Los Reyes –católicos- de España
Está España conmocionada con la próxima boda de Letizia Ortiz con el príncipe Felipe. Les deseamos lo mejor, y que el amor –el auténtico amor- triunfe por encima de los vericuetos de la vida, especialmente complejos cuando se trata de una boda real. Sin embargo, y sin ser en absoluto una crítica al matrimonio, sí queremos analizar algunas paradojas y contradicciones que surgen del análisis socio-religioso de lo que rodea a este acontecimiento.
Una de las anteriores candidatas en firme al matrimonio con Felipe fue la “protestante” Eva Sannum. Corrieron ríos de tinta por el hecho de ser modelo (¡había desfilado con poca ropa en alguna ocasión!) y por ser de cultura protestante. Por supuesto se especuló acerca del proceso para que Eva Sannum abrazase el catolicismo. Pero bien fuese el miedo a un siempre posible matrimonio mixto, o el temor a que la “conversa” Sannum en el fondo de su corazón mantuviese algún estigma protestante, éste fue un factor que sin duda pesó en contra de la Eva de nuestro Adán-Felipe.
Y hete aquí que ahora Letizia, la en principio católica Letizia, ha estado casada por lo civil y divorciada, pero este hecho no es obstáculo alguno para que la Iglesia católica asume y celebre la boda con la mayor ceremonia. Un obstáculo, el del matrimonio/divorcio, que se salva diciendo que no tuvo valor al no ser canónico (y evidentemente parece menos grave que los desfiles de Eva Sannum). En esto difieren con el cristianismo protestante, que acepta como plenamente válido el matrimonio civil, aunque espera y pide a quienes son cristianos que esta unión civil vaya unida a la celebración espiritual en coherencia con su fe.
Pero lo que resulta totalmente curioso –chocante- es que una católica no se haya querido casar por “su” rito religioso. Esto supone sin duda un rechazo profundo al dogma y la normativa católicos, que difícilmente se arreglan con un curso o examen prematrimonial ¿Se imaginan que “suspenda” Letizia? ¿Se casarían sólo por lo civil? Dudo que en España las fuerzas vivas permitan unos reyes (o futuros reyes) que no estén casados por el rito católico.
¿Habrá algún día en que se pueda ser rey –o reina- en España sin tener que ser obligatoriamente católico, aunque sea formalmente? Sinceramente, lo dudamos, y eso expresa el control que aún ejerce la jerarquía católico-romana sobre el Gobierno y el Estado de nuestro país, así como en la conciencia popular, aunque la abuela Victoria del actual rey Juan Carlos fuese protestante, y llevase a su nieto a los cultos. Aunque también la niñera de nuestro actual rey fuese una protestante salvacionista (miembro del Ejército de Salvación). Aunque la Reina Sofía nació y se educó como ortodoxa en su Grecia natal. En España, ya lo dijo Gila, todos los reyes han sido católicos. Y, esto lo ha dicho nuestro colaborador Wenceslao Calvo, “Madrid (España) bien vale una misa”. Aunque se sigan uniendo, mezclando, religión y Estado.
En cualquier caso, nuestros mejores deseos de felicidad para Felipe y Letizia, como personas, y como reyes que serán (Dios mediante) de todos los españoles. Incluidos los protestantes, judíos, islámicos, agnósticos, ateos…
© ProtestanteDigital.com, España.
Está España conmocionada con la próxima boda de Letizia Ortiz con el príncipe Felipe. Les deseamos lo mejor, y que el amor –el auténtico amor- triunfe por encima de los vericuetos de la vida, especialmente complejos cuando se trata de una boda real. Sin embargo, y sin ser en absoluto una crítica al matrimonio, sí queremos analizar algunas paradojas y contradicciones que surgen del análisis socio-religioso de lo que rodea a este acontecimiento.
Una de las anteriores candidatas en firme al matrimonio con Felipe fue la “protestante” Eva Sannum. Corrieron ríos de tinta por el hecho de ser modelo (¡había desfilado con poca ropa en alguna ocasión!) y por ser de cultura protestante. Por supuesto se especuló acerca del proceso para que Eva Sannum abrazase el catolicismo. Pero bien fuese el miedo a un siempre posible matrimonio mixto, o el temor a que la “conversa” Sannum en el fondo de su corazón mantuviese algún estigma protestante, éste fue un factor que sin duda pesó en contra de la Eva de nuestro Adán-Felipe.
Y hete aquí que ahora Letizia, la en principio católica Letizia, ha estado casada por lo civil y divorciada, pero este hecho no es obstáculo alguno para que la Iglesia católica asume y celebre la boda con la mayor ceremonia. Un obstáculo, el del matrimonio/divorcio, que se salva diciendo que no tuvo valor al no ser canónico (y evidentemente parece menos grave que los desfiles de Eva Sannum). En esto difieren con el cristianismo protestante, que acepta como plenamente válido el matrimonio civil, aunque espera y pide a quienes son cristianos que esta unión civil vaya unida a la celebración espiritual en coherencia con su fe.
Pero lo que resulta totalmente curioso –chocante- es que una católica no se haya querido casar por “su” rito religioso. Esto supone sin duda un rechazo profundo al dogma y la normativa católicos, que difícilmente se arreglan con un curso o examen prematrimonial ¿Se imaginan que “suspenda” Letizia? ¿Se casarían sólo por lo civil? Dudo que en España las fuerzas vivas permitan unos reyes (o futuros reyes) que no estén casados por el rito católico.
¿Habrá algún día en que se pueda ser rey –o reina- en España sin tener que ser obligatoriamente católico, aunque sea formalmente? Sinceramente, lo dudamos, y eso expresa el control que aún ejerce la jerarquía católico-romana sobre el Gobierno y el Estado de nuestro país, así como en la conciencia popular, aunque la abuela Victoria del actual rey Juan Carlos fuese protestante, y llevase a su nieto a los cultos. Aunque también la niñera de nuestro actual rey fuese una protestante salvacionista (miembro del Ejército de Salvación). Aunque la Reina Sofía nació y se educó como ortodoxa en su Grecia natal. En España, ya lo dijo Gila, todos los reyes han sido católicos. Y, esto lo ha dicho nuestro colaborador Wenceslao Calvo, “Madrid (España) bien vale una misa”. Aunque se sigan uniendo, mezclando, religión y Estado.
En cualquier caso, nuestros mejores deseos de felicidad para Felipe y Letizia, como personas, y como reyes que serán (Dios mediante) de todos los españoles. Incluidos los protestantes, judíos, islámicos, agnósticos, ateos…
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