Meditaciones 13 de septiembre

2 Junio 1999
19.987
13
65
UNA MESA EN EL DESIERTO
Meditaciones diarias
Watchman Nee
13. de septiembre

Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe. Purificados los corazones de mala conciencia. Hebreos 10:22.

Cuando entramos en el Lugar Santísimo, ¿osamos hacerlo por medio de algo que no sea la Sangre de Cristo? Debemos preguntarnos: ¿Estoy buscando el acceso a la presencia de Dios por medio de la sangre, o por algún otro medio? ¿Qué quiero decir cuando digo “por la sangre”? Sencillamente que reconozco mis pecados, que confieso que tengo necesidad de limpieza y que vengo a Dios sobre la base de la obra terminada del Señor Jesús. Me acerco a Dios sólo por medio de sus méritos, y jamás sobre la base de mis logros, como por ejemplo, que hoy he sido extraordinariamente amable, o que he hecho algo para el Señor.
Puedo estar equivocado, pero temo que algunos pueden estar pensando algo así. “Hoy he sido un poco más cuidadoso; hoy me he portado mejor; de manera que hoy puedo acercarme a Dios y orar mejor”. ¡No, no, no! Una conciencia limpia jamás se logra en base a nuestros esfuerzos. Sólo se puede obtener por la obra expiatoria del Señor Jesús al derramar Su Sangre.
 
13 de septiembre Doce reglas para tu vida




“...CREADOS... PARA BUENAS OBRAS, LAS CUALES DIOS PREPARÓ DE ANTEMANO PARA QUE ANDUVIÉRAMOS EN ELLAS” (Efesios 2:10b)



¿Quieres desarrollar una mejor imagen de ti mismo? Si es así, aquí
tienes doce reglas que debes seguir:

(1) Rechaza tu pecado, pero nunca a ti mismo

(2) Date prisa en arrepentirte. Los pecados no confesados son como un lastre que no te deja salir a la superficie

(3) Sé honesto con Dios y contigo mismo acerca de ti mismo

(4) Cuando Dios habla a tu corazón, escúchale. Él nunca te mandará hacer algo para lo cual no te haya preparado

(5) Deja de menospreciarte... estás contradiciendo a Dios

(6) Nunca tengas una opinión exagerada de tu propia importancia

(7) Cuando las cosas salen mal, no te culpes siempre por ello. Admite tus errores, aprende de ellos, y sigue adquiriendo fortaleza y sabiduría

(8) Cuídate de no pensar demasiado tiempo en ti mismo. No te obsesiones por lo que has hecho, bien o mal; ambas actividades mantienen tu mente ocupada en ti. Escucha: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado” (Isaías 26:3)

(9) Cuida tu cuerpo. Haz lo mejor que puedas con lo que Dios te ha dado, pero sin excederte ni caer en la vanidad por tu apariencia… recuerda que por muy buena que sea, es temporal

(10) No permitas que tu educación se convierta en un motivo de orgullo, o la falta de ella en una causa de inferioridad. Dios no te usa según el grado de tu coeficiente intelectual, te usa por tu obediencia

(11) Tus talentos son un regalo de Dios, no algo que hayas producido tú mismo, así que no mires con desprecio a la gente que no puede hacer lo que tú haces

(12) No menosprecies tus debilidades, porque ellas te mantienen dependiente de Dios.







Si quiere que sus amigos reciban cada día "La Palabra Para Hoy", dígales que manden un mensaje a:
[email protected]