LO QUE NUNCA PUDIERON REFUTAR LOS ANTIADVENTISTAS

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13 Noviembre 2009
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Preguntas desafiadoras sobre el 4o mandamiento de la ley moral; Leyes alimentares; Cuestiones Sobre la Inmortalidade del Alma:
&Analizando la Enseñanza Bíblica &
Prof. Azenilto G. Brito


¿Donde está escrito que en el pasaje de la Antigua para la Nueva Alianza, cuando Dios escribe lo que es llamado “Mis leyes” en los corazones y mentes de los que aceptan los términos de la Nueva Alianza [Nuevo Testamento] (Heb. 8: 6 a 10), transfiriendo el contenido de las frías tablas de piedra para los corazones calentados por la divina gracia (2a. Cor. 3:2-7), Dios

a – deja de fuera el 4o. mandamiento de la ley moral;

b – incluye el 4o. mandamiento, pero altera el día de observancia del sábado para el domingo;

Ó

c – propone que el día de reposo sea una práctica vaga, voluntaria y variable, pudiendo ser reinterpretada como un día cualquier que sea más conveniente al creyente (o a su empleador)?

Textos Básicos: Hebreos 8:6-10; Jeremías 31:31-33; Ezequiel 36:26, 27, Isaías 66:16-18.


Preguntas sobre la cuestión de las leyes alimentares

1 – ¿Por qué estableció Dios esas leyes de limitaciones alimentares? ¿Tendría Él arbitrariamente así determinado sobre ciertos tipos de carne, sin cualquier razón justificable?

2 – ¿En que aspectos las leyes dietéticas tendrían sido abolidas en la cruz, ya que no eran cerimoniales? ¿En que sentido representarían el sacrificio expiatorio de Cristo?

Obs.: Hubo quien imaginase que simbolizarían la separación entre judíos y gentiles. Pero, si así es, estaría Dios incluyendo en Su ley un aspecto de algo que Él, que “no hace acepción de personas”, condemna?

3 – ¿Cómo la sangre derramada de Cristo tendría sido eficaz para purificar la carne de cerdo, ratón, abutre, cobra y lagarto? Tendría ocurrido algún cambio en la composición estructural de manera a hacerlas adecuadas al consumo humano?


Cuestiones Sobre la Inmortalidade del Alma:

a) Probar que Diós ha puesto un alma inmortal cuando creó el hombre (siendo que este ni necesitaría de eso pues la muerte no estaba prevista en el plan original de Dios para la creación del hombre, sino la vida física del hombre, eternamente preservada en el Paraiso físico).

b) Mostrar descripciones bíblicas claras (no en textos parabólicos o simbólicos) de almas concientes, dejando el cuerpo al morir, y siguiendo para el cielo, infierno, purgatorio o cualquier otro “departamento del allá” que la teología popular ha creado.

c) Mostrar descripciones bíblicas claras de almas o espíritus volviendo de algún lugar del allá para reincorporar cuando de la resurrección final.

d) Demostrar como los cuerpos de los impíos que resucitan tienen capacidad de ser eternamente refractarios al fuego, pues solamente los redimidos son descritos como teniendo cuerpos incorruptibles (Fil. 3:20, 21; 1 Cor. 15:53-55).

e) Explicar adonde parte el lago del fuego después de cumplir su función de “muerte segunda”, ya que quema SOBRE LA SUPERFICIE DE LA TIERRA (Apoc. 20:9ss) y no es dicho en ninguna parte que salte de sobre la Tierra para proseguir quemando en otro sitio del universo. El contexto dice que habrá “cielo nuevo, y una tierra nueva . . . y el mar no existía más [ni el lago de fuego]” (Apoc. 21:1).
 
LO QUE NUNCA PUDIERON REFUTAR LOS ANTIADVENTISTAS

10 Dilemas de los que Niegan la Validez de los 10
Mandamientos Como Norma Cristiana
Prof. Azenilto G. Brito

Un antinomista es alguien que esté contra la ley, que dice que fue abolida por Jesús, durante el Su ministerio o por Su muerte en la cruz. Y eso implicaría todos los mandamientos, los morales (o los Diez Mandamientos) y ceremoniales. Enseñan que el Decálogo habría terminado con la muerte del Salvador junto con la vieja alianza y todas las estipulaciones rituales de los judíos (la ley ceremonial).
Se empeñan estos en un enorme esfuerzo para conseguir librarse de la obligación de satisfacer los Diez Mandamientos, enseñando que tal ley, base de la alianza de Dios con su pueblo de Israel en el pasado, no más se aplica a cristianos. En lugar de esta ley, ahora permanece para los cristianos algo como una “ley de Cristo”, en la “nueva dispensación”--una serie de recomendaciones y principios que se esparcen a través del Nuevo Testamento, con nada de códigos y reglas enumeradas.
Uno es llevado a preguntarse donde la Biblia describe una ruptura entre el Padre y el Hijo al punto que el último se haya rebelado para lanzar su propia ley en contraste con la del Padre (¿superior?), que siempre sirvió la humanidad tan bien, como la base del comportamiento moral. Después de todo, ¿no declaró Cristo: ¡“Yo y el Padre uno somos”?! ¿Por qué la “ley de Cristo” y la “ley de Dios” no sería solamente una y la misma?
Pero al abogar tales ideas anti-bíblicas estos maestros enfrentan 10 dilemas serios. Veamos abajo cuáles son ellas:
El primer dilema de los que predican la abolición de los Diez Mandamientos en la cruz, junto con las leyes ceremoniales, es que tales ideas van contra lo qué ha sido enseñado siempre por documentos confesionales de las diversas iglesias protestantes sus más prominentes líderes, incluyendo los de los mismos promotores de tales aberraciones teológicas. He algunos ejemplos:
“En el más alto rango de los enemigos del evangelio de Cristo, están los que abiertamente y explícitamente el ‘juzgan la ley' en sí misma, y ‘hablan mal de la ley'; quienes enseñan a hombres a violar . . . todos los mandamientos en un solo golpe; quién enseñe, sin ninguna cubierta, así con muchas palabras, -- ¿‘qué hizo el Nuestro Señor con la ley? Él la abolió. Hay solamente un deber, que es el de creer. Todos los mandamientos son impropios para nuestros tiempos. .. ‘Padre, ¡perdónalos por que no saben lo que hacen!” - Juan Wesley, “Upon Our Lord’s Sermon on the Mount”, Discourse 5, in Works, Vol. 5, 1829 ed.), pp. 311, 317.
Estas palabras vigorosas son de Juan Wesley [Works of Wesley -- (Nueva York: Waugh Y Masón, 1833) ]. Para los que no saben, Wesley fue el fundador de metodismo y el gran evangelista y revivalista del siglo XVIII. La exposición siguiente es de uno de sus sermones famosos:
“La ley ritual o ceremonial, entregada por Moisés a los hijos de Israel, conteniendo todas las prescripciones y ordenanzas que se relacionaban con los viejos sacrificios y servicio del templo, Nuestro Señor vino de hecho destruir. . . Pero la ley moral, contenida en los Diez Mandamientos, y hecha cumplir por los profetas, Él no la quitó.
“La ley moral. . . se soporta sobre una fundación enteramente diversa de la ley ceremonial o ritual, que se destinaba solamente a ser un restricción temporal para un pueblo desobediente y obstinado; mientras que esta viene del principio del mundo, siendo ‘escrita, no en las tablas de piedra ', pero en los corazones de todos los hijos de hombres, cuando salieron de las manos del Creador.” -- Juan Wesley, “Upon Our Lord’s Sermon on the Mount”, Speech 5, in Works of Wesley, Vol. 5, (1829 ed.), p. 311.
Por su parte, el ferviente evangelista Moody agrega estos pensamientos valiosos:
“Nunca encontré un hombre honesto que viese cualquier defecto en los Diez Mandamientos. La ley dada en el Sinaí no ha perdido nada de su solemnidad. . . . La gente necesita de ser llevada a entender que los Diez Mandamientos todavía están en el vigor, y que hay una pena relacionada con cada violación. . . . El Sermón del Monte no canceló los Diez Mandamientos.” -- Weighed and Wanting, pp. 11 y 16.
Lo qué estos autores declaran está en armonía perfecta con las Confesiones de Fe históricas de las diversas iglesias protestantes, de las cuales podríamos citar los siguientes:
Iglesia Bautista: “Creemos que la ley de Dios es la regla eterna y inmutable de su gobierno moral; que es santa, buena, justa y la inhabilidad que las Escrituras atribuyen al hombre caído para satisfacer sus preceptos se manifiesta enteramente de su amor por el pecado; para librarlos de los cuáles, y restaurarlos a través de un mediador para dedicada obediencia a la ley santa, es un gran objetivo del Evangelio, y de los medios de gracia ligados al establecimiento de la iglesia visible”. -- Confesión de Fe de New Hampshire, artículo 12.
“La ley de Dios es una ley divina, santa, celestial, perfecta. Los que encuentran fallas en la ley, o en el mínimo grado la desprecian, no entienden su blanco, y no tienen ninguna idea correcta de la propia ley. . . En todo lo que siempre decimos sobre justificación por la fe, nosotros nunca hemos tenido la intención de disminuir la opinión de nuestros oyentes cuanto a la ley, porque la ley es una de las más sublimes de las obras de Dios. No hay un mandamiento en exceso; no hay ningún en falta; pero es tan incomparable, que su perfección es una prueba de su divino origen”. - C. H. Spurgeon, 2d series (1857), p. 280.
Iglesia Metodista: “El Viejo Testamento no es contrario al Nuevo: pues tanto el en Viejo como el Nuevo Testamento la vida eterna es ofrecida a la humanidad por Cristo, que es el único mediador entre Dios y el hombre, siendo tanto Dios como hombre. . . Aunque la ley dada por Dios a Moisés, en lo que concierne a ceremonias y ritos, no se obliga a los cristianos. . . no hay ningún cristiano cualesquiera que esté libre de la obediencia a los mandamientos que son llamados morales”.-- Artículo 7 de los Treinta y Nueve Artículos de Religión. [Obs.: Esta misma confesión es adoptada por la iglesia Episcopal/Anglicana].
Iglesia Presbiteriana: “La ley moral para siempre se obliga a todos, a las personas justificadas como también a las demás, a su obediencia; y eso no solamente respeto a la materia contenida en ella, pero también por lo que se refiere a la autoridad de Dios, el Creador, que la dio. Tampoco Cristo en el evangelio la deshace en cualquier manera, pero en mucho consolida esta obligación. . . el Espíritu de Cristo somete y capacita la voluntad del hombre de actuar libremente cumpliendo alegremente todo lo que la voluntad de Dios revelada en la ley, requiere que se haga. . . . . La libertad que Cristo compró para los creyentes bajo el evangelio consiste en su libertad de la culpabilidad del pecado, la ira de condenación de Dios, la maldición de la ley moral. . bajo el Nuevo Testamento la libertad de los cristianos se agranda más en su libertad del yugo de la ley ceremonial, a la cual la iglesia judía fue sujetada “-- Secciones V, VII y XX del cap. XIX de la “Confesión de Fe de Westminster”. [Obs: Esto también es validado por la Iglesia Congregacional].
¿No es embarazoso ver a estos individuos contradiciendo a los pioneros y credos de sus propias iglesias?
El segundo dilema de los predicadores de estas teorías de la “ley abolida” es su alegación de que el mandamiento del sábado es el único en el Decálogo que no aparece en el Nuevo Testamento y no poder probarlo. Enseñan que a despecho de la ley moral de los Diez Mandamientos encontró su fin en la cruz, todos los mandamientos, a excepción del sábado, fueron restaurados y repetidos en el Nuevo Testamento. De ahí presentan una pequeña lista con los mandamientos enumerados según textos del Nuevo Testamento, excluidos el 4to (el que trata del sábado). Pero quienquiera se dedique a examinar tal lista verá que es puramente una trampa. En el primer lugar, los términos del 3ro mandamiento no están claramente allí tampoco, ocurriendo solo referencias indirectas al mismo (véase Mat. 5:34, 35: “No juréis en ninguna manera: ni por el cielo . . . Ni por la tierra . . . ni por Jerusalén . . .”).
También, no hay nada específico sobre confección de imágenes de escultura, solo referencias indirectas, como en la condenación genérica a ídolos (véase Hechos 15:20; I Juan 5:21; 2 Corintios 6:16). Por esa alegación un católico-romano puede alegar que tales textos no incluyen las imágenes de los santos de la Iglesia, solamente refiriéndose a imágenes de la Divinidad, entonces estarían satisfaciendo a la regla, porque realmente él no venera a imágenes de Dios. En hecho, si los Diez Mandamientos fueron sido abolidos en la cruz, ¿cómo puede uno probar que la mera fabricación de imágenes es incorrecta, según lo estipulado en el 2do mandamiento, “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra: . . .” ?
De todas formas, si estos “apologistas cristianos” se sienten con el derecho de hacer “referencias indirectas” a los mandamientos del Decálogo, nada podría ser más justos de que demostrar referencias más que indirectas al 4to. mandamiento en el Nuevo Testamento:
* Jesús declaró que “el sábado fue hecho por causa del hombre”, indicando claramente la Creación. El texto indica que la palabra para el “hombre” es la misma usada cuando Cristo Se refirió al matrimonio, originado en el Edén, pues dijo que un hombre “el hombre dejará padre y madre, y se unirá á su mujer” (Mat. 19:5). ¡Pero, el matrimonio no fue planeado solamente para los judíos! Y la 2da parte del verso, “no el hombre por causa del sábado”, no contradice su primera parte, especialmente cuando uno interpreta estas palabras según la imaginación de los anti-sabatistas (que el mandamiento de sábado era solamente para los judíos). No sirve porque no se puede decir “y no el hombre judío por causa del sábado”. Dios no creó el “hombre judío”, sino solamente el “hombre”. El hecho de que después se hizo judío, babilónico, egipcio se debe a factores posteriores.
* El testimonio de Lucas 30 años después de la crucifixión, de que las mujeres santas que eran seguidoras de Cristo “y reposaron el sábado, conforme al mandamiento.” (Lucas 23:56). Después de tres décadas, para Lucas la observancia del sábado era “según el mandamiento”. No dice nada que era un mandamiento de alguna “vieja ley”, “abolida”, o cosas como eso.
* La declaración del autor de Hebreos (cap. 4, v. 9) que sigue habiendo un reposo de sábado para el pueblo de Dios (en el griego, sabbatismós, en contraste con el restante de las referencias al “reposo” en el capítulo, donde se utiliza el término katapausín, vs. 3, 4, 5, 8). Esta diferenciación de términos es muy significativa. Para nada decir del hecho de que el autor bíblico, escribiendo a los cristianos hebreos, no ilustra el reposo espiritual que el pueblo de Dios perdió, o podría todavía obtener, con el reposo del domingo (por el año 64 a 70 AD). Si entonces el domingo fuese una institución cristiana, el día de descanso de la Iglesia, no hay duda que él lo utilizaría para su ilustración. Sin embargo, él no hace caso ningún de ese día, y utiliza el sábado del séptimo día para ilustrar su punto.
* La preocupación expresada por Cristo sobre los cristianos de Judea que tendrían que orar para q su escape, cuando de la invasión de su tierra (Jerusalén y Judea) en el año 70 AD por los ejércitos romanos, no ocurriese “en el invierno, ni en el sábado” (Mat. 24:20). Cristo sabía sobre la inconveniencia y el peligro si los enemigos rodeasen la ciudad en el día en que estaban en la iglesia o estuviesen dedicados a la adoración privada a Dios, inconscientes de lo que pasaba en exterior. .
* Jesús también recomendó: “todo lo que os dijeren [los líderes religiosos judíos, Sus contemporáneos] que guardéis, guardad lo y haced lo; mas no hagáis conforme á sus obras: porque dicen, y no hacen” (Mat. 23:3). Una de las cosas que decían era que observasen el sábado fielmente (Lucas 13:14). Debían, pues, oírlos en lo que estuviesen ciertos, pero no actuando según sus incorrectas actitudes con respecto al sábado y a los otros mandamientos.
* Pablo pasó un año y medio discutiendo con los judíos en Corinto, y por todo ese tiempo NUNCA dijo que adoptasen el domingo como su día de observancia, incluso cuando los judíos abandonaron el lugar y solo los gentiles permanecieron (Hechos 18:1-4 y 11). En Filipos, donde no había sinagoga, los apóstoles y Pablo eligieron un lugar tranquilo y ahí pasaron el sábado: Hechos 16: 12, 13.
* Los cristianos de origen judío eran celosos en la observancia de la ley (Hechos 21:20) y no serían los promotores del abandono de uno de los preceptos principales de la ley, su 4to. Mandamiento. Documentos históricos posteriores corroboran esta conclusión. El historiador palestino Epifanio, que vivió alrededor de 350 AD, dice cómo aquellos cristianos de la iglesia-madre de Jerusalén, que habían salido de la ciudad antes de su destrucción en 70 AD, se fijaron en Pela, un lugar a norte de Jerusalén, donde eran conocidos como “nazarenos”. Epifanio declara que estos nazarenos, es decir, los descendientes directos de la congregación de Jerusalén, se diferenciaban de las otras comunidades cristianas por insistir hasta aquel tiempo en la observancia del sábado!
* En el Concilio de Jerusalén, entre las cosas que no fueron requeridas de parte de los gentiles, no se determina ninguna regla contra el sábado (Hechos 15:20), lo que prueba que no era un objeto de discusión en aquella iglesia, pues todos lo observaban sin problema. Pablo declaró cuando bajo condenación: “Ni contra la ley de los Judíos, ni contra el templo, ni contra César he pecado en nada” Hechos 25:8). Si él hubiera violado el precepto del sábado no tendría ninguna condición para presentar esa reivindicación, porque lo acusarían inmediatamente de ser un violador del sábado, un principio profundamente arraigado en la religión y la cultura de los judíos.
El tercer dilema de estos “intérpretes de la nueva ley” no es que no pueden demostrar el requisito incluso infantil de que cada mandamiento sea referido en el Nuevo Testamento (integralmente o no) para indicar su validez para la comunidad cristiana.
Pero ¿quién dijo ser que ese el objetivo de esta parte de la Biblia? Los principios morales básicos del Viejo Testamento tienen como fundación “amor a Dios” y “amor al próximo”, que son reiterados (no revalidados) en el Nuevo Testamento por Cristo (Mat. 22:34-40, ver Deu. 6:5 y Lev. 19:18). Cuando Pablo explica que el “amor es el cumplimiento de la ley” (Rom. 13:8-10) él lo hace en el contexto de citar algunos mandamientos como ilustración, tomando una parte por el conjunto. En el vs. 9 él declara: “si haya cualquier otro mandamiento. . . ” Claramente con eso él está incluyendo toda la ley moral divina.
Jesús también declaró al joven rico: “si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos” (Mat. 19:17). En el informe de Lucas, es demostrado que Jesús dice al joven: “Los mandamientos sabes: No matarás: No adulterarás: No hurtarás: No dirás falso testimonio: Honra á tu padre y á tu madre” (Lucas 18: 20). Así, es un gran absurdo alegar que si Jesús no repitió el 4to mandamiento, este no es más obligatorio. De hecho Él no mencionó el 1r, ni el 2do, ni el 3ro, ni el 10mo ¿Se permitiría al joven los desatender de ese punto en delante? ¿Podría él alcanzar la vida eterna venerando imágenes, pronunciando el nombre de Dios en vano, violando el sábado y codiciando la esposa y las cosas de su vecino? ¿Era ése el tipo de enseñanza de Cristo?
Oh, pero esto no cuenta—Jesús dicho tales cosas antes de la cruz, aún dentro de la “dispensación de la ley”, algunos pueden alegar. Pero no hay problema: Santiago, bien después de la cruz, cita mandamientos “no matará” y “no adulterarás” para destacar que “ Porque cualquiera que hubiere guardado toda la ley, y ofendiere en un punto, es hecho culpado de todos”, recordando pronto después de decirlo que esta ley será la base del juicio divino (véase Sant. 2:8-13). Él no cita todos los mandamientos, de hecho, solamente dos. Pero sus palabras abarcan evidentemente TODOS.
Solamente los que son demasiado obstinados y prejuiciosos contra la validez de la ley moral divina no pueden reconocer esto, además de tener que hacer frente al juicio por transgredir todos los mandamientos por solamente no hacer caso voluntariamente de uno de ellos. Y, todavía, empeñarse en una campaña contra su validez (Mat. 5:19). Y recordemos las palabras abarcadoras de Pablo en Romanos 13:8-10, después de la cruz.
Con esto llegamos al cuarto dilema de los antinomistas y semi-antinomistas modernos: dejar implícita la absurda “división dispensacionalista” por la cual antes de la cruz la gente era salva por la ley, y después de la cruz, por la gracia.
Es así que muchos creyentes entienden la cuestión. Preguntamos exactamente esto para centenares de evangélicos que reciben nuestros anuncios, preguntando específicamente: ¿Cómo se salvaban los individuos que vivían en los tiempos del Viejo Testamento? Alguien contestó a que eran salvos por su obediencia a la ley, otro argumentó que Jesús fue predicar a los “espíritus en prisión” (1 Pedro 3:19 y 20), demostrando la ignorancia evidente de esta enseñanza en el ambiente evangélico, fruto de estas teorías del dispensacionalismo que ha dejado mucha gente confundida en este punto (y otros): ¡si ahora es la “dispensación de la gracia”, entonces la gente se salva sin tener nada con la ley! ¡Y en la “dispensación de la ley”, la gente era salva sin no tener nada con gracia!
Arnaldo B. Christianini presenta acerca de esta cuestión un comentario irónico:
“El autor del libro [por un pastor bautista, defendiendo estas ideas antinomistas que Christianini refuta]. . . defiende el dispensacionalismo y cree que después de Cristo la gracia ha suplantado la ley, la sustituyó, la anulo, la destruyó. Él afirma que, con la muerte de Cristo, la jurisdicción de la ley terminó, iniciándose la de la gracia. Si ésta fuera la verdad, quisiera preguntar--¿cómo los pecadores de los tiempos del Viejo Testamento resolvieron su dilema? ¿Cómo habrían podido ser salvos? Este punto no se puede pasar por alto ya que la opinión de las Escrituras muy claramente indica que la salvación es obtenida solamente por la gracia. Y si la gracia no exista antes de la cruz, se concluirá que los pecadores que vivieron en los tiempos de los patriarcas y después no podrían ser salvos. Vivieron antes de la gracia para su perdición. O—como sugieren algunos—si los pecadores del Viejo Testamento fueron salvos a través de las obras de la ley, uno es forzado a imaginarse que los cielos están divididos en dos grupos: uno de los que proclaman en una alta voz que fueron salvos por sus propios méritos y esfuerzos, porque observaron la ley (y eso sería un insulto a Jesús, una ofensa a Su sacrificio y a Su sangre), mientras que la gente que vivió después de que la cruz allí proclamaría humildemente las alabanzas de Cristo, que les concedió la vida eterna. . . ¿Sería eso concebible?
No, no hay en la Biblia tal cosa: una jurisdicción de la ley y otra de la gracia separadas por la cruz. Eso es una fabricación humana dañosa, una ofensa al plan de Dios. . La Biblia dice que la gracia viene “desde tiempos eternos” Rom. 16:25), que el “Cordero . . . fue muerto desde el principio del mundo” (Apo. 13:8), y que la gracia “nos es dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos” (II Tim. 1:9). Por lo tanto, los pecadores bajo el Viejo Testamento también fueron salvos por la gracia. Abraham fue salvo por la gracia, Gál. 3:8; Rom. 4:3. David no fue salvo por sus propios méritos, sino por la fe en Cristo. Rom. 4:6. La gracia se extiende a TODOS los hombres. Tito 2:11; Rom. 5:18. Fue planeada incluso antes de que la caída y comenzó a estar en vigor desde Gén. 3:15. . . -- Subtilezas do Erro [Sutilezas del error], 1ra edición, pp. 84 y 85.
El quinto dilema de los que abogan la teoría de la abolición del Decálogo divino es su contradicción evidente y razonamiento ilógico sobre la “restauración de los mandamientos en el Nuevo Testamento”.
Si todos los mandamientos fueron abolidos en la cruz, más adelante siendo restaurados en el Nuevo Testamento (excepto el 4to.), imaginemos una situación increíble que emergería de esto: El 5to. mandamiento fue eliminado junto con el resto de las reglas morales y ceremoniales cuando Jesús pronunció, “Consumado está”. Entonces, en el minuto siguiente, cualquier hijo de un seguidor de Cristo podría golpear su pierna con el pie, insultarlo y lo desobedecer libremente, puesto que el 5to. mandamiento fue “restaurado” solamente cuando Pablo lo recordó escribiendo a los efesios, y esto por el año 58 A.C. (véase Efe. 6:1-3)! Y, lo que es peor, los términos del mandamiento “no matarás”, fue reiterado solamente por Pablo en Romanos 13:9, por el año 56 o 58 A.C. (también “no hurtarás”, “no adulterarás”, “no codiciarás”).
Es decir, por casi 30 años los hijos de los cristianos no tenían que respetar a sus padres, porque el 5to. mandamiento se restauró solamente después de unas tres décadas, y eso solamente a los efesios. ¡Muchas décadas más pasaron hasta alcanzar a la comunidad cristiana entera de modo que todos fuesen enterados de la necesidad de los niños obedecer y respetar a sus padres! Además de que a los cristianos les es permitido matar unos a los otros, etc., durante este período “sin la ley”. . . ¡¿Hace eso cualquier sentido?!
Con tal tipo de razonamiento podemos ver que la enorme confusión de esta gente que vaya contra el “así dice el Señor” de las Escrituras.
Progresemos, aunque, a otro dilema, el sexto: no saber definir la terminología de Pablo al ocuparse del tema de la ley en sus epístolas y hacer gran confusión al respecto. Esto es peligroso, porque Pedro ha advertido: “nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito también; casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos é inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para perdición de sí mismos. Así que vosotros, oh amados, pues estáis amonestados, guardaos que por el error de los abominables no seáis juntamente extraviados, y caigáis de vuestra firmeza” (2 Ped. 3:15-17). Estos “apologistas cristianos” a menudo se confunden con la rica terminología de Pablo en Romanos, Gálatas y Efesios porque Pablo utiliza varias expresiones en su discusión sobre ley-gracia, fe-obras, pecado-justicia (como “ley de Cristo”, o “de la gracia”, o “de la fe”, o “del espíritu de vida”, “o del pecado y muerte”). No percibiendo el recurso retórico de su uso no se dan cuenta de que “la ley del pecado y de la muerte”, por ejemplo, es la manera que Pablo se refiere a la acción del pecado, no una designación de la ley de Dios de la cual declaró: “yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne á la ley del pecado” (Rom. 7:25). Este texto y otros donde Pablo exalta la ley de Dios como “santa, justa, buena, espiritual” en que tiene “placer” (vs. 12, 14, 16, 22) no corresponde a la tesis de la “ley abolida”. ¿Tendría Pablo placer en una “ley del pecado”, enteramente abolida? Para no decir nada sobre la Rom. 3:31: ¿Luego deshacemos la ley por la fe? En ninguna manera; antes establecemos la ley” Éste es un texto claro en que Pablo demuestra que aún siendo la salvación enteramente con la fe, redimidos no son dejados sin la ley de Dios como su norma de vida. Estos negadores de la validez de tal ley no saben simplemente qué hacer con este texto delante de las ideas semi-antinomistas que abogan. Y todavía viene Rom. 8:3 y 4, 6-8, versos que solamente complican su posición.
El séptimo dilema de estos negadores de la validez de la ley divina es que no pueden probar que en la nueva alianza hay una “nueva ley” que nada tiene a hacer con el Decálogo, para la comunidad cristiana, siendo más “user friendly”. Sin embargo, la Biblia indica que la nueva alianza tiene como su base, no alguna otra, sino la misma ley moral dada a Israel.
Veamos un texto importante, de hebreos donde, lejos de enseñar que el Nuevo Testamento representa una nueva alianza sin la ley básica divina expresada en el Viejo Testamento, el autor de la Biblia demuestra que a los que aceptan los términos de la nueva alianza (o Nuevo Testamento) Dios mismo escribiría Su ley en sus corazones e las imprimiría en sus mentes:
“Mas ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, el cual ha sido formado sobre mejores promesas. Porque si aquel primero fuera sin falta, cierto no se hubiera procurado lugar de segundo. Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el Señor, Y consumaré para con la casa de Israel y para con la casa de Judá un nuevo pacto; no como el pacto que hice con sus padres El día que los tomé por la mano para sacarlos de la tierra de Egipto: Porque ellos no permanecieron en mi pacto, Y yo los menosprecié, dice el Señor. Por lo cual, este es el pacto que ordenaré á la casa de Israel Después de aquellos días, dice el Señor: Daré mis leyes en el alma de ellos, Y sobre el corazón de ellos las escribiré; Y seré á ellos por Dios, Y ellos me serán á mí por pueblo: (Heb. 8:6-10; cf. 10:16).
En 2 Corintios 3:1-11 Pablo compara el cristiano bajo la nueva alianza con una “Siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón”.
En la nueva alianza, establecida en “promesas mejores”, Dios escribe Su ley en los corazones de los que acepten sus términos, tomándolos de las frías tablas de piedra para registrarla en los corazones calentados por la gracia divina (véase Heb. 8:6). Debe ser notado que estas “mis leyes” [de Dios] son iguales a las que estaban en la promesa original dirigida a los hijos de Israel en Jeremías 31:31-33, no otra. El peso de la prueba reposa sobre quienquiera niegue este hecho, establecido claramente en estos textos, más allá de Hebreos 10:16, que confirma: Dios escribe Sus leyes en los corazones de sus hijos bajo la nueva alianza. Los lectores cristianos-hebreos de la epístola entenderían muy bien a qué ley divina se refiere este lenguaje entero.
Ningunos de estos “apologistas cristianos” de orientación semi-antinomista pudieron hasta ahora contestar de manera aceptable en el mínimo a nuestra pregunta desafiadora: ¿Dónde se dice que cuando Dios escribe Su ley en los corazones y mentes de los que acepten los términos de la nueva alianza [Nuevo Testamento], Él, a) deja fuera su 4to mandamiento, b) mantiene en 4to mandamiento, pero teniendo el domingo en lugar del sábado, o c) mantiene el 4to mandamiento, pero dejándolo como una regla vaga, voluntaria y variable, adaptable a los intereses o a la conveniencia del creyente (o de su patrón)?
Otro dilema de esa gente es que el contexto de los capítulos de Hebreos 8 y 10 se refiere claramente al Israel “ampliado” de Dios, los de la dispensación cristiana. Además, para decepción de estos individuos, el texto habla de “leyes de Dios”, no “ley de Cristo”. Después de todo, la nueva alianza está disponible para todos, ahora a los judíos y gentiles, porque la pared de separación fue quitada con la abolición de la “ley ceremonial”, no de la ley moral (Efe. 2:11-22).
Así, el tema de la ley de Dios no es una cosa del Viejo Testamento. Antes, es un componente básico del propio Nuevo Testamento, ciertamente en sus aspectos morales, no ceremoniales (véase 1 Cor. 7:19).
El octavo dilema de estos negadores de validez del Decálogo como norma de conducta cristiana es que no saben qué hacer con la norma del día de descanso dentro de la “nueva ley”: algunos dicen que los cristianos primitivos pronto adoptaron el domingo para conmemorar la resurrección de Cristo, pero en vista de carencia de evidencia bíblica de eso otros dicen alternativamente que no hay ningún día a observar, o que el mandamiento ahora es solo descansar en un “día en siete”, no necesariamente sobre en el 7mo día, o que el reposo del sábado significa simplemente aceptar a Cristo, y así sucesivamente. Ahora, si “cualquier día sirve”, ¿por qué no nos fijaremos en aquel que fue instituido claramente en la Biblia, el séptimo?
No hay consenso entre los muchos creyentes y iglesias, algunos observando el domingo de modo riguroso, otros que no atribuyendo mucho valor al día, siendo él utilizado solamente como la “época para los cultos principales”, o no teniendo ningunos escrúpulo para el cualquier día. Pero Jesús dijo que “el sábado fue hecho por causa del hombre (Mar. 2:27) [no del hombre judío, solamente]” y Juan revela en la introducción de su libro profético, que tenía un “día del Señor” a dedicar a Dios (ver Apo. 1:10).
Que Juan no está refiriéndose al domingo se hace claro para el hecho que, al escribir su evangelio por la misma época, menciona simplemente el día de la Resurrección como “primer día de la semana”, sin indicar que era un día especial de cualquier tipo (véase Juan 20:1).
El noveno dilema de los que abogan el fin de toda la ley (moral, ceremonial, civil) en la cruz es que, percibiendo no tener base bíblica para apoyar la observancia del domingo (por eso ni todas las iglesias y/o sus miembros lo adoptan) toman por recurso citar autores de la Patrística totalmente fuera del contexto histórico, mientras que no hacen caso de los resultados del trabajo realmente erudito, profundo del Dr. Samuele Bacchiocchi, dentro de las bibliotecas del Vaticano, que obtuvieron el reconocimiento más alto por autoridades católicas y protestantes en Historia de la Iglesia y otros investigadores serios.
Citar Barnabas, Tertuliano, Justino Mártir, Eusebio puede parecer muy impresionante, pero si el verdadero contexto histórico de estos Escritos no es considerado, tales declaraciones llenas de omisiones serán por engañosas, como es realmente el caso.
También los que refieren a tales autoridades no mencionan TODAS. Dejan de fuera a autores como Sozomen, Socrates, Epifanio, no explican el origen del domingo de Pascua en la substitución de la regla de observarla la Pascua en el 14to de Nisan como los judíos, no hacen caso de las razones de la famosa Controversia Quatrodecimana o de las medidas anti-judías del emperador Adriano en 135 AD y su efecto para la comunidad cristiana de Roma. Esto todo merece seria investigación.
El décimo dilema de los que predican el fin del Decálogo en la cruz es que necesitan recurrir a la mentira pura y simple para promover la ecuación falsa: “observancia del sábado = justificación por obras”. ¡Es decir, insinúan insistentemente que quienquiera que quiera observar el sábado está deseando obtener salvación a través de obras de la ley! Aunque las POSICIONES OFICIALES de las Iglesias que observan el sábado sobre salvación por la gracia, nunca por obras, se les son presentadas variadamente, estos “apologistas cristianos” pasan por alto tales hechos debidamente documentados para se empeñar en la injusta y falsa alegación que todos esos cristianos que enseñan y practican la observancia del sábado predican la salvación por obras de la ley, siendo, así meros legalistas.
Hay, sin embargo, dos razones simples por las cuales demostramos ser esto una falsedad calumniosa:
1er. – Es anti-biblico: Creer en salvación aun que parcialmente por obras y esto enseñar contraria el tenor de la enseñanza global de las Escrituras. Los adventistas del séptimo día y otros cristianos observadores del sábado conocen bien sus Biblias para o cometer en tal error elementar. Sabemos lo que Pablo dice en romanos, Gálatas, Efesios y jamás nos oponíamos a sus claras exposiciones. Además, en el examen de Efesios 2:8, 9, textos citados tan a menudo en círculos evangélicos, no podemos dejar fuera el v. 10 que los sigue. . .
2do.– Es innecesario: No hay ninguna condición sine qua non para que alguien que observe el mandamiento del sábado, crea en salvación por obras. Es decir, no necesitamos recurrir a esta posición anti-bíblica de salvación por obras para defender la validez e observancia del sábado del séptimo día, así como los demás cristianos no reciben cualquier mérito por no venerar imágenes, por ejemplo. Así, pues, se los evangélicos respectan los términos del mandamiento contra el uso de imágenes en los actos de culto, eso los hacen legalistas y se considera como tentativa de obtener salvación por cumplir tal obra? Por supuesto que no. El mismo razonamiento se aplica a la cuestión del sábado del séptimo día y todos los demás mandamientos de la divina ley.
Puesto que se han informado perfectamente los hechos, si insisten con tales alegaciones calumniosas, lo que están practicando es “falso testimonio” contra el próximo. Como, todavía, enseñan obstinadamente que los Diez Mandamientos no son no más la norma cristiana de comportamiento, habiendo sido enteramente abolido, y, pues uno de ellos recuerda que “abolir significa: anular, extinguir, suprimió”, llega a ser fácil de entender la razón de tales actitudes. ¡Lo qué hacen es lanzar fuera el bebé con el agua del baño!
Si el Decálogo fue revocado, abolido, extinto, suprimido, entonces el 9no mandamiento fue lógicamente desechado junto con los demás: el “no hablarás contra tu prójimo falso testimonio” (Éxo. 20:9).
¡Ahora hace perfecto sentido! Estas actitudes deplorables de ciertos “apologistas cristianos” se entienden. El problema para esa gente es lo que encontramos en Apocalipsis 21:8 que dice “. . . todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”.
Sea Dios misericordioso hacia ellos de modo que despierten a la realidad (y a la verdad) antes de que sea demasiado tarde.
10 Factores Que Prueban la Existencia de “División” de las Leyes
Analizando la Enseñanza Bíblica 
Prof. Azenilto G. Brito

