Me hacia falta verte.
Me hacia falta verte, pues delinear tu rostro,
era calcar el mapa del tesoro que guardo;
Era reconocerte, como en aquel Agosto,
cuando senti tan mio el firmamento pardo.
Me hacia falta verte; es que mis largos dedos
sabian que existian tus pómulos rosados.
Deseaban proponerte, que en los momentos quedos,
danzaran sobre éstos, antes de ser besados.
Me hacia falta verte, asi comprenderia,
lo que forjó la espera, en ese vivo espejo.
Y lo que al sostenerte, en fe, se prenderia
en tu rostro y sería, de Dios, un fiel reflejo.
Me hacia falta verte, mujer, que tras las señas
que el Señor concedía, salí, y cual errante,
temía el perderte, pues hubo en mis reseñas:
(por las dudas) desvíos. ¡Sí fué desesperante!
Me hacia falta verte; asi se completaba
aquello que faltaba de mi clásico sueño.
Quien lo juzgara inerte, hoy testimonio traba:
La visión tiene rostro, y el rostro tiene dueño.
Y porque me esperabas, y con fébril certeza,
que sólo un ¨No¨ Divino lograra detenerte,
ya era de premura. Se expuso la corteza;
se muestran los anillos... ¡Al fin puedo leerte!
Eleto te contemplo... –Soy yo- Tu rostro expresa.
Y hoy mi ser anhela, amor, corresponderte.
Y porque así Dios quiso, y su bella promesa
ardiente germinaba, y terreno ganaba...
... me hacia falta verte.
Erskine
Copyright 2006 M.Erskine
Me hacia falta verte, pues delinear tu rostro,
era calcar el mapa del tesoro que guardo;
Era reconocerte, como en aquel Agosto,
cuando senti tan mio el firmamento pardo.
Me hacia falta verte; es que mis largos dedos
sabian que existian tus pómulos rosados.
Deseaban proponerte, que en los momentos quedos,
danzaran sobre éstos, antes de ser besados.
Me hacia falta verte, asi comprenderia,
lo que forjó la espera, en ese vivo espejo.
Y lo que al sostenerte, en fe, se prenderia
en tu rostro y sería, de Dios, un fiel reflejo.
Me hacia falta verte, mujer, que tras las señas
que el Señor concedía, salí, y cual errante,
temía el perderte, pues hubo en mis reseñas:
(por las dudas) desvíos. ¡Sí fué desesperante!
Me hacia falta verte; asi se completaba
aquello que faltaba de mi clásico sueño.
Quien lo juzgara inerte, hoy testimonio traba:
La visión tiene rostro, y el rostro tiene dueño.
Y porque me esperabas, y con fébril certeza,
que sólo un ¨No¨ Divino lograra detenerte,
ya era de premura. Se expuso la corteza;
se muestran los anillos... ¡Al fin puedo leerte!
Eleto te contemplo... –Soy yo- Tu rostro expresa.
Y hoy mi ser anhela, amor, corresponderte.
Y porque así Dios quiso, y su bella promesa
ardiente germinaba, y terreno ganaba...
... me hacia falta verte.
Erskine
Copyright 2006 M.Erskine