.
Dios nos diseñó para vivir en comunidad
, como parte de un cuerpo llamado Iglesia, donde cada creyente sirve según los dones recibidos
.
El objetivo de estos fundamentos no es acumular información
, sino el envío
: dejar de ser solo oyentes y convertirnos en discípulos activos, comprometidos con la Gran Comisión
y con el uso responsable de nuestros recursos para el Reino
.
Pregunta
Al observar tus prioridades
y el uso de tus recursos
en la última semana,
¿existen evidencias claras de que Jesús es tu Señor
, o sigues viviendo como el dueño absoluto de tu vida?
La fe bíblica se edifica sobre cimientos sólidos
Jesucristo como Señor
El fundamento central de la fe cristiana es reconocer quién es Jesús: el Verbo hecho carne Aceptar a Cristo no es usarlo como un “Salvador de emergencia
Confesar a Jesús como Señor implica rendición total
Una fe que recurre a Jesús solo en la crisis
La Biblia como ancla y espejo
Para que la fe no dependa de opiniones personales La Biblia no solo informa
Funciona como un espejo
La verdadera lectura bíblica ocurre cuando dejamos que la Palabra nos examine, nos corrija y nos forme.
La transformación comienza cuando pasamos del saber al obedecer
El poder del Espíritu Santo
El tercer pilar es el Espíritu Santo, el Ayudador prometido por Cristo Juan 14, quien habita en el creyente La santidad cristiana no es legalismo
Él no es una fuerza impersonal
- convence de pecado

- consuela

- guía

- produce fruto visible en el carácter
(Gálatas 5)
Una fe activa y comunitaria
La fe genuina produce fruto observable Las obras no compran la salvación, pero confirman su autenticidad.
Dios nos diseñó para vivir en comunidad
El objetivo de estos fundamentos no es acumular información
¿existen evidencias claras de que Jesús es tu Señor