Meditaciones diarias

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5 Septiembre 2001
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Meditaciones diarias
Watchman Nee
10 de agosto

Estaban todos unánimes juntos. Hechos 2:1

Cuando Dios visitó a su pueblo en la encarnación de Jesús, sólo había un puñado que esperaba la redención de Israel. Creían que Dios iba a actuar, y a través de ellos, y a causa de ellos, El actuó. Luego, durante la vida de Jesús multitudes le siguieron. Sin embargo fue un grupo mucho más pequeño el que protestó diciendo: “¿Señor a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna”. Una vez más antes de su asunción instruyó a los suyos para que aguardaran la promesa del Padre. Este mandamiento bien puede haber llegado a más de quinientos hermanos que le vieron vivo, después de su pasión; sin embargo, llegado el día de Pentecostés había sólo ciento veinte reunidos en oración para cooperar con Dios en su próxima acción