Los que niegan que haya distinción bíblica sobre leyes que deben ser cumplidas, y leyes que ya no se deben cumplir, alegan que no hay en las Escrituras términos tales como “ley moral”, “ley ceremonial”, “ley civil”. Entonces, por la ausencia de tal terminología, pretenden “probar” que las leyes bíblicas forman uno solo “paquete” legal, juntas abolidas en la cruz.
Solo que tenemos un hecho muy extraño en esa “abolición” (a veces cínicamente se dice que la ley no fue “abolida”, sino “cumplida”, pero con el mismo sentido de abolir): de los 10 mandamientos abolidos, ¡NUEVE permanecieron intactos, prosiguen tan válidos y vigentes como siempre! ¡Que abolición de ley más pifia!
Pero no es necesario ir a la caza de terminología específica para muchas cosas en la Biblia que tantos millones de cristianos siempre aceptaron naturalmente, como teocracia, omnisciencia, omnipresencia, omnipotencia, Trinidad. . . Y de ahí, ¿vamos a negar esos conceptos por que no existen palabras que los definan en las Escrituras? Tenemos que preocuparnos de hechos, no de palabras. Y los hechos que tenemos para demostrar que hay realmente esa “división” de las leyes, son, entre otros:
1 – El propio Dios dividió las leyes, pues pronunció solemnemente a los oídos del pueblo tan solamente los 10 Mandamientos como base de la alianza especial que proponía a aquel pueblo.
Obs.: Fue la primera y única vez que la voz de Dios fue oída por un gran número de personas reunidas (Éxo. 19 e 20).
2 – Después de pronunciar los 10 Mandamientos, Dios “ no añadió nada” (Deu. 5:22). Los que quieren agregar leyes de otro carácter a ese código especial están yendo allá de lo que está escrito y de lo que Dios hizo.
3 – Dios mismo escribió esos 10 Mandamientos, pronunciados primero audiblemente a la multitud reunida en el Sinaí, en dos tablas de piedra, con Su propio dedo (Éxo. 31:18).
4 – Las demás leyes fueron todas dictadas a Moisés en otra ocasión para que las escribiese en rollos (Éxo. 34:27 y textos anteriores).
5 – Las tablas de piedra fueron puestas dentro del arca (Deu. 10:2) mientras los libros con las demás leyes debían ser guardadas fuera del arca (Deu. 31:26).
6 – El apóstol Pablo mismo se expresa dividiendo las leyes, pues él comenta sobre leyes que antes eran importantes, pero no más lo son, resaltando que lo importante ahora es “guardar los mandamientos de Dios” (1 Cor. 7:19).
Obs.: Los lectores primarios de Pablo sabían a que “mandamientos de Dios” él se refería, pues en Romanos 7:7 y 8 él dejó eso claro, refiriéndose a un mandamiento específico del Decálogo. Y dice en el vs. 25 que con su mente servía “a la ley de Dios”, que es la misma que contenía el mandamiento “no codiciarás”, de los vs. arriba referidos.
7 – Pablo habla sobre la ley como abolida y como confirmada, en un contraste evidente (ver Efe. 2:15 y Rom. 3:31). La única manera de entender eso es percibiendo que él trata de leyes de características y funciones diferentes.
8 – En Hebreos caps. 7 a 10 es mostrado el sentido de los varios ritos y leyes sacerdotales de Israel y como fueron abolidas, pero en 8:6-10 se dice que Dios escribe lo que es llamado “Mis leyes” en los corazones y mentes de los que aceptan esa nueva alianza [Nuevo Testamento], lo que indica, lógicamente, que hay cosas de la ley abolida (la parte ceremonial) y cosas confirmadas en el paso de la Antigua para la Nueva Alianza (las leyes divinas que no serían abolidas por no tener carácter tipológico, ritual).
9 – Juan vio en el cielo el arca de la alianza, que ciertamente contiene los originales de la ley (Apo. 11:19), lo que no tendría sentido si fuese una ley en la que faltara algún mandamiento tal como fueron dados por Dios, o teniendo algún de ellos alterado en su significado.
10 –Los documentos y grandes eruditos cristianos SIEMPRE entendieron esa cuestión exactamente así, aunque en el tremendo lavado de cerebro de los predicadores del semi-antinomismo dispensacionalista queda la falsa impresión de que lo que enseñan es lo que siempre se constituyó el entendimiento cristiano evangélico del asunto. Pero basta conferir sus Confesiones de Fe, Credos y Catecismo históricos para se constatar eso, en los capítulos sobre la ley divina.

10 Preguntas Sobre la Cuestión de la Ley de Dios/Ley de Cristo
Jesús dijo: “Yo y el Padre uno somos” (Juan 10:30).


Prof. Azenilto G. Brito

1 - ¿Donde dice la Biblia, de una manera directa y clara, que “la ley de Cristo” tomó el lugar de la “ley de Dios” para los cristianos?
2 - Si ahora apenas tenemos la “ley de Cristo”, que ha sustituido la presuntamente obsoleta “ley de Dios”, ¿por qué Pablo todavía se refiere a la “ley de Dios”, diciendo que tenía placer en ella, y que la mantenía en su mente y la obedecía, que la “inclinación de la carne” no es conforme a la ley de Dios, etc. (Rom 7:22, 25; 8:7 e 8)?
¿Por qué él se refiere a la “ley de Dios”, “mandamientos de Dios”, cosas que estarían superadas, en vez de centrarse solamente en la “ley de Cristo”?
3 - Si ahora apenas tenemos la “ley de Cristo” que sustituyó la presuntamente obsoleta “ley de Dios”, ¿por qué Pablo enumera los mandamientos del Decálogo (“ley de Dios”), prescribiéndolos a los cristianos de Roma para que sean obedecidos según el principio del “amor”, en vez de hablar de la “ley de Cristo” (Rom. 13:8-10)?
4 - Si ahora apenas tenemos la “ley de Cristo” que sustituyó la presuntamente obsoleta “ley de Dios”, ¿por qué Pablo recuerda a los efesios un mandamiento del Decálogo (“ley de Dios”) como aún en vigor, en vez de incentivarlos a obedecer el mismo principio, aplicándolo a un código distinto, relacionado con la “ley de Cristo” (Efe. 6:1-3)?
5 - Si ahora apenas tenemos la “ley de Cristo” que sustituyó la presuntamente obsoleta “ley de Dios”, ¿porqué dice Pablo que ahora lo que importa es obedecer a los mandamientos de Dios, y no dice esto cuanto a los mandamientos de Cristo (1 Cor. 7:19)?
6 - Si ahora apenas tenemos la “ley de Cristo” que sustituyó la presuntamente obsoleta “ley de Dios”, ¿por qué habla Juan de la “ley de Dios” y de la “ley de Cristo” alternativamente en sus varias epístolas (véase a 1 Juan 2:7; 3:21-24; 4:7-12, 21)?
7 - Si ahora tenemos la “ley de Cristo” que sustituyó la presuntamente obsoleta “ley de Dios”, ¿por qué Juan en el libro del Apocalipsis dice claramente que lo que caracteriza los hijos fieles de Dios en el tiempo final es que “guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (Apo. 14:12)? ¿Por qué él no dice que “guardan los mandamientos de Cristo”?
8 - Si ahora tenemos la “ley de Cristo” que sustituyó la presuntamente obsoleta “ley de Dios”, ¿por qué Hebreos 8:6-10, tratando del cambio de la vieja para la nueva alianza, hace referencia a “Mis leyes” (de Dios), que se escriben en los corazones y mentes de los que acepten esta nueva alianza [Nuevo Testamento], y no a “leyes de Cristo”?
9 - Si ahora tenemos la “ley de Cristo” que sustituyó la presuntamente obsoleta “ley de Dios” ¿por qué Santiago menciona los mandamientos del Decálogo (“ley de Dios”) como normativos a los cristianos, en vez de concentrar la atención en la “ley de Cristo” (Santiago 2:10-12)?
10 - Si ahora tenemos la “ley de Cristo” que sustituyó la presuntamente obsoleta “ley de Dios”, ¿por qué Juan, en un contexto en que habla intercambiablemente de Dios y de Cristo, cuando definiendo el pecado dice que es la “infracción de la ley” (1 Juan 3:4), no especificando que esto ahora se aplica a la “ley de Cristo”?

10 PUNTOS A PONDERAR SOBRE EL TEMA DE LA LEY E DEL SÁBADO
Analizando la Enseñanza Bíblica 
Prof. Azenilto G. Brito

1er. - La ley del Señor es llamada de “perfecta” (Sal. 19:17), así, cómo podería ser desechada como una “primera ley” inadecuada? Iba Dios crear una ley imperfecta para los judíos mientras concede una ley perfecta para los cristianos?
2do. - Jesús NO CREÓ ningún nuevo código revolucionario, en SUSTITUCIÓN de la ley divina del Antiguo Testamento pues cuando Él hace referencia a la llamada “ley áurea”—de amor a Dios sobre todas las cosas, y amor al próximo como a uno mismo—solamente repite lo que Moisés ya había dicho (comparar Mat. 22:36-40 con Deu. 6:5 y Lev. 19:18). Lo que Él hizo fue destacar el carácter más profundo y ético de la ley que se había perdido de vista debido a la falla orientación de los jefes religiosos del pueblo judío. Pero siempre fue errado mirar a una mujer con intención impura (ver Job 31:1) u odiar a un semejante (Lev. 19:17).
3ro. - Prueba de eso es lo que leemos en Mateo 5:20—la llave para entender muchas de las declaraciones de Cristo, como en las Sus famosas antítesis, “oísteis que fue dicho a los antiguos . . . Pero Yo os digo. . .”: “Si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos”.
4to. - Otra prueba de que Cristo no pretendió SUSTITUIR los princípios de la ley, además de Sus declaraciones de Mateo 5:17, 18 de que no vino abolir, pero sí cumplirla, es que en seguida Él RECOMIENDA la más perfecta obediencia posible a cada detalle de dicha ley (ver vs. 19).
5to. - También en Mateo 23:1-3 Jesús recomienda que Sus oyentes acaten TODO lo que sus jefes religiosos enseñaban (no lo que praticaban). Y una de las cosas que enseñaban, aún que corrompiendo el sentido del mandamiento, era la fiel observancia del sábado: Lucas 13:14.
6to.. - Las expresiones usadas por Pablo de “ley del Espíritu de vida” y “ley del pecado y de la muerte” no significan diferentes leyes, pero diferentes visiones sobre la ley. Él emplea la palabra “ley” en Romanos 7:23 y 25 como un “juego de palabras”, pues está hablando de la operación del pecado, como una “ley”. Y en el vs. 25 él dice: “sirvo a la ley de Dios”, lo que no haría sentido si entendiese que esa ley había sido abolida. Sea lembrado que Pablo también declara: “Por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley” (Rom. 3:31).
7mo. - Jesucristo dijo que “el día de reposo [sábado] fue hecho por causa del hombre, y no el hombre a causa del día de reposo” (Mar. 2:27). Con eso Él confirma el carácter UNIVERSAL del sábado y REFUERZA la necesidad de obediencia del mandamiento—lo que es, arriba todo, un privilegio para los hijos de Dios—mientras CONDENA la distorción al mandamiento practicada por los jefes religiosos de Su tiempo. Los debates de Cristo sobre el sábado no tenían el objetivo de enseñar que ese fuera un mandamiento abolido o a no más se deber cumplir (pues eso contradiría Sus propias palabras en Mateo 5:19), sino mostrar EL CORRECTO espíritu por el cual se debía observar el sábado.
8vo. - Sobre la cuestión de la “división de las leyes” en “moral”, “ceremonial”, “civil”, etc., tenemos las palabras de Pablo en 1 Cor. 7:19, donde él habla que “la circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es; sino el guardar los mandamientos de Dios”. Por ahí vemos como él mismo hace una “división” de leyes que eran importantes, y no más lo son, y mandamientos que al pueblo de Dios importa ser guardados por ele pueblo de Dios.
9no. - Los próceres cristianos al largo de la historia siempre definieron la ley de Dios en esa base: como ley moral (los Diez Mandamientos), leyes cerimoniales, civiles, etc. Basta solamente conferir las Confesiones de Fe históricas de bautistas, metodistas, anglicanos, presbiterianos, congregacionales, y aún católicos romanos, para comprobarlo.
10mo. - Finalmente, hay la cuestión del cambio de la Vieja Alianza por la Nueva Alianza: No hay la mínima información de que en ese proceso, cuando Dios escribe Sus leyes en los corazones y mentes de los que aceptan los términos de Su Nueva Alianza (Nuevo Testamento), Él
a) deja fuera el 4o. mandamiento (del decálogo bíblico, no del decálogo falsificado en los catecismos católicos)
b) incluye el 4o. mandamiento, pero cambiando el dia de observancia del sábado para el domingo.
Ó
c) incluye el 4o. mandamiento, pero como un principio vago, voluntario y variable, pudiendo ser cumplido o no, o adaptado según el tiempo más conveniente para el creyente (o su empleador).
Textos básicos: Hebreos 8:6-10; Jeremias 31:31-33 y Ezequiel 36:26 y 27. – Preparado por el Prof. Azenilto G. Brito.
10 PUNTOS PARA ALCANZAR UN POSIBLE CONSENSO EN LA DISCUSIÓN SOBRE LA LEY DE DIOS

Prof. Azenilto G. Brito

Después de largas discusiones en un foro evangélico en la Internet, sobre el asunto “la ley eterna de Dios”, con varios cristianos que adoptan una visión semi-antinomista/dispenscionalista cuanto al tema, 10 puntos muy importantes les fueron sometidos, de modo que expresasen su acuerdo o desacuerdo para ver cómo este tema se podría definir mejor, según lo que realmente enseña la Biblia.
Fue propuesto que si en un cierto punto hubiera diferencias en entendimiento, eso podría ser resuelto y otra manera de acuerdo podría ser buscada, en vista de propuestas alternativas sometidas por los objetores. Sería una bendición si un consenso en los puntos principales pudiese ser alcanzado. Veamos cuales podrían ser estos 10 puntos iniciales para el consenso propuesto:
1) La cuestión de la obediencia a los mandamientos divinos, o todo lo que Dios ordena, no tendrá como objetivo la salvación en cualquier medida, puesto que nuestra obediencia pertenece al campo de la santificación (o la “perseverancia de los santos”), no de la justificación. La ley en sí misma no transmite nada en términos de justicia. Entender el papel de la ley como un medio de salvación sería usarla de modo “ilegítimo” (1 Timoteo 1:8).
2) La falla espiritual de Israel, que condujo a su rechazamiento como “nación teocrática”, no estaba en la ley, que es “perfecta”, “santa”, “justa”, “buena”, “espiritual”, “agradable” (Romanos 7:12, 14, 22), sino en la actitud de confianza propia del pueblo (“Todo lo que Jehová ha dicho, haremos”) respecto a sus posibilidades para obedecerla plenamente.
3) Jesucristo resaltó los principios básicos de la ley de Dios como siendo “amar a Dios sobre todas las cosas” y “amar al próximo como a uno mismo” (Mateo 22:36-40). Pablo lo confirma en Romanos 13:8-10 y ambos estos principios fueron reconocidos siempre por los cristianos como la síntesis de la ley divina, tanto en la perspectiva “horizontal” [de criatura-criatura], como también en la “vertical” [criatura-Creador].
4) Los preceptos son de carácter ceremonial, civil y moral en la ley divina, independientemente de ocurrir tal lenguaje “técnica” en las páginas de la Biblia, lo que es un hecho reconocido por las Confesiones de Fe y autoridades cristianas de diversas persuasiones, del presente y del pasado, según ejemplificado por la “Confesión de Fe de Westminster”, los “39 Artículos de Religión de la Iglesia de Inglaterra” y la Confesión de Fe Bautista de 1689”.
5) En el Sermón del Monte (Mateo 5 a 7), así como en la conversación con el joven rico (Mateo 19:16ss), mientras que Cristo Se ocupaba del verdadero espíritu de la ley, Él recordó que Dios considera no solamente la obediencia externa a su texto, sino las verdaderas intenciones íntimas del individuo en relación a tal obediencia.
6) Ningún de los mandamientos del Decálogo tiene uso limitado a Israel. El principio del sábado fue extendido a los “extranjeros” (Isaías 56:2-8), y la gente de cada nacionalidad necesita un día regular para el reposo, por lo tanto “el día de reposo [sábado] fue hecho por causa del hombre” (Marcos 2:27). Las más representativas e históricas Confesiones de Fe de la cristiandad protestante atribuyen el principio de un día de descanso a la creación del mundo.
7) Bajo la Nueva Alianza los principios básicos de la ley divina son escritos por Dios en los corazones y las mentes de Sus hijos, judíos o gentiles, en la manera que había sido prometido al Israel antiguo, como registrado en Ezequiel 36:26, 27 y Jeremías 31:31-33 (cf. Hebreos 8:6-10 y 10:16).
8) En las discusiones de Cristo con los escribas y fariseos sobre el sábado Él corregía la práctica extrema e insensible cuanto al mandamiento de parte de ellos, y no se empeñaba en una campaña contra una norma establecida por Él mismo como Creador y Legislador (véase Mateos 12:1-12; Hebreos 1:2).
9) En el principio de Apocalipse (1:10) Juan se refiere al “día del Señor” como siendo un día especial que dedicaba a Dios, pues él habla de eso en la introducción de su libro, mientras se localiza en el espacio (Isla de Patmos—vs. 9) y el tiempo (“en el día del Señor”). Así, él mantenía un día especial de observancia, según lo establecido en el 4to. mandamiento de la ley de Dios, un hecho que es reconocido por la mayoría de las más representativas Confesiones de Fe históricas de la cristiandad protestante, y reiterado por líderes, autores e importantes maestros en ese ambiente.
20) La Iglesia primitiva sufrió influencias negativas y asimiló prácticas y enseñanzas condenables, adoptadas después del pasaje de los apóstoles, como había sido profetizado por Pablo (Hechos 20:29, 30; 2 Tesalonicenses 2:7), por Pedro (2a. Pedro 2:1-3), un proceso que se manifestaba ya cuando Juan describe en el libro de Apocalipse, capítulos 2 y 3, algunas de las siete iglesias a que él dirige mensajes de Jesús.

UN BALANCE DE LOS ARGUMENTOS DE LOS ADEPTOS DE LA "LIBERACIÓN TOTAL" EN CUANTO A LAS
REGLAS ALIMENTICIAS
Prof. Azenilto G. Brito

Cualquier discusión de la cuestión de las reglas alimenticias de las Escrituras debe partir de tres cuestiones básicas que necesitan ser bien definidas. Tres preguntas definen eso, y son ellas:
1o. – Por que Dios creó esas leyes de limitaciones alimenticias? Tendría Él simplemente decidido arbitrariamente sobre ciertos tipos de carne, sin cualquier motivo justo, y, “eso es”?
2o. – En que aspectos las leyes dietéticas tendrían que haber sido abolidas en la cruz, ya que no eran ceremoniales? En que apuntarían al sacrificio expiatorio de Cristo?
Obs.: Hubo quien sugestionase que simbolizarían la separación entre judíos y gentiles. Pero si así es, estaría Dios incluyendo en Su ley un aspecto de algo que Él, “que no hace acepción de personas”, condena?
3o. – Como la sangre derramada de Cristo habría sido eficaz para purificar la carne de cerdo, ratones, urubú, cobras y lagartos? Habría operado algún cambio de composición estructural de manera que las habría hecho adecuadas al consumo humano?
Veamos, en seguida, los principales argumentos planteados por los “valetodistas alimenticios” y como hay dificultades inmensas para que tengan razón en sus alegaciones:
Alegación 1: Cristo, en Marcos 7:1-23, habla de que lo que entra por la boca no contamina al hombre, lo que indica que libró a Sus seguidores de las reglas alimenticias.
Dificultades de tal interpretación:
A. El contexto claramente indica que la discusión no era acerca del contenido de las leyes dietéticas de Levítico 11 o Deuteronomio 14, y sí el contraste entre lo que Dios estipuló y lo que determinaba "la tradición de los ancianos" sobre abluciones ceremoniales purificadoras (Mat. 15:2). Él mismo lo confirma en el vs. 20.
B. Si Jesús estaba "purificando" supuestos alimentos inmundos de aquella comida, su acto fue inútil porque se trataba de un almuerzo judío, en el cuál no habría carnes inmundas, aún más que había tanto rigor cuanto a las reglas de abluciones sobre que discutieron con Jesús.
C. Si estuviese aboliendo para todos los efectos las leyes dietéticas Cristo lo estaría haciendo ANTES DE LA HORA, pues, ¿las reglas sobre alimentación no fueron abolidas en la cruz? Además de ser antes de la hora, el sentido de prefiguración estaría ausente, pues solo en la expiación de Cristo es que los tipos encontraron el Antitipo, la sombra es sustituida por la Realidad!
D. Cristo estaría enseñando algo contrario a la ley divina "aún" vigente, con lo que tendría que ser considerado, Él mismo, "muy pequeño en el reino de los cielos" a la luz de sus palabras en Mateo 5:19.

Alegación 2: El Concilio de Jerusalén, de Hechos 15, presenta la idea de que los cristianos gentiles estarían libres de todas las limitaciones de la "ley judaica", interpretando eso especialmente como eximiéndolos de guardar el sábado y las leyes alimentares.
Dificultades de tal interpretación:
A. Querer limitar la expresión "ley de Moisés" (vers. 5) solamente a algunos ítems que no convengan al investigador es deshonesto (leyes alimentares y sábado). Esta expresión es más amplia e incluye los preceptos ceremoniales, como también los morales, como "no matarás", "no robarás", "honra a tu padre y a tu madre", "no usarás el nombre de Dios en vano"... Ese uso discriminatorio de la expresión es enteramente sospechoso.
B. Lo que quedó determinado en el Concilio es expreso en cuatro items de cosas de las que los cristianos gentiles debían ABSTENERSE. No se trataba de ninguna lista de cosas que debían empezar a practicar, en sustitución de la "ley mosaica", como piensan algunos (¿un "tetrálogo" que sustituye al Decálogo?).
C. De las 4 reglas establecidas, 3 tratan de ...¡Restricciones alimentares! Entonces, en lugar de que el Concilio de Jerusalén confirmara la "liberación general" en cuanto a reglas alimentares, lo que instituyó fueron algunas reglas reiterando algunas restricciones antiguas, mejor dicho--cosas de la ley que supuestamente había sido abolida, como la prohibición de ingerir sangre (Lev 17:10-14). ¿Cómo iban a repetir normas de una ley abolida?
D. Entre las reiteraciones de normas antiguas está la recomendación contra los "pecados sexuales", lo que ya era bien conocido como ley divina, expresada en el séptimo mandamiento, "no cometerás adulterio". No obstante, los apóstoles juzgaron bueno reiterar tal principio, por razones que no son expuestas, pero debe referirse a cultos paganos que involucraban prostitutas y prostitutos cultuales, y ni por eso la ley de la cual fue citada, esa regla fue abolida.

Alegación 3: La visión del lienzo de Pedro, narrada en Hechos 10, en la que aparece un lienzo con todo tipo de animales inmundos, acompañado de la orden "mata y come" es prueba de que hubo "liberación general" divina sobre las reglas alimentares.
Dificultades de tal interpretación:
A. La resistencia de Pedro ante la orden "mata y come" muestra que él no aprendió con Jesús o sus compañeros apóstoles que hubo "liberación general" de las restricciones de leyes alimentares.
B. Pedro no entendió de ningún modo el sentido de la visión, pues se mantuvo intrigado sobre la misma (vers. 17), y que el sentido era enteramente simbólico se percibe por el simple hecho de que sería imposible para el apóstol matar y comer lo que veía en una visión. Sería lo mismo que si alguien intentara tomar un helado mostrado en la pantalla de la TV.
C. Cuando finalmente entendió el sentido de la visión, no interpretó que tuviera que ver con la libertad para comer de todo, sino que los gentiles, a los cuales no era permitido a los judíos "ni acercarse", debían ser alcanzados con el evangelio (vers. 28).
D. En el capítulo siguiente, 11, dice que no podría resistir la visión (vers. 17), pero tal resistencia no decía respecto a comer carnes inmundas, sino a contacto con los gentiles. En su discurso durante el Concilio de Jerusalén Pedro hace mención a su experiencia indirectamente, y habla de "purificación", pero no de carnes inmundas, sino de los corazones de los gentiles convertidos (Hechos 15:7-9).
Que superó tal resistencia queda claro en Gálatas 2:11, donde se dice que él comía con los gentiles, aunque haya recibido reprensión de Pablo por el hecho de intentar disimular esos contactos suyos, sin justificación.

