Apreciado amigo,
El conocimiento de una realidad, no coincide
necesariamente con el conocimiento de la VERDAD. Es la aprehensi—n cognoscitiva de un hecho, pero nuestro an‡lisis de esa realidad, puede estar sesgada, porque el entendimiento humano no es perfecto para muchas cosas, especialmente para las cosas de Dios que son espirituales.
Los cristianos (mal llamados evangŽlicos), en promedio tienen un aceptable conocimiento intelectual de la Biblia. En (Stg 1:5) dice " Si alguno de vosotros tiene falta de sabidur’a,p’dala a Dios el cual dar‡ a todos abundantemente". Luego en (1Jn 2:20) encontramos, "Pero vosotros teneis la unci—n del Santo, y conocŽis todas las cosas".
Ahora bien, leer, estudiar, memorizar, analizar la Biblia, nos da una experiencia intelectiva que no necesariamente es sabidur’a de Dios. Y ello nos convierte en entendidos te—ricos, y motivados especuladores de la Palabra. QuŽ nos falta entonces ?. PONERLA EN ACCION en nuestras vidas, VIVIR la fe que
hablamos.
Pero adem‡s, necesitamos unci—n del Esp’ritu, porque la fe viene por el oir, y el
oir por la Palabra de Dios; la Palabra nos
lleva a la fe, porque al oir CONOCEMOS, y Dios es su palabra viva, el Verbo; y el acceso a El y sus misterios, es por sabidur’a de Dios tambiŽn, no por sabidur’a humana.
Pero ese conocimiento divino que est‡ ahi
encerrado, no es accesible a cualquier
entendimiento humano tampoco, aœn del
cristiano no ungido.
Dice el Se–or, destruirŽ la sabidur’a de los sabios, desecharŽ el entendimiento de los
entendidos, mediante la sabidur’a agrad— a Dios salvar a los CREYENTES por la locura de
la predicaci—n.
resumiendo: para conocer los misterios de Dios, tener discernimiento espiritual de sus cosas, adquirir sabidur’a divina, todo ello, indispensable para tener un conocimiento cabal de la Palabra, tenemos que tener y vivir en gracia de Dios, en comuni—n con El, en vidas santas y virtuosas delante de Žl.
Practic‡ndola, no siendo s—lo oidores, sino hacedores de la Biblia en
nuestras vidas.
En (2Pe 1:5-7) "vosotros tambiŽn poniendo......a–adid a vuestra fe virtud, a la virtud, conocimiento;al conocimiento........amor".
Esta es la raz—n porque muchos cristianos tienen sesgos de interpretaci—n, disquisiciones, enfrentamientos, controversias, no entienden; la leen de forro a forro pero no est‡n convencidos, tienen dudas; la conocen de memoria, la repiten como estribillo, como muchos pastores,pero no la viven; la conocen pero no tienen
unidad de Esp’ritu en su conocimiento.
No tienen unci—n de Dios para serles revelado el conocimiento divino; que se entiende primero, en el esp’ritu, despuŽs en la inteligencia.
He podido observar a campesinos, gentes muy modestas, ignorantes en ciencia, tecnolog’a y humanidades. Pero con sabidur’a de lo alto, cuando sus bocas se abr’an, se sent’a el poder de Dios hablando. Por quŽ, porque estaban
llenos del Esp’ritu. Recuerden a Pedro en Hechos, "varones jud’os......; su conocimiento no era humano, le fue revelado por el Esp’ritu.
Imag’nense ahora a los cat—licos, que est‡n en biberones de leche.Sus dudas, sus tradiciones, su magisterio eclesial, idolatr’as; son demasiadas barreras como para que el esp’ritu les dŽ el conocimiento que necesita; sin embargo, ellos est‡n volteando sus ojos a la Palabra, contra la voluntad de sus autoridades religiosas, y despuŽs de siglos de oscuridad.
Sin poder de Dios, no hay conocimiento revelado para aprender la Palabra.