Meditaciones 27 de septiembre

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5 Septiembre 2001
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee

Santificad a Cristo como Se flor en vuestros corazones.,
1 Pedro 3: 15 (Versión Hispanoamericana).

La razón por la cual muchos creyentes no experimentan el poder del Espíritu es por falta de reverencia hacia El. Y les falta reverencia porque sus ojos no han sido abiertos para ver el hecho solemne de su presencia en ellos. El hecho es incontrovertible, pero ellos no lo han visto. ¿Por qué es que algunos hijos de Dios viven en victoria mientras que otros están en constante derrota? La diferencia no se debe a la presencia o ausencia del Espíritu (pues El habita en los hijos de Dios), sino en esto, que algunos reconocen su presencia en ellos y otros no, y en consecuencia algunos reconocen la autoridad divina en sus vidas, mientras que otros continúan siendo sus propios dueños. El descubrir que el corazón es el lugar de la morada de Dios, transformará la vida de cualquier creyente.
 
27 de septiembre ¿Cómo puedo cambiar?

".TRANSFORMAOS POR MEDIO DE LA RENOVACIÓN DE VUESTRO ENTENDIMIENTO."
(Romanos 12:2b)

¿Estás luchando con determinado problema pensando: Si solamente
pudiera superar esto, todo volvería a estar bien? Siento
desilusionarte, pero cuando hayas conquistado este problema en
particular, Dios te revelará alguna otra cosa que necesita ser
tratada. Relájate; ¡vas a estar siempre trabajando en algo!
Los cambios no vienen por medio de esfuerzos humanos sin
el Señor, frustración, auto-rechazo, culpabilidad o las obras duras
de la carne. No, los cambios vienen como resultado de haber renovado
la mente al diario por medio de la Palabra de Dios. Cuando estás de
acuerdo con Dios, creyendo que lo que Él dice es verdad, el cambio
comienza automáticamente. Empiezas a pensar de otra manera, luego
hablas de otra manera, y finalmente, actúas de otra manera. Ten
paciencia contigo mismo: es un proceso que se desarrolla en fases.
¿Pensarías que algo malo le puede pasar a un niño porque
no puede andar perfectamente en sus primeros intentos? No, estás
contento cada vez que da un nuevo paso. Cuando se cae, lo recoges,
le consuelas, le curas si es necesario, le animas a que pruebe de
nuevo, y sigues ayudándole. ¿Piensas que Dios hace menos pos sus
hijos?
El Señor no está enfadado contigo porque no has "llegado",
Él se complace de que perseveres, intentando mantenerte en el
camino. Es tarea de Dios conseguirlo ". con gloria [d]el ministerio
del Espíritu" (2 Corintios 3:8b). ¡Si pudieras hacerlo por ti mismo
no necesitarías a Dios! ¡Así que, en vez de esforzarte más y más,
empieza a apoyarte en Él más y más!