Alegación 4: La noción de que las leyes de restricciones alimentares eran ceremoniales, simbolizando la separación entre judíos y gentiles, habiendo cesado con la muerte expiatoria de Cristo.
Dificultades de tal interpretación:
A. Los adeptos de la "liberación general" de las leyes alimentares no saben definir las razones por las que Dios las instituyó, para comenzar la conversación. Si fuera para proteger la salud del pueblo, ¿por qué desaparecería tal preocupación de la noche a la mañana con la muerte de Cristo, siendo que las condiciones de higiene del hombre y animales seguirían siendo las mismas de siglos, no solo en la tierra de Judá, sino también por todo el mundo donde el evangelio sería predicado?
B. No se justificaría que de la noche a la mañana, carnes tales, como la de ratón, zopilote, serpientes y lagartos empezaran a ser consumidas, cuando el velo del templo se rasgó de arriba hacia abajo, y los del "vale-todo" alimenticio no saben justificar por qué la muerte de Cristo habría alterado la composición de los alimentos inmundos, y explicar cómo tales alimentos perjudiciales a la salud dejaron de serlo, cuando Cristo profirió el "consumado es" y expiró.
C. No hay la más mínima evidencia de que realmente la alimentación con todo tipo de comida pasó a ser la práctica de los seguidores de Cristo de los años primitivos del cristianismo, sea en la tierra de Judá o por el resto del mundo.
D. Aunque haya quien alegue que aquellas leyes eran prefigurativas de la separación entre judíos y gentiles, el hecho es que Dios no iría a mantener en Su ley un aspecto tan negativo relativo a malos sentimientos humanos (prejuicio racial, xenofobia), pues Él no hace "excepción de personas". Además, eso representaría cambiar el enfoque de Cristo y Su perfecto sacrificio para el hombre en sus deficiencias.

Alegación 5: En Romanos 14 Pablo trata de los "débiles" en conflicto con los "fuertes" en la fe, al respecto de ciertos artículos alimentarios, tratándose de un debate en torno a que se pueden utilizar carnes que antes eran inmundas.
Dificultades de tal interpretación:
A. No hay la más mínima evidencia de que los debates allí excedieron la cuestión de alimentos sacrificados a los ídolos, ya que Pablo disentía de las decisiones del Concilio de Jerusalén que prohibían tal consumo, pues decía que "el ídolo en sí nada es", permitiendo tal consumo, sólo recomendando respeto a los que tuvieran escrúpulos delicados, para no ofenderles con el permiso de valerse de tales alimentos que, además, no se limitan a carnes (del griego broma).
B. El énfasis de Pablo en que nuestro cuerpo es "templo del Espíritu Santo" (1ª Corintios 3:16,17; 6:15) no favorece la noción de que el creyente se puede alimentar de carnes de cerdo, ratón, zopilote, serpientes y lagartos, ya que el mismo Pablo dijo: "si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios" (1ª Corintios 10:31). Con eso el muestra que el cristiano debe cuidar con lo que come, no ser indiferente al tipo de comida que ingiere.
C.. El texto de discusión paralela en 1ª Timoteo 4 habla de "abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos" (1ª Timoteo 4:3) y su contexto se refiere a quien incluso prohibía el matrimonio, en una referencia, por tanto, a un grupo especifico de personas, que los investigadores identifican como gnósticos de un ala escéptica. Luego, no se trata de una regla general, y de cara ya tenemos que considerar que el "todo lo que es bueno" (vers. 4) debería incluir serpientes, lagartos, cucarachas, arañas. Además de eso, excluiría los alimentos de la “restricción alimenticia” del Concilio de Jerusalén (Hechos 15:20), así el “todo” claramente tiene sus limitaciones y no debe ser interpretado de modo absoluto.
D. En 1 Tim. 4:5 Pablo habla de usar comidas que Dios creó y que son buenas “porque por la palabra de Dios y por la oración, sean santificadas”. Siendo que la Palabra de Dios es citada como base para la decisión de alimentos y esta establece las reglas dietéticas (y la instrucción bíblica que los cristianos primitivos en la época recibían era en gran medida por oír la lectura de las Escrituras los sábados en las sinagogas—ver Hechos 15:21) es extremamente improbable que el Apóstol esté dando “carta blanca” para el consumo de cucarachas, zopilotes, serpientes, y lagartos como habiendo sido creados por Dios para el consumo humano, mediante una mera oración de gracias (como algunos dejan implícito).

Alegación 6: El texto escatológico de Isaías 66:17 no se aplica a todos los moradores de la Tierra, no se tratando de una escatología general, sino limitada a la nación de Israel.
Dificultades de tal interpretación:
A. Los capítulos 65 y 66 leídos enteros muestran el cuadro de Dios apelando a Israel para serle fiel y abandonar prácticas condenables y abominables, delante de la promesa de exterminio de los enemigos que se desvían de la verdad, y del nuevo cielo y la nueva tierra que se anticipan.
B. El contexto inmediato del pasaje habla de "fuego y espada" con que el Señor entrará "en juicio en toda carne", y que él viene para "reunir a las naciones y lenguas" las cuales "contemplarán Mi gloria", en una crisma indicación de que se trata del mismo fin descrito en Apocalipsis. Y "todos esos" que comen carne de cerdo, ratón y practican idolatría están incluidos entre los condenados a la destrucción, tanto en el capítulo 65 como en el 66 (ver Isaías 65:3-4; y 66:16-18; ver aún Eze. 32:35--naciones paganas condenadas por comer carne con sangre).
C. Hay descripciones de naciones contemporáneas del profeta (Tarsis, Pul, Lude, Tubal y Java), pero son representativas de "todas las naciones" mencionadas, igual que, como en el Apocalipsis, el vidente de Patmos también trata de Babilonia, Egipto, Gogue y Magogue como representativas de TODOS los pueblos enemigos de los hijos de Dios que encontrarán su castigo final. Se puede decir que ese pasaje, aunque registrada en el Viejo Testamento, está en la “jurisdicción” del Nuevo Testamento, pues el fin de todas las cosas se dará después de la cruz.
D. En el propio final del capítulo hay una referencia clara a "cielos nuevos" y "tierra nueva", cuando el pueblo de Dios se estaría manteniendo fiel a la ley divina, inclusive observando el sábado. En el Nuevo Testamento también leemos de la destrucción a los que destruyen el cuerpo, que es el templo del Espíritu Santo (1ª Corintios 3:17 y 6:19) y en el Apocalipsis Juan se refiere a las "aves inmundas", en un contexto escatológico (ver Apocalipsis 18:2). Además, al final del siglo I DC Juan aún mantenía el concepto de animales inmundos, prueba de que tal atribución a ciertos animales no había cesado.
El Manual Divino Para la Operación de la Máquina Humana
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Prof. Azenilto G. Brito
En la primavera pasada compré una bicicleta, y el manual de cómo montarla y que funcionara con seguridad era casi tan grueso como el de un automóvil. Eso es porque el fabricante quiere que el usuario tenga su equipo con el uso más eficiente y más durable.
El Dios, creador del hombre, no actuaría diferentemente de ningún fabricante de equipos humanos, dejando la “máquina” que él creó sin el acompañamiento por su “manual debido”. Así, él estableció leyes de modo que el hombre pusiera en operación la “máquina” de su cuerpo para el mejor funcionamiento posible.
Las leyes de salud de la Biblia regulan lo mejor para la alimentación humana, con sus aspectos higiénicos como medidas claramente preventivas para preservar la buena salud de sus criaturas. Hasta los abogados de la mentalidad de “comerlo todo”—libertad con respecto a estas reglas—admiten que la razón por la cual Dios dio estas leyes detalladas sobre alimentos era precisamente conceder al hombre mecanismos de defensa en función de las condiciones subdesarrolladas de tiempos remotos, cuando no había hospitales, clínicas, laboratorios, medicinas y medios modernos de tratamiento. Eso es verdad, pero con eso no pueden justificar por qué tales leyes tuvieron que terminar de repente (cuando Cristo murió), puesto que las condiciones que podrían ser perjudiciales a los hombres continuaron justificando tal cuidado divino, en la tierra de Judá y otras tierras en donde el evangelio sería proclamado.
Las reglas dietéticas de la Biblia definen prácticamente qué debe constituir el alimento para el hombre. Si no, él no haría caso de cuál sería el mejor para él y consumiría todo tipo de animal, cuyo papel ecológico es de otro carácter, implicando animales de la tierra, del aire y del agua. Hace un tiempo leí un artículo en la revista Reader's Digest sobre alguien que preguntaba a un habitante de la región costera por qué no buscanban cazar las aves que volaban sobre las playas para comer. El experto hombre explicó que un ladrillo puesto a cocer en un horno quedaría más suave que una gaviota y otros pájaros típicos de las áreas costeras.
No hacer caso de tales reglas ha sido la causa de muchas plagas y enfermedades que han afectado seres humanos, tales como el SIDA, la fiebre del ébola y aflicciones tales como la peste bubónica de la Edad Media han sido atribuidas al consumo y manipulación por los hombres de animales prohibidos por Dios.
El mandamiento del sábado tiene sus aspectos de salud también. Si Dios no hubiera establecido un día para que el hombre interrumpa sus actividades, su tendencia sería trabajar más y más, sin detenerse, causándole gran daño físico y mental. Dios asoció sabiamente un día para su reposo a un tiempo especial para Su adoración, fijando así los límites necesarios para el hombre.
Jesús demostró un interés en la mejor salud de sus discípulos, que cuidaba de su reposo físico, cuando él los impulsó una vez: “Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco” – Marcos 6:31.
Incluso la cuestión del diezmo tiene su lógica beneficiosa. Dios no necesita el dinero del hombre, sino que creó las normas para el mantenimiento del ministerio de modo que hubiera participación de sus hijos. De otro modo la tendencia del hombre sería recolectar egoistamente más y más para si, no pensando en la responsabilidad de la obra de Dios que el hombre tiene la responsabilidad de concluir como su especial misión para este planeta—la de predicar el evangelio a cada persona, promoviendo así el mensaje de Cristo hasta el final de todas las cosas (Mateo 28:19, 20 y 24:14).
La edición de diciembre 2005 de la revista National Geographic trajo una reportage especial sobre lo que había sido descubierto anteriormente—la mayor longevidad de los adventists del séptimo día y las ventajas de la salud de este grupo religioso en comparación con los americanos en general. Esto demuestra la validez de qué Jesús mismo declaró: “por sus frutos conocereis” si un árbol es bueno o malo. El resultado del cuidado de los adventistas (y judíos) para con las leyes dietéticas bíblicas podría dar lugar solamente a ventajas. ¿Y si estas reglas son buenas para los adventistas del séptimo día, por qué no serían igualmente buenas para otros cristianos y la población en general?
ADENDO
Un fragmento de una entrevista con Franklin Graham, hijo del famoso evangelista Billy Graham, en la última edición de la revista Time:
Respondiendo a la pregunta, si sería un pecado no usar un casco al montar una motocicleta (una de las pasiones del Graham Jr. ) él, que como el padre es pastor bautista, contestó:
“. . . Usted sabe, la Biblia dice que nuestros cuerpos son el templo del Espíritu Santo. Y si hacemos algo perjudicial a nuestros cuerpos, comiendo demasiado, comiendo los alimentos incorrectos, bebiendo demasiado, estamos dañando este cuerpo que Dios nos ha dado y pienso que lo ponemos en riesgo cuando usted no necesita ponerlo en riesgo, como montar una motocicleta sin un casco, que sencillamente no pienso que tenga sentido. Pienso que Dios nos ha dado un cerebro. Él espera que lo utilicemos “. -- (“10 preguntas para Franklin Graham”, Op. Cit., 29 de mayo de 2006. p. 8).

Ley y Pacto – ¿Por Qué Tanta Confusión?
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Prof. Azenilto G. Brito
¿Qué es pacto? Varios sentidos pueden ser dados: Acuerdo , combinación, alianza, contrato. Si alguien arrienda una casa, establecerá un contrato (concierto) como inquilino por el cuál él se dispone a cumplir sus estipulaciones- cuidar bien del inmueble, no cortar árboles de la estancia sin autorización del propietario, pagar el arriendo al día, pagar los impuestos concernientes al inmueble, etc. Esta es la “ley” que rige el contrato, firmado entre las partes.
Ahora si ese inquilino falla en cumplir esas estipulaciones, lo que termina es el contrato, no las estipulaciones referentes al alquiler de la casa. Estas proseguirán en efecto para ser cumplidas por un nuevo inquilino con el cual el contrato viene a ser firmado. Por lo tanto el fin del contrato no es el fin de su “ley”.
El contrato entre Dios e Israel terminó, no por que hubiese falla en la ley que justificase su abolición (“la ley del Señor es perfecta”- Sal. 19:7), pero porque el pueblo, que había prometido “todo cuanto el Señor habló, nosotros haremos” (Éxodo 19:8'), falló miserablemente en cumplirla. Entonces, la falla estaba en el pueblo, no en la ley.
A lo largo de la historia del pueblo escogido, nuevo pacto fue ofrecido repetidamente a ese pueblo (Ezequiel 36:26,27; Jeremías 31:31-33), mas los hijos de Israel no quisieron volver de sus malos caminos. Así, tal Nuevo Pacto propuesto en el antiguo Israel es reiterado a el “nuevo Israel” en Hebreos 8:6-10; 10:16.
El Pacto Es “Nuevo”, Pero No Su Concepto
Y la ley es la misma, no habiendo ninguna información de que haya cambiado. Principios tales como “no matarás”, “no hurtarás”, “no adulterarás”, son plenamente aceptados por los cristianos como válidos y vigentes de la ley divina bajo un Nuevo Pacto. Prosiguen válidos y vigentes porque, en caso contrario, tendríamos un caos universal, a nivel público y privado.
Es interesante que cuando algunos piensan en términos de Nuevo Pacto luego imaginan que eso significa el fin de la ley como norma para los hijos de Dios. Sólo que una lectura atenta del texto bíblico que trata específicamente del cambio, del Viejo para el Nuevo Pacto destaca exactamente… ¡a la ley!. Trata de ley directamente, mostrando que en el Nuevo Pacto lo que es llamado de “Mis leyes” es su base, siendo tales leyes divinas ahora escritas por el Espíritu Santo en nuestros corazones y mentes de los que aceptan los términos de ese Nuevo Pacto (ver Romanos 8:3 y 4). El texto de Hebreos NADA INFORMA sobre la ausencia y substitución de la ley de Dios en todos o cualquiera de sus mandamientos morales, bajo el Nuevo Pacto.
Para desconsuelo de los semi-antinomistas/dispensacionalistas, el texto referido no habla de “ley de fe”, “ley de Cristo”, “ley del Espíritu” o “ley de amor”, pero “Mis leyes (de Dios)” que, obviamente, son las mismas válidas y vigentes de la época de Jeremías. Al final, el texto de Hebreos 8:6-10 es una mera reproducción de Jeremías 31:31-33.
Aquellos a los cuales la epístola fue dirigida primero sabrían perfectamente a qué “Mis leyes” el autor se refería. Ellos entendían que la fe no anuló la ley divina, como Pablo explica en Romanos 3:31: “¿Anulamos, pues, la ley por la fe? De ninguna manera, antes, confirmamos la ley”.
Pero, ¿y todo el ceremonialismo de la ley del tiempo de Jeremías?, alguien podría preguntar. No hay ningún problema. Los primeros lectores de la epístola también sabían que aquellas alturas el velo del templo se había rasgado de arriba a abajo, y que eso significaba--que los aspectos prefigurativos de la ley cesarían, pero no los mandamientos de la ley moral.
Por cierto, esta SIEMPRE fue la posición de los cristianos bautistas, metodistas, presbiterianos, congregacionales, luteranos, anglicanos, y hasta católicos, según se puede leer en sus confesiones de fe y catecismos de siglos de existencia.
Como Entender Lucas 16:16
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Prof. Azenilto G. Brito
Lucas 16:16
16 “La Ley y los Profetas fueron hasta Juan. A partir de entonces son anunciadas las buenas nuevas del reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él.”
Que el texto de Lucas 16:16 es efectivamente mal comprendido por algunos intérpretes bíblicos amadores se hace evidente de lo que Silvia nos expone aquí. Delante de la evidente lógica de que hubo todavía ley después de Juan (Mat. 19:17, Rom. 7:7, Luc. 23:56) como también profetas (Atos 2:17, 18; 19:6; 21:9, 10; 1 Cor. 14:29, 32, etc.), parece extraño que haya ese “estado intermediario” entre Juan y la muerte de Cristo, cuando no habría una definición más de la ley, con todo esta era aun practicada normalmente y recomendada por el mismo Cristo. ¿Que cosa confusa, verdad?
Mat. 19:17
17 “El le dijo:-¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Hay uno solo que es bueno. Pero si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.”
Rom. 7:7
7 “¿Qué, pues, diremos? ¿Que la ley es pecado? ¡De ninguna manera! Al contrario, yo no habría conocido el pecado sino por medio de la ley; porque no estaría consciente de la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás.”
Luc. 23:56
56 “Entonces regresaron y prepararon especias aromáticas y perfumes, y reposaron el sábado, conforme al mandamiento.”

Atos 2:17, 18
17 “Sucederá en los últimos días, dice Dios, que derramaré de mi Espíritu sobre toda carne. Vuestros hijos y vuestras hijas
profetizarán, vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños.
18 De cierto, sobre mis siervos y mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.”
Atos 19:6
6 “Y cuando Pablo les impuso las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo”
Atos 21:9,10
9 “Este tenía cuatro hijas solteras que profetizaban. 10 Y mientras permanecíamos allí por varios días, un profeta llamado Agabo descendió de Judea.”
1 Cor. 14:29, 32,
29 “Igualmente, los profetas hablen dos o tres, y los demás disciernan.
32Además, los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas;”
¿Cómo, pues, se puede entender esa declaración de Jesucristo? Primero hay que percibir que percibir que la palabra “duraron” no está en el original, y muchas veces aparece en itálico en Biblias en general, lo que indica que fue agregada por los traductores. En Mateo 11:13 tenemos un texto paralelo que echa luz sobre el texto de Luc. 16:16: “Porque todos los profetas PROFETIZARAM hasta Juan”.
Lucas 16:16 simplemente significa: a) “Las ley y los profetas (las enseñanzas de Dios en el Viejo Testamento) fueron predicados hasta Juan indicando el tiempo en que el reino de Dios sería anunciado”. Con Juan se inició el cumplimento de este tiempo. De hecho, la nueva era se iniciaba con la predicación del Reino. El propio Juan Bautista inició su ministerio advirtiendo solemnemente, “. . . es llegado el reino de los Cielos” (Mat. 3:3).
Antes que Juan viniera, los maestros de la parte de Dios enseñaban la ley y los profetas—las Escrituras—pero no comprendían todo lo que significaban; con la venida de Juan, este les predicó el cumplimento de muchas de esas profecías en el advenimiento del Mesías. Aquel que era de la linaje real de David era nacido, la verdad para aquel tiempo ya estaba siendo proclamada, Satanás estaba trabajando como nunca y solamente los dedicados y perseverantes entrarían en el reino de Dios.
Las profecías fueron "enseñadas" has Juan; desde entonces, muchas de ellas, las relativas a la primera venida de Jesús, dejaron de ser profecías para se hacer hechos históricos. Jesús también predicaba “el tiempo está cumplido y el Reino de Dios está próximo”. Marcos 1:15.
“Hasta” la predicación del Reino de Dios por Juan, los escritos sagrados del Viejo Testamento representaban el primer guía del hombre para la salvación (ver Rom. 3:12). La palabra "hasta" (en el griego mechri) ni de lejos autoriza la idea de que los escritos de la ley y de los profetas han perdido su valor, sino significa que hasta el ministerio de Juan estos escritos eran todo lo que los hombres tenían en términos de revelación.
El evangelio vino, no para abolir las antiguas escrituras, sino para suplementarlas, reforzarlas, confirmarlas. El evangelio vino, no para ser colocado en lugar del Viejo Testamento, pero en acrécimo a él. Tal es el sentido en el cual mechri es utilizado, como también en Mat. 28:15 y Rom. 5:14. “Desde entonces", esto es, desde la proclamación del reino de Dios por Juan Bautista, luz adicional y suplementaria ha estado a brillar sobre el camino de la salvación, y no había excusas para los fariseos, "que eran avarientos".
Nada en el texto indica la abolición de la ley de Dios, lo que representaría un sentido corrompido a la vista del tenor bíblico y hasta de lo que se ha enseñado ha siglos, en los medios protestantes (como se encuentran las definiciones de la ley divina en las Confesiones de Fe, Credos y Catecismos de bautistas, presbiterianos, metodistas, congregacionales, luteranos, etc., etc.. – Basado en A. B. Christianini (Subtilezas do Erro) e SDA Bible Commentary (Comentário Bíblico Adventista).
Mensaje del Departamento de Libertad Religiosa de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en los Estados Unidos
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James Standish.
La NARLA (siglas en inglés de la Asociación Norteamericana para la Libertad Religiosa), entidad ligada a la Iglesia Adventista del Séptimo Día, estará promoviendo los días 4 al 6 de mayo un encuentro especial de instrucción sobre libertad religiosa en Washington DC, que incluirá contactos directos con autoridades gubernamentales, diplomáticas y congresistas, además de un paseo por el propio Congreso de los EUA, acompañado de adventistas que allí actúan.
El sábado día 6 de mayo, exactamente víspera del "domingo de los 10 mandamientos", en el que en las iglesias evangélicas por todo el país habrá una programación o mención especial a la necesidad nacional de valorar los principios del Decálogo, promovido por una Comisión de los 10 Mandamientos, será dedicado a una manifestación pública de los adventistas por la ley de Dios delante del Congreso Americano, no obstante en conexión con la libertad religiosa.
Este será llamado "Sábado de la Escritura en el Corazón", y esa manifestación contará también con el apoyo de la revista Liberty, publicación adventista que durante más de 100 años se bate en defensa del principio de libertad religiosa para todos.
Dice el director de NARLA, James Standish, al comunicar el evento por e-mail oficial de la entidad bajo su dirección:
Como muchos de ustedes saben, algunos líderes protestantes se unirán para promover el Domingo de los 10 mandamientos. La ironía de celebrar los 10 mandamientos en un domingo, en vez de ser en el séptimo día de la semana como se requiere en los propios 10 mandamientos, es el primer hecho que muchos percibirán. Pero aún más perturbador es el concepto que está por detrás del día: que carecemos del gobierno para promover la ley de Dios, y mediante la promoción gubernamental, los EUA de algún modo reconquistarán su fundamento moral. Nada podría estar más lejos de la realidad.
Nosotros nos denominamos una "nación cristiana" pero nos divorciamos, nos atacamos, nos explotamos unos a otros, nos matamos, nos robamos, nos vendemos drogas a unos niveles alarmantes. Estamos en busca de una cura, pero ¿de dónde podrá venir tal cura?
¿Será que va a venir por exhibir más copias de los 10 mandamientos en edificios gubernamentales? Desde la Corte Suprema hacia abajo, muchos tribunales de justicia de los EUA tienen los 10 mandamientos insertados en sus obras de arte y arquitectura, y eso desde hace décadas. ¿Acaso estas exhibiciones gubernamentales (de los 10 mandamientos) han cambiado siquiera un corazón?
¿Procederá de elegir más políticos religiosos? Tal vez nunca tuvimos tantos políticos abiertamente religiosos en nuestra historia como hasta ahora. ¿Cuántas vidas fueron cambiadas como resultado de ello?
¿Acaso las leyes que impongan los 10 mandamientos salvarán a nuestra nación? No. Es ampliamente sabido por todos que los EUA tienen ahora el índice más elevado de encarcelamiento del mundo. Piensen en ello. Es más alto que el de China, Rusia o Irán. Tenemos suficientes leyes, el problema no es la falta de leyes o de medidas para aplicarlas. El problema está en la profunda ilegalidad en los corazones de nuestro pueblo. La única forma de cambiar eso es cambiando nuestros corazones. Y lo único que puede cambiar nuestros corazones es Aquel que, en primer lugar, hizo nuestros corazones. Es por eso que la NARLA se enrogullece de promover el "Sábado de la Escritura en el Corazón", un día par hacer que se enfatice que los EUA vuelvan a poner la ley de Dios de regreso en el lugar en el que debe estar: ¡escrita en nuestros corazones, por un Dios que es amoroso y poderoso!
Sería maravilloso si cada iglesia de los EUA se sirviese de esta oportunidad para recordar a la nación la invitación divina para escribir Sus leyes en el único lugar en el que realmente deben estar: en cada uno de nuestros corazones (ver Hebreos 8:6-10).
Para más informaciones y materiales, visite www.religiousliberty.info. Que Dios los bendiga a todos.
Preguntas desafiadoras sobre el 4o mandamiento de la ley moral; Leyes alimentares; Cuestiones Sobre la Inmortalidade del Alma:
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Prof. Azenilto G. Brito

¿Donde está escrito que en el pasaje de la Antigua para la Nueva Alianza, cuando Dios escribe lo que es llamado “Mis leyes” en los corazones y mentes de los que aceptan los términos de la Nueva Alianza [Nuevo Testamento] (Heb. 8: 6 a 10), transfiriendo el contenido de las frías tablas de piedra para los corazones calentados por la divina gracia (2a. Cor. 3:2-7), Dios
a – deja de fuera el 4o. mandamiento de la ley moral;
b – incluye el 4o. mandamiento, pero altera el día de observancia del sábado para el domingo;
Ó
c – propone que el día de reposo sea una práctica vaga, voluntaria y variable, pudiendo ser reinterpretada como un día cualquier que sea más conveniente al creyente (o a su empleador)?
Textos Básicos: Hebreos 8:6-10; Jeremías 31:31-33; Ezequiel 36:26, 27, Isaías 66:16-18.

Preguntas sobre la cuestión de las leyes alimentares
1 – ¿Por qué estableció Dios esas leyes de limitaciones alimentares? ¿Tendría Él arbitrariamente así determinado sobre ciertos tipos de carne, sin cualquier razón justificable?
2 – ¿En que aspectos las leyes dietéticas tendrían sido abolidas en la cruz, ya que no eran cerimoniales? ¿En que sentido representarían el sacrificio expiatorio de Cristo?
Obs.: Hubo quien imaginase que simbolizarían la separación entre judíos y gentiles. Pero, si así es, estaría Dios incluyendo en Su ley un aspecto de algo que Él, que “no hace acepción de personas”, condemna?
3 – ¿Cómo la sangre derramada de Cristo tendría sido eficaz para purificar la carne de cerdo, ratón, abutre, cobra y lagarto? Tendría ocurrido algún cambio en la composición estructural de manera a hacerlas adecuadas al consumo humano?

Cuestiones Sobre la Inmortalidade del Alma:
a) Probar que Diós ha puesto un alma inmortal cuando creó el hombre (siendo que este ni necesitaría de eso pues la muerte no estaba prevista en el plan original de Dios para la creación del hombre, sino la vida física del hombre, eternamente preservada en el Paraiso físico).
b) Mostrar descripciones bíblicas claras (no en textos parabólicos o simbólicos) de almas concientes, dejando el cuerpo al morir, y siguiendo para el cielo, infierno, purgatorio o cualquier otro “departamento del allá” que la teología popular ha creado.
c) Mostrar descripciones bíblicas claras de almas o espíritus volviendo de algún lugar del allá para reincorporar cuando de la resurrección final.
d) Demostrar como los cuerpos de los impíos que resucitan tienen capacidad de ser eternamente refractarios al fuego, pues solamente los redimidos son descritos como teniendo cuerpos incorruptibles (Fil. 3:20, 21; 1 Cor. 15:53-55).
e) Explicar adonde parte el lago del fuego después de cumplir su función de “muerte segunda”, ya que quema SOBRE LA SUPERFICIE DE LA TIERRA (Apoc. 20:9ss) y no es dicho en ninguna parte que salte de sobre la Tierra para proseguir quemando en otro sitio del universo. El contexto dice que habrá “cielo nuevo, y una tierra nueva . . . y el mar no existía más [ni el lago de fuego]” (Apoc. 21:1).
 
