Gonzalo o Gundisalvus (1040-1108) fue un clérigo gallego, obispo de la diócesis de Mondoñedo. Rigió la sede mindoniense, entonces con sede en San Martiño de Mondoñedo, desde el año 1070 hasta su muerte e inició la construcción de la iglesia románica de San Martiño. Aunque no ha sido canonizado oficialmente, al poco de morir comenzó a ser venerado como santo por el pueblo: alrededor de su figura se formó un inmemorial culto popular y se le han atribuido muchos milagros acaecidos durante su vida y ante su tumba. Tiene culto local y su festividad se celebra el 25 de noviembre.
Se confunde con San Gonzalo, el Obispo Santo, pero su historicidad es discutida, ya que los datos sobre el obispo Gonzalo real, del siglo XI, no coinciden con la supuesta invasión normanda que el santo obispo, según cuenta la leyenda, evitó con sus oraciones al hundir todos los barcos, menos uno, para que pudiera dar noticia del prodigio; ya que estos hechos solo podían haber ocurrido en el siglo IX o X. En todo caso, se puede tratar de una leyenda atribuida posteriormente al obispo real, que contribuiría a su veneración. Otra leyenda que se le supone es la de la fuente de la Zapata.
A la muerte de Gonzalo fue enterrado en San Martiño de Modoñedo, en un sepulcro pétreo cerrado con tres llaves que custodian el obispo de la diócesis, el cabildo de la catedral mindoniense y el párroco de San Martiño de Mondoñedo. ¿Qué hay de veracidad en toda esta historia? Estuve leyendo la historia de Gonzalo de Mondoñedo y me llamó mucho la atención.