Meditaciones 8. de noviembre

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5 Septiembre 2001
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee

Toda gloriosa es la hija del rey en su morada; de brocado de oro es su vestido.
Salmo 45: 13.

La novia será llevada a la presencia del Rey con un atavio que ha sido cuidadosa y pacientemente bordado. Hay una vestimenta que es un don definitivo, pero el atavío de la novia no es solamente oro, que representa lo que procede puramente de Dios. Está “bordado de oro”, que seguramente significa que hilos de oro han sido pacientemente entretejidos en la propia tela. Esto nos sugiere la aplicación continua que hace el Espíritu, de las realidades de la cruz del Calvario, a fin de que las glorias de Cristo sean manifiestas en ella. He aquí una obra divina en la cual ella coopera voluntariamente. La esposa del Cordero “se ha preparado”.
 
8 de noviembre - Cuida tu actitud



"MARTA, MARTA, AFANADA Y TURBADA ESTÁS... PERO SÓLO UNA COSA ES NECESARIA..." (Lucas 10:41,42)



Erma Bombeck escribió: "Soy buena en preocuparme. Me preocupo sobre las presentaciones y quedarme en blanco cuando vaya a ver a mi madre, o qué piensa el perro cuando me ve salir de la ducha, o de que uno de mis hijos se case con una esquimal y me deje a la deriva en un iceberg cuando ya no pueda comer sola".

¡Marta estaba tan preocupada que incluso intentó decir a Jesús lo que tenía que hacer! Escucha: "...¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude" (Lucas 10:40b). La preocupación te hace olvidar quién es el sirviente y Quién el Señor. Fíjate en estas tres cosas:

1. Marta estaba ocupada sirviendo, ¡pero no disfrutando con ello! Sin duda quería agradar a Jesús, sólo que dejó que el trabajo del Señor fuera más importante para ella que el Señor del trabajo. ¿Te ha ocurrido a ti lo mismo?

2. Satanás no sacó a Marta de la cocina, ¡sólo le quitó su propósito de estar allí! Él no hace que te vuelvas contra la congregación, sólo hace que te enfoques en ti mismo. No te quita el ministerio, sólo te quita la ilusión diciéndote que tienes demasiado trabajo, estás mal pagado y eres despreciado.

3. ¡Dios valora tu actitud más que tu servicio! Escucha: "Haced todo sin murmuraciones..." (Filipenses 2:14). Una mala actitud estropea la ofrenda que llevas al altar. Jesús dijo: "Marta... sólo una sola cosa es necesaria, y María [la] ha escogido..." (Lucas 10:41b,42). ¿Y cuál fue? ¡María adoró a los pies de Jesús! Él siempre prefiere la devoción tranquila de un corazón sincero a la actitud ruidosa de "un protestón". ¿Hay aquí un mensaje para ti?