meditaciones 20. de septiembre

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5 Septiembre 2001
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Meditaciones diarias
Watchman Nee
20. de septiembre

Después de estas cosas Abram tuvo en visión una revelación de Jehová que decía: No temas, Abram; yo soy tu escudo, tu galardón sobremanera grande Génesis 15:1. V. M.

Cuando Dios dice “No temas” es porque El detecta ya sea el temor o la duda en el corazón de su hijo. Nota los acontecimientos que precedieron a estas palabras. Abram, después de recibir de Melquisedec pan y vino, al parecer, rechazó con facilidad las recompensas ofrecidas por el rey de Sodoma. Pero cuando volvió a su hogar, posiblemente ciertas preguntas y dudas invadieron su mente. ¿Fue sabia la decisión de rechazar toda oferta de ayuda? ¿Su actitud le había creado acaso nuevos enemigos?
Gracias a Dios, para cualquier duda siempre hay una respuesta divina. “Vino la palabra de Jehová a Abram”. En cuanto a sus temores, Dios sería su escudo protector. En cuanto al futuro, El se ofreció a sí mismo, y nada menos, como el superlativo galardón de Abram. ¡Cuánto habrá agradecido Abram a Dios, que Sodoma, con el penoso substituto que le ofrecía, no lo llegó a seducir.
 
20 de septiembre ¿Dónde pones tu confianza?



"¡BENDITO EL HOMBRE QUE CONFÍA EN EL SEÑOR, CUYA CONFIANZA ESTÁ PUESTO EN EL SEÑOR!..." (Jeremías 17:7)


Escucha: "Y [Dalila] grito...: ¡Sansón, los filisteos sobre ti!Sansón despertó de su sueño y pensó: Esta vez me escaparé como las otras. Pero no sabía que el Señor ya se había apartado de él.Enseguida los filisteos le echaron manos" (Jueces 16:20,21).

Un campeón que dependió de Dios en cada momento, después dijo:"Haré sencillamente lo que ya he hecho antes".


Jesús dijo: "...separados de Mí nada podéis hacer" (Juan 15:5b).Nosotros conocemos ese versículo, hasta lo citamos. Sin embargo, seguimos saliendo sin doblar las rodillas o consagrar nuestros caminos al Señor, actuando como si todo dependiera de nosotros, y cayendo de bruces. Dios mío, ¿cuándo aprenderemos?
Escucha: "¡Maldito aquel que confía en el hombre, que pone su confianza en la fuerza humana, mientras su corazón se aparta del Señor! Será como la retama en el desierto, y no verá cuando llegue el bien ¡Bendito el hombre que confía en el Señor, cuya confianza esta puesta en el Señor!, porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces. No temerá cuando llegue el calor, sino que su hoja estará verde. En el año de sequía no se inquietará ni dejará de dar fruto" (Jeremías 17:5-8).


LA MAYOR PARTE DE NUESTRA AGONÍA INTERNA Y DE NUESTRAS LUCHAS Y FRUSTRACIONES VIENE POR PONER LA CONFIANZA EN EL SITIO EQUIVOCADO. ANTES DE DAR UN SOLO PASO MÁS HOY, PÁRATE Y PREGÚNTATE: ¿DÓNDE HE PUESTO MI CONFIANZA?