UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
Por el camiño de tus mandamientos correré, cuando ensanches mi corazón. Salmo 119:32.
Muchos de nuestros males hoy brotan del hecho que estamos contentos con una aceptación meramente objetiva de la doctrina. Buscamos una luz mental, exterior de las Escrituras, pero no la llevamos a una aplicación interior en nuestra experiencia. Nos enfrentamos con muchas dificultades intelectuales en la Biblia y recibir “luz”, para nosotros viene a ser la solución de estos problemas. Para muchos de nosotros todo está bien si somos conservadores u ortodoxos en nuestra doctrina y damos asentimiento mental a algunas cosas, y disentimos con otras. Es por medio de este razonamiento que los fundamentalistas se consideran en un plano superior a los modernistas. Sin embargo, la espiritualidad a los ojos de Dios, sólo está dada en la medida en que poseamos un verdadero conocimiento interior de su Hijo. Podemos estar en una posición doctrinal perfectamente correcta, pero a no ser que poseamos su vida, y vivamos por ella, nos faltará lo esencialmente supremo.
Watchman Nee
Por el camiño de tus mandamientos correré, cuando ensanches mi corazón. Salmo 119:32.
Muchos de nuestros males hoy brotan del hecho que estamos contentos con una aceptación meramente objetiva de la doctrina. Buscamos una luz mental, exterior de las Escrituras, pero no la llevamos a una aplicación interior en nuestra experiencia. Nos enfrentamos con muchas dificultades intelectuales en la Biblia y recibir “luz”, para nosotros viene a ser la solución de estos problemas. Para muchos de nosotros todo está bien si somos conservadores u ortodoxos en nuestra doctrina y damos asentimiento mental a algunas cosas, y disentimos con otras. Es por medio de este razonamiento que los fundamentalistas se consideran en un plano superior a los modernistas. Sin embargo, la espiritualidad a los ojos de Dios, sólo está dada en la medida en que poseamos un verdadero conocimiento interior de su Hijo. Podemos estar en una posición doctrinal perfectamente correcta, pero a no ser que poseamos su vida, y vivamos por ella, nos faltará lo esencialmente supremo.