LOS OBISPOS CATÓLICOS ASUMEN EL FRACASO DEL 'IMPUESTO RELIGIOSO'
Sólo el 36,6% de los contribuyentes atribuye a la Iglesia católico-romana
(ICR) la cuota voluntaria y gratuita del IRPF para fines sociales
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<< MADRID, 4 junio 2001. Los obispos parecen haber renunciado a hacer
campaña entre sus fieles para convencerles de que deben aportar una parte de
sus impuestos anuales -el 0,5239% de la cuota- al sostenimiento de la ICR.
Este año, esa campaña se reduce a cuñas publicitarias en la emisora Cope,
propiedad de los prelados, y al reparto de documentación en los templos
católicos. 'Veintiún siglos haciendo el bien. Participa en el sostenimiento
económico de la Iglesia', rezan los anuncios.>>
=== Dice un refrán que el dinero es muy católico. Pero no tanto como le
gustaría a la ICR. Sólo el 36,62% de los contribuyentes españoles siguió el
año pasado la consigna eclesiástica en un país en el que el 85% de los
habitantes se dice católico, según la última encuesta del CIS sobre
creencias religiosas.
=== En 1988, cuando el Gobierno de Felipe González y la Conferencia
Episcopal Española acordaron la fórmula del impuesto religioso en la
declaración de la renta, los obispos estaban convencidos de que les bastaría
un periodo transitorio de tres años para alcanzar la autofinanciación de la
ICR mediante las aportaciones de sus seguidores. Trece años después, la
transitoriedad se ha enquistado en el sistema fiscal. El 90,8% del
presupuesto de la ICR corrió a cuenta del Estado en el año 2000.
=== La decepción fiscal de los obispos se produjo ya en la primera campaña
de la renta, la de 1988, que recogía el impuesto religioso. Entonces, sólo
el 32% de los contribuyentes expresó sus deseos a favor de la ICR. Aquel
primer fracaso obligó al Estado a complementar con más de 4.000 millones de
pesetas la asignación tributaria de los católicos.
=== Lo cierto es que, con el tiempo, las cosas no fueron a mejor, sino todo
lo contrario. Así, en 1997, la asignación tributaria a favor de la ICR no
llegó a los 14.000 millones de pesetas (13.835.825.176 pesetas, en
concreto), y ese año el Estado tuvo que complementar con más de 6.000
millones aquella entrega. En el último ejercicio del que Hacienda ha
facilitado datos -el de 1998, sobre la declaración de la renta de 1999-, el
impuesto religioso recaudó 16.175 millones y la ICR recibió, en cambio,
21.000 millones de las arcas del Estado.
=== Este año, el presupuesto de la ICR asciende a 23.929 millones, de los
que Hacienda aporta 21.750 millones, el 2% más que en el ejercicio anterior.
El Gobierno del PP ha anunciado que, pase lo que pase con la recaudación en
cada ejercicio, los obispos recibirán del Estado una cantidad fija
garantizada y revisada cada año. El PSOE considera inconstitucional esa
decisión, porque consolida un sistema de financiación en el que la ICR
recibe aportaciones de todos los españoles, sean creyentes o no,
convirtiendo al Estado en 'claramente confesional', además de incumplir
acuerdos firmados entre España y el Vaticano y entre el Gobierno y la
Conferencia Episcopal en 1988.
Fuente: El País
Redacción: ICPRESS
Sólo el 36,6% de los contribuyentes atribuye a la Iglesia católico-romana
(ICR) la cuota voluntaria y gratuita del IRPF para fines sociales
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<< MADRID, 4 junio 2001. Los obispos parecen haber renunciado a hacer
campaña entre sus fieles para convencerles de que deben aportar una parte de
sus impuestos anuales -el 0,5239% de la cuota- al sostenimiento de la ICR.
Este año, esa campaña se reduce a cuñas publicitarias en la emisora Cope,
propiedad de los prelados, y al reparto de documentación en los templos
católicos. 'Veintiún siglos haciendo el bien. Participa en el sostenimiento
económico de la Iglesia', rezan los anuncios.>>
=== Dice un refrán que el dinero es muy católico. Pero no tanto como le
gustaría a la ICR. Sólo el 36,62% de los contribuyentes españoles siguió el
año pasado la consigna eclesiástica en un país en el que el 85% de los
habitantes se dice católico, según la última encuesta del CIS sobre
creencias religiosas.
=== En 1988, cuando el Gobierno de Felipe González y la Conferencia
Episcopal Española acordaron la fórmula del impuesto religioso en la
declaración de la renta, los obispos estaban convencidos de que les bastaría
un periodo transitorio de tres años para alcanzar la autofinanciación de la
ICR mediante las aportaciones de sus seguidores. Trece años después, la
transitoriedad se ha enquistado en el sistema fiscal. El 90,8% del
presupuesto de la ICR corrió a cuenta del Estado en el año 2000.
=== La decepción fiscal de los obispos se produjo ya en la primera campaña
de la renta, la de 1988, que recogía el impuesto religioso. Entonces, sólo
el 32% de los contribuyentes expresó sus deseos a favor de la ICR. Aquel
primer fracaso obligó al Estado a complementar con más de 4.000 millones de
pesetas la asignación tributaria de los católicos.
=== Lo cierto es que, con el tiempo, las cosas no fueron a mejor, sino todo
lo contrario. Así, en 1997, la asignación tributaria a favor de la ICR no
llegó a los 14.000 millones de pesetas (13.835.825.176 pesetas, en
concreto), y ese año el Estado tuvo que complementar con más de 6.000
millones aquella entrega. En el último ejercicio del que Hacienda ha
facilitado datos -el de 1998, sobre la declaración de la renta de 1999-, el
impuesto religioso recaudó 16.175 millones y la ICR recibió, en cambio,
21.000 millones de las arcas del Estado.
=== Este año, el presupuesto de la ICR asciende a 23.929 millones, de los
que Hacienda aporta 21.750 millones, el 2% más que en el ejercicio anterior.
El Gobierno del PP ha anunciado que, pase lo que pase con la recaudación en
cada ejercicio, los obispos recibirán del Estado una cantidad fija
garantizada y revisada cada año. El PSOE considera inconstitucional esa
decisión, porque consolida un sistema de financiación en el que la ICR
recibe aportaciones de todos los españoles, sean creyentes o no,
convirtiendo al Estado en 'claramente confesional', además de incumplir
acuerdos firmados entre España y el Vaticano y entre el Gobierno y la
Conferencia Episcopal en 1988.
Fuente: El País
Redacción: ICPRESS