Los verdaderos cristianos le dan al Señor Jesucristo todo el merito por todo lo que son y tienen. Con Pablo declaran “por la gracia de Dios soy lo que soy” 1 Co 15:1, Fil 3:8-9
En cambio los falsos creyentes “se glorian según la carne” 2 Co 11:18 al creer que sus buenas obras y sus actividades religiosas los hacen merecedores del favor de Dios. Sin embargo la salvación es “por gracia.. por medio de la fe.. pues es don de Dios, no por obras, para que nadie se glorie” Ef 2:8-9 Ro 3:27
Puesto que la carne es irredenta y caída, nada que haga será agradable a Dios, solo sirve a la ley del pecado. Por lo tanto es una característica distintiva de los redimidos que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espiritu porque el ocuparse de la carne es muerte y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios
Los verdaderos cristianos son aquellos que de corazón adoran a Dios en obediencia a su palabra.
La circuncisión o cualquier ritual o ceremonia externa carece de valor si no refleja un corazón transformado
El apóstol Pablo declara que Dios prefiere gentiles incircuncisos pero obedientes, en vez de judíos circuncisos pero desobedientes.
“La verdadera circuncisión es la del corazón, en espíritu. Ningun ritual sea la circuncisión, el bautismo, la comunión, o cualquier otro puede transformar el corazón y solo quienes tienen un corazón transformado pueden agradar a Dios
En cambio los falsos creyentes “se glorian según la carne” 2 Co 11:18 al creer que sus buenas obras y sus actividades religiosas los hacen merecedores del favor de Dios. Sin embargo la salvación es “por gracia.. por medio de la fe.. pues es don de Dios, no por obras, para que nadie se glorie” Ef 2:8-9 Ro 3:27
Puesto que la carne es irredenta y caída, nada que haga será agradable a Dios, solo sirve a la ley del pecado. Por lo tanto es una característica distintiva de los redimidos que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espiritu porque el ocuparse de la carne es muerte y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios
Los verdaderos cristianos son aquellos que de corazón adoran a Dios en obediencia a su palabra.
La circuncisión o cualquier ritual o ceremonia externa carece de valor si no refleja un corazón transformado
El apóstol Pablo declara que Dios prefiere gentiles incircuncisos pero obedientes, en vez de judíos circuncisos pero desobedientes.
“La verdadera circuncisión es la del corazón, en espíritu. Ningun ritual sea la circuncisión, el bautismo, la comunión, o cualquier otro puede transformar el corazón y solo quienes tienen un corazón transformado pueden agradar a Dios