El máximo responsable de la FEREDE escribe sobre “las confesiones religiosas y la sociedad contemporánea”
El Secretario ejecutivo de FEREDE expone sus principios para una relación constructiva con el Estado
MADRID, 21-09-2004 (ElEco/ACPress.net).
En un reciente artículo publicado en “El Eco bautista”, Mariano Blázquez, Secretario ejecutivo de la FEREDE (Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, representante legal ante el Estado español) reflexiona sobre “las confesiones religiosas y la sociedad contemporánea”, sentando los que él considera “principios para una relación constructiva”
La clase política, la sociedad civil y las confesiones religiosas tienen un amplio abanico de materias sobre las que buscar soluciones consensuadas “que mejoren la integración, la convivencia, la seguridad ciudadana y el libre ejercicio de la libertad religiosa en el marco del respeto de los derechos humanos y los derechos fundamentales de nuestra Constitución”, afirma Blázquez.
DERECHOS DE LIBERTAD RELIGIOSA
El artículo defiende la necesidad de que en el marco de la Constitución se ofrezcan cauces tanto para la vida privada como pública de las confesiones religiosas, a la vez que existan áreas diferenciadas de las religiones y la autoridad civil.
Sin embargo, y a pesar de esta diferenciación y distinta finalidad, afirma Blázquez, esto “no evita que existan importantes áreas de actuación común. Una de ellas, el cumplimiento de las obligaciones tributarias (…) Las religiones deben dar al Estado lo que le pertenece y viceversa”.
ACEPTAR LO QUE EL ESTADO LEGISLE
Junto al derecho de que las confesiones expresen su religiosidad, escribe Blázquez que “las confesiones religiosas deben aceptar que el Estado legisle con independencia de los postulados y preceptos de una determinada religión. De ese modo, las religiones no deben sentirse amenazadas cuando, por ejemplo, se legisla permitiendo las uniones homosexuales”.
En este sentido Blázquez considera que “la tendencia a la simplificación anima a muchos dirigentes religiosos a traspasar fronteras de la separación y solicita al gobierno una legislación acorde con sus principios morales, limitando los derechos de aquellos que piensan de otra manera”.
Como solución o respuesta a las leyes moralmente incorrectas, Blázquez opina que "en lugar de cambiar la ley, debe permitirse la exposición de los beneficios, por ejemplo, de la fidelidad en medio de una sociedad permisiva. Del mismo modo, la Iglesia debe prestar atención a los argumentos que proceden de los sectores sociales”.
Concluye Blázquez reclamando que la Iglesia no debe escatimar esfuerzos para producir una sociedad más justa y solidaria mediante “la paz social, la convivencia, los derechos humanos, y la lucha contra la pobreza y contra el terrorismo…”
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Tengo verdadera curiosidad por saber cuántos evangélicos españoles, aparte de Tobi, están de acuerdo con lo que ha dicho el señor Blázquez acerca de la legislación.
De momento, se lo pregunto a los que anden por este foro
El Secretario ejecutivo de FEREDE expone sus principios para una relación constructiva con el Estado
MADRID, 21-09-2004 (ElEco/ACPress.net).
En un reciente artículo publicado en “El Eco bautista”, Mariano Blázquez, Secretario ejecutivo de la FEREDE (Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, representante legal ante el Estado español) reflexiona sobre “las confesiones religiosas y la sociedad contemporánea”, sentando los que él considera “principios para una relación constructiva”
La clase política, la sociedad civil y las confesiones religiosas tienen un amplio abanico de materias sobre las que buscar soluciones consensuadas “que mejoren la integración, la convivencia, la seguridad ciudadana y el libre ejercicio de la libertad religiosa en el marco del respeto de los derechos humanos y los derechos fundamentales de nuestra Constitución”, afirma Blázquez.
DERECHOS DE LIBERTAD RELIGIOSA
El artículo defiende la necesidad de que en el marco de la Constitución se ofrezcan cauces tanto para la vida privada como pública de las confesiones religiosas, a la vez que existan áreas diferenciadas de las religiones y la autoridad civil.
Sin embargo, y a pesar de esta diferenciación y distinta finalidad, afirma Blázquez, esto “no evita que existan importantes áreas de actuación común. Una de ellas, el cumplimiento de las obligaciones tributarias (…) Las religiones deben dar al Estado lo que le pertenece y viceversa”.
ACEPTAR LO QUE EL ESTADO LEGISLE
Junto al derecho de que las confesiones expresen su religiosidad, escribe Blázquez que “las confesiones religiosas deben aceptar que el Estado legisle con independencia de los postulados y preceptos de una determinada religión. De ese modo, las religiones no deben sentirse amenazadas cuando, por ejemplo, se legisla permitiendo las uniones homosexuales”.
En este sentido Blázquez considera que “la tendencia a la simplificación anima a muchos dirigentes religiosos a traspasar fronteras de la separación y solicita al gobierno una legislación acorde con sus principios morales, limitando los derechos de aquellos que piensan de otra manera”.
Como solución o respuesta a las leyes moralmente incorrectas, Blázquez opina que "en lugar de cambiar la ley, debe permitirse la exposición de los beneficios, por ejemplo, de la fidelidad en medio de una sociedad permisiva. Del mismo modo, la Iglesia debe prestar atención a los argumentos que proceden de los sectores sociales”.
Concluye Blázquez reclamando que la Iglesia no debe escatimar esfuerzos para producir una sociedad más justa y solidaria mediante “la paz social, la convivencia, los derechos humanos, y la lucha contra la pobreza y contra el terrorismo…”
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Tengo verdadera curiosidad por saber cuántos evangélicos españoles, aparte de Tobi, están de acuerdo con lo que ha dicho el señor Blázquez acerca de la legislación.
De momento, se lo pregunto a los que anden por este foro