Martes, 11 de septiembre: antes y después

2 Junio 2001
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Es triste pensar que de los males también se puede sacar algún bien. Sería mejor hacer siempre el bien, sin esperar a que un desastre nos haga pensar que nuestro pequeño mundo puede ser mucho mejor si todos ponemos en él un poco más de amor.

El 11 de septiembre, en palabras del Papa Juan Pablo II es "un día lleno de oscuridad en la historia de la humanidad". Cuando sobran las palabras para expresar el dolor y la tristeza, tenemos que acudir a la ayuda de Dios por medio de la fe.

Sobre las ruinas de las torres derribadas, sobre las cenizas de los que han muerto se tiene que levantar la firmeza de la fe y la esperanza, que se deja invadir por el amor, no por el odio.

Las fuerzas del mal parece que quieren dominarnos, pero ni el mal ni la muerte ni el terror tienen la última palabra. Estamos convencidos de que no es tiempo para hablar sino para orar y actuar. Así lo han demostrado miles de personas llenando los templos y organizando vigilias de oración.

Algunos pueden preguntarse: "¿Y dónde está Dios?". La respuesta es clara para todos, creyentes o no: Dios está donde se le deja entrar. Donde hay amor, allí está Dios. Y donde hay dolor, también allí está Dios, pues El es el eterno acompañante en medio de nuestras limitaciones y tragedias.

La vida es regalo de Dios y El nos manda y exige respetar y valorar toda vida. Cuando hay odio y se atenta contra la vida de uno o de mil, no se respeta la vida. Cuando se discrimina, se ignora, se desprecia, se oprime o se abusa de otro ser humano, no se respeta la vida. Cuando no hay justicia y abunda la pobreza y la miseria; cuando se atenta contra la libertad y la dignidad de otro ser humano, no se respeta la vida. Y cuando no se respeta la vida de uno solo, se está atacando y arriesgando el valor de la vida de todos los demás. Por eso sólo los fanáticos pueden aplaudir y colaborar con el terrorismo.

Si Dios es el autor de la vida, nadie puede atentar contra la libertad, la dignidad y la vida de nadie, y mucho menos en el nombre de Dios, llevado por un fanatismo religioso o patriótico.

Queremos que se desenmascaren todos los grupos terroristas, donde quiera que están. Mientras tanto, hagamos la guerra al terrorismo desde nuestro corazón, una guerra donde el vencedor sea el amor y no el odio.

Después del martes 11 de septiembre del 2001, muchas cosas han cambiado: hay más odio en unos y más amor en otros y hay tristeza, miedo y desánimo en casi todos. Sobre las ruinas de vidas y de edificios tenemos que levantar las nuevas torres del amor, la esperanza y la fe. Sólo así el mundo puede caminar

José Luis Hernando
 
El amor y el odio son los sentimientos mas fuertes del corazón humano. Por amor se llega a hacer las heroicidades mas grandes y por odio las mayores atrocidades como el genocidio asesino.
Que el terrorismo es odio y sembrador de odio, no puede ser negado por ninguna persona en su sano juicio, pues basta ver sus frutos; violentos asesinatos, coacciones y demas actos propios del odio y contrarios al amor.
Claro que un cristiano debe rechazar estos actos como tambien son repudiados a los ojos del Creador. Pero por ese amor del Creador no caigamos nosotros tambien en el odio sino que desde el lugar que ocupamos luchemos con nuestras posibilidades para apartar a los terroristas de su mal camino, pues sino padeceremos su injusticia en nosotros mismos o en otros que seran victimas. Lo que quiero decir es que detener a Bin Laden para impedirle seguir haciendo el mal me parece muy justo ademas de caridad cristiana para con la humanidad. Pero desearle la muerte ejecutandolo y negarle el derecho a su corrección una vez en la carcel me parece mas bien un fruto del odio que del amor. Tomemos el ejemplo de esa luz colocada en lo mas alto que es Juan Pablo II y al que, gracias a los nuevos medios, vimos visitar con cariño en la carcel a su verdugo Ali Agca.
Que Dios me los bendiga y moren eternamente a la derecha de nuestro Señor.
 
Segun fuentes , se dice que una mujer cristiana mujer cristiana de Carolina del Norte, novio con uno de los pilotos suicidas que se estrellaron en las torres gemelas, esta recibio una carta antes del suceso del 11 de Sept. y ahi le advertia a su novia que habia de suceder algo el 11 de Sept. y tambien este 31 de Octubre, segun se dice en la carta se cree que hay probabilidadad de un ataque en los centros comerciales de USA.