UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
¿Acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? Lucas 18:7.
Supongamos que un hombre entra en tu casa y la ocupa sin tu permiso. ¿Qué haces? Recurres al magistrado y apelando a las leyes de la nación obtienes un veredicto en contra suyo. Regresas con la orden del juez, y lo desalojas. Con un poco de suerte, no sale encadenado. La situación en este mundo no es distinta. El “libro” de la ley de Dios ya ha dado su veredicto contra el ocupante ilegal de este mundo. Debe marcharse. ¿Qué importa si para Satanás la ley del reino de los cielos es una ley extranjera? El Calvario ya ha establecido la superioridad de ese reino. En la cruz Cristo despojó de toda su base legal a Satanás. Es ahora la responsabilidad de la Iglesia el ocuparse de que la nueva ley sea puesta en vigencia, clamando al Señor, como la viuda de la parábola, “hazme justicia de mi adversario”, ha de obtener la orden de desalojo y echarlo fuera. Dios espera oír este clamor.
Watchman Nee
¿Acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? Lucas 18:7.
Supongamos que un hombre entra en tu casa y la ocupa sin tu permiso. ¿Qué haces? Recurres al magistrado y apelando a las leyes de la nación obtienes un veredicto en contra suyo. Regresas con la orden del juez, y lo desalojas. Con un poco de suerte, no sale encadenado. La situación en este mundo no es distinta. El “libro” de la ley de Dios ya ha dado su veredicto contra el ocupante ilegal de este mundo. Debe marcharse. ¿Qué importa si para Satanás la ley del reino de los cielos es una ley extranjera? El Calvario ya ha establecido la superioridad de ese reino. En la cruz Cristo despojó de toda su base legal a Satanás. Es ahora la responsabilidad de la Iglesia el ocuparse de que la nueva ley sea puesta en vigencia, clamando al Señor, como la viuda de la parábola, “hazme justicia de mi adversario”, ha de obtener la orden de desalojo y echarlo fuera. Dios espera oír este clamor.