Re: LO QUE NUNCA PUDIERON REFUTAR LOS ANTIADVENTISTAS

10 Dilemas de los que Niegan la Validez de los 10
Mandamientos Como Norma Cristiana
Prof. Azenilto G. Brito

Un antinomista es alguien que esté contra la ley, que dice que fue abolida por Jesús, durante el Su ministerio o por Su muerte en la cruz. Y eso implicaría todos los mandamientos, los morales (o los Diez Mandamientos) y ceremoniales. Enseñan que el Decálogo habría terminado con la muerte del Salvador junto con la vieja alianza y todas las estipulaciones rituales de los judíos (la ley ceremonial).
Se empeñan estos en un enorme esfuerzo para conseguir librarse de la obligación de satisfacer los Diez Mandamientos, enseñando que tal ley, base de la alianza de Dios con su pueblo de Israel en el pasado, no más se aplica a cristianos. En lugar de esta ley, ahora permanece para los cristianos algo como una “ley de Cristo”, en la “nueva dispensación”--una serie de recomendaciones y principios que se esparcen a través del Nuevo Testamento, con nada de códigos y reglas enumeradas.
Uno es llevado a preguntarse donde la Biblia describe una ruptura entre el Padre y el Hijo al punto que el último se haya rebelado para lanzar su propia ley en contraste con la del Padre (¿superior?), que siempre sirvió la humanidad tan bien, como la base del comportamiento moral. Después de todo, ¿no declaró Cristo: ¡“Yo y el Padre uno somos”?! ¿Por qué la “ley de Cristo” y la “ley de Dios” no sería solamente una y la misma?
Pero al abogar tales ideas anti-bíblicas estos maestros enfrentan 10 dilemas serios. Veamos abajo cuáles son ellas:
El primer dilema de los que predican la abolición de los Diez Mandamientos en la cruz, junto con las leyes ceremoniales, es que tales ideas van contra lo qué ha sido enseñado siempre por documentos confesionales de las diversas iglesias protestantes sus más prominentes líderes, incluyendo los de los mismos promotores de tales aberraciones teológicas. He algunos ejemplos:
“En el más alto rango de los enemigos del evangelio de Cristo, están los que abiertamente y explícitamente el ‘juzgan la ley' en sí misma, y ‘hablan mal de la ley'; quienes enseñan a hombres a violar . . . todos los mandamientos en un solo golpe; quién enseñe, sin ninguna cubierta, así con muchas palabras, -- ¿‘qué hizo el Nuestro Señor con la ley? Él la abolió. Hay solamente un deber, que es el de creer. Todos los mandamientos son impropios para nuestros tiempos. .. ‘Padre, ¡perdónalos por que no saben lo que hacen!” - Juan Wesley, “Upon Our Lord’s Sermon on the Mount”, Discourse 5, in Works, Vol. 5, 1829 ed.), pp. 311, 317.
Estas palabras vigorosas son de Juan Wesley [Works of Wesley -- (Nueva York: Waugh Y Masón, 1833) ]. Para los que no saben, Wesley fue el fundador de metodismo y el gran evangelista y revivalista del siglo XVIII. La exposición siguiente es de uno de sus sermones famosos:
“La ley ritual o ceremonial, entregada por Moisés a los hijos de Israel, conteniendo todas las prescripciones y ordenanzas que se relacionaban con los viejos sacrificios y servicio del templo, Nuestro Señor vino de hecho destruir. . . Pero la ley moral, contenida en los Diez Mandamientos, y hecha cumplir por los profetas, Él no la quitó.
“La ley moral. . . se soporta sobre una fundación enteramente diversa de la ley ceremonial o ritual, que se destinaba solamente a ser un restricción temporal para un pueblo desobediente y obstinado; mientras que esta viene del principio del mundo, siendo ‘escrita, no en las tablas de piedra ', pero en los corazones de todos los hijos de hombres, cuando salieron de las manos del Creador.” -- Juan Wesley, “Upon Our Lord’s Sermon on the Mount”, Speech 5, in Works of Wesley, Vol. 5, (1829 ed.), p. 311.
Por su parte, el ferviente evangelista Moody agrega estos pensamientos valiosos:
“Nunca encontré un hombre honesto que viese cualquier defecto en los Diez Mandamientos. La ley dada en el Sinaí no ha perdido nada de su solemnidad. . . . La gente necesita de ser llevada a entender que los Diez Mandamientos todavía están en el vigor, y que hay una pena relacionada con cada violación. . . . El Sermón del Monte no canceló los Diez Mandamientos.” -- Weighed and Wanting, pp. 11 y 16.
Lo qué estos autores declaran está en armonía perfecta con las Confesiones de Fe históricas de las diversas iglesias protestantes, de las cuales podríamos citar los siguientes:
Iglesia Bautista: “Creemos que la ley de Dios es la regla eterna y inmutable de su gobierno moral; que es santa, buena, justa y la inhabilidad que las Escrituras atribuyen al hombre caído para satisfacer sus preceptos se manifiesta enteramente de su amor por el pecado; para librarlos de los cuáles, y restaurarlos a través de un mediador para dedicada obediencia a la ley santa, es un gran objetivo del Evangelio, y de los medios de gracia ligados al establecimiento de la iglesia visible”. -- Confesión de Fe de New Hampshire, artículo 12.
“La ley de Dios es una ley divina, santa, celestial, perfecta. Los que encuentran fallas en la ley, o en el mínimo grado la desprecian, no entienden su blanco, y no tienen ninguna idea correcta de la propia ley. . . En todo lo que siempre decimos sobre justificación por la fe, nosotros nunca hemos tenido la intención de disminuir la opinión de nuestros oyentes cuanto a la ley, porque la ley es una de las más sublimes de las obras de Dios. No hay un mandamiento en exceso; no hay ningún en falta; pero es tan incomparable, que su perfección es una prueba de su divino origen”. - C. H. Spurgeon, 2d series (1857), p. 280.
Iglesia Metodista: “El Viejo Testamento no es contrario al Nuevo: pues tanto el en Viejo como el Nuevo Testamento la vida eterna es ofrecida a la humanidad por Cristo, que es el único mediador entre Dios y el hombre, siendo tanto Dios como hombre. . . Aunque la ley dada por Dios a Moisés, en lo que concierne a ceremonias y ritos, no se obliga a los cristianos. . . no hay ningún cristiano cualesquiera que esté libre de la obediencia a los mandamientos que son llamados morales”.-- Artículo 7 de los Treinta y Nueve Artículos de Religión. [Obs.: Esta misma confesión es adoptada por la iglesia Episcopal/Anglicana].
Iglesia Presbiteriana: “La ley moral para siempre se obliga a todos, a las personas justificadas como también a las demás, a su obediencia; y eso no solamente respeto a la materia contenida en ella, pero también por lo que se refiere a la autoridad de Dios, el Creador, que la dio. Tampoco Cristo en el evangelio la deshace en cualquier manera, pero en mucho consolida esta obligación. . . el Espíritu de Cristo somete y capacita la voluntad del hombre de actuar libremente cumpliendo alegremente todo lo que la voluntad de Dios revelada en la ley, requiere que se haga. . . . . La libertad que Cristo compró para los creyentes bajo el evangelio consiste en su libertad de la culpabilidad del pecado, la ira de condenación de Dios, la maldición de la ley moral. . bajo el Nuevo Testamento la libertad de los cristianos se agranda más en su libertad del yugo de la ley ceremonial, a la cual la iglesia judía fue sujetada “-- Secciones V, VII y XX del cap. XIX de la “Confesión de Fe de Westminster”. [Obs: Esto también es validado por la Iglesia Congregacional].
¿No es embarazoso ver a estos individuos contradiciendo a los pioneros y credos de sus propias iglesias?
El segundo dilema de los predicadores de estas teorías de la “ley abolida” es su alegación de que el mandamiento del sábado es el único en el Decálogo que no aparece en el Nuevo Testamento y no poder probarlo. Enseñan que a despecho de la ley moral de los Diez Mandamientos encontró su fin en la cruz, todos los mandamientos, a excepción del sábado, fueron restaurados y repetidos en el Nuevo Testamento. De ahí presentan una pequeña lista con los mandamientos enumerados según textos del Nuevo Testamento, excluidos el 4to (el que trata del sábado). Pero quienquiera se dedique a examinar tal lista verá que es puramente una trampa. En el primer lugar, los términos del 3ro mandamiento no están claramente allí tampoco, ocurriendo solo referencias indirectas al mismo (véase Mat. 5:34, 35: “No juréis en ninguna manera: ni por el cielo . . . Ni por la tierra . . . ni por Jerusalén . . .”).
También, no hay nada específico sobre confección de imágenes de escultura, solo referencias indirectas, como en la condenación genérica a ídolos (véase Hechos 15:20; I Juan 5:21; 2 Corintios 6:16). Por esa alegación un católico-romano puede alegar que tales textos no incluyen las imágenes de los santos de la Iglesia, solamente refiriéndose a imágenes de la Divinidad, entonces estarían satisfaciendo a la regla, porque realmente él no venera a imágenes de Dios. En hecho, si los Diez Mandamientos fueron sido abolidos en la cruz, ¿cómo puede uno probar que la mera fabricación de imágenes es incorrecta, según lo estipulado en el 2do mandamiento, “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra: . . .” ?
De todas formas, si estos “apologistas cristianos” se sienten con el derecho de hacer “referencias indirectas” a los mandamientos del Decálogo, nada podría ser más justos de que demostrar referencias más que indirectas al 4to. mandamiento en el Nuevo Testamento:
* Jesús declaró que “el sábado fue hecho por causa del hombre”, indicando claramente la Creación. El texto indica que la palabra para el “hombre” es la misma usada cuando Cristo Se refirió al matrimonio, originado en el Edén, pues dijo que un hombre “el hombre dejará padre y madre, y se unirá á su mujer” (Mat. 19:5). ¡Pero, el matrimonio no fue planeado solamente para los judíos! Y la 2da parte del verso, “no el hombre por causa del sábado”, no contradice su primera parte, especialmente cuando uno interpreta estas palabras según la imaginación de los anti-sabatistas (que el mandamiento de sábado era solamente para los judíos). No sirve porque no se puede decir “y no el hombre judío por causa del sábado”. Dios no creó el “hombre judío”, sino solamente el “hombre”. El hecho de que después se hizo judío, babilónico, egipcio se debe a factores posteriores.
* El testimonio de Lucas 30 años después de la crucifixión, de que las mujeres santas que eran seguidoras de Cristo “y reposaron el sábado, conforme al mandamiento.” (Lucas 23:56). Después de tres décadas, para Lucas la observancia del sábado era “según el mandamiento”. No dice nada que era un mandamiento de alguna “vieja ley”, “abolida”, o cosas como eso.
* La declaración del autor de Hebreos (cap. 4, v. 9) que sigue habiendo un reposo de sábado para el pueblo de Dios (en el griego, sabbatismós, en contraste con el restante de las referencias al “reposo” en el capítulo, donde se utiliza el término katapausín, vs. 3, 4, 5, 8). Esta diferenciación de términos es muy significativa. Para nada decir del hecho de que el autor bíblico, escribiendo a los cristianos hebreos, no ilustra el reposo espiritual que el pueblo de Dios perdió, o podría todavía obtener, con el reposo del domingo (por el año 64 a 70 AD). Si entonces el domingo fuese una institución cristiana, el día de descanso de la Iglesia, no hay duda que él lo utilizaría para su ilustración. Sin embargo, él no hace caso ningún de ese día, y utiliza el sábado del séptimo día para ilustrar su punto.
* La preocupación expresada por Cristo sobre los cristianos de Judea que tendrían que orar para q su escape, cuando de la invasión de su tierra (Jerusalén y Judea) en el año 70 AD por los ejércitos romanos, no ocurriese “en el invierno, ni en el sábado” (Mat. 24:20). Cristo sabía sobre la inconveniencia y el peligro si los enemigos rodeasen la ciudad en el día en que estaban en la iglesia o estuviesen dedicados a la adoración privada a Dios, inconscientes de lo que pasaba en exterior. .
* Jesús también recomendó: “todo lo que os dijeren [los líderes religiosos judíos, Sus contemporáneos] que guardéis, guardad lo y haced lo; mas no hagáis conforme á sus obras: porque dicen, y no hacen” (Mat. 23:3). Una de las cosas que decían era que observasen el sábado fielmente (Lucas 13:14). Debían, pues, oírlos en lo que estuviesen ciertos, pero no actuando según sus incorrectas actitudes con respecto al sábado y a los otros mandamientos.
* Pablo pasó un año y medio discutiendo con los judíos en Corinto, y por todo ese tiempo NUNCA dijo que adoptasen el domingo como su día de observancia, incluso cuando los judíos abandonaron el lugar y solo los gentiles permanecieron (Hechos 18:1-4 y 11). En Filipos, donde no había sinagoga, los apóstoles y Pablo eligieron un lugar tranquilo y ahí pasaron el sábado: Hechos 16: 12, 13.
* Los cristianos de origen judío eran celosos en la observancia de la ley (Hechos 21:20) y no serían los promotores del abandono de uno de los preceptos principales de la ley, su 4to. Mandamiento. Documentos históricos posteriores corroboran esta conclusión. El historiador palestino Epifanio, que vivió alrededor de 350 AD, dice cómo aquellos cristianos de la iglesia-madre de Jerusalén, que habían salido de la ciudad antes de su destrucción en 70 AD, se fijaron en Pela, un lugar a norte de Jerusalén, donde eran conocidos como “nazarenos”. Epifanio declara que estos nazarenos, es decir, los descendientes directos de la congregación de Jerusalén, se diferenciaban de las otras comunidades cristianas por insistir hasta aquel tiempo en la observancia del sábado!
* En el Concilio de Jerusalén, entre las cosas que no fueron requeridas de parte de los gentiles, no se determina ninguna regla contra el sábado (Hechos 15:20), lo que prueba que no era un objeto de discusión en aquella iglesia, pues todos lo observaban sin problema. Pablo declaró cuando bajo condenación: “Ni contra la ley de los Judíos, ni contra el templo, ni contra César he pecado en nada” Hechos 25:8). Si él hubiera violado el precepto del sábado no tendría ninguna condición para presentar esa reivindicación, porque lo acusarían inmediatamente de ser un violador del sábado, un principio profundamente arraigado en la religión y la cultura de los judíos.
El tercer dilema de estos “intérpretes de la nueva ley” no es que no pueden demostrar el requisito incluso infantil de que cada mandamiento sea referido en el Nuevo Testamento (integralmente o no) para indicar su validez para la comunidad cristiana.
Pero ¿quién dijo ser que ese el objetivo de esta parte de la Biblia? Los principios morales básicos del Viejo Testamento tienen como fundación “amor a Dios” y “amor al próximo”, que son reiterados (no revalidados) en el Nuevo Testamento por Cristo (Mat. 22:34-40, ver Deu. 6:5 y Lev. 19:18). Cuando Pablo explica que el “amor es el cumplimiento de la ley” (Rom. 13:8-10) él lo hace en el contexto de citar algunos mandamientos como ilustración, tomando una parte por el conjunto. En el vs. 9 él declara: “si haya cualquier otro mandamiento. . . ” Claramente con eso él está incluyendo toda la ley moral divina.
Jesús también declaró al joven rico: “si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos” (Mat. 19:17). En el informe de Lucas, es demostrado que Jesús dice al joven: “Los mandamientos sabes: No matarás: No adulterarás: No hurtarás: No dirás falso testimonio: Honra á tu padre y á tu madre” (Lucas 18: 20). Así, es un gran absurdo alegar que si Jesús no repitió el 4to mandamiento, este no es más obligatorio. De hecho Él no mencionó el 1r, ni el 2do, ni el 3ro, ni el 10mo ¿Se permitiría al joven los desatender de ese punto en delante? ¿Podría él alcanzar la vida eterna venerando imágenes, pronunciando el nombre de Dios en vano, violando el sábado y codiciando la esposa y las cosas de su vecino? ¿Era ése el tipo de enseñanza de Cristo?
Oh, pero esto no cuenta—Jesús dicho tales cosas antes de la cruz, aún dentro de la “dispensación de la ley”, algunos pueden alegar. Pero no hay problema: Santiago, bien después de la cruz, cita mandamientos “no matará” y “no adulterarás” para destacar que “ Porque cualquiera que hubiere guardado toda la ley, y ofendiere en un punto, es hecho culpado de todos”, recordando pronto después de decirlo que esta ley será la base del juicio divino (véase Sant. 2:8-13). Él no cita todos los mandamientos, de hecho, solamente dos. Pero sus palabras abarcan evidentemente TODOS.
Solamente los que son demasiado obstinados y prejuiciosos contra la validez de la ley moral divina no pueden reconocer esto, además de tener que hacer frente al juicio por transgredir todos los mandamientos por solamente no hacer caso voluntariamente de uno de ellos. Y, todavía, empeñarse en una campaña contra su validez (Mat. 5:19). Y recordemos las palabras abarcadoras de Pablo en Romanos 13:8-10, después de la cruz.
Con esto llegamos al cuarto dilema de los antinomistas y semi-antinomistas modernos: dejar implícita la absurda “división dispensacionalista” por la cual antes de la cruz la gente era salva por la ley, y después de la cruz, por la gracia.
Es así que muchos creyentes entienden la cuestión. Preguntamos exactamente esto para centenares de evangélicos que reciben nuestros anuncios, preguntando específicamente: ¿Cómo se salvaban los individuos que vivían en los tiempos del Viejo Testamento? Alguien contestó a que eran salvos por su obediencia a la ley, otro argumentó que Jesús fue predicar a los “espíritus en prisión” (1 Pedro 3:19 y 20), demostrando la ignorancia evidente de esta enseñanza en el ambiente evangélico, fruto de estas teorías del dispensacionalismo que ha dejado mucha gente confundida en este punto (y otros): ¡si ahora es la “dispensación de la gracia”, entonces la gente se salva sin tener nada con la ley! ¡Y en la “dispensación de la ley”, la gente era salva sin no tener nada con gracia!
Arnaldo B. Christianini presenta acerca de esta cuestión un comentario irónico:
“El autor del libro [por un pastor bautista, defendiendo estas ideas antinomistas que Christianini refuta]. . . defiende el dispensacionalismo y cree que después de Cristo la gracia ha suplantado la ley, la sustituyó, la anulo, la destruyó. Él afirma que, con la muerte de Cristo, la jurisdicción de la ley terminó, iniciándose la de la gracia. Si ésta fuera la verdad, quisiera preguntar--¿cómo los pecadores de los tiempos del Viejo Testamento resolvieron su dilema? ¿Cómo habrían podido ser salvos? Este punto no se puede pasar por alto ya que la opinión de las Escrituras muy claramente indica que la salvación es obtenida solamente por la gracia. Y si la gracia no exista antes de la cruz, se concluirá que los pecadores que vivieron en los tiempos de los patriarcas y después no podrían ser salvos. Vivieron antes de la gracia para su perdición. O—como sugieren algunos—si los pecadores del Viejo Testamento fueron salvos a través de las obras de la ley, uno es forzado a imaginarse que los cielos están divididos en dos grupos: uno de los que proclaman en una alta voz que fueron salvos por sus propios méritos y esfuerzos, porque observaron la ley (y eso sería un insulto a Jesús, una ofensa a Su sacrificio y a Su sangre), mientras que la gente que vivió después de que la cruz allí proclamaría humildemente las alabanzas de Cristo, que les concedió la vida eterna. . . ¿Sería eso concebible?
No, no hay en la Biblia tal cosa: una jurisdicción de la ley y otra de la gracia separadas por la cruz. Eso es una fabricación humana dañosa, una ofensa al plan de Dios. . La Biblia dice que la gracia viene “desde tiempos eternos” Rom. 16:25), que el “Cordero . . . fue muerto desde el principio del mundo” (Apo. 13:8), y que la gracia “nos es dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos” (II Tim. 1:9). Por lo tanto, los pecadores bajo el Viejo Testamento también fueron salvos por la gracia. Abraham fue salvo por la gracia, Gál. 3:8; Rom. 4:3. David no fue salvo por sus propios méritos, sino por la fe en Cristo. Rom. 4:6. La gracia se extiende a TODOS los hombres. Tito 2:11; Rom. 5:18. Fue planeada incluso antes de que la caída y comenzó a estar en vigor desde Gén. 3:15. . . -- Subtilezas do Erro [Sutilezas del error], 1ra edición, pp. 84 y 85.
El quinto dilema de los que abogan la teoría de la abolición del Decálogo divino es su contradicción evidente y razonamiento ilógico sobre la “restauración de los mandamientos en el Nuevo Testamento”.
Si todos los mandamientos fueron abolidos en la cruz, más adelante siendo restaurados en el Nuevo Testamento (excepto el 4to.), imaginemos una situación increíble que emergería de esto: El 5to. mandamiento fue eliminado junto con el resto de las reglas morales y ceremoniales cuando Jesús pronunció, “Consumado está”. Entonces, en el minuto siguiente, cualquier hijo de un seguidor de Cristo podría golpear su pierna con el pie, insultarlo y lo desobedecer libremente, puesto que el 5to. mandamiento fue “restaurado” solamente cuando Pablo lo recordó escribiendo a los efesios, y esto por el año 58 A.C. (véase Efe. 6:1-3)! Y, lo que es peor, los términos del mandamiento “no matarás”, fue reiterado solamente por Pablo en Romanos 13:9, por el año 56 o 58 A.C. (también “no hurtarás”, “no adulterarás”, “no codiciarás”).
Es decir, por casi 30 años los hijos de los cristianos no tenían que respetar a sus padres, porque el 5to. mandamiento se restauró solamente después de unas tres décadas, y eso solamente a los efesios. ¡Muchas décadas más pasaron hasta alcanzar a la comunidad cristiana entera de modo que todos fuesen enterados de la necesidad de los niños obedecer y respetar a sus padres! Además de que a los cristianos les es permitido matar unos a los otros, etc., durante este período “sin la ley”. . . ¡¿Hace eso cualquier sentido?!
Con tal tipo de razonamiento podemos ver que la enorme confusión de esta gente que vaya contra el “así dice el Señor” de las Escrituras.
Progresemos, aunque, a otro dilema, el sexto: no saber definir la terminología de Pablo al ocuparse del tema de la ley en sus epístolas y hacer gran confusión al respecto. Esto es peligroso, porque Pedro ha advertido: “nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito también; casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos é inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para perdición de sí mismos. Así que vosotros, oh amados, pues estáis amonestados, guardaos que por el error de los abominables no seáis juntamente extraviados, y caigáis de vuestra firmeza” (2 Ped. 3:15-17). Estos “apologistas cristianos” a menudo se confunden con la rica terminología de Pablo en Romanos, Gálatas y Efesios porque Pablo utiliza varias expresiones en su discusión sobre ley-gracia, fe-obras, pecado-justicia (como “ley de Cristo”, o “de la gracia”, o “de la fe”, o “del espíritu de vida”, “o del pecado y muerte”). No percibiendo el recurso retórico de su uso no se dan cuenta de que “la ley del pecado y de la muerte”, por ejemplo, es la manera que Pablo se refiere a la acción del pecado, no una designación de la ley de Dios de la cual declaró: “yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne á la ley del pecado” (Rom. 7:25). Este texto y otros donde Pablo exalta la ley de Dios como “santa, justa, buena, espiritual” en que tiene “placer” (vs. 12, 14, 16, 22) no corresponde a la tesis de la “ley abolida”. ¿Tendría Pablo placer en una “ley del pecado”, enteramente abolida? Para no decir nada sobre la Rom. 3:31: ¿Luego deshacemos la ley por la fe? En ninguna manera; antes establecemos la ley” Éste es un texto claro en que Pablo demuestra que aún siendo la salvación enteramente con la fe, redimidos no son dejados sin la ley de Dios como su norma de vida. Estos negadores de la validez de tal ley no saben simplemente qué hacer con este texto delante de las ideas semi-antinomistas que abogan. Y todavía viene Rom. 8:3 y 4, 6-8, versos que solamente complican su posición.
El séptimo dilema de estos negadores de la validez de la ley divina es que no pueden probar que en la nueva alianza hay una “nueva ley” que nada tiene a hacer con el Decálogo, para la comunidad cristiana, siendo más “user friendly”. Sin embargo, la Biblia indica que la nueva alianza tiene como su base, no alguna otra, sino la misma ley moral dada a Israel.
Veamos un texto importante, de hebreos donde, lejos de enseñar que el Nuevo Testamento representa una nueva alianza sin la ley básica divina expresada en el Viejo Testamento, el autor de la Biblia demuestra que a los que aceptan los términos de la nueva alianza (o Nuevo Testamento) Dios mismo escribiría Su ley en sus corazones e las imprimiría en sus mentes:
“Mas ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, el cual ha sido formado sobre mejores promesas. Porque si aquel primero fuera sin falta, cierto no se hubiera procurado lugar de segundo. Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el Señor, Y consumaré para con la casa de Israel y para con la casa de Judá un nuevo pacto; no como el pacto que hice con sus padres El día que los tomé por la mano para sacarlos de la tierra de Egipto: Porque ellos no permanecieron en mi pacto, Y yo los menosprecié, dice el Señor. Por lo cual, este es el pacto que ordenaré á la casa de Israel Después de aquellos días, dice el Señor: Daré mis leyes en el alma de ellos, Y sobre el corazón de ellos las escribiré; Y seré á ellos por Dios, Y ellos me serán á mí por pueblo: (Heb. 8:6-10; cf. 10:16).
En 2 Corintios 3:1-11 Pablo compara el cristiano bajo la nueva alianza con una “Siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón”.
En la nueva alianza, establecida en “promesas mejores”, Dios escribe Su ley en los corazones de los que acepten sus términos, tomándolos de las frías tablas de piedra para registrarla en los corazones calentados por la gracia divina (véase Heb. 8:6). Debe ser notado que estas “mis leyes” [de Dios] son iguales a las que estaban en la promesa original dirigida a los hijos de Israel en Jeremías 31:31-33, no otra. El peso de la prueba reposa sobre quienquiera niegue este hecho, establecido claramente en estos textos, más allá de Hebreos 10:16, que confirma: Dios escribe Sus leyes en los corazones de sus hijos bajo la nueva alianza. Los lectores cristianos-hebreos de la epístola entenderían muy bien a qué ley divina se refiere este lenguaje entero.
Ningunos de estos “apologistas cristianos” de orientación semi-antinomista pudieron hasta ahora contestar de manera aceptable en el mínimo a nuestra pregunta desafiadora: ¿Dónde se dice que cuando Dios escribe Su ley en los corazones y mentes de los que acepten los términos de la nueva alianza [Nuevo Testamento], Él, a) deja fuera su 4to mandamiento, b) mantiene en 4to mandamiento, pero teniendo el domingo en lugar del sábado, o c) mantiene el 4to mandamiento, pero dejándolo como una regla vaga, voluntaria y variable, adaptable a los intereses o a la conveniencia del creyente (o de su patrón)?
Otro dilema de esa gente es que el contexto de los capítulos de Hebreos 8 y 10 se refiere claramente al Israel “ampliado” de Dios, los de la dispensación cristiana. Además, para decepción de estos individuos, el texto habla de “leyes de Dios”, no “ley de Cristo”. Después de todo, la nueva alianza está disponible para todos, ahora a los judíos y gentiles, porque la pared de separación fue quitada con la abolición de la “ley ceremonial”, no de la ley moral (Efe. 2:11-22).
Así, el tema de la ley de Dios no es una cosa del Viejo Testamento. Antes, es un componente básico del propio Nuevo Testamento, ciertamente en sus aspectos morales, no ceremoniales (véase 1 Cor. 7:19).
El octavo dilema de estos negadores de validez del Decálogo como norma de conducta cristiana es que no saben qué hacer con la norma del día de descanso dentro de la “nueva ley”: algunos dicen que los cristianos primitivos pronto adoptaron el domingo para conmemorar la resurrección de Cristo, pero en vista de carencia de evidencia bíblica de eso otros dicen alternativamente que no hay ningún día a observar, o que el mandamiento ahora es solo descansar en un “día en siete”, no necesariamente sobre en el 7mo día, o que el reposo del sábado significa simplemente aceptar a Cristo, y así sucesivamente. Ahora, si “cualquier día sirve”, ¿por qué no nos fijaremos en aquel que fue instituido claramente en la Biblia, el séptimo?
No hay consenso entre los muchos creyentes y iglesias, algunos observando el domingo de modo riguroso, otros que no atribuyendo mucho valor al día, siendo él utilizado solamente como la “época para los cultos principales”, o no teniendo ningunos escrúpulo para el cualquier día. Pero Jesús dijo que “el sábado fue hecho por causa del hombre (Mar. 2:27) [no del hombre judío, solamente]” y Juan revela en la introducción de su libro profético, que tenía un “día del Señor” a dedicar a Dios (ver Apo. 1:10).
Que Juan no está refiriéndose al domingo se hace claro para el hecho que, al escribir su evangelio por la misma época, menciona simplemente el día de la Resurrección como “primer día de la semana”, sin indicar que era un día especial de cualquier tipo (véase Juan 20:1).
El noveno dilema de los que abogan el fin de toda la ley (moral, ceremonial, civil) en la cruz es que, percibiendo no tener base bíblica para apoyar la observancia del domingo (por eso ni todas las iglesias y/o sus miembros lo adoptan) toman por recurso citar autores de la Patrística totalmente fuera del contexto histórico, mientras que no hacen caso de los resultados del trabajo realmente erudito, profundo del Dr. Samuele Bacchiocchi, dentro de las bibliotecas del Vaticano, que obtuvieron el reconocimiento más alto por autoridades católicas y protestantes en Historia de la Iglesia y otros investigadores serios.
Citar Barnabas, Tertuliano, Justino Mártir, Eusebio puede parecer muy impresionante, pero si el verdadero contexto histórico de estos Escritos no es considerado, tales declaraciones llenas de omisiones serán por engañosas, como es realmente el caso.
También los que refieren a tales autoridades no mencionan TODAS. Dejan de fuera a autores como Sozomen, Socrates, Epifanio, no explican el origen del domingo de Pascua en la substitución de la regla de observarla la Pascua en el 14to de Nisan como los judíos, no hacen caso de las razones de la famosa Controversia Quatrodecimana o de las medidas anti-judías del emperador Adriano en 135 AD y su efecto para la comunidad cristiana de Roma. Esto todo merece seria investigación.
El décimo dilema de los que predican el fin del Decálogo en la cruz es que necesitan recurrir a la mentira pura y simple para promover la ecuación falsa: “observancia del sábado = justificación por obras”. ¡Es decir, insinúan insistentemente que quienquiera que quiera observar el sábado está deseando obtener salvación a través de obras de la ley! Aunque las POSICIONES OFICIALES de las Iglesias que observan el sábado sobre salvación por la gracia, nunca por obras, se les son presentadas variadamente, estos “apologistas cristianos” pasan por alto tales hechos debidamente documentados para se empeñar en la injusta y falsa alegación que todos esos cristianos que enseñan y practican la observancia del sábado predican la salvación por obras de la ley, siendo, así meros legalistas.
Hay, sin embargo, dos razones simples por las cuales demostramos ser esto una falsedad calumniosa:
1er. – Es anti-biblico: Creer en salvación aun que parcialmente por obras y esto enseñar contraria el tenor de la enseñanza global de las Escrituras. Los adventistas del séptimo día y otros cristianos observadores del sábado conocen bien sus Biblias para o cometer en tal error elementar. Sabemos lo que Pablo dice en romanos, Gálatas, Efesios y jamás nos oponíamos a sus claras exposiciones. Además, en el examen de Efesios 2:8, 9, textos citados tan a menudo en círculos evangélicos, no podemos dejar fuera el v. 10 que los sigue. . .
2do.– Es innecesario: No hay ninguna condición sine qua non para que alguien que observe el mandamiento del sábado, crea en salvación por obras. Es decir, no necesitamos recurrir a esta posición anti-bíblica de salvación por obras para defender la validez e observancia del sábado del séptimo día, así como los demás cristianos no reciben cualquier mérito por no venerar imágenes, por ejemplo. Así, pues, se los evangélicos respectan los términos del mandamiento contra el uso de imágenes en los actos de culto, eso los hacen legalistas y se considera como tentativa de obtener salvación por cumplir tal obra? Por supuesto que no. El mismo razonamiento se aplica a la cuestión del sábado del séptimo día y todos los demás mandamientos de la divina ley.
Puesto que se han informado perfectamente los hechos, si insisten con tales alegaciones calumniosas, lo que están practicando es “falso testimonio” contra el próximo. Como, todavía, enseñan obstinadamente que los Diez Mandamientos no son no más la norma cristiana de comportamiento, habiendo sido enteramente abolido, y, pues uno de ellos recuerda que “abolir significa: anular, extinguir, suprimió”, llega a ser fácil de entender la razón de tales actitudes. ¡Lo qué hacen es lanzar fuera el bebé con el agua del baño!
Si el Decálogo fue revocado, abolido, extinto, suprimido, entonces el 9no mandamiento fue lógicamente desechado junto con los demás: el “no hablarás contra tu prójimo falso testimonio” (Éxo. 20:9).
¡Ahora hace perfecto sentido! Estas actitudes deplorables de ciertos “apologistas cristianos” se entienden. El problema para esa gente es lo que encontramos en Apocalipsis 21:8 que dice “. . . todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”.
Sea Dios misericordioso hacia ellos de modo que despierten a la realidad (y a la verdad) antes de que sea demasiado tarde.
10 Factores Que Prueban la Existencia de “División” de las Leyes
Analizando la Enseñanza Bíblica 
Prof. Azenilto G. Brito

Los que niegan que haya distinción bíblica sobre leyes que deben ser cumplidas, y leyes que ya no se deben cumplir, alegan que no hay en las Escrituras términos tales como “ley moral”, “ley ceremonial”, “ley civil”. Entonces, por la ausencia de tal terminología, pretenden “probar” que las leyes bíblicas forman uno solo “paquete” legal, juntas abolidas en la cruz.
Solo que tenemos un hecho muy extraño en esa “abolición” (a veces cínicamente se dice que la ley no fue “abolida”, sino “cumplida”, pero con el mismo sentido de abolir): de los 10 mandamientos abolidos, ¡NUEVE permanecieron intactos, prosiguen tan válidos y vigentes como siempre! ¡Que abolición de ley más pifia!
Pero no es necesario ir a la caza de terminología específica para muchas cosas en la Biblia que tantos millones de cristianos siempre aceptaron naturalmente, como teocracia, omnisciencia, omnipresencia, omnipotencia, Trinidad. . . Y de ahí, ¿vamos a negar esos conceptos por que no existen palabras que los definan en las Escrituras? Tenemos que preocuparnos de hechos, no de palabras. Y los hechos que tenemos para demostrar que hay realmente esa “división” de las leyes, son, entre otros:
1 – El propio Dios dividió las leyes, pues pronunció solemnemente a los oídos del pueblo tan solamente los 10 Mandamientos como base de la alianza especial que proponía a aquel pueblo.
Obs.: Fue la primera y única vez que la voz de Dios fue oída por un gran número de personas reunidas (Éxo. 19 e 20).
2 – Después de pronunciar los 10 Mandamientos, Dios “ no añadió nada” (Deu. 5:22). Los que quieren agregar leyes de otro carácter a ese código especial están yendo allá de lo que está escrito y de lo que Dios hizo.
3 – Dios mismo escribió esos 10 Mandamientos, pronunciados primero audiblemente a la multitud reunida en el Sinaí, en dos tablas de piedra, con Su propio dedo (Éxo. 31:18).
4 – Las demás leyes fueron todas dictadas a Moisés en otra ocasión para que las escribiese en rollos (Éxo. 34:27 y textos anteriores).
5 – Las tablas de piedra fueron puestas dentro del arca (Deu. 10:2) mientras los libros con las demás leyes debían ser guardadas fuera del arca (Deu. 31:26).
6 – El apóstol Pablo mismo se expresa dividiendo las leyes, pues él comenta sobre leyes que antes eran importantes, pero no más lo son, resaltando que lo importante ahora es “guardar los mandamientos de Dios” (1 Cor. 7:19).
Obs.: Los lectores primarios de Pablo sabían a que “mandamientos de Dios” él se refería, pues en Romanos 7:7 y 8 él dejó eso claro, refiriéndose a un mandamiento específico del Decálogo. Y dice en el vs. 25 que con su mente servía “a la ley de Dios”, que es la misma que contenía el mandamiento “no codiciarás”, de los vs. arriba referidos.
7 – Pablo habla sobre la ley como abolida y como confirmada, en un contraste evidente (ver Efe. 2:15 y Rom. 3:31). La única manera de entender eso es percibiendo que él trata de leyes de características y funciones diferentes.
8 – En Hebreos caps. 7 a 10 es mostrado el sentido de los varios ritos y leyes sacerdotales de Israel y como fueron abolidas, pero en 8:6-10 se dice que Dios escribe lo que es llamado “Mis leyes” en los corazones y mentes de los que aceptan esa nueva alianza [Nuevo Testamento], lo que indica, lógicamente, que hay cosas de la ley abolida (la parte ceremonial) y cosas confirmadas en el paso de la Antigua para la Nueva Alianza (las leyes divinas que no serían abolidas por no tener carácter tipológico, ritual).
9 – Juan vio en el cielo el arca de la alianza, que ciertamente contiene los originales de la ley (Apo. 11:19), lo que no tendría sentido si fuese una ley en la que faltara algún mandamiento tal como fueron dados por Dios, o teniendo algún de ellos alterado en su significado.
10 –Los documentos y grandes eruditos cristianos SIEMPRE entendieron esa cuestión exactamente así, aunque en el tremendo lavado de cerebro de los predicadores del semi-antinomismo dispensacionalista queda la falsa impresión de que lo que enseñan es lo que siempre se constituyó el entendimiento cristiano evangélico del asunto. Pero basta conferir sus Confesiones de Fe, Credos y Catecismo históricos para se constatar eso, en los capítulos sobre la ley divina.

