Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno. Pasó una tarde, pasó una mañana: el día sexto."
"La serpiente era más astuta que las demás bestias del campo que el Señor había hecho."
"La serpiente replicó a la mujer: «No, no moriréis; es que Dios sabe que el día en que comáis de él, se os abrirán los ojos, y seréis como Dios en el conocimiento del bien y el mal»
"El Señor Dios llamó a Adán y le dijo: «¿Dónde estás?»."
En este texto concreto se refuta la omnisciencia y omnipotencia, Dios crea todo "muy bueno", pero es incapaz de evitar que el engaño en forma de serpiente intervenga, por tanto no era omnisciente al "no ver" que una criatura de las creadas tenía malísimas intenciones, ni tampoco omnipotente al no poder pararle "los pies", causando con ello la necesaria mortalidad en sus criaturas humanas conforme a la advertencia que les hizo. Tampoco sabía la ubicación de Adán, pues una vez comió del árbol prohibido, se hizo invisible a los ojos de Dios (separación por causa de la desobediencia).