Viejo senil,
obsesionado,
fanático,
paciente siquiátrico (implícito, ya que Juan Manuel se preocupó por mi niñea, casi me manda un test freud-jung-adler)
heridor de María,
irrespetuoso,
y otros (voy a recopilar en los foros del pasado).
No me quejo, al contrario, que sigan viniendo los epítetos. Los recogeré, los evaluaré, y los usaré para la gloria de Dios.
*********************
MANIFIESTO
No me quejo, señor Webmaster, de los títulos que me han dado mis "queridos hermanos" llamados católicos (los evangélicos son los auténticos). De ninguna manera me quejo por dos razones:
(1) He crecido en la lucha (y quiero que quede registrado para la historia);
(2) El daño que la ORG. romanista ha hecho y sigue haciendo es incalculable.
Tomen por ejemplo en el último caso del epígrafe "María", Victor fue el primero en saltar (sin haber leído lo que escribí) diciendo una serie de cosas sin sentido. Victor fue seguido por los otros para identificarse con la difunta María, como si lo necesitara.
Lo grave es que estos también tienen en el sobaco la carta de la 'unidad' cristiana. Pero se han empecinado para que esa unidad sea hecha con sus parámetros (preminencia de María, igualdad de autoridad de Biblia con tradiciones, sucesión petrina con la consiguientes autoridad papal y primacía de la secta romanista).
Aquí en el foro se han dado un tropezón con los evangélicos no burócratas, con los evangélicos sencillos y comunes que ni aun somos teólogos; pero somos los evangélicos representantes del 'mero' pueblo. Somos los evangélicos que conocemos por dentro y por fuera lo que Roma quiere y está buscando.
Por un lado quieren aparentar que están en contra de los Estados Unidos, pero el papa está queriendo conquistar este poderoso país para cumplir con sus fines hegemónicos. También han puesto sus ojos en la China donde, como producto de la persecución marxista, los cristianos que ahora están ahí son producto de la lectura de la PALABRA DE DIOS, y no de ninguna organización religiosa, ni protestante ni mucho menos romanista.
Los que tienen autoridad en este foro, a mí ni me conocen y lo único que saben de mí es mi defensa de la Cruz de Cristo, tienen que saber que aquí se ha comenzado a librar la batalla cibernética por la PALABRA DE DIOS.
Aquí no está en juego Jetonius, haaz, Maripaz, el Foro Cristiano, Rogelio, Ricardo, Manuel, Malcolm, ni siquiera el estiércol (¡Aleluya, estiércol transformado en joya de Jesucristo) Ezequiel Romero; lo que está en juego es que somos herederos de los que han dejado su vida en el camino, en el foso de los leones, en las hogueras, en las cárceles, en los destierros, en el ostracismo (debido al poder romanista), etc.
Roma quiere destruir a como dé lugar el Libro Sagrado, LA BIBLIA (66). Quiere imperar en el mundo para imponer el oscurantismo otra vez. Quiere destruir el avance del Evangelio, especialmente el que tomó impulso con siervos de Dios (que se consideraron estiércol también) Lutero y Calvino.
A los luteranos los están atrayendo (las razones las podemos ver después); pero a los calvinistas (¡Aleluya!), jamás.
Y recuerden, hermanos evangélicos, que se lo dice este viejo que llegó a ser cristiano leyendo la Biblia, que bebió de la fuente pentecostal en toda su juventud, que apreció y trabajó ardientemente con todas las denominaciones bíblicas durante su adultez, y que ahora en el comienzo de su invierno ve de manera global a la Iglesia Cristiana (la auténtica) en toda su dimensión global y local, doctrinal y práctica, militantemente en defensa no sólo de su expresión de amor sino en la expresión de VERDAD. El amor tiene que ser verdadero, y la verdad amorosa (agapiana).
(Continuará)
obsesionado,
fanático,
paciente siquiátrico (implícito, ya que Juan Manuel se preocupó por mi niñea, casi me manda un test freud-jung-adler)
heridor de María,
irrespetuoso,
y otros (voy a recopilar en los foros del pasado).
No me quejo, al contrario, que sigan viniendo los epítetos. Los recogeré, los evaluaré, y los usaré para la gloria de Dios.
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MANIFIESTO
No me quejo, señor Webmaster, de los títulos que me han dado mis "queridos hermanos" llamados católicos (los evangélicos son los auténticos). De ninguna manera me quejo por dos razones:
(1) He crecido en la lucha (y quiero que quede registrado para la historia);
(2) El daño que la ORG. romanista ha hecho y sigue haciendo es incalculable.
Tomen por ejemplo en el último caso del epígrafe "María", Victor fue el primero en saltar (sin haber leído lo que escribí) diciendo una serie de cosas sin sentido. Victor fue seguido por los otros para identificarse con la difunta María, como si lo necesitara.
Lo grave es que estos también tienen en el sobaco la carta de la 'unidad' cristiana. Pero se han empecinado para que esa unidad sea hecha con sus parámetros (preminencia de María, igualdad de autoridad de Biblia con tradiciones, sucesión petrina con la consiguientes autoridad papal y primacía de la secta romanista).
Aquí en el foro se han dado un tropezón con los evangélicos no burócratas, con los evangélicos sencillos y comunes que ni aun somos teólogos; pero somos los evangélicos representantes del 'mero' pueblo. Somos los evangélicos que conocemos por dentro y por fuera lo que Roma quiere y está buscando.
Por un lado quieren aparentar que están en contra de los Estados Unidos, pero el papa está queriendo conquistar este poderoso país para cumplir con sus fines hegemónicos. También han puesto sus ojos en la China donde, como producto de la persecución marxista, los cristianos que ahora están ahí son producto de la lectura de la PALABRA DE DIOS, y no de ninguna organización religiosa, ni protestante ni mucho menos romanista.
Los que tienen autoridad en este foro, a mí ni me conocen y lo único que saben de mí es mi defensa de la Cruz de Cristo, tienen que saber que aquí se ha comenzado a librar la batalla cibernética por la PALABRA DE DIOS.
Aquí no está en juego Jetonius, haaz, Maripaz, el Foro Cristiano, Rogelio, Ricardo, Manuel, Malcolm, ni siquiera el estiércol (¡Aleluya, estiércol transformado en joya de Jesucristo) Ezequiel Romero; lo que está en juego es que somos herederos de los que han dejado su vida en el camino, en el foso de los leones, en las hogueras, en las cárceles, en los destierros, en el ostracismo (debido al poder romanista), etc.
Roma quiere destruir a como dé lugar el Libro Sagrado, LA BIBLIA (66). Quiere imperar en el mundo para imponer el oscurantismo otra vez. Quiere destruir el avance del Evangelio, especialmente el que tomó impulso con siervos de Dios (que se consideraron estiércol también) Lutero y Calvino.
A los luteranos los están atrayendo (las razones las podemos ver después); pero a los calvinistas (¡Aleluya!), jamás.
Y recuerden, hermanos evangélicos, que se lo dice este viejo que llegó a ser cristiano leyendo la Biblia, que bebió de la fuente pentecostal en toda su juventud, que apreció y trabajó ardientemente con todas las denominaciones bíblicas durante su adultez, y que ahora en el comienzo de su invierno ve de manera global a la Iglesia Cristiana (la auténtica) en toda su dimensión global y local, doctrinal y práctica, militantemente en defensa no sólo de su expresión de amor sino en la expresión de VERDAD. El amor tiene que ser verdadero, y la verdad amorosa (agapiana).
(Continuará)
