En realidad, lo que poseemos no es tan importante como nuestra actitud hacia nuestras posesiones. Pablo escribió que ...<<gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento>>..(1 T. 6:6). Independientemente de cuál sea nuestra condición social, deberiamos estar contentoss; ni codiciar más ni tener resentimiento hacia los que tienen más que nosotros.
Aunque como cristianos puede que disfrutemos, las bendiciones de Dios sin sentirnos culpables, tambièn debemos prestar atención a la advertencia de Pablo de no ser altivos, sino confiar en Dios (v. 17). Debemos reconocer humildemente que Dios es la fuente de todo lo que tenemos, y compartir con los demás de buena gana y generosamente (vv. 17,18). Tal generlosidad tiene un valor eterno (v. 19). Puesto que Dios mide nuestras ofrendas por el grado de sacrificio (Mr. 12:42-44), muchos que tienen poco que dar en esta vida serán inmensamente recompensados en la vida venidera.
Ya sea que seamos ricos, o pobres, cerciorèmonos de invertir en la eternidad.
Aunque como cristianos puede que disfrutemos, las bendiciones de Dios sin sentirnos culpables, tambièn debemos prestar atención a la advertencia de Pablo de no ser altivos, sino confiar en Dios (v. 17). Debemos reconocer humildemente que Dios es la fuente de todo lo que tenemos, y compartir con los demás de buena gana y generosamente (vv. 17,18). Tal generlosidad tiene un valor eterno (v. 19). Puesto que Dios mide nuestras ofrendas por el grado de sacrificio (Mr. 12:42-44), muchos que tienen poco que dar en esta vida serán inmensamente recompensados en la vida venidera.
Ya sea que seamos ricos, o pobres, cerciorèmonos de invertir en la eternidad.