10 Preguntas Sobre la Cuestión de la Ley de Dios/Ley de Cristo
Jesús dijo: “Yo y el Padre uno somos” (Juan 10:30).


Prof. Azenilto G. Brito

1 - ¿Donde dice la Biblia, de una manera directa y clara, que “la ley de Cristo” tomó el lugar de la “ley de Dios” para los cristianos?
2 - Si ahora apenas tenemos la “ley de Cristo”, que ha sustituido la presuntamente obsoleta “ley de Dios”, ¿por qué Pablo todavía se refiere a la “ley de Dios”, diciendo que tenía placer en ella, y que la mantenía en su mente y la obedecía, que la “inclinación de la carne” no es conforme a la ley de Dios, etc. (Rom 7:22, 25; 8:7 e 8)?
¿Por qué él se refiere a la “ley de Dios”, “mandamientos de Dios”, cosas que estarían superadas, en vez de centrarse solamente en la “ley de Cristo”?
3 - Si ahora apenas tenemos la “ley de Cristo” que sustituyó la presuntamente obsoleta “ley de Dios”, ¿por qué Pablo enumera los mandamientos del Decálogo (“ley de Dios”), prescribiéndolos a los cristianos de Roma para que sean obedecidos según el principio del “amor”, en vez de hablar de la “ley de Cristo” (Rom. 13:8-10)?
4 - Si ahora apenas tenemos la “ley de Cristo” que sustituyó la presuntamente obsoleta “ley de Dios”, ¿por qué Pablo recuerda a los efesios un mandamiento del Decálogo (“ley de Dios”) como aún en vigor, en vez de incentivarlos a obedecer el mismo principio, aplicándolo a un código distinto, relacionado con la “ley de Cristo” (Efe. 6:1-3)?
5 - Si ahora apenas tenemos la “ley de Cristo” que sustituyó la presuntamente obsoleta “ley de Dios”, ¿porqué dice Pablo que ahora lo que importa es obedecer a los mandamientos de Dios, y no dice esto cuanto a los mandamientos de Cristo (1 Cor. 7:19)?
6 - Si ahora apenas tenemos la “ley de Cristo” que sustituyó la presuntamente obsoleta “ley de Dios”, ¿por qué habla Juan de la “ley de Dios” y de la “ley de Cristo” alternativamente en sus varias epístolas (véase a 1 Juan 2:7; 3:21-24; 4:7-12, 21)?
7 - Si ahora tenemos la “ley de Cristo” que sustituyó la presuntamente obsoleta “ley de Dios”, ¿por qué Juan en el libro del Apocalipsis dice claramente que lo que caracteriza los hijos fieles de Dios en el tiempo final es que “guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (Apo. 14:12)? ¿Por qué él no dice que “guardan los mandamientos de Cristo”?
8 - Si ahora tenemos la “ley de Cristo” que sustituyó la presuntamente obsoleta “ley de Dios”, ¿por qué Hebreos 8:6-10, tratando del cambio de la vieja para la nueva alianza, hace referencia a “Mis leyes” (de Dios), que se escriben en los corazones y mentes de los que acepten esta nueva alianza [Nuevo Testamento], y no a “leyes de Cristo”?
9 - Si ahora tenemos la “ley de Cristo” que sustituyó la presuntamente obsoleta “ley de Dios” ¿por qué Santiago menciona los mandamientos del Decálogo (“ley de Dios”) como normativos a los cristianos, en vez de concentrar la atención en la “ley de Cristo” (Santiago 2:10-12)?
10 - Si ahora tenemos la “ley de Cristo” que sustituyó la presuntamente obsoleta “ley de Dios”, ¿por qué Juan, en un contexto en que habla intercambiablemente de Dios y de Cristo, cuando definiendo el pecado dice que es la “infracción de la ley” (1 Juan 3:4), no especificando que esto ahora se aplica a la “ley de Cristo”?

10 PUNTOS A PONDERAR SOBRE EL TEMA DE LA LEY E DEL SÁBADO
Analizando la Enseñanza Bíblica 
Prof. Azenilto G. Brito

1er. - La ley del Señor es llamada de “perfecta” (Sal. 19:17), así, cómo podería ser desechada como una “primera ley” inadecuada? Iba Dios crear una ley imperfecta para los judíos mientras concede una ley perfecta para los cristianos?
2do. - Jesús NO CREÓ ningún nuevo código revolucionario, en SUSTITUCIÓN de la ley divina del Antiguo Testamento pues cuando Él hace referencia a la llamada “ley áurea”—de amor a Dios sobre todas las cosas, y amor al próximo como a uno mismo—solamente repite lo que Moisés ya había dicho (comparar Mat. 22:36-40 con Deu. 6:5 y Lev. 19:18). Lo que Él hizo fue destacar el carácter más profundo y ético de la ley que se había perdido de vista debido a la falla orientación de los jefes religiosos del pueblo judío. Pero siempre fue errado mirar a una mujer con intención impura (ver Job 31:1) u odiar a un semejante (Lev. 19:17).
3ro. - Prueba de eso es lo que leemos en Mateo 5:20—la llave para entender muchas de las declaraciones de Cristo, como en las Sus famosas antítesis, “oísteis que fue dicho a los antiguos . . . Pero Yo os digo. . .”: “Si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos”.
4to. - Otra prueba de que Cristo no pretendió SUSTITUIR los princípios de la ley, además de Sus declaraciones de Mateo 5:17, 18 de que no vino abolir, pero sí cumplirla, es que en seguida Él RECOMIENDA la más perfecta obediencia posible a cada detalle de dicha ley (ver vs. 19).
5to. - También en Mateo 23:1-3 Jesús recomienda que Sus oyentes acaten TODO lo que sus jefes religiosos enseñaban (no lo que praticaban). Y una de las cosas que enseñaban, aún que corrompiendo el sentido del mandamiento, era la fiel observancia del sábado: Lucas 13:14.
6to.. - Las expresiones usadas por Pablo de “ley del Espíritu de vida” y “ley del pecado y de la muerte” no significan diferentes leyes, pero diferentes visiones sobre la ley. Él emplea la palabra “ley” en Romanos 7:23 y 25 como un “juego de palabras”, pues está hablando de la operación del pecado, como una “ley”. Y en el vs. 25 él dice: “sirvo a la ley de Dios”, lo que no haría sentido si entendiese que esa ley había sido abolida. Sea lembrado que Pablo también declara: “Por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley” (Rom. 3:31).
7mo. - Jesucristo dijo que “el día de reposo [sábado] fue hecho por causa del hombre, y no el hombre a causa del día de reposo” (Mar. 2:27). Con eso Él confirma el carácter UNIVERSAL del sábado y REFUERZA la necesidad de obediencia del mandamiento—lo que es, arriba todo, un privilegio para los hijos de Dios—mientras CONDENA la distorción al mandamiento practicada por los jefes religiosos de Su tiempo. Los debates de Cristo sobre el sábado no tenían el objetivo de enseñar que ese fuera un mandamiento abolido o a no más se deber cumplir (pues eso contradiría Sus propias palabras en Mateo 5:19), sino mostrar EL CORRECTO espíritu por el cual se debía observar el sábado.
8vo. - Sobre la cuestión de la “división de las leyes” en “moral”, “ceremonial”, “civil”, etc., tenemos las palabras de Pablo en 1 Cor. 7:19, donde él habla que “la circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es; sino el guardar los mandamientos de Dios”. Por ahí vemos como él mismo hace una “división” de leyes que eran importantes, y no más lo son, y mandamientos que al pueblo de Dios importa ser guardados por ele pueblo de Dios.
9no. - Los próceres cristianos al largo de la historia siempre definieron la ley de Dios en esa base: como ley moral (los Diez Mandamientos), leyes cerimoniales, civiles, etc. Basta solamente conferir las Confesiones de Fe históricas de bautistas, metodistas, anglicanos, presbiterianos, congregacionales, y aún católicos romanos, para comprobarlo.
10mo. - Finalmente, hay la cuestión del cambio de la Vieja Alianza por la Nueva Alianza: No hay la mínima información de que en ese proceso, cuando Dios escribe Sus leyes en los corazones y mentes de los que aceptan los términos de Su Nueva Alianza (Nuevo Testamento), Él
a) deja fuera el 4o. mandamiento (del decálogo bíblico, no del decálogo falsificado en los catecismos católicos)
b) incluye el 4o. mandamiento, pero cambiando el dia de observancia del sábado para el domingo.
Ó
c) incluye el 4o. mandamiento, pero como un principio vago, voluntario y variable, pudiendo ser cumplido o no, o adaptado según el tiempo más conveniente para el creyente (o su empleador).
Textos básicos: Hebreos 8:6-10; Jeremias 31:31-33 y Ezequiel 36:26 y 27. – Preparado por el Prof. Azenilto G. Brito.
10 PUNTOS PARA ALCANZAR UN POSIBLE CONSENSO EN LA DISCUSIÓN SOBRE LA LEY DE DIOS

Prof. Azenilto G. Brito

Después de largas discusiones en un foro evangélico en la Internet, sobre el asunto “la ley eterna de Dios”, con varios cristianos que adoptan una visión semi-antinomista/dispenscionalista cuanto al tema, 10 puntos muy importantes les fueron sometidos, de modo que expresasen su acuerdo o desacuerdo para ver cómo este tema se podría definir mejor, según lo que realmente enseña la Biblia.
Fue propuesto que si en un cierto punto hubiera diferencias en entendimiento, eso podría ser resuelto y otra manera de acuerdo podría ser buscada, en vista de propuestas alternativas sometidas por los objetores. Sería una bendición si un consenso en los puntos principales pudiese ser alcanzado. Veamos cuales podrían ser estos 10 puntos iniciales para el consenso propuesto:
1) La cuestión de la obediencia a los mandamientos divinos, o todo lo que Dios ordena, no tendrá como objetivo la salvación en cualquier medida, puesto que nuestra obediencia pertenece al campo de la santificación (o la “perseverancia de los santos”), no de la justificación. La ley en sí misma no transmite nada en términos de justicia. Entender el papel de la ley como un medio de salvación sería usarla de modo “ilegítimo” (1 Timoteo 1:8).
2) La falla espiritual de Israel, que condujo a su rechazamiento como “nación teocrática”, no estaba en la ley, que es “perfecta”, “santa”, “justa”, “buena”, “espiritual”, “agradable” (Romanos 7:12, 14, 22), sino en la actitud de confianza propia del pueblo (“Todo lo que Jehová ha dicho, haremos”) respecto a sus posibilidades para obedecerla plenamente.
3) Jesucristo resaltó los principios básicos de la ley de Dios como siendo “amar a Dios sobre todas las cosas” y “amar al próximo como a uno mismo” (Mateo 22:36-40). Pablo lo confirma en Romanos 13:8-10 y ambos estos principios fueron reconocidos siempre por los cristianos como la síntesis de la ley divina, tanto en la perspectiva “horizontal” [de criatura-criatura], como también en la “vertical” [criatura-Creador].
4) Los preceptos son de carácter ceremonial, civil y moral en la ley divina, independientemente de ocurrir tal lenguaje “técnica” en las páginas de la Biblia, lo que es un hecho reconocido por las Confesiones de Fe y autoridades cristianas de diversas persuasiones, del presente y del pasado, según ejemplificado por la “Confesión de Fe de Westminster”, los “39 Artículos de Religión de la Iglesia de Inglaterra” y la Confesión de Fe Bautista de 1689”.
5) En el Sermón del Monte (Mateo 5 a 7), así como en la conversación con el joven rico (Mateo 19:16ss), mientras que Cristo Se ocupaba del verdadero espíritu de la ley, Él recordó que Dios considera no solamente la obediencia externa a su texto, sino las verdaderas intenciones íntimas del individuo en relación a tal obediencia.
6) Ningún de los mandamientos del Decálogo tiene uso limitado a Israel. El principio del sábado fue extendido a los “extranjeros” (Isaías 56:2-8), y la gente de cada nacionalidad necesita un día regular para el reposo, por lo tanto “el día de reposo [sábado] fue hecho por causa del hombre” (Marcos 2:27). Las más representativas e históricas Confesiones de Fe de la cristiandad protestante atribuyen el principio de un día de descanso a la creación del mundo.
7) Bajo la Nueva Alianza los principios básicos de la ley divina son escritos por Dios en los corazones y las mentes de Sus hijos, judíos o gentiles, en la manera que había sido prometido al Israel antiguo, como registrado en Ezequiel 36:26, 27 y Jeremías 31:31-33 (cf. Hebreos 8:6-10 y 10:16).
8) En las discusiones de Cristo con los escribas y fariseos sobre el sábado Él corregía la práctica extrema e insensible cuanto al mandamiento de parte de ellos, y no se empeñaba en una campaña contra una norma establecida por Él mismo como Creador y Legislador (véase Mateos 12:1-12; Hebreos 1:2).
9) En el principio de Apocalipse (1:10) Juan se refiere al “día del Señor” como siendo un día especial que dedicaba a Dios, pues él habla de eso en la introducción de su libro, mientras se localiza en el espacio (Isla de Patmos—vs. 9) y el tiempo (“en el día del Señor”). Así, él mantenía un día especial de observancia, según lo establecido en el 4to. mandamiento de la ley de Dios, un hecho que es reconocido por la mayoría de las más representativas Confesiones de Fe históricas de la cristiandad protestante, y reiterado por líderes, autores e importantes maestros en ese ambiente.
20) La Iglesia primitiva sufrió influencias negativas y asimiló prácticas y enseñanzas condenables, adoptadas después del pasaje de los apóstoles, como había sido profetizado por Pablo (Hechos 20:29, 30; 2 Tesalonicenses 2:7), por Pedro (2a. Pedro 2:1-3), un proceso que se manifestaba ya cuando Juan describe en el libro de Apocalipse, capítulos 2 y 3, algunas de las siete iglesias a que él dirige mensajes de Jesús.

UN BALANCE DE LOS ARGUMENTOS DE LOS ADEPTOS DE LA "LIBERACIÓN TOTAL" EN CUANTO A LAS
REGLAS ALIMENTICIAS
Prof. Azenilto G. Brito

Cualquier discusión de la cuestión de las reglas alimenticias de las Escrituras debe partir de tres cuestiones básicas que necesitan ser bien definidas. Tres preguntas definen eso, y son ellas:
1o. – Por que Dios creó esas leyes de limitaciones alimenticias? Tendría Él simplemente decidido arbitrariamente sobre ciertos tipos de carne, sin cualquier motivo justo, y, “eso es”?
2o. – En que aspectos las leyes dietéticas tendrían que haber sido abolidas en la cruz, ya que no eran ceremoniales? En que apuntarían al sacrificio expiatorio de Cristo?
Obs.: Hubo quien sugestionase que simbolizarían la separación entre judíos y gentiles. Pero si así es, estaría Dios incluyendo en Su ley un aspecto de algo que Él, “que no hace acepción de personas”, condena?
3o. – Como la sangre derramada de Cristo habría sido eficaz para purificar la carne de cerdo, ratones, urubú, cobras y lagartos? Habría operado algún cambio de composición estructural de manera que las habría hecho adecuadas al consumo humano?
Veamos, en seguida, los principales argumentos planteados por los “valetodistas alimenticios” y como hay dificultades inmensas para que tengan razón en sus alegaciones:
Alegación 1: Cristo, en Marcos 7:1-23, habla de que lo que entra por la boca no contamina al hombre, lo que indica que libró a Sus seguidores de las reglas alimenticias.
Dificultades de tal interpretación:
A. El contexto claramente indica que la discusión no era acerca del contenido de las leyes dietéticas de Levítico 11 o Deuteronomio 14, y sí el contraste entre lo que Dios estipuló y lo que determinaba "la tradición de los ancianos" sobre abluciones ceremoniales purificadoras (Mat. 15:2). Él mismo lo confirma en el vs. 20.
B. Si Jesús estaba "purificando" supuestos alimentos inmundos de aquella comida, su acto fue inútil porque se trataba de un almuerzo judío, en el cuál no habría carnes inmundas, aún más que había tanto rigor cuanto a las reglas de abluciones sobre que discutieron con Jesús.
C. Si estuviese aboliendo para todos los efectos las leyes dietéticas Cristo lo estaría haciendo ANTES DE LA HORA, pues, ¿las reglas sobre alimentación no fueron abolidas en la cruz? Además de ser antes de la hora, el sentido de prefiguración estaría ausente, pues solo en la expiación de Cristo es que los tipos encontraron el Antitipo, la sombra es sustituida por la Realidad!
D. Cristo estaría enseñando algo contrario a la ley divina "aún" vigente, con lo que tendría que ser considerado, Él mismo, "muy pequeño en el reino de los cielos" a la luz de sus palabras en Mateo 5:19.

Alegación 2: El Concilio de Jerusalén, de Hechos 15, presenta la idea de que los cristianos gentiles estarían libres de todas las limitaciones de la "ley judaica", interpretando eso especialmente como eximiéndolos de guardar el sábado y las leyes alimentares.
Dificultades de tal interpretación:
A. Querer limitar la expresión "ley de Moisés" (vers. 5) solamente a algunos ítems que no convengan al investigador es deshonesto (leyes alimentares y sábado). Esta expresión es más amplia e incluye los preceptos ceremoniales, como también los morales, como "no matarás", "no robarás", "honra a tu padre y a tu madre", "no usarás el nombre de Dios en vano"... Ese uso discriminatorio de la expresión es enteramente sospechoso.
B. Lo que quedó determinado en el Concilio es expreso en cuatro items de cosas de las que los cristianos gentiles debían ABSTENERSE. No se trataba de ninguna lista de cosas que debían empezar a practicar, en sustitución de la "ley mosaica", como piensan algunos (¿un "tetrálogo" que sustituye al Decálogo?).
C. De las 4 reglas establecidas, 3 tratan de ...¡Restricciones alimentares! Entonces, en lugar de que el Concilio de Jerusalén confirmara la "liberación general" en cuanto a reglas alimentares, lo que instituyó fueron algunas reglas reiterando algunas restricciones antiguas, mejor dicho--cosas de la ley que supuestamente había sido abolida, como la prohibición de ingerir sangre (Lev 17:10-14). ¿Cómo iban a repetir normas de una ley abolida?
D. Entre las reiteraciones de normas antiguas está la recomendación contra los "pecados sexuales", lo que ya era bien conocido como ley divina, expresada en el séptimo mandamiento, "no cometerás adulterio". No obstante, los apóstoles juzgaron bueno reiterar tal principio, por razones que no son expuestas, pero debe referirse a cultos paganos que involucraban prostitutas y prostitutos cultuales, y ni por eso la ley de la cual fue citada, esa regla fue abolida.

Alegación 3: La visión del lienzo de Pedro, narrada en Hechos 10, en la que aparece un lienzo con todo tipo de animales inmundos, acompañado de la orden "mata y come" es prueba de que hubo "liberación general" divina sobre las reglas alimentares.
Dificultades de tal interpretación:
A. La resistencia de Pedro ante la orden "mata y come" muestra que él no aprendió con Jesús o sus compañeros apóstoles que hubo "liberación general" de las restricciones de leyes alimentares.
B. Pedro no entendió de ningún modo el sentido de la visión, pues se mantuvo intrigado sobre la misma (vers. 17), y que el sentido era enteramente simbólico se percibe por el simple hecho de que sería imposible para el apóstol matar y comer lo que veía en una visión. Sería lo mismo que si alguien intentara tomar un helado mostrado en la pantalla de la TV.
C. Cuando finalmente entendió el sentido de la visión, no interpretó que tuviera que ver con la libertad para comer de todo, sino que los gentiles, a los cuales no era permitido a los judíos "ni acercarse", debían ser alcanzados con el evangelio (vers. 28).
D. En el capítulo siguiente, 11, dice que no podría resistir la visión (vers. 17), pero tal resistencia no decía respecto a comer carnes inmundas, sino a contacto con los gentiles. En su discurso durante el Concilio de Jerusalén Pedro hace mención a su experiencia indirectamente, y habla de "purificación", pero no de carnes inmundas, sino de los corazones de los gentiles convertidos (Hechos 15:7-9).
Que superó tal resistencia queda claro en Gálatas 2:11, donde se dice que él comía con los gentiles, aunque haya recibido reprensión de Pablo por el hecho de intentar disimular esos contactos suyos, sin justificación.

Alegación 4: La noción de que las leyes de restricciones alimentares eran ceremoniales, simbolizando la separación entre judíos y gentiles, habiendo cesado con la muerte expiatoria de Cristo.
Dificultades de tal interpretación:
A. Los adeptos de la "liberación general" de las leyes alimentares no saben definir las razones por las que Dios las instituyó, para comenzar la conversación. Si fuera para proteger la salud del pueblo, ¿por qué desaparecería tal preocupación de la noche a la mañana con la muerte de Cristo, siendo que las condiciones de higiene del hombre y animales seguirían siendo las mismas de siglos, no solo en la tierra de Judá, sino también por todo el mundo donde el evangelio sería predicado?
B. No se justificaría que de la noche a la mañana, carnes tales, como la de ratón, zopilote, serpientes y lagartos empezaran a ser consumidas, cuando el velo del templo se rasgó de arriba hacia abajo, y los del "vale-todo" alimenticio no saben justificar por qué la muerte de Cristo habría alterado la composición de los alimentos inmundos, y explicar cómo tales alimentos perjudiciales a la salud dejaron de serlo, cuando Cristo profirió el "consumado es" y expiró.
C. No hay la más mínima evidencia de que realmente la alimentación con todo tipo de comida pasó a ser la práctica de los seguidores de Cristo de los años primitivos del cristianismo, sea en la tierra de Judá o por el resto del mundo.
D. Aunque haya quien alegue que aquellas leyes eran prefigurativas de la separación entre judíos y gentiles, el hecho es que Dios no iría a mantener en Su ley un aspecto tan negativo relativo a malos sentimientos humanos (prejuicio racial, xenofobia), pues Él no hace "excepción de personas". Además, eso representaría cambiar el enfoque de Cristo y Su perfecto sacrificio para el hombre en sus deficiencias.

Alegación 5: En Romanos 14 Pablo trata de los "débiles" en conflicto con los "fuertes" en la fe, al respecto de ciertos artículos alimentarios, tratándose de un debate en torno a que se pueden utilizar carnes que antes eran inmundas.
Dificultades de tal interpretación:
A. No hay la más mínima evidencia de que los debates allí excedieron la cuestión de alimentos sacrificados a los ídolos, ya que Pablo disentía de las decisiones del Concilio de Jerusalén que prohibían tal consumo, pues decía que "el ídolo en sí nada es", permitiendo tal consumo, sólo recomendando respeto a los que tuvieran escrúpulos delicados, para no ofenderles con el permiso de valerse de tales alimentos que, además, no se limitan a carnes (del griego broma).
B. El énfasis de Pablo en que nuestro cuerpo es "templo del Espíritu Santo" (1ª Corintios 3:16,17; 6:15) no favorece la noción de que el creyente se puede alimentar de carnes de cerdo, ratón, zopilote, serpientes y lagartos, ya que el mismo Pablo dijo: "si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios" (1ª Corintios 10:31). Con eso el muestra que el cristiano debe cuidar con lo que come, no ser indiferente al tipo de comida que ingiere.
C.. El texto de discusión paralela en 1ª Timoteo 4 habla de "abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos" (1ª Timoteo 4:3) y su contexto se refiere a quien incluso prohibía el matrimonio, en una referencia, por tanto, a un grupo especifico de personas, que los investigadores identifican como gnósticos de un ala escéptica. Luego, no se trata de una regla general, y de cara ya tenemos que considerar que el "todo lo que es bueno" (vers. 4) debería incluir serpientes, lagartos, cucarachas, arañas. Además de eso, excluiría los alimentos de la “restricción alimenticia” del Concilio de Jerusalén (Hechos 15:20), así el “todo” claramente tiene sus limitaciones y no debe ser interpretado de modo absoluto.
D. En 1 Tim. 4:5 Pablo habla de usar comidas que Dios creó y que son buenas “porque por la palabra de Dios y por la oración, sean santificadas”. Siendo que la Palabra de Dios es citada como base para la decisión de alimentos y esta establece las reglas dietéticas (y la instrucción bíblica que los cristianos primitivos en la época recibían era en gran medida por oír la lectura de las Escrituras los sábados en las sinagogas—ver Hechos 15:21) es extremamente improbable que el Apóstol esté dando “carta blanca” para el consumo de cucarachas, zopilotes, serpientes, y lagartos como habiendo sido creados por Dios para el consumo humano, mediante una mera oración de gracias (como algunos dejan implícito).

