Meditaciones 8. de octubre

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5 Septiembre 2001
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee

Pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento. Marcos 12:44.

Hoy en día hablamos de “dinero limpio” y “dinero sucio” pero a la vista de Dios sólo existen “riquezas injustas”. Para probar esto, sólo debemos preguntarnos si el dinero nos acerca o nos aleja de Dios. No podemos servir a Dios y a las riquezas (Mamón). ¿Cómo es posible entonces tomar esto que ha servido a los intereses de Satanás y utilizarlo para construir el reino de Dios? ¿ Qué se requiere para construir el reino de Dios? ¿Qué se requiere para cortar la ligadura que ata a César con aquello que lleva su imagen?
Si tu dinero ha de salir del mundo, entonces tú debes salir del mundo. El solo hecho de ofrecer dinero para el tesoro de Díos, no cambiará en sí el caracter de lo que ofrendas. A no ser que tu vida vaya con él, tu dinero no será liberado del reino de Satanás y pasado al reino de Dios. Pablo dice de los Macedonios que “a sí mismos se dieron primeramente al Señor”. Hoy día, mientras el dinero en las arcas de Satanás no tiene límites, el “efectivo” que está en las manos de Dios está limitado por el número de personas que están consagrados a El. Asegúrate que tan pronto ingrese tu dinero, lo conviertas en divisa del Santuario. Ocúpate de que sea borrado de los libros de Satán,,e ingresado a la cuenta de Dios. ¿Cómo? No se lo mandes, ¡tráelo a El!