Lo he dicho ya varias veces y lo vuelvo a repetir: Los judíos que hoy están muriendo sin Cristo se están yendo al Infierno. Yo sé que decir esto no es popular ni políticamente correcto, pero es la verdad. Los judíos también son seres humanos caídos, que cometen errores y están muertos espiritualmente en tanto no reconozcan a Jesús como su Salvador. En algunas iglesias (y sectas), sin embargo, se oye a pastores y laicos afirmar que todos los judíos serán salvos por el simple hecho de ser judíos y pertenecer al linaje escogido. Lo anterior es una completa desviación del mensaje de salvación que encontramos en la Biblia.
Veamos:
¿Puede una persona judía ir al cielo si no cree en Jesús?
No.
¿Ser judío por sí solo otorga automáticamente la salvación?
No.
Solo al depositar la fe en la obra consumada de Jesucristo, cualquier ser humano puede recibir el perdón de Dios. Esto es cierto tanto para gentiles como para judíos, por lo que incluso un judío debe tener fe en Jesús para recibir la vida eterna. Como dice Pablo:
Rom. 3:28
Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.
Rom. 3:29
¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles.
Rom. 3:30
Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión.
En la época anterior a la primera venida de Cristo, los judíos fueron salvos por la fe en la palabra de Dios de que Él traería a Israel un Mesías. En el presente, un judío se salva por la fe en la palabra de Dios de que Él trajo al Mesías, y el Mesías es Jesús. Sin esta fe, ningún judío se salva (al igual que los gentiles). Lamentablemente, muchos judíos no tienen fe en Jesús como Mesías, algo que incluso Pablo reconoció en el primer siglo:
Rom. 10:1
Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación.
Rom. 10:2
Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia.
Rom. 10:3
Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios;
Rom. 10:4
Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.
A pesar de la falta general de fe entre el pueblo judío, el Señor ha prometido preservar un remanente de Israel, cumpliendo la promesa que le hizo a Abraham de que tendría muchos descendientes creyentes:
Rom. 11:1
Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín.
Rom. 11:7
¿Qué pues? Lo que buscaba Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron endurecidos;
Rom. 11:25
Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles;
Dios siempre ha estado obrando para preservar un remanente de judíos creyentes a lo largo de la historia de la nación. Pablo explica que esto era cierto incluso antes de la venida de Jesús:
Rom. 11:2
No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel, diciendo:
Rom. 11:3
Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y procuran matarme?
Rom. 11:4
Pero ¿qué le dice la divina respuesta? Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal.
Rom. 11:5
Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia.
Así que, aunque es desalentador darse cuenta de cuántos judíos no recibirán la vida eterna, no obstante nos alienta ver la fidelidad de Dios al preservar a Su pueblo a pesar de su infidelidad hacia Él.
Entonces, ahí lo tienen amigos y hermanos. Los judíos también deben depositar su fe en Jesucristo para salvación o, de lo contrario, terminarán en el Infierno. No hay dos caminos, no hay dos pactos, no hay dos rebaños y, ciertamente, no hay dos pastores.
En este tratado de Chick lo explican bien:
https://www.chick.com/products/tract?stk=566
Entonces, los que somos cristianos debemos elevar nuestras oraciones para que cada día, más judíos lleguen a los pies de Cristo.
Vean estos bellos testimonios de judíos que se convirtieron al cristianismo:
Entonces está claro que un judío NO puede salvarse sin Cristo, sin fe en Cristo o sin la doctrina de Cristo.
Bendiciones en Cristo.
Robespengler
Veamos:
¿Puede una persona judía ir al cielo si no cree en Jesús?
No.
¿Ser judío por sí solo otorga automáticamente la salvación?
No.
Solo al depositar la fe en la obra consumada de Jesucristo, cualquier ser humano puede recibir el perdón de Dios. Esto es cierto tanto para gentiles como para judíos, por lo que incluso un judío debe tener fe en Jesús para recibir la vida eterna. Como dice Pablo:
Rom. 3:28
Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.
Rom. 3:29
¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles.
Rom. 3:30
Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión.
En la época anterior a la primera venida de Cristo, los judíos fueron salvos por la fe en la palabra de Dios de que Él traería a Israel un Mesías. En el presente, un judío se salva por la fe en la palabra de Dios de que Él trajo al Mesías, y el Mesías es Jesús. Sin esta fe, ningún judío se salva (al igual que los gentiles). Lamentablemente, muchos judíos no tienen fe en Jesús como Mesías, algo que incluso Pablo reconoció en el primer siglo:
Rom. 10:1
Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación.
Rom. 10:2
Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia.
Rom. 10:3
Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios;
Rom. 10:4
Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.
A pesar de la falta general de fe entre el pueblo judío, el Señor ha prometido preservar un remanente de Israel, cumpliendo la promesa que le hizo a Abraham de que tendría muchos descendientes creyentes:
Rom. 11:1
Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín.
Rom. 11:7
¿Qué pues? Lo que buscaba Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron endurecidos;
Rom. 11:25
Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles;
Dios siempre ha estado obrando para preservar un remanente de judíos creyentes a lo largo de la historia de la nación. Pablo explica que esto era cierto incluso antes de la venida de Jesús:
Rom. 11:2
No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel, diciendo:
Rom. 11:3
Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y procuran matarme?
Rom. 11:4
Pero ¿qué le dice la divina respuesta? Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal.
Rom. 11:5
Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia.
Así que, aunque es desalentador darse cuenta de cuántos judíos no recibirán la vida eterna, no obstante nos alienta ver la fidelidad de Dios al preservar a Su pueblo a pesar de su infidelidad hacia Él.
Entonces, ahí lo tienen amigos y hermanos. Los judíos también deben depositar su fe en Jesucristo para salvación o, de lo contrario, terminarán en el Infierno. No hay dos caminos, no hay dos pactos, no hay dos rebaños y, ciertamente, no hay dos pastores.
En este tratado de Chick lo explican bien:
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Entonces, los que somos cristianos debemos elevar nuestras oraciones para que cada día, más judíos lleguen a los pies de Cristo.
Vean estos bellos testimonios de judíos que se convirtieron al cristianismo:
Entonces está claro que un judío NO puede salvarse sin Cristo, sin fe en Cristo o sin la doctrina de Cristo.
Bendiciones en Cristo.
Robespengler