Alegación 6: El texto escatológico de Isaías 66:17 no se aplica a todos los moradores de la Tierra, no se tratando de una escatología general, sino limitada a la nación de Israel.
Dificultades de tal interpretación:
A. Los capítulos 65 y 66 leídos enteros muestran el cuadro de Dios apelando a Israel para serle fiel y abandonar prácticas condenables y abominables, delante de la promesa de exterminio de los enemigos que se desvían de la verdad, y del nuevo cielo y la nueva tierra que se anticipan.
B. El contexto inmediato del pasaje habla de "fuego y espada" con que el Señor entrará "en juicio en toda carne", y que él viene para "reunir a las naciones y lenguas" las cuales "contemplarán Mi gloria", en una crisma indicación de que se trata del mismo fin descrito en Apocalipsis. Y "todos esos" que comen carne de cerdo, ratón y practican idolatría están incluidos entre los condenados a la destrucción, tanto en el capítulo 65 como en el 66 (ver Isaías 65:3-4; y 66:16-18; ver aún Eze. 32:35--naciones paganas condenadas por comer carne con sangre).
C. Hay descripciones de naciones contemporáneas del profeta (Tarsis, Pul, Lude, Tubal y Java), pero son representativas de "todas las naciones" mencionadas, igual que, como en el Apocalipsis, el vidente de Patmos también trata de Babilonia, Egipto, Gogue y Magogue como representativas de TODOS los pueblos enemigos de los hijos de Dios que encontrarán su castigo final. Se puede decir que ese pasaje, aunque registrada en el Viejo Testamento, está en la “jurisdicción” del Nuevo Testamento, pues el fin de todas las cosas se dará después de la cruz.
D. En el propio final del capítulo hay una referencia clara a "cielos nuevos" y "tierra nueva", cuando el pueblo de Dios se estaría manteniendo fiel a la ley divina, inclusive observando el sábado. En el Nuevo Testamento también leemos de la destrucción a los que destruyen el cuerpo, que es el templo del Espíritu Santo (1ª Corintios 3:17 y 6:19) y en el Apocalipsis Juan se refiere a las "aves inmundas", en un contexto escatológico (ver Apocalipsis 18:2). Además, al final del siglo I DC Juan aún mantenía el concepto de animales inmundos, prueba de que tal atribución a ciertos animales no había cesado.
El Manual Divino Para la Operación de la Máquina Humana
Analizando la Enseñanza Bíblica 
Prof. Azenilto G. Brito
En la primavera pasada compré una bicicleta, y el manual de cómo montarla y que funcionara con seguridad era casi tan grueso como el de un automóvil. Eso es porque el fabricante quiere que el usuario tenga su equipo con el uso más eficiente y más durable.
El Dios, creador del hombre, no actuaría diferentemente de ningún fabricante de equipos humanos, dejando la “máquina” que él creó sin el acompañamiento por su “manual debido”. Así, él estableció leyes de modo que el hombre pusiera en operación la “máquina” de su cuerpo para el mejor funcionamiento posible.
Las leyes de salud de la Biblia regulan lo mejor para la alimentación humana, con sus aspectos higiénicos como medidas claramente preventivas para preservar la buena salud de sus criaturas. Hasta los abogados de la mentalidad de “comerlo todo”—libertad con respecto a estas reglas—admiten que la razón por la cual Dios dio estas leyes detalladas sobre alimentos era precisamente conceder al hombre mecanismos de defensa en función de las condiciones subdesarrolladas de tiempos remotos, cuando no había hospitales, clínicas, laboratorios, medicinas y medios modernos de tratamiento. Eso es verdad, pero con eso no pueden justificar por qué tales leyes tuvieron que terminar de repente (cuando Cristo murió), puesto que las condiciones que podrían ser perjudiciales a los hombres continuaron justificando tal cuidado divino, en la tierra de Judá y otras tierras en donde el evangelio sería proclamado.
Las reglas dietéticas de la Biblia definen prácticamente qué debe constituir el alimento para el hombre. Si no, él no haría caso de cuál sería el mejor para él y consumiría todo tipo de animal, cuyo papel ecológico es de otro carácter, implicando animales de la tierra, del aire y del agua. Hace un tiempo leí un artículo en la revista Reader's Digest sobre alguien que preguntaba a un habitante de la región costera por qué no buscanban cazar las aves que volaban sobre las playas para comer. El experto hombre explicó que un ladrillo puesto a cocer en un horno quedaría más suave que una gaviota y otros pájaros típicos de las áreas costeras.
No hacer caso de tales reglas ha sido la causa de muchas plagas y enfermedades que han afectado seres humanos, tales como el SIDA, la fiebre del ébola y aflicciones tales como la peste bubónica de la Edad Media han sido atribuidas al consumo y manipulación por los hombres de animales prohibidos por Dios.
El mandamiento del sábado tiene sus aspectos de salud también. Si Dios no hubiera establecido un día para que el hombre interrumpa sus actividades, su tendencia sería trabajar más y más, sin detenerse, causándole gran daño físico y mental. Dios asoció sabiamente un día para su reposo a un tiempo especial para Su adoración, fijando así los límites necesarios para el hombre.
Jesús demostró un interés en la mejor salud de sus discípulos, que cuidaba de su reposo físico, cuando él los impulsó una vez: “Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco” – Marcos 6:31.
Incluso la cuestión del diezmo tiene su lógica beneficiosa. Dios no necesita el dinero del hombre, sino que creó las normas para el mantenimiento del ministerio de modo que hubiera participación de sus hijos. De otro modo la tendencia del hombre sería recolectar egoistamente más y más para si, no pensando en la responsabilidad de la obra de Dios que el hombre tiene la responsabilidad de concluir como su especial misión para este planeta—la de predicar el evangelio a cada persona, promoviendo así el mensaje de Cristo hasta el final de todas las cosas (Mateo 28:19, 20 y 24:14).
La edición de diciembre 2005 de la revista National Geographic trajo una reportage especial sobre lo que había sido descubierto anteriormente—la mayor longevidad de los adventists del séptimo día y las ventajas de la salud de este grupo religioso en comparación con los americanos en general. Esto demuestra la validez de qué Jesús mismo declaró: “por sus frutos conocereis” si un árbol es bueno o malo. El resultado del cuidado de los adventistas (y judíos) para con las leyes dietéticas bíblicas podría dar lugar solamente a ventajas. ¿Y si estas reglas son buenas para los adventistas del séptimo día, por qué no serían igualmente buenas para otros cristianos y la población en general?
ADENDO
Un fragmento de una entrevista con Franklin Graham, hijo del famoso evangelista Billy Graham, en la última edición de la revista Time:
Respondiendo a la pregunta, si sería un pecado no usar un casco al montar una motocicleta (una de las pasiones del Graham Jr. ) él, que como el padre es pastor bautista, contestó:
“. . . Usted sabe, la Biblia dice que nuestros cuerpos son el templo del Espíritu Santo. Y si hacemos algo perjudicial a nuestros cuerpos, comiendo demasiado, comiendo los alimentos incorrectos, bebiendo demasiado, estamos dañando este cuerpo que Dios nos ha dado y pienso que lo ponemos en riesgo cuando usted no necesita ponerlo en riesgo, como montar una motocicleta sin un casco, que sencillamente no pienso que tenga sentido. Pienso que Dios nos ha dado un cerebro. Él espera que lo utilicemos “. -- (“10 preguntas para Franklin Graham”, Op. Cit., 29 de mayo de 2006. p. 8).

Ley y Pacto – ¿Por Qué Tanta Confusión?
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Prof. Azenilto G. Brito
¿Qué es pacto? Varios sentidos pueden ser dados: Acuerdo , combinación, alianza, contrato. Si alguien arrienda una casa, establecerá un contrato (concierto) como inquilino por el cuál él se dispone a cumplir sus estipulaciones- cuidar bien del inmueble, no cortar árboles de la estancia sin autorización del propietario, pagar el arriendo al día, pagar los impuestos concernientes al inmueble, etc. Esta es la “ley” que rige el contrato, firmado entre las partes.
Ahora si ese inquilino falla en cumplir esas estipulaciones, lo que termina es el contrato, no las estipulaciones referentes al alquiler de la casa. Estas proseguirán en efecto para ser cumplidas por un nuevo inquilino con el cual el contrato viene a ser firmado. Por lo tanto el fin del contrato no es el fin de su “ley”.
El contrato entre Dios e Israel terminó, no por que hubiese falla en la ley que justificase su abolición (“la ley del Señor es perfecta”- Sal. 19:7), pero porque el pueblo, que había prometido “todo cuanto el Señor habló, nosotros haremos” (Éxodo 19:8'), falló miserablemente en cumplirla. Entonces, la falla estaba en el pueblo, no en la ley.
A lo largo de la historia del pueblo escogido, nuevo pacto fue ofrecido repetidamente a ese pueblo (Ezequiel 36:26,27; Jeremías 31:31-33), mas los hijos de Israel no quisieron volver de sus malos caminos. Así, tal Nuevo Pacto propuesto en el antiguo Israel es reiterado a el “nuevo Israel” en Hebreos 8:6-10; 10:16.
El Pacto Es “Nuevo”, Pero No Su Concepto
Y la ley es la misma, no habiendo ninguna información de que haya cambiado. Principios tales como “no matarás”, “no hurtarás”, “no adulterarás”, son plenamente aceptados por los cristianos como válidos y vigentes de la ley divina bajo un Nuevo Pacto. Prosiguen válidos y vigentes porque, en caso contrario, tendríamos un caos universal, a nivel público y privado.
Es interesante que cuando algunos piensan en términos de Nuevo Pacto luego imaginan que eso significa el fin de la ley como norma para los hijos de Dios. Sólo que una lectura atenta del texto bíblico que trata específicamente del cambio, del Viejo para el Nuevo Pacto destaca exactamente… ¡a la ley!. Trata de ley directamente, mostrando que en el Nuevo Pacto lo que es llamado de “Mis leyes” es su base, siendo tales leyes divinas ahora escritas por el Espíritu Santo en nuestros corazones y mentes de los que aceptan los términos de ese Nuevo Pacto (ver Romanos 8:3 y 4). El texto de Hebreos NADA INFORMA sobre la ausencia y substitución de la ley de Dios en todos o cualquiera de sus mandamientos morales, bajo el Nuevo Pacto.
Para desconsuelo de los semi-antinomistas/dispensacionalistas, el texto referido no habla de “ley de fe”, “ley de Cristo”, “ley del Espíritu” o “ley de amor”, pero “Mis leyes (de Dios)” que, obviamente, son las mismas válidas y vigentes de la época de Jeremías. Al final, el texto de Hebreos 8:6-10 es una mera reproducción de Jeremías 31:31-33.
Aquellos a los cuales la epístola fue dirigida primero sabrían perfectamente a qué “Mis leyes” el autor se refería. Ellos entendían que la fe no anuló la ley divina, como Pablo explica en Romanos 3:31: “¿Anulamos, pues, la ley por la fe? De ninguna manera, antes, confirmamos la ley”.
Pero, ¿y todo el ceremonialismo de la ley del tiempo de Jeremías?, alguien podría preguntar. No hay ningún problema. Los primeros lectores de la epístola también sabían que aquellas alturas el velo del templo se había rasgado de arriba a abajo, y que eso significaba--que los aspectos prefigurativos de la ley cesarían, pero no los mandamientos de la ley moral.
Por cierto, esta SIEMPRE fue la posición de los cristianos bautistas, metodistas, presbiterianos, congregacionales, luteranos, anglicanos, y hasta católicos, según se puede leer en sus confesiones de fe y catecismos de siglos de existencia.
Como Entender Lucas 16:16
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Prof. Azenilto G. Brito
Lucas 16:16
16 “La Ley y los Profetas fueron hasta Juan. A partir de entonces son anunciadas las buenas nuevas del reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él.”
Que el texto de Lucas 16:16 es efectivamente mal comprendido por algunos intérpretes bíblicos amadores se hace evidente de lo que Silvia nos expone aquí. Delante de la evidente lógica de que hubo todavía ley después de Juan (Mat. 19:17, Rom. 7:7, Luc. 23:56) como también profetas (Atos 2:17, 18; 19:6; 21:9, 10; 1 Cor. 14:29, 32, etc.), parece extraño que haya ese “estado intermediario” entre Juan y la muerte de Cristo, cuando no habría una definición más de la ley, con todo esta era aun practicada normalmente y recomendada por el mismo Cristo. ¿Que cosa confusa, verdad?
Mat. 19:17
17 “El le dijo:-¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Hay uno solo que es bueno. Pero si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.”
Rom. 7:7
7 “¿Qué, pues, diremos? ¿Que la ley es pecado? ¡De ninguna manera! Al contrario, yo no habría conocido el pecado sino por medio de la ley; porque no estaría consciente de la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás.”
Luc. 23:56
56 “Entonces regresaron y prepararon especias aromáticas y perfumes, y reposaron el sábado, conforme al mandamiento.”

Atos 2:17, 18
17 “Sucederá en los últimos días, dice Dios, que derramaré de mi Espíritu sobre toda carne. Vuestros hijos y vuestras hijas
profetizarán, vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños.
18 De cierto, sobre mis siervos y mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.”
Atos 19:6
6 “Y cuando Pablo les impuso las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo”
Atos 21:9,10
9 “Este tenía cuatro hijas solteras que profetizaban. 10 Y mientras permanecíamos allí por varios días, un profeta llamado Agabo descendió de Judea.”
1 Cor. 14:29, 32,
29 “Igualmente, los profetas hablen dos o tres, y los demás disciernan.
32Además, los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas;”
¿Cómo, pues, se puede entender esa declaración de Jesucristo? Primero hay que percibir que percibir que la palabra “duraron” no está en el original, y muchas veces aparece en itálico en Biblias en general, lo que indica que fue agregada por los traductores. En Mateo 11:13 tenemos un texto paralelo que echa luz sobre el texto de Luc. 16:16: “Porque todos los profetas PROFETIZARAM hasta Juan”.
Lucas 16:16 simplemente significa: a) “Las ley y los profetas (las enseñanzas de Dios en el Viejo Testamento) fueron predicados hasta Juan indicando el tiempo en que el reino de Dios sería anunciado”. Con Juan se inició el cumplimento de este tiempo. De hecho, la nueva era se iniciaba con la predicación del Reino. El propio Juan Bautista inició su ministerio advirtiendo solemnemente, “. . . es llegado el reino de los Cielos” (Mat. 3:3).
Antes que Juan viniera, los maestros de la parte de Dios enseñaban la ley y los profetas—las Escrituras—pero no comprendían todo lo que significaban; con la venida de Juan, este les predicó el cumplimento de muchas de esas profecías en el advenimiento del Mesías. Aquel que era de la linaje real de David era nacido, la verdad para aquel tiempo ya estaba siendo proclamada, Satanás estaba trabajando como nunca y solamente los dedicados y perseverantes entrarían en el reino de Dios.
Las profecías fueron "enseñadas" has Juan; desde entonces, muchas de ellas, las relativas a la primera venida de Jesús, dejaron de ser profecías para se hacer hechos históricos. Jesús también predicaba “el tiempo está cumplido y el Reino de Dios está próximo”. Marcos 1:15.
“Hasta” la predicación del Reino de Dios por Juan, los escritos sagrados del Viejo Testamento representaban el primer guía del hombre para la salvación (ver Rom. 3:12). La palabra "hasta" (en el griego mechri) ni de lejos autoriza la idea de que los escritos de la ley y de los profetas han perdido su valor, sino significa que hasta el ministerio de Juan estos escritos eran todo lo que los hombres tenían en términos de revelación.
El evangelio vino, no para abolir las antiguas escrituras, sino para suplementarlas, reforzarlas, confirmarlas. El evangelio vino, no para ser colocado en lugar del Viejo Testamento, pero en acrécimo a él. Tal es el sentido en el cual mechri es utilizado, como también en Mat. 28:15 y Rom. 5:14. “Desde entonces", esto es, desde la proclamación del reino de Dios por Juan Bautista, luz adicional y suplementaria ha estado a brillar sobre el camino de la salvación, y no había excusas para los fariseos, "que eran avarientos".
Nada en el texto indica la abolición de la ley de Dios, lo que representaría un sentido corrompido a la vista del tenor bíblico y hasta de lo que se ha enseñado ha siglos, en los medios protestantes (como se encuentran las definiciones de la ley divina en las Confesiones de Fe, Credos y Catecismos de bautistas, presbiterianos, metodistas, congregacionales, luteranos, etc., etc.. – Basado en A. B. Christianini (Subtilezas do Erro) e SDA Bible Commentary (Comentário Bíblico Adventista).
Mensaje del Departamento de Libertad Religiosa de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en los Estados Unidos
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James Standish.
La NARLA (siglas en inglés de la Asociación Norteamericana para la Libertad Religiosa), entidad ligada a la Iglesia Adventista del Séptimo Día, estará promoviendo los días 4 al 6 de mayo un encuentro especial de instrucción sobre libertad religiosa en Washington DC, que incluirá contactos directos con autoridades gubernamentales, diplomáticas y congresistas, además de un paseo por el propio Congreso de los EUA, acompañado de adventistas que allí actúan.
El sábado día 6 de mayo, exactamente víspera del "domingo de los 10 mandamientos", en el que en las iglesias evangélicas por todo el país habrá una programación o mención especial a la necesidad nacional de valorar los principios del Decálogo, promovido por una Comisión de los 10 Mandamientos, será dedicado a una manifestación pública de los adventistas por la ley de Dios delante del Congreso Americano, no obstante en conexión con la libertad religiosa.
Este será llamado "Sábado de la Escritura en el Corazón", y esa manifestación contará también con el apoyo de la revista Liberty, publicación adventista que durante más de 100 años se bate en defensa del principio de libertad religiosa para todos.
Dice el director de NARLA, James Standish, al comunicar el evento por e-mail oficial de la entidad bajo su dirección:
Como muchos de ustedes saben, algunos líderes protestantes se unirán para promover el Domingo de los 10 mandamientos. La ironía de celebrar los 10 mandamientos en un domingo, en vez de ser en el séptimo día de la semana como se requiere en los propios 10 mandamientos, es el primer hecho que muchos percibirán. Pero aún más perturbador es el concepto que está por detrás del día: que carecemos del gobierno para promover la ley de Dios, y mediante la promoción gubernamental, los EUA de algún modo reconquistarán su fundamento moral. Nada podría estar más lejos de la realidad.
Nosotros nos denominamos una "nación cristiana" pero nos divorciamos, nos atacamos, nos explotamos unos a otros, nos matamos, nos robamos, nos vendemos drogas a unos niveles alarmantes. Estamos en busca de una cura, pero ¿de dónde podrá venir tal cura?
¿Será que va a venir por exhibir más copias de los 10 mandamientos en edificios gubernamentales? Desde la Corte Suprema hacia abajo, muchos tribunales de justicia de los EUA tienen los 10 mandamientos insertados en sus obras de arte y arquitectura, y eso desde hace décadas. ¿Acaso estas exhibiciones gubernamentales (de los 10 mandamientos) han cambiado siquiera un corazón?
¿Procederá de elegir más políticos religiosos? Tal vez nunca tuvimos tantos políticos abiertamente religiosos en nuestra historia como hasta ahora. ¿Cuántas vidas fueron cambiadas como resultado de ello?
¿Acaso las leyes que impongan los 10 mandamientos salvarán a nuestra nación? No. Es ampliamente sabido por todos que los EUA tienen ahora el índice más elevado de encarcelamiento del mundo. Piensen en ello. Es más alto que el de China, Rusia o Irán. Tenemos suficientes leyes, el problema no es la falta de leyes o de medidas para aplicarlas. El problema está en la profunda ilegalidad en los corazones de nuestro pueblo. La única forma de cambiar eso es cambiando nuestros corazones. Y lo único que puede cambiar nuestros corazones es Aquel que, en primer lugar, hizo nuestros corazones. Es por eso que la NARLA se enrogullece de promover el "Sábado de la Escritura en el Corazón", un día par hacer que se enfatice que los EUA vuelvan a poner la ley de Dios de regreso en el lugar en el que debe estar: ¡escrita en nuestros corazones, por un Dios que es amoroso y poderoso!
Sería maravilloso si cada iglesia de los EUA se sirviese de esta oportunidad para recordar a la nación la invitación divina para escribir Sus leyes en el único lugar en el que realmente deben estar: en cada uno de nuestros corazones (ver Hebreos 8:6-10).
Para más informaciones y materiales, visite www.religiousliberty.info. Que Dios los bendiga a todos.
Preguntas desafiadoras sobre el 4o mandamiento de la ley moral; Leyes alimentares; Cuestiones Sobre la Inmortalidade del Alma:
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Prof. Azenilto G. Brito

¿Donde está escrito que en el pasaje de la Antigua para la Nueva Alianza, cuando Dios escribe lo que es llamado “Mis leyes” en los corazones y mentes de los que aceptan los términos de la Nueva Alianza [Nuevo Testamento] (Heb. 8: 6 a 10), transfiriendo el contenido de las frías tablas de piedra para los corazones calentados por la divina gracia (2a. Cor. 3:2-7), Dios
a – deja de fuera el 4o. mandamiento de la ley moral;
b – incluye el 4o. mandamiento, pero altera el día de observancia del sábado para el domingo;
Ó
c – propone que el día de reposo sea una práctica vaga, voluntaria y variable, pudiendo ser reinterpretada como un día cualquier que sea más conveniente al creyente (o a su empleador)?
Textos Básicos: Hebreos 8:6-10; Jeremías 31:31-33; Ezequiel 36:26, 27, Isaías 66:16-18.

Preguntas sobre la cuestión de las leyes alimentares
1 – ¿Por qué estableció Dios esas leyes de limitaciones alimentares? ¿Tendría Él arbitrariamente así determinado sobre ciertos tipos de carne, sin cualquier razón justificable?
2 – ¿En que aspectos las leyes dietéticas tendrían sido abolidas en la cruz, ya que no eran cerimoniales? ¿En que sentido representarían el sacrificio expiatorio de Cristo?
Obs.: Hubo quien imaginase que simbolizarían la separación entre judíos y gentiles. Pero, si así es, estaría Dios incluyendo en Su ley un aspecto de algo que Él, que “no hace acepción de personas”, condemna?
3 – ¿Cómo la sangre derramada de Cristo tendría sido eficaz para purificar la carne de cerdo, ratón, abutre, cobra y lagarto? Tendría ocurrido algún cambio en la composición estructural de manera a hacerlas adecuadas al consumo humano?

Cuestiones Sobre la Inmortalidade del Alma:
a) Probar que Diós ha puesto un alma inmortal cuando creó el hombre (siendo que este ni necesitaría de eso pues la muerte no estaba prevista en el plan original de Dios para la creación del hombre, sino la vida física del hombre, eternamente preservada en el Paraiso físico).
b) Mostrar descripciones bíblicas claras (no en textos parabólicos o simbólicos) de almas concientes, dejando el cuerpo al morir, y siguiendo para el cielo, infierno, purgatorio o cualquier otro “departamento del allá” que la teología popular ha creado.
c) Mostrar descripciones bíblicas claras de almas o espíritus volviendo de algún lugar del allá para reincorporar cuando de la resurrección final.
d) Demostrar como los cuerpos de los impíos que resucitan tienen capacidad de ser eternamente refractarios al fuego, pues solamente los redimidos son descritos como teniendo cuerpos incorruptibles (Fil. 3:20, 21; 1 Cor. 15:53-55).
e) Explicar adonde parte el lago del fuego después de cumplir su función de “muerte segunda”, ya que quema SOBRE LA SUPERFICIE DE LA TIERRA (Apoc. 20:9ss) y no es dicho en ninguna parte que salte de sobre la Tierra para proseguir quemando en otro sitio del universo. El contexto dice que habrá “cielo nuevo, y una tierra nueva . . . y el mar no existía más [ni el lago de fuego]” (Apoc. 21:1).


¿ Le importaria, sr. Totos, resumir un poco mas su opinion aqui expuesta?

Gracias
 
Re: LO QUE NUNCA PUDIERON REFUTAR LOS ANTIADVENTISTAS

10 Dilemas de los que Niegan la Validez de los 10
Mandamientos Como Norma Cristiana
Prof. Azenilto G. Brito

Un antinomista es alguien que esté contra la ley, que dice que fue abolida por Jesús, durante el Su ministerio o por Su muerte en la cruz. Y eso implicaría todos los mandamientos, los morales (o los Diez Mandamientos) y ceremoniales. Enseñan que el Decálogo habría terminado con la muerte del Salvador junto con la vieja alianza y todas las estipulaciones rituales de los judíos (la ley ceremonial).
Se empeñan estos en un enorme esfuerzo para conseguir librarse de la obligación de satisfacer los Diez Mandamientos, enseñando que tal ley, base de la alianza de Dios con su pueblo de Israel en el pasado, no más se aplica a cristianos. En lugar de esta ley, ahora permanece para los cristianos algo como una “ley de Cristo”, en la “nueva dispensación”--una serie de recomendaciones y principios que se esparcen a través del Nuevo Testamento, con nada de códigos y reglas enumeradas.
Uno es llevado a preguntarse donde la Biblia describe una ruptura entre el Padre y el Hijo al punto que el último se haya rebelado para lanzar su propia ley en contraste con la del Padre (¿superior?), que siempre sirvió la humanidad tan bien, como la base del comportamiento moral. Después de todo, ¿no declaró Cristo: ¡“Yo y el Padre uno somos”?! ¿Por qué la “ley de Cristo” y la “ley de Dios” no sería solamente una y la misma?
Pero al abogar tales ideas anti-bíblicas estos maestros enfrentan 10 dilemas serios. Veamos abajo cuáles son ellas:
El primer dilema de los que predican la abolición de los Diez Mandamientos en la cruz, junto con las leyes ceremoniales, es que tales ideas van contra lo qué ha sido enseñado siempre por documentos confesionales de las diversas iglesias protestantes sus más prominentes líderes, incluyendo los de los mismos promotores de tales aberraciones teológicas. He algunos ejemplos:
“En el más alto rango de los enemigos del evangelio de Cristo, están los que abiertamente y explícitamente el ‘juzgan la ley' en sí misma, y ‘hablan mal de la ley'; quienes enseñan a hombres a violar . . . todos los mandamientos en un solo golpe; quién enseñe, sin ninguna cubierta, así con muchas palabras, -- ¿‘qué hizo el Nuestro Señor con la ley? Él la abolió. Hay solamente un deber, que es el de creer. Todos los mandamientos son impropios para nuestros tiempos. .. ‘Padre, ¡perdónalos por que no saben lo que hacen!” - Juan Wesley, “Upon Our Lord’s Sermon on the Mount”, Discourse 5, in Works, Vol. 5, 1829 ed.), pp. 311, 317.
Estas palabras vigorosas son de Juan Wesley [Works of Wesley -- (Nueva York: Waugh Y Masón, 1833) ]. Para los que no saben, Wesley fue el fundador de metodismo y el gran evangelista y revivalista del siglo XVIII. La exposición siguiente es de uno de sus sermones famosos:
“La ley ritual o ceremonial, entregada por Moisés a los hijos de Israel, conteniendo todas las prescripciones y ordenanzas que se relacionaban con los viejos sacrificios y servicio del templo, Nuestro Señor vino de hecho destruir. . . Pero la ley moral, contenida en los Diez Mandamientos, y hecha cumplir por los profetas, Él no la quitó.
“La ley moral. . . se soporta sobre una fundación enteramente diversa de la ley ceremonial o ritual, que se destinaba solamente a ser un restricción temporal para un pueblo desobediente y obstinado; mientras que esta viene del principio del mundo, siendo ‘escrita, no en las tablas de piedra ', pero en los corazones de todos los hijos de hombres, cuando salieron de las manos del Creador.” -- Juan Wesley, “Upon Our Lord’s Sermon on the Mount”, Speech 5, in Works of Wesley, Vol. 5, (1829 ed.), p. 311.
Por su parte, el ferviente evangelista Moody agrega estos pensamientos valiosos:
“Nunca encontré un hombre honesto que viese cualquier defecto en los Diez Mandamientos. La ley dada en el Sinaí no ha perdido nada de su solemnidad. . . . La gente necesita de ser llevada a entender que los Diez Mandamientos todavía están en el vigor, y que hay una pena relacionada con cada violación. . . . El Sermón del Monte no canceló los Diez Mandamientos.” -- Weighed and Wanting, pp. 11 y 16.
Lo qué estos autores declaran está en armonía perfecta con las Confesiones de Fe históricas de las diversas iglesias protestantes, de las cuales podríamos citar los siguientes:
Iglesia Bautista: “Creemos que la ley de Dios es la regla eterna y inmutable de su gobierno moral; que es santa, buena, justa y la inhabilidad que las Escrituras atribuyen al hombre caído para satisfacer sus preceptos se manifiesta enteramente de su amor por el pecado; para librarlos de los cuáles, y restaurarlos a través de un mediador para dedicada obediencia a la ley santa, es un gran objetivo del Evangelio, y de los medios de gracia ligados al establecimiento de la iglesia visible”. -- Confesión de Fe de New Hampshire, artículo 12.
“La ley de Dios es una ley divina, santa, celestial, perfecta. Los que encuentran fallas en la ley, o en el mínimo grado la desprecian, no entienden su blanco, y no tienen ninguna idea correcta de la propia ley. . . En todo lo que siempre decimos sobre justificación por la fe, nosotros nunca hemos tenido la intención de disminuir la opinión de nuestros oyentes cuanto a la ley, porque la ley es una de las más sublimes de las obras de Dios. No hay un mandamiento en exceso; no hay ningún en falta; pero es tan incomparable, que su perfección es una prueba de su divino origen”. - C. H. Spurgeon, 2d series (1857), p. 280.
Iglesia Metodista: “El Viejo Testamento no es contrario al Nuevo: pues tanto el en Viejo como el Nuevo Testamento la vida eterna es ofrecida a la humanidad por Cristo, que es el único mediador entre Dios y el hombre, siendo tanto Dios como hombre. . . Aunque la ley dada por Dios a Moisés, en lo que concierne a ceremonias y ritos, no se obliga a los cristianos. . . no hay ningún cristiano cualesquiera que esté libre de la obediencia a los mandamientos que son llamados morales”.-- Artículo 7 de los Treinta y Nueve Artículos de Religión. [Obs.: Esta misma confesión es adoptada por la iglesia Episcopal/Anglicana].
Iglesia Presbiteriana: “La ley moral para siempre se obliga a todos, a las personas justificadas como también a las demás, a su obediencia; y eso no solamente respeto a la materia contenida en ella, pero también por lo que se refiere a la autoridad de Dios, el Creador, que la dio. Tampoco Cristo en el evangelio la deshace en cualquier manera, pero en mucho consolida esta obligación. . . el Espíritu de Cristo somete y capacita la voluntad del hombre de actuar libremente cumpliendo alegremente todo lo que la voluntad de Dios revelada en la ley, requiere que se haga. . . . . La libertad que Cristo compró para los creyentes bajo el evangelio consiste en su libertad de la culpabilidad del pecado, la ira de condenación de Dios, la maldición de la ley moral. . bajo el Nuevo Testamento la libertad de los cristianos se agranda más en su libertad del yugo de la ley ceremonial, a la cual la iglesia judía fue sujetada “-- Secciones V, VII y XX del cap. XIX de la “Confesión de Fe de Westminster”. [Obs: Esto también es validado por la Iglesia Congregacional].
¿No es embarazoso ver a estos individuos contradiciendo a los pioneros y credos de sus propias iglesias?
El segundo dilema de los predicadores de estas teorías de la “ley abolida” es su alegación de que el mandamiento del sábado es el único en el Decálogo que no aparece en el Nuevo Testamento y no poder probarlo. Enseñan que a despecho de la ley moral de los Diez Mandamientos encontró su fin en la cruz, todos los mandamientos, a excepción del sábado, fueron restaurados y repetidos en el Nuevo Testamento. De ahí presentan una pequeña lista con los mandamientos enumerados según textos del Nuevo Testamento, excluidos el 4to (el que trata del sábado). Pero quienquiera se dedique a examinar tal lista verá que es puramente una trampa. En el primer lugar, los términos del 3ro mandamiento no están claramente allí tampoco, ocurriendo solo referencias indirectas al mismo (véase Mat. 5:34, 35: “No juréis en ninguna manera: ni por el cielo . . . Ni por la tierra . . . ni por Jerusalén . . .”).
También, no hay nada específico sobre confección de imágenes de escultura, solo referencias indirectas, como en la condenación genérica a ídolos (véase Hechos 15:20; I Juan 5:21; 2 Corintios 6:16). Por esa alegación un católico-romano puede alegar que tales textos no incluyen las imágenes de los santos de la Iglesia, solamente refiriéndose a imágenes de la Divinidad, entonces estarían satisfaciendo a la regla, porque realmente él no venera a imágenes de Dios. En hecho, si los Diez Mandamientos fueron sido abolidos en la cruz, ¿cómo puede uno probar que la mera fabricación de imágenes es incorrecta, según lo estipulado en el 2do mandamiento, “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra: . . .” ?
De todas formas, si estos “apologistas cristianos” se sienten con el derecho de hacer “referencias indirectas” a los mandamientos del Decálogo, nada podría ser más justos de que demostrar referencias más que indirectas al 4to. mandamiento en el Nuevo Testamento:
* Jesús declaró que “el sábado fue hecho por causa del hombre”, indicando claramente la Creación. El texto indica que la palabra para el “hombre” es la misma usada cuando Cristo Se refirió al matrimonio, originado en el Edén, pues dijo que un hombre “el hombre dejará padre y madre, y se unirá á su mujer” (Mat. 19:5). ¡Pero, el matrimonio no fue planeado solamente para los judíos! Y la 2da parte del verso, “no el hombre por causa del sábado”, no contradice su primera parte, especialmente cuando uno interpreta estas palabras según la imaginación de los anti-sabatistas (que el mandamiento de sábado era solamente para los judíos). No sirve porque no se puede decir “y no el hombre judío por causa del sábado”. Dios no creó el “hombre judío”, sino solamente el “hombre”. El hecho de que después se hizo judío, babilónico, egipcio se debe a factores posteriores.
* El testimonio de Lucas 30 años después de la crucifixión, de que las mujeres santas que eran seguidoras de Cristo “y reposaron el sábado, conforme al mandamiento.” (Lucas 23:56). Después de tres décadas, para Lucas la observancia del sábado era “según el mandamiento”. No dice nada que era un mandamiento de alguna “vieja ley”, “abolida”, o cosas como eso.
* La declaración del autor de Hebreos (cap. 4, v. 9) que sigue habiendo un reposo de sábado para el pueblo de Dios (en el griego, sabbatismós, en contraste con el restante de las referencias al “reposo” en el capítulo, donde se utiliza el término katapausín, vs. 3, 4, 5, 8). Esta diferenciación de términos es muy significativa. Para nada decir del hecho de que el autor bíblico, escribiendo a los cristianos hebreos, no ilustra el reposo espiritual que el pueblo de Dios perdió, o podría todavía obtener, con el reposo del domingo (por el año 64 a 70 AD). Si entonces el domingo fuese una institución cristiana, el día de descanso de la Iglesia, no hay duda que él lo utilizaría para su ilustración. Sin embargo, él no hace caso ningún de ese día, y utiliza el sábado del séptimo día para ilustrar su punto.
* La preocupación expresada por Cristo sobre los cristianos de Judea que tendrían que orar para q su escape, cuando de la invasión de su tierra (Jerusalén y Judea) en el año 70 AD por los ejércitos romanos, no ocurriese “en el invierno, ni en el sábado” (Mat. 24:20). Cristo sabía sobre la inconveniencia y el peligro si los enemigos rodeasen la ciudad en el día en que estaban en la iglesia o estuviesen dedicados a la adoración privada a Dios, inconscientes de lo que pasaba en exterior. .
* Jesús también recomendó: “todo lo que os dijeren [los líderes religiosos judíos, Sus contemporáneos] que guardéis, guardad lo y haced lo; mas no hagáis conforme á sus obras: porque dicen, y no hacen” (Mat. 23:3). Una de las cosas que decían era que observasen el sábado fielmente (Lucas 13:14). Debían, pues, oírlos en lo que estuviesen ciertos, pero no actuando según sus incorrectas actitudes con respecto al sábado y a los otros mandamientos.
* Pablo pasó un año y medio discutiendo con los judíos en Corinto, y por todo ese tiempo NUNCA dijo que adoptasen el domingo como su día de observancia, incluso cuando los judíos abandonaron el lugar y solo los gentiles permanecieron (Hechos 18:1-4 y 11). En Filipos, donde no había sinagoga, los apóstoles y Pablo eligieron un lugar tranquilo y ahí pasaron el sábado: Hechos 16: 12, 13.
* Los cristianos de origen judío eran celosos en la observancia de la ley (Hechos 21:20) y no serían los promotores del abandono de uno de los preceptos principales de la ley, su 4to. Mandamiento. Documentos históricos posteriores corroboran esta conclusión. El historiador palestino Epifanio, que vivió alrededor de 350 AD, dice cómo aquellos cristianos de la iglesia-madre de Jerusalén, que habían salido de la ciudad antes de su destrucción en 70 AD, se fijaron en Pela, un lugar a norte de Jerusalén, donde eran conocidos como “nazarenos”. Epifanio declara que estos nazarenos, es decir, los descendientes directos de la congregación de Jerusalén, se diferenciaban de las otras comunidades cristianas por insistir hasta aquel tiempo en la observancia del sábado!
* En el Concilio de Jerusalén, entre las cosas que no fueron requeridas de parte de los gentiles, no se determina ninguna regla contra el sábado (Hechos 15:20), lo que prueba que no era un objeto de discusión en aquella iglesia, pues todos lo observaban sin problema. Pablo declaró cuando bajo condenación: “Ni contra la ley de los Judíos, ni contra el templo, ni contra César he pecado en nada” Hechos 25:8). Si él hubiera violado el precepto del sábado no tendría ninguna condición para presentar esa reivindicación, porque lo acusarían inmediatamente de ser un violador del sábado, un principio profundamente arraigado en la religión y la cultura de los judíos.
El tercer dilema de estos “intérpretes de la nueva ley” no es que no pueden demostrar el requisito incluso infantil de que cada mandamiento sea referido en el Nuevo Testamento (integralmente o no) para indicar su validez para la comunidad cristiana.
Pero ¿quién dijo ser que ese el objetivo de esta parte de la Biblia? Los principios morales básicos del Viejo Testamento tienen como fundación “amor a Dios” y “amor al próximo”, que son reiterados (no revalidados) en el Nuevo Testamento por Cristo (Mat. 22:34-40, ver Deu. 6:5 y Lev. 19:18). Cuando Pablo explica que el “amor es el cumplimiento de la ley” (Rom. 13:8-10) él lo hace en el contexto de citar algunos mandamientos como ilustración, tomando una parte por el conjunto. En el vs. 9 él declara: “si haya cualquier otro mandamiento. . . ” Claramente con eso él está incluyendo toda la ley moral divina.
Jesús también declaró al joven rico: “si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos” (Mat. 19:17). En el informe de Lucas, es demostrado que Jesús dice al joven: “Los mandamientos sabes: No matarás: No adulterarás: No hurtarás: No dirás falso testimonio: Honra á tu padre y á tu madre” (Lucas 18: 20). Así, es un gran absurdo alegar que si Jesús no repitió el 4to mandamiento, este no es más obligatorio. De hecho Él no mencionó el 1r, ni el 2do, ni el 3ro, ni el 10mo ¿Se permitiría al joven los desatender de ese punto en delante? ¿Podría él alcanzar la vida eterna venerando imágenes, pronunciando el nombre de Dios en vano, violando el sábado y codiciando la esposa y las cosas de su vecino? ¿Era ése el tipo de enseñanza de Cristo?
Oh, pero esto no cuenta—Jesús dicho tales cosas antes de la cruz, aún dentro de la “dispensación de la ley”, algunos pueden alegar. Pero no hay problema: Santiago, bien después de la cruz, cita mandamientos “no matará” y “no adulterarás” para destacar que “ Porque cualquiera que hubiere guardado toda la ley, y ofendiere en un punto, es hecho culpado de todos”, recordando pronto después de decirlo que esta ley será la base del juicio divino (véase Sant. 2:8-13). Él no cita todos los mandamientos, de hecho, solamente dos. Pero sus palabras abarcan evidentemente TODOS.
Solamente los que son demasiado obstinados y prejuiciosos contra la validez de la ley moral divina no pueden reconocer esto, además de tener que hacer frente al juicio por transgredir todos los mandamientos por solamente no hacer caso voluntariamente de uno de ellos. Y, todavía, empeñarse en una campaña contra su validez (Mat. 5:19). Y recordemos las palabras abarcadoras de Pablo en Romanos 13:8-10, después de la cruz.
Con esto llegamos al cuarto dilema de los antinomistas y semi-antinomistas modernos: dejar implícita la absurda “división dispensacionalista” por la cual antes de la cruz la gente era salva por la ley, y después de la cruz, por la gracia.
Es así que muchos creyentes entienden la cuestión. Preguntamos exactamente esto para centenares de evangélicos que reciben nuestros anuncios, preguntando específicamente: ¿Cómo se salvaban los individuos que vivían en los tiempos del Viejo Testamento? Alguien contestó a que eran salvos por su obediencia a la ley, otro argumentó que Jesús fue predicar a los “espíritus en prisión” (1 Pedro 3:19 y 20), demostrando la ignorancia evidente de esta enseñanza en el ambiente evangélico, fruto de estas teorías del dispensacionalismo que ha dejado mucha gente confundida en este punto (y otros): ¡si ahora es la “dispensación de la gracia”, entonces la gente se salva sin tener nada con la ley! ¡Y en la “dispensación de la ley”, la gente era salva sin no tener nada con gracia!
Arnaldo B. Christianini presenta acerca de esta cuestión un comentario irónico:
“El autor del libro [por un pastor bautista, defendiendo estas ideas antinomistas que Christianini refuta]. . . defiende el dispensacionalismo y cree que después de Cristo la gracia ha suplantado la ley, la sustituyó, la anulo, la destruyó. Él afirma que, con la muerte de Cristo, la jurisdicción de la ley terminó, iniciándose la de la gracia. Si ésta fuera la verdad, quisiera preguntar--¿cómo los pecadores de los tiempos del Viejo Testamento resolvieron su dilema? ¿Cómo habrían podido ser salvos? Este punto no se puede pasar por alto ya que la opinión de las Escrituras muy claramente indica que la salvación es obtenida solamente por la gracia. Y si la gracia no exista antes de la cruz, se concluirá que los pecadores que vivieron en los tiempos de los patriarcas y después no podrían ser salvos. Vivieron antes de la gracia para su perdición. O—como sugieren algunos—si los pecadores del Viejo Testamento fueron salvos a través de las obras de la ley, uno es forzado a imaginarse que los cielos están divididos en dos grupos: uno de los que proclaman en una alta voz que fueron salvos por sus propios méritos y esfuerzos, porque observaron la ley (y eso sería un insulto a Jesús, una ofensa a Su sacrificio y a Su sangre), mientras que la gente que vivió después de que la cruz allí proclamaría humildemente las alabanzas de Cristo, que les concedió la vida eterna. . . ¿Sería eso concebible?
No, no hay en la Biblia tal cosa: una jurisdicción de la ley y otra de la gracia separadas por la cruz. Eso es una fabricación humana dañosa, una ofensa al plan de Dios. . La Biblia dice que la gracia viene “desde tiempos eternos” Rom. 16:25), que el “Cordero . . . fue muerto desde el principio del mundo” (Apo. 13:8), y que la gracia “nos es dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos” (II Tim. 1:9). Por lo tanto, los pecadores bajo el Viejo Testamento también fueron salvos por la gracia. Abraham fue salvo por la gracia, Gál. 3:8; Rom. 4:3. David no fue salvo por sus propios méritos, sino por la fe en Cristo. Rom. 4:6. La gracia se extiende a TODOS los hombres. Tito 2:11; Rom. 5:18. Fue planeada incluso antes de que la caída y comenzó a estar en vigor desde Gén. 3:15. . . -- Subtilezas do Erro [Sutilezas del error], 1ra edición, pp. 84 y 85.
El quinto dilema de los que abogan la teoría de la abolición del Decálogo divino es su contradicción evidente y razonamiento ilógico sobre la “restauración de los mandamientos en el Nuevo Testamento”.
Si todos los mandamientos fueron abolidos en la cruz, más adelante siendo restaurados en el Nuevo Testamento (excepto el 4to.), imaginemos una situación increíble que emergería de esto: El 5to. mandamiento fue eliminado junto con el resto de las reglas morales y ceremoniales cuando Jesús pronunció, “Consumado está”. Entonces, en el minuto siguiente, cualquier hijo de un seguidor de Cristo podría golpear su pierna con el pie, insultarlo y lo desobedecer libremente, puesto que el 5to. mandamiento fue “restaurado” solamente cuando Pablo lo recordó escribiendo a los efesios, y esto por el año 58 A.C. (véase Efe. 6:1-3)! Y, lo que es peor, los términos del mandamiento “no matarás”, fue reiterado solamente por Pablo en Romanos 13:9, por el año 56 o 58 A.C. (también “no hurtarás”, “no adulterarás”, “no codiciarás”).
Es decir, por casi 30 años los hijos de los cristianos no tenían que respetar a sus padres, porque el 5to. mandamiento se restauró solamente después de unas tres décadas, y eso solamente a los efesios. ¡Muchas décadas más pasaron hasta alcanzar a la comunidad cristiana entera de modo que todos fuesen enterados de la necesidad de los niños obedecer y respetar a sus padres! Además de que a los cristianos les es permitido matar unos a los otros, etc., durante este período “sin la ley”. . . ¡¿Hace eso cualquier sentido?!
Con tal tipo de razonamiento podemos ver que la enorme confusión de esta gente que vaya contra el “así dice el Señor” de las Escrituras.
Progresemos, aunque, a otro dilema, el sexto: no saber definir la terminología de Pablo al ocuparse del tema de la ley en sus epístolas y hacer gran confusión al respecto. Esto es peligroso, porque Pedro ha advertido: “nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito también; casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos é inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para perdición de sí mismos. Así que vosotros, oh amados, pues estáis amonestados, guardaos que por el error de los abominables no seáis juntamente extraviados, y caigáis de vuestra firmeza” (2 Ped. 3:15-17). Estos “apologistas cristianos” a menudo se confunden con la rica terminología de Pablo en Romanos, Gálatas y Efesios porque Pablo utiliza varias expresiones en su discusión sobre ley-gracia, fe-obras, pecado-justicia (como “ley de Cristo”, o “de la gracia”, o “de la fe”, o “del espíritu de vida”, “o del pecado y muerte”). No percibiendo el recurso retórico de su uso no se dan cuenta de que “la ley del pecado y de la muerte”, por ejemplo, es la manera que Pablo se refiere a la acción del pecado, no una designación de la ley de Dios de la cual declaró: “yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne á la ley del pecado” (Rom. 7:25). Este texto y otros donde Pablo exalta la ley de Dios como “santa, justa, buena, espiritual” en que tiene “placer” (vs. 12, 14, 16, 22) no corresponde a la tesis de la “ley abolida”. ¿Tendría Pablo placer en una “ley del pecado”, enteramente abolida? Para no decir nada sobre la Rom. 3:31: ¿Luego deshacemos la ley por la fe? En ninguna manera; antes establecemos la ley” Éste es un texto claro en que Pablo demuestra que aún siendo la salvación enteramente con la fe, redimidos no son dejados sin la ley de Dios como su norma de vida. Estos negadores de la validez de tal ley no saben simplemente qué hacer con este texto delante de las ideas semi-antinomistas que abogan. Y todavía viene Rom. 8:3 y 4, 6-8, versos que solamente complican su posición.
El séptimo dilema de estos negadores de la validez de la ley divina es que no pueden probar que en la nueva alianza hay una “nueva ley” que nada tiene a hacer con el Decálogo, para la comunidad cristiana, siendo más “user friendly”. Sin embargo, la Biblia indica que la nueva alianza tiene como su base, no alguna otra, sino la misma ley moral dada a Israel.
Veamos un texto importante, de hebreos donde, lejos de enseñar que el Nuevo Testamento representa una nueva alianza sin la ley básica divina expresada en el Viejo Testamento, el autor de la Biblia demuestra que a los que aceptan los términos de la nueva alianza (o Nuevo Testamento) Dios mismo escribiría Su ley en sus corazones e las imprimiría en sus mentes:
“Mas ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, el cual ha sido formado sobre mejores promesas. Porque si aquel primero fuera sin falta, cierto no se hubiera procurado lugar de segundo. Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el Señor, Y consumaré para con la casa de Israel y para con la casa de Judá un nuevo pacto; no como el pacto que hice con sus padres El día que los tomé por la mano para sacarlos de la tierra de Egipto: Porque ellos no permanecieron en mi pacto, Y yo los menosprecié, dice el Señor. Por lo cual, este es el pacto que ordenaré á la casa de Israel Después de aquellos días, dice el Señor: Daré mis leyes en el alma de ellos, Y sobre el corazón de ellos las escribiré; Y seré á ellos por Dios, Y ellos me serán á mí por pueblo: (Heb. 8:6-10; cf. 10:16).
En 2 Corintios 3:1-11 Pablo compara el cristiano bajo la nueva alianza con una “Siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón”.
En la nueva alianza, establecida en “promesas mejores”, Dios escribe Su ley en los corazones de los que acepten sus términos, tomándolos de las frías tablas de piedra para registrarla en los corazones calentados por la gracia divina (véase Heb. 8:6). Debe ser notado que estas “mis leyes” [de Dios] son iguales a las que estaban en la promesa original dirigida a los hijos de Israel en Jeremías 31:31-33, no otra. El peso de la prueba reposa sobre quienquiera niegue este hecho, establecido claramente en estos textos, más allá de Hebreos 10:16, que confirma: Dios escribe Sus leyes en los corazones de sus hijos bajo la nueva alianza. Los lectores cristianos-hebreos de la epístola entenderían muy bien a qué ley divina se refiere este lenguaje entero.
Ningunos de estos “apologistas cristianos” de orientación semi-antinomista pudieron hasta ahora contestar de manera aceptable en el mínimo a nuestra pregunta desafiadora: ¿Dónde se dice que cuando Dios escribe Su ley en los corazones y mentes de los que acepten los términos de la nueva alianza [Nuevo Testamento], Él, a) deja fuera su 4to mandamiento, b) mantiene en 4to mandamiento, pero teniendo el domingo en lugar del sábado, o c) mantiene el 4to mandamiento, pero dejándolo como una regla vaga, voluntaria y variable, adaptable a los intereses o a la conveniencia del creyente (o de su patrón)?
Otro dilema de esa gente es que el contexto de los capítulos de Hebreos 8 y 10 se refiere claramente al Israel “ampliado” de Dios, los de la dispensación cristiana. Además, para decepción de estos individuos, el texto habla de “leyes de Dios”, no “ley de Cristo”. Después de todo, la nueva alianza está disponible para todos, ahora a los judíos y gentiles, porque la pared de separación fue quitada con la abolición de la “ley ceremonial”, no de la ley moral (Efe. 2:11-22).
Así, el tema de la ley de Dios no es una cosa del Viejo Testamento. Antes, es un componente básico del propio Nuevo Testamento, ciertamente en sus aspectos morales, no ceremoniales (véase 1 Cor. 7:19).
El octavo dilema de estos negadores de validez del Decálogo como norma de conducta cristiana es que no saben qué hacer con la norma del día de descanso dentro de la “nueva ley”: algunos dicen que los cristianos primitivos pronto adoptaron el domingo para conmemorar la resurrección de Cristo, pero en vista de carencia de evidencia bíblica de eso otros dicen alternativamente que no hay ningún día a observar, o que el mandamiento ahora es solo descansar en un “día en siete”, no necesariamente sobre en el 7mo día, o que el reposo del sábado significa simplemente aceptar a Cristo, y así sucesivamente. Ahora, si “cualquier día sirve”, ¿por qué no nos fijaremos en aquel que fue instituido claramente en la Biblia, el séptimo?
No hay consenso entre los muchos creyentes y iglesias, algunos observando el domingo de modo riguroso, otros que no atribuyendo mucho valor al día, siendo él utilizado solamente como la “época para los cultos principales”, o no teniendo ningunos escrúpulo para el cualquier día. Pero Jesús dijo que “el sábado fue hecho por causa del hombre (Mar. 2:27) [no del hombre judío, solamente]” y Juan revela en la introducción de su libro profético, que tenía un “día del Señor” a dedicar a Dios (ver Apo. 1:10).
Que Juan no está refiriéndose al domingo se hace claro para el hecho que, al escribir su evangelio por la misma época, menciona simplemente el día de la Resurrección como “primer día de la semana”, sin indicar que era un día especial de cualquier tipo (véase Juan 20:1).
El noveno dilema de los que abogan el fin de toda la ley (moral, ceremonial, civil) en la cruz es que, percibiendo no tener base bíblica para apoyar la observancia del domingo (por eso ni todas las iglesias y/o sus miembros lo adoptan) toman por recurso citar autores de la Patrística totalmente fuera del contexto histórico, mientras que no hacen caso de los resultados del trabajo realmente erudito, profundo del Dr. Samuele Bacchiocchi, dentro de las bibliotecas del Vaticano, que obtuvieron el reconocimiento más alto por autoridades católicas y protestantes en Historia de la Iglesia y otros investigadores serios.
Citar Barnabas, Tertuliano, Justino Mártir, Eusebio puede parecer muy impresionante, pero si el verdadero contexto histórico de estos Escritos no es considerado, tales declaraciones llenas de omisiones serán por engañosas, como es realmente el caso.
También los que refieren a tales autoridades no mencionan TODAS. Dejan de fuera a autores como Sozomen, Socrates, Epifanio, no explican el origen del domingo de Pascua en la substitución de la regla de observarla la Pascua en el 14to de Nisan como los judíos, no hacen caso de las razones de la famosa Controversia Quatrodecimana o de las medidas anti-judías del emperador Adriano en 135 AD y su efecto para la comunidad cristiana de Roma. Esto todo merece seria investigación.
El décimo dilema de los que predican el fin del Decálogo en la cruz es que necesitan recurrir a la mentira pura y simple para promover la ecuación falsa: “observancia del sábado = justificación por obras”. ¡Es decir, insinúan insistentemente que quienquiera que quiera observar el sábado está deseando obtener salvación a través de obras de la ley! Aunque las POSICIONES OFICIALES de las Iglesias que observan el sábado sobre salvación por la gracia, nunca por obras, se les son presentadas variadamente, estos “apologistas cristianos” pasan por alto tales hechos debidamente documentados para se empeñar en la injusta y falsa alegación que todos esos cristianos que enseñan y practican la observancia del sábado predican la salvación por obras de la ley, siendo, así meros legalistas.
Hay, sin embargo, dos razones simples por las cuales demostramos ser esto una falsedad calumniosa:
1er. – Es anti-biblico: Creer en salvación aun que parcialmente por obras y esto enseñar contraria el tenor de la enseñanza global de las Escrituras. Los adventistas del séptimo día y otros cristianos observadores del sábado conocen bien sus Biblias para o cometer en tal error elementar. Sabemos lo que Pablo dice en romanos, Gálatas, Efesios y jamás nos oponíamos a sus claras exposiciones. Además, en el examen de Efesios 2:8, 9, textos citados tan a menudo en círculos evangélicos, no podemos dejar fuera el v. 10 que los sigue. . .
2do.– Es innecesario: No hay ninguna condición sine qua non para que alguien que observe el mandamiento del sábado, crea en salvación por obras. Es decir, no necesitamos recurrir a esta posición anti-bíblica de salvación por obras para defender la validez e observancia del sábado del séptimo día, así como los demás cristianos no reciben cualquier mérito por no venerar imágenes, por ejemplo. Así, pues, se los evangélicos respectan los términos del mandamiento contra el uso de imágenes en los actos de culto, eso los hacen legalistas y se considera como tentativa de obtener salvación por cumplir tal obra? Por supuesto que no. El mismo razonamiento se aplica a la cuestión del sábado del séptimo día y todos los demás mandamientos de la divina ley.
Puesto que se han informado perfectamente los hechos, si insisten con tales alegaciones calumniosas, lo que están practicando es “falso testimonio” contra el próximo. Como, todavía, enseñan obstinadamente que los Diez Mandamientos no son no más la norma cristiana de comportamiento, habiendo sido enteramente abolido, y, pues uno de ellos recuerda que “abolir significa: anular, extinguir, suprimió”, llega a ser fácil de entender la razón de tales actitudes. ¡Lo qué hacen es lanzar fuera el bebé con el agua del baño!
Si el Decálogo fue revocado, abolido, extinto, suprimido, entonces el 9no mandamiento fue lógicamente desechado junto con los demás: el “no hablarás contra tu prójimo falso testimonio” (Éxo. 20:9).
¡Ahora hace perfecto sentido! Estas actitudes deplorables de ciertos “apologistas cristianos” se entienden. El problema para esa gente es lo que encontramos en Apocalipsis 21:8 que dice “. . . todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”.
Sea Dios misericordioso hacia ellos de modo que despierten a la realidad (y a la verdad) antes de que sea demasiado tarde.
10 Factores Que Prueban la Existencia de “División” de las Leyes
Analizando la Enseñanza Bíblica 
Prof. Azenilto G. Brito

Los que niegan que haya distinción bíblica sobre leyes que deben ser cumplidas, y leyes que ya no se deben cumplir, alegan que no hay en las Escrituras términos tales como “ley moral”, “ley ceremonial”, “ley civil”. Entonces, por la ausencia de tal terminología, pretenden “probar” que las leyes bíblicas forman uno solo “paquete” legal, juntas abolidas en la cruz.
Solo que tenemos un hecho muy extraño en esa “abolición” (a veces cínicamente se dice que la ley no fue “abolida”, sino “cumplida”, pero con el mismo sentido de abolir): de los 10 mandamientos abolidos, ¡NUEVE permanecieron intactos, prosiguen tan válidos y vigentes como siempre! ¡Que abolición de ley más pifia!
Pero no es necesario ir a la caza de terminología específica para muchas cosas en la Biblia que tantos millones de cristianos siempre aceptaron naturalmente, como teocracia, omnisciencia, omnipresencia, omnipotencia, Trinidad. . . Y de ahí, ¿vamos a negar esos conceptos por que no existen palabras que los definan en las Escrituras? Tenemos que preocuparnos de hechos, no de palabras. Y los hechos que tenemos para demostrar que hay realmente esa “división” de las leyes, son, entre otros:
1 – El propio Dios dividió las leyes, pues pronunció solemnemente a los oídos del pueblo tan solamente los 10 Mandamientos como base de la alianza especial que proponía a aquel pueblo.
Obs.: Fue la primera y única vez que la voz de Dios fue oída por un gran número de personas reunidas (Éxo. 19 e 20).
2 – Después de pronunciar los 10 Mandamientos, Dios “ no añadió nada” (Deu. 5:22). Los que quieren agregar leyes de otro carácter a ese código especial están yendo allá de lo que está escrito y de lo que Dios hizo.
3 – Dios mismo escribió esos 10 Mandamientos, pronunciados primero audiblemente a la multitud reunida en el Sinaí, en dos tablas de piedra, con Su propio dedo (Éxo. 31:18).
4 – Las demás leyes fueron todas dictadas a Moisés en otra ocasión para que las escribiese en rollos (Éxo. 34:27 y textos anteriores).
5 – Las tablas de piedra fueron puestas dentro del arca (Deu. 10:2) mientras los libros con las demás leyes debían ser guardadas fuera del arca (Deu. 31:26).
6 – El apóstol Pablo mismo se expresa dividiendo las leyes, pues él comenta sobre leyes que antes eran importantes, pero no más lo son, resaltando que lo importante ahora es “guardar los mandamientos de Dios” (1 Cor. 7:19).
Obs.: Los lectores primarios de Pablo sabían a que “mandamientos de Dios” él se refería, pues en Romanos 7:7 y 8 él dejó eso claro, refiriéndose a un mandamiento específico del Decálogo. Y dice en el vs. 25 que con su mente servía “a la ley de Dios”, que es la misma que contenía el mandamiento “no codiciarás”, de los vs. arriba referidos.
7 – Pablo habla sobre la ley como abolida y como confirmada, en un contraste evidente (ver Efe. 2:15 y Rom. 3:31). La única manera de entender eso es percibiendo que él trata de leyes de características y funciones diferentes.
8 – En Hebreos caps. 7 a 10 es mostrado el sentido de los varios ritos y leyes sacerdotales de Israel y como fueron abolidas, pero en 8:6-10 se dice que Dios escribe lo que es llamado “Mis leyes” en los corazones y mentes de los que aceptan esa nueva alianza [Nuevo Testamento], lo que indica, lógicamente, que hay cosas de la ley abolida (la parte ceremonial) y cosas confirmadas en el paso de la Antigua para la Nueva Alianza (las leyes divinas que no serían abolidas por no tener carácter tipológico, ritual).
9 – Juan vio en el cielo el arca de la alianza, que ciertamente contiene los originales de la ley (Apo. 11:19), lo que no tendría sentido si fuese una ley en la que faltara algún mandamiento tal como fueron dados por Dios, o teniendo algún de ellos alterado en su significado.
10 –Los documentos y grandes eruditos cristianos SIEMPRE entendieron esa cuestión exactamente así, aunque en el tremendo lavado de cerebro de los predicadores del semi-antinomismo dispensacionalista queda la falsa impresión de que lo que enseñan es lo que siempre se constituyó el entendimiento cristiano evangélico del asunto. Pero basta conferir sus Confesiones de Fe, Credos y Catecismo históricos para se constatar eso, en los capítulos sobre la ley divina.

10 Preguntas Sobre la Cuestión de la Ley de Dios/Ley de Cristo
Jesús dijo: “Yo y el Padre uno somos” (Juan 10:30).


Prof. Azenilto G. Brito

1 - ¿Donde dice la Biblia, de una manera directa y clara, que “la ley de Cristo” tomó el lugar de la “ley de Dios” para los cristianos?
2 - Si ahora apenas tenemos la “ley de Cristo”, que ha sustituido la presuntamente obsoleta “ley de Dios”, ¿por qué Pablo todavía se refiere a la “ley de Dios”, diciendo que tenía placer en ella, y que la mantenía en su mente y la obedecía, que la “inclinación de la carne” no es conforme a la ley de Dios, etc. (Rom 7:22, 25; 8:7 e 8)?
¿Por qué él se refiere a la “ley de Dios”, “mandamientos de Dios”, cosas que estarían superadas, en vez de centrarse solamente en la “ley de Cristo”?
3 - Si ahora apenas tenemos la “ley de Cristo” que sustituyó la presuntamente obsoleta “ley de Dios”, ¿por qué Pablo enumera los mandamientos del Decálogo (“ley de Dios”), prescribiéndolos a los cristianos de Roma para que sean obedecidos según el principio del “amor”, en vez de hablar de la “ley de Cristo” (Rom. 13:8-10)?
4 - Si ahora apenas tenemos la “ley de Cristo” que sustituyó la presuntamente obsoleta “ley de Dios”, ¿por qué Pablo recuerda a los efesios un mandamiento del Decálogo (“ley de Dios”) como aún en vigor, en vez de incentivarlos a obedecer el mismo principio, aplicándolo a un código distinto, relacionado con la “ley de Cristo” (Efe. 6:1-3)?
5 - Si ahora apenas tenemos la “ley de Cristo” que sustituyó la presuntamente obsoleta “ley de Dios”, ¿porqué dice Pablo que ahora lo que importa es obedecer a los mandamientos de Dios, y no dice esto cuanto a los mandamientos de Cristo (1 Cor. 7:19)?
6 - Si ahora apenas tenemos la “ley de Cristo” que sustituyó la presuntamente obsoleta “ley de Dios”, ¿por qué habla Juan de la “ley de Dios” y de la “ley de Cristo” alternativamente en sus varias epístolas (véase a 1 Juan 2:7; 3:21-24; 4:7-12, 21)?
7 - Si ahora tenemos la “ley de Cristo” que sustituyó la presuntamente obsoleta “ley de Dios”, ¿por qué Juan en el libro del Apocalipsis dice claramente que lo que caracteriza los hijos fieles de Dios en el tiempo final es que “guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (Apo. 14:12)? ¿Por qué él no dice que “guardan los mandamientos de Cristo”?
8 - Si ahora tenemos la “ley de Cristo” que sustituyó la presuntamente obsoleta “ley de Dios”, ¿por qué Hebreos 8:6-10, tratando del cambio de la vieja para la nueva alianza, hace referencia a “Mis leyes” (de Dios), que se escriben en los corazones y mentes de los que acepten esta nueva alianza [Nuevo Testamento], y no a “leyes de Cristo”?
9 - Si ahora tenemos la “ley de Cristo” que sustituyó la presuntamente obsoleta “ley de Dios” ¿por qué Santiago menciona los mandamientos del Decálogo (“ley de Dios”) como normativos a los cristianos, en vez de concentrar la atención en la “ley de Cristo” (Santiago 2:10-12)?
10 - Si ahora tenemos la “ley de Cristo” que sustituyó la presuntamente obsoleta “ley de Dios”, ¿por qué Juan, en un contexto en que habla intercambiablemente de Dios y de Cristo, cuando definiendo el pecado dice que es la “infracción de la ley” (1 Juan 3:4), no especificando que esto ahora se aplica a la “ley de Cristo”?

10 PUNTOS A PONDERAR SOBRE EL TEMA DE LA LEY E DEL SÁBADO
Analizando la Enseñanza Bíblica 
Prof. Azenilto G. Brito

1er. - La ley del Señor es llamada de “perfecta” (Sal. 19:17), así, cómo podería ser desechada como una “primera ley” inadecuada? Iba Dios crear una ley imperfecta para los judíos mientras concede una ley perfecta para los cristianos?
2do. - Jesús NO CREÓ ningún nuevo código revolucionario, en SUSTITUCIÓN de la ley divina del Antiguo Testamento pues cuando Él hace referencia a la llamada “ley áurea”—de amor a Dios sobre todas las cosas, y amor al próximo como a uno mismo—solamente repite lo que Moisés ya había dicho (comparar Mat. 22:36-40 con Deu. 6:5 y Lev. 19:18). Lo que Él hizo fue destacar el carácter más profundo y ético de la ley que se había perdido de vista debido a la falla orientación de los jefes religiosos del pueblo judío. Pero siempre fue errado mirar a una mujer con intención impura (ver Job 31:1) u odiar a un semejante (Lev. 19:17).
3ro. - Prueba de eso es lo que leemos en Mateo 5:20—la llave para entender muchas de las declaraciones de Cristo, como en las Sus famosas antítesis, “oísteis que fue dicho a los antiguos . . . Pero Yo os digo. . .”: “Si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos”.
4to. - Otra prueba de que Cristo no pretendió SUSTITUIR los princípios de la ley, además de Sus declaraciones de Mateo 5:17, 18 de que no vino abolir, pero sí cumplirla, es que en seguida Él RECOMIENDA la más perfecta obediencia posible a cada detalle de dicha ley (ver vs. 19).
5to. - También en Mateo 23:1-3 Jesús recomienda que Sus oyentes acaten TODO lo que sus jefes religiosos enseñaban (no lo que praticaban). Y una de las cosas que enseñaban, aún que corrompiendo el sentido del mandamiento, era la fiel observancia del sábado: Lucas 13:14.
6to.. - Las expresiones usadas por Pablo de “ley del Espíritu de vida” y “ley del pecado y de la muerte” no significan diferentes leyes, pero diferentes visiones sobre la ley. Él emplea la palabra “ley” en Romanos 7:23 y 25 como un “juego de palabras”, pues está hablando de la operación del pecado, como una “ley”. Y en el vs. 25 él dice: “sirvo a la ley de Dios”, lo que no haría sentido si entendiese que esa ley había sido abolida. Sea lembrado que Pablo también declara: “Por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley” (Rom. 3:31).
7mo. - Jesucristo dijo que “el día de reposo [sábado] fue hecho por causa del hombre, y no el hombre a causa del día de reposo” (Mar. 2:27). Con eso Él confirma el carácter UNIVERSAL del sábado y REFUERZA la necesidad de obediencia del mandamiento—lo que es, arriba todo, un privilegio para los hijos de Dios—mientras CONDENA la distorción al mandamiento practicada por los jefes religiosos de Su tiempo. Los debates de Cristo sobre el sábado no tenían el objetivo de enseñar que ese fuera un mandamiento abolido o a no más se deber cumplir (pues eso contradiría Sus propias palabras en Mateo 5:19), sino mostrar EL CORRECTO espíritu por el cual se debía observar el sábado.
8vo. - Sobre la cuestión de la “división de las leyes” en “moral”, “ceremonial”, “civil”, etc., tenemos las palabras de Pablo en 1 Cor. 7:19, donde él habla que “la circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es; sino el guardar los mandamientos de Dios”. Por ahí vemos como él mismo hace una “división” de leyes que eran importantes, y no más lo son, y mandamientos que al pueblo de Dios importa ser guardados por ele pueblo de Dios.
9no. - Los próceres cristianos al largo de la historia siempre definieron la ley de Dios en esa base: como ley moral (los Diez Mandamientos), leyes cerimoniales, civiles, etc. Basta solamente conferir las Confesiones de Fe históricas de bautistas, metodistas, anglicanos, presbiterianos, congregacionales, y aún católicos romanos, para comprobarlo.
10mo. - Finalmente, hay la cuestión del cambio de la Vieja Alianza por la Nueva Alianza: No hay la mínima información de que en ese proceso, cuando Dios escribe Sus leyes en los corazones y mentes de los que aceptan los términos de Su Nueva Alianza (Nuevo Testamento), Él
a) deja fuera el 4o. mandamiento (del decálogo bíblico, no del decálogo falsificado en los catecismos católicos)
b) incluye el 4o. mandamiento, pero cambiando el dia de observancia del sábado para el domingo.
Ó
c) incluye el 4o. mandamiento, pero como un principio vago, voluntario y variable, pudiendo ser cumplido o no, o adaptado según el tiempo más conveniente para el creyente (o su empleador).
Textos básicos: Hebreos 8:6-10; Jeremias 31:31-33 y Ezequiel 36:26 y 27. – Preparado por el Prof. Azenilto G. Brito.
10 PUNTOS PARA ALCANZAR UN POSIBLE CONSENSO EN LA DISCUSIÓN SOBRE LA LEY DE DIOS

Prof. Azenilto G. Brito

Después de largas discusiones en un foro evangélico en la Internet, sobre el asunto “la ley eterna de Dios”, con varios cristianos que adoptan una visión semi-antinomista/dispenscionalista cuanto al tema, 10 puntos muy importantes les fueron sometidos, de modo que expresasen su acuerdo o desacuerdo para ver cómo este tema se podría definir mejor, según lo que realmente enseña la Biblia.
Fue propuesto que si en un cierto punto hubiera diferencias en entendimiento, eso podría ser resuelto y otra manera de acuerdo podría ser buscada, en vista de propuestas alternativas sometidas por los objetores. Sería una bendición si un consenso en los puntos principales pudiese ser alcanzado. Veamos cuales podrían ser estos 10 puntos iniciales para el consenso propuesto:
1) La cuestión de la obediencia a los mandamientos divinos, o todo lo que Dios ordena, no tendrá como objetivo la salvación en cualquier medida, puesto que nuestra obediencia pertenece al campo de la santificación (o la “perseverancia de los santos”), no de la justificación. La ley en sí misma no transmite nada en términos de justicia. Entender el papel de la ley como un medio de salvación sería usarla de modo “ilegítimo” (1 Timoteo 1:8).
2) La falla espiritual de Israel, que condujo a su rechazamiento como “nación teocrática”, no estaba en la ley, que es “perfecta”, “santa”, “justa”, “buena”, “espiritual”, “agradable” (Romanos 7:12, 14, 22), sino en la actitud de confianza propia del pueblo (“Todo lo que Jehová ha dicho, haremos”) respecto a sus posibilidades para obedecerla plenamente.
3) Jesucristo resaltó los principios básicos de la ley de Dios como siendo “amar a Dios sobre todas las cosas” y “amar al próximo como a uno mismo” (Mateo 22:36-40). Pablo lo confirma en Romanos 13:8-10 y ambos estos principios fueron reconocidos siempre por los cristianos como la síntesis de la ley divina, tanto en la perspectiva “horizontal” [de criatura-criatura], como también en la “vertical” [criatura-Creador].
4) Los preceptos son de carácter ceremonial, civil y moral en la ley divina, independientemente de ocurrir tal lenguaje “técnica” en las páginas de la Biblia, lo que es un hecho reconocido por las Confesiones de Fe y autoridades cristianas de diversas persuasiones, del presente y del pasado, según ejemplificado por la “Confesión de Fe de Westminster”, los “39 Artículos de Religión de la Iglesia de Inglaterra” y la Confesión de Fe Bautista de 1689”.
5) En el Sermón del Monte (Mateo 5 a 7), así como en la conversación con el joven rico (Mateo 19:16ss), mientras que Cristo Se ocupaba del verdadero espíritu de la ley, Él recordó que Dios considera no solamente la obediencia externa a su texto, sino las verdaderas intenciones íntimas del individuo en relación a tal obediencia.
6) Ningún de los mandamientos del Decálogo tiene uso limitado a Israel. El principio del sábado fue extendido a los “extranjeros” (Isaías 56:2-8), y la gente de cada nacionalidad necesita un día regular para el reposo, por lo tanto “el día de reposo [sábado] fue hecho por causa del hombre” (Marcos 2:27). Las más representativas e históricas Confesiones de Fe de la cristiandad protestante atribuyen el principio de un día de descanso a la creación del mundo.
7) Bajo la Nueva Alianza los principios básicos de la ley divina son escritos por Dios en los corazones y las mentes de Sus hijos, judíos o gentiles, en la manera que había sido prometido al Israel antiguo, como registrado en Ezequiel 36:26, 27 y Jeremías 31:31-33 (cf. Hebreos 8:6-10 y 10:16).
8) En las discusiones de Cristo con los escribas y fariseos sobre el sábado Él corregía la práctica extrema e insensible cuanto al mandamiento de parte de ellos, y no se empeñaba en una campaña contra una norma establecida por Él mismo como Creador y Legislador (véase Mateos 12:1-12; Hebreos 1:2).
9) En el principio de Apocalipse (1:10) Juan se refiere al “día del Señor” como siendo un día especial que dedicaba a Dios, pues él habla de eso en la introducción de su libro, mientras se localiza en el espacio (Isla de Patmos—vs. 9) y el tiempo (“en el día del Señor”). Así, él mantenía un día especial de observancia, según lo establecido en el 4to. mandamiento de la ley de Dios, un hecho que es reconocido por la mayoría de las más representativas Confesiones de Fe históricas de la cristiandad protestante, y reiterado por líderes, autores e importantes maestros en ese ambiente.
20) La Iglesia primitiva sufrió influencias negativas y asimiló prácticas y enseñanzas condenables, adoptadas después del pasaje de los apóstoles, como había sido profetizado por Pablo (Hechos 20:29, 30; 2 Tesalonicenses 2:7), por Pedro (2a. Pedro 2:1-3), un proceso que se manifestaba ya cuando Juan describe en el libro de Apocalipse, capítulos 2 y 3, algunas de las siete iglesias a que él dirige mensajes de Jesús.

UN BALANCE DE LOS ARGUMENTOS DE LOS ADEPTOS DE LA "LIBERACIÓN TOTAL" EN CUANTO A LAS
REGLAS ALIMENTICIAS
Prof. Azenilto G. Brito

Cualquier discusión de la cuestión de las reglas alimenticias de las Escrituras debe partir de tres cuestiones básicas que necesitan ser bien definidas. Tres preguntas definen eso, y son ellas:
1o. – Por que Dios creó esas leyes de limitaciones alimenticias? Tendría Él simplemente decidido arbitrariamente sobre ciertos tipos de carne, sin cualquier motivo justo, y, “eso es”?
2o. – En que aspectos las leyes dietéticas tendrían que haber sido abolidas en la cruz, ya que no eran ceremoniales? En que apuntarían al sacrificio expiatorio de Cristo?
Obs.: Hubo quien sugestionase que simbolizarían la separación entre judíos y gentiles. Pero si así es, estaría Dios incluyendo en Su ley un aspecto de algo que Él, “que no hace acepción de personas”, condena?
3o. – Como la sangre derramada de Cristo habría sido eficaz para purificar la carne de cerdo, ratones, urubú, cobras y lagartos? Habría operado algún cambio de composición estructural de manera que las habría hecho adecuadas al consumo humano?
Veamos, en seguida, los principales argumentos planteados por los “valetodistas alimenticios” y como hay dificultades inmensas para que tengan razón en sus alegaciones:
Alegación 1: Cristo, en Marcos 7:1-23, habla de que lo que entra por la boca no contamina al hombre, lo que indica que libró a Sus seguidores de las reglas alimenticias.
Dificultades de tal interpretación:
A. El contexto claramente indica que la discusión no era acerca del contenido de las leyes dietéticas de Levítico 11 o Deuteronomio 14, y sí el contraste entre lo que Dios estipuló y lo que determinaba "la tradición de los ancianos" sobre abluciones ceremoniales purificadoras (Mat. 15:2). Él mismo lo confirma en el vs. 20.
B. Si Jesús estaba "purificando" supuestos alimentos inmundos de aquella comida, su acto fue inútil porque se trataba de un almuerzo judío, en el cuál no habría carnes inmundas, aún más que había tanto rigor cuanto a las reglas de abluciones sobre que discutieron con Jesús.
C. Si estuviese aboliendo para todos los efectos las leyes dietéticas Cristo lo estaría haciendo ANTES DE LA HORA, pues, ¿las reglas sobre alimentación no fueron abolidas en la cruz? Además de ser antes de la hora, el sentido de prefiguración estaría ausente, pues solo en la expiación de Cristo es que los tipos encontraron el Antitipo, la sombra es sustituida por la Realidad!
D. Cristo estaría enseñando algo contrario a la ley divina "aún" vigente, con lo que tendría que ser considerado, Él mismo, "muy pequeño en el reino de los cielos" a la luz de sus palabras en Mateo 5:19.

Alegación 2: El Concilio de Jerusalén, de Hechos 15, presenta la idea de que los cristianos gentiles estarían libres de todas las limitaciones de la "ley judaica", interpretando eso especialmente como eximiéndolos de guardar el sábado y las leyes alimentares.
Dificultades de tal interpretación:
A. Querer limitar la expresión "ley de Moisés" (vers. 5) solamente a algunos ítems que no convengan al investigador es deshonesto (leyes alimentares y sábado). Esta expresión es más amplia e incluye los preceptos ceremoniales, como también los morales, como "no matarás", "no robarás", "honra a tu padre y a tu madre", "no usarás el nombre de Dios en vano"... Ese uso discriminatorio de la expresión es enteramente sospechoso.
B. Lo que quedó determinado en el Concilio es expreso en cuatro items de cosas de las que los cristianos gentiles debían ABSTENERSE. No se trataba de ninguna lista de cosas que debían empezar a practicar, en sustitución de la "ley mosaica", como piensan algunos (¿un "tetrálogo" que sustituye al Decálogo?).
C. De las 4 reglas establecidas, 3 tratan de ...¡Restricciones alimentares! Entonces, en lugar de que el Concilio de Jerusalén confirmara la "liberación general" en cuanto a reglas alimentares, lo que instituyó fueron algunas reglas reiterando algunas restricciones antiguas, mejor dicho--cosas de la ley que supuestamente había sido abolida, como la prohibición de ingerir sangre (Lev 17:10-14). ¿Cómo iban a repetir normas de una ley abolida?
D. Entre las reiteraciones de normas antiguas está la recomendación contra los "pecados sexuales", lo que ya era bien conocido como ley divina, expresada en el séptimo mandamiento, "no cometerás adulterio". No obstante, los apóstoles juzgaron bueno reiterar tal principio, por razones que no son expuestas, pero debe referirse a cultos paganos que involucraban prostitutas y prostitutos cultuales, y ni por eso la ley de la cual fue citada, esa regla fue abolida.

Alegación 3: La visión del lienzo de Pedro, narrada en Hechos 10, en la que aparece un lienzo con todo tipo de animales inmundos, acompañado de la orden "mata y come" es prueba de que hubo "liberación general" divina sobre las reglas alimentares.
Dificultades de tal interpretación:
A. La resistencia de Pedro ante la orden "mata y come" muestra que él no aprendió con Jesús o sus compañeros apóstoles que hubo "liberación general" de las restricciones de leyes alimentares.
B. Pedro no entendió de ningún modo el sentido de la visión, pues se mantuvo intrigado sobre la misma (vers. 17), y que el sentido era enteramente simbólico se percibe por el simple hecho de que sería imposible para el apóstol matar y comer lo que veía en una visión. Sería lo mismo que si alguien intentara tomar un helado mostrado en la pantalla de la TV.
C. Cuando finalmente entendió el sentido de la visión, no interpretó que tuviera que ver con la libertad para comer de todo, sino que los gentiles, a los cuales no era permitido a los judíos "ni acercarse", debían ser alcanzados con el evangelio (vers. 28).
D. En el capítulo siguiente, 11, dice que no podría resistir la visión (vers. 17), pero tal resistencia no decía respecto a comer carnes inmundas, sino a contacto con los gentiles. En su discurso durante el Concilio de Jerusalén Pedro hace mención a su experiencia indirectamente, y habla de "purificación", pero no de carnes inmundas, sino de los corazones de los gentiles convertidos (Hechos 15:7-9).
Que superó tal resistencia queda claro en Gálatas 2:11, donde se dice que él comía con los gentiles, aunque haya recibido reprensión de Pablo por el hecho de intentar disimular esos contactos suyos, sin justificación.

Alegación 4: La noción de que las leyes de restricciones alimentares eran ceremoniales, simbolizando la separación entre judíos y gentiles, habiendo cesado con la muerte expiatoria de Cristo.
Dificultades de tal interpretación:
A. Los adeptos de la "liberación general" de las leyes alimentares no saben definir las razones por las que Dios las instituyó, para comenzar la conversación. Si fuera para proteger la salud del pueblo, ¿por qué desaparecería tal preocupación de la noche a la mañana con la muerte de Cristo, siendo que las condiciones de higiene del hombre y animales seguirían siendo las mismas de siglos, no solo en la tierra de Judá, sino también por todo el mundo donde el evangelio sería predicado?
B. No se justificaría que de la noche a la mañana, carnes tales, como la de ratón, zopilote, serpientes y lagartos empezaran a ser consumidas, cuando el velo del templo se rasgó de arriba hacia abajo, y los del "vale-todo" alimenticio no saben justificar por qué la muerte de Cristo habría alterado la composición de los alimentos inmundos, y explicar cómo tales alimentos perjudiciales a la salud dejaron de serlo, cuando Cristo profirió el "consumado es" y expiró.
C. No hay la más mínima evidencia de que realmente la alimentación con todo tipo de comida pasó a ser la práctica de los seguidores de Cristo de los años primitivos del cristianismo, sea en la tierra de Judá o por el resto del mundo.
D. Aunque haya quien alegue que aquellas leyes eran prefigurativas de la separación entre judíos y gentiles, el hecho es que Dios no iría a mantener en Su ley un aspecto tan negativo relativo a malos sentimientos humanos (prejuicio racial, xenofobia), pues Él no hace "excepción de personas". Además, eso representaría cambiar el enfoque de Cristo y Su perfecto sacrificio para el hombre en sus deficiencias.

Alegación 5: En Romanos 14 Pablo trata de los "débiles" en conflicto con los "fuertes" en la fe, al respecto de ciertos artículos alimentarios, tratándose de un debate en torno a que se pueden utilizar carnes que antes eran inmundas.
Dificultades de tal interpretación:
A. No hay la más mínima evidencia de que los debates allí excedieron la cuestión de alimentos sacrificados a los ídolos, ya que Pablo disentía de las decisiones del Concilio de Jerusalén que prohibían tal consumo, pues decía que "el ídolo en sí nada es", permitiendo tal consumo, sólo recomendando respeto a los que tuvieran escrúpulos delicados, para no ofenderles con el permiso de valerse de tales alimentos que, además, no se limitan a carnes (del griego broma).
B. El énfasis de Pablo en que nuestro cuerpo es "templo del Espíritu Santo" (1ª Corintios 3:16,17; 6:15) no favorece la noción de que el creyente se puede alimentar de carnes de cerdo, ratón, zopilote, serpientes y lagartos, ya que el mismo Pablo dijo: "si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios" (1ª Corintios 10:31). Con eso el muestra que el cristiano debe cuidar con lo que come, no ser indiferente al tipo de comida que ingiere.
C.. El texto de discusión paralela en 1ª Timoteo 4 habla de "abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos" (1ª Timoteo 4:3) y su contexto se refiere a quien incluso prohibía el matrimonio, en una referencia, por tanto, a un grupo especifico de personas, que los investigadores identifican como gnósticos de un ala escéptica. Luego, no se trata de una regla general, y de cara ya tenemos que considerar que el "todo lo que es bueno" (vers. 4) debería incluir serpientes, lagartos, cucarachas, arañas. Además de eso, excluiría los alimentos de la “restricción alimenticia” del Concilio de Jerusalén (Hechos 15:20), así el “todo” claramente tiene sus limitaciones y no debe ser interpretado de modo absoluto.
D. En 1 Tim. 4:5 Pablo habla de usar comidas que Dios creó y que son buenas “porque por la palabra de Dios y por la oración, sean santificadas”. Siendo que la Palabra de Dios es citada como base para la decisión de alimentos y esta establece las reglas dietéticas (y la instrucción bíblica que los cristianos primitivos en la época recibían era en gran medida por oír la lectura de las Escrituras los sábados en las sinagogas—ver Hechos 15:21) es extremamente improbable que el Apóstol esté dando “carta blanca” para el consumo de cucarachas, zopilotes, serpientes, y lagartos como habiendo sido creados por Dios para el consumo humano, mediante una mera oración de gracias (como algunos dejan implícito).

Alegación 6: El texto escatológico de Isaías 66:17 no se aplica a todos los moradores de la Tierra, no se tratando de una escatología general, sino limitada a la nación de Israel.
Dificultades de tal interpretación:
A. Los capítulos 65 y 66 leídos enteros muestran el cuadro de Dios apelando a Israel para serle fiel y abandonar prácticas condenables y abominables, delante de la promesa de exterminio de los enemigos que se desvían de la verdad, y del nuevo cielo y la nueva tierra que se anticipan.
B. El contexto inmediato del pasaje habla de "fuego y espada" con que el Señor entrará "en juicio en toda carne", y que él viene para "reunir a las naciones y lenguas" las cuales "contemplarán Mi gloria", en una crisma indicación de que se trata del mismo fin descrito en Apocalipsis. Y "todos esos" que comen carne de cerdo, ratón y practican idolatría están incluidos entre los condenados a la destrucción, tanto en el capítulo 65 como en el 66 (ver Isaías 65:3-4; y 66:16-18; ver aún Eze. 32:35--naciones paganas condenadas por comer carne con sangre).
C. Hay descripciones de naciones contemporáneas del profeta (Tarsis, Pul, Lude, Tubal y Java), pero son representativas de "todas las naciones" mencionadas, igual que, como en el Apocalipsis, el vidente de Patmos también trata de Babilonia, Egipto, Gogue y Magogue como representativas de TODOS los pueblos enemigos de los hijos de Dios que encontrarán su castigo final. Se puede decir que ese pasaje, aunque registrada en el Viejo Testamento, está en la “jurisdicción” del Nuevo Testamento, pues el fin de todas las cosas se dará después de la cruz.
D. En el propio final del capítulo hay una referencia clara a "cielos nuevos" y "tierra nueva", cuando el pueblo de Dios se estaría manteniendo fiel a la ley divina, inclusive observando el sábado. En el Nuevo Testamento también leemos de la destrucción a los que destruyen el cuerpo, que es el templo del Espíritu Santo (1ª Corintios 3:17 y 6:19) y en el Apocalipsis Juan se refiere a las "aves inmundas", en un contexto escatológico (ver Apocalipsis 18:2). Además, al final del siglo I DC Juan aún mantenía el concepto de animales inmundos, prueba de que tal atribución a ciertos animales no había cesado.
El Manual Divino Para la Operación de la Máquina Humana
Analizando la Enseñanza Bíblica 
Prof. Azenilto G. Brito
En la primavera pasada compré una bicicleta, y el manual de cómo montarla y que funcionara con seguridad era casi tan grueso como el de un automóvil. Eso es porque el fabricante quiere que el usuario tenga su equipo con el uso más eficiente y más durable.
El Dios, creador del hombre, no actuaría diferentemente de ningún fabricante de equipos humanos, dejando la “máquina” que él creó sin el acompañamiento por su “manual debido”. Así, él estableció leyes de modo que el hombre pusiera en operación la “máquina” de su cuerpo para el mejor funcionamiento posible.
Las leyes de salud de la Biblia regulan lo mejor para la alimentación humana, con sus aspectos higiénicos como medidas claramente preventivas para preservar la buena salud de sus criaturas. Hasta los abogados de la mentalidad de “comerlo todo”—libertad con respecto a estas reglas—admiten que la razón por la cual Dios dio estas leyes detalladas sobre alimentos era precisamente conceder al hombre mecanismos de defensa en función de las condiciones subdesarrolladas de tiempos remotos, cuando no había hospitales, clínicas, laboratorios, medicinas y medios modernos de tratamiento. Eso es verdad, pero con eso no pueden justificar por qué tales leyes tuvieron que terminar de repente (cuando Cristo murió), puesto que las condiciones que podrían ser perjudiciales a los hombres continuaron justificando tal cuidado divino, en la tierra de Judá y otras tierras en donde el evangelio sería proclamado.
Las reglas dietéticas de la Biblia definen prácticamente qué debe constituir el alimento para el hombre. Si no, él no haría caso de cuál sería el mejor para él y consumiría todo tipo de animal, cuyo papel ecológico es de otro carácter, implicando animales de la tierra, del aire y del agua. Hace un tiempo leí un artículo en la revista Reader's Digest sobre alguien que preguntaba a un habitante de la región costera por qué no buscanban cazar las aves que volaban sobre las playas para comer. El experto hombre explicó que un ladrillo puesto a cocer en un horno quedaría más suave que una gaviota y otros pájaros típicos de las áreas costeras.
No hacer caso de tales reglas ha sido la causa de muchas plagas y enfermedades que han afectado seres humanos, tales como el SIDA, la fiebre del ébola y aflicciones tales como la peste bubónica de la Edad Media han sido atribuidas al consumo y manipulación por los hombres de animales prohibidos por Dios.
El mandamiento del sábado tiene sus aspectos de salud también. Si Dios no hubiera establecido un día para que el hombre interrumpa sus actividades, su tendencia sería trabajar más y más, sin detenerse, causándole gran daño físico y mental. Dios asoció sabiamente un día para su reposo a un tiempo especial para Su adoración, fijando así los límites necesarios para el hombre.
Jesús demostró un interés en la mejor salud de sus discípulos, que cuidaba de su reposo físico, cuando él los impulsó una vez: “Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco” – Marcos 6:31.
Incluso la cuestión del diezmo tiene su lógica beneficiosa. Dios no necesita el dinero del hombre, sino que creó las normas para el mantenimiento del ministerio de modo que hubiera participación de sus hijos. De otro modo la tendencia del hombre sería recolectar egoistamente más y más para si, no pensando en la responsabilidad de la obra de Dios que el hombre tiene la responsabilidad de concluir como su especial misión para este planeta—la de predicar el evangelio a cada persona, promoviendo así el mensaje de Cristo hasta el final de todas las cosas (Mateo 28:19, 20 y 24:14).
La edición de diciembre 2005 de la revista National Geographic trajo una reportage especial sobre lo que había sido descubierto anteriormente—la mayor longevidad de los adventists del séptimo día y las ventajas de la salud de este grupo religioso en comparación con los americanos en general. Esto demuestra la validez de qué Jesús mismo declaró: “por sus frutos conocereis” si un árbol es bueno o malo. El resultado del cuidado de los adventistas (y judíos) para con las leyes dietéticas bíblicas podría dar lugar solamente a ventajas. ¿Y si estas reglas son buenas para los adventistas del séptimo día, por qué no serían igualmente buenas para otros cristianos y la población en general?
ADENDO
Un fragmento de una entrevista con Franklin Graham, hijo del famoso evangelista Billy Graham, en la última edición de la revista Time:
Respondiendo a la pregunta, si sería un pecado no usar un casco al montar una motocicleta (una de las pasiones del Graham Jr. ) él, que como el padre es pastor bautista, contestó:
“. . . Usted sabe, la Biblia dice que nuestros cuerpos son el templo del Espíritu Santo. Y si hacemos algo perjudicial a nuestros cuerpos, comiendo demasiado, comiendo los alimentos incorrectos, bebiendo demasiado, estamos dañando este cuerpo que Dios nos ha dado y pienso que lo ponemos en riesgo cuando usted no necesita ponerlo en riesgo, como montar una motocicleta sin un casco, que sencillamente no pienso que tenga sentido. Pienso que Dios nos ha dado un cerebro. Él espera que lo utilicemos “. -- (“10 preguntas para Franklin Graham”, Op. Cit., 29 de mayo de 2006. p. 8).

Ley y Pacto – ¿Por Qué Tanta Confusión?
Analizando la Enseñanza Bíblica 
Prof. Azenilto G. Brito
¿Qué es pacto? Varios sentidos pueden ser dados: Acuerdo , combinación, alianza, contrato. Si alguien arrienda una casa, establecerá un contrato (concierto) como inquilino por el cuál él se dispone a cumplir sus estipulaciones- cuidar bien del inmueble, no cortar árboles de la estancia sin autorización del propietario, pagar el arriendo al día, pagar los impuestos concernientes al inmueble, etc. Esta es la “ley” que rige el contrato, firmado entre las partes.
Ahora si ese inquilino falla en cumplir esas estipulaciones, lo que termina es el contrato, no las estipulaciones referentes al alquiler de la casa. Estas proseguirán en efecto para ser cumplidas por un nuevo inquilino con el cual el contrato viene a ser firmado. Por lo