UNA MESA EN EL DESIERTO
Meditaciones diarias
Watchman Nee
10 de agosto
Estaban todos unánimes juntos. Hechos 2:1
Cuando Dios visitó a su pueblo en la encarnación de Jesús, sólo había un puñado que esperaba la redención de Israel. Creían que Dios iba a actuar, y a través de ellos, y a causa de ellos, El actuó. Luego, durante la vida de Jesús multitudes le siguieron. Sin embargo fue un grupo mucho más pequeño el que protestó diciendo: “¿Señor a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna”. Una vez más antes de su asunción instruyó a los suyos para que aguardaran la promesa del Padre. Este mandamiento bien puede haber llegado a más de quinientos hermanos que le vieron vivo, después de su pasión; sin embargo, llegado el día de Pentecostés había sólo ciento veinte reunidos en oración para cooperar con Dios en su próxima acción
Meditaciones diarias
Watchman Nee
10 de agosto
Estaban todos unánimes juntos. Hechos 2:1
Cuando Dios visitó a su pueblo en la encarnación de Jesús, sólo había un puñado que esperaba la redención de Israel. Creían que Dios iba a actuar, y a través de ellos, y a causa de ellos, El actuó. Luego, durante la vida de Jesús multitudes le siguieron. Sin embargo fue un grupo mucho más pequeño el que protestó diciendo: “¿Señor a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna”. Una vez más antes de su asunción instruyó a los suyos para que aguardaran la promesa del Padre. Este mandamiento bien puede haber llegado a más de quinientos hermanos que le vieron vivo, después de su pasión; sin embargo, llegado el día de Pentecostés había sólo ciento veinte reunidos en oración para cooperar con Dios en su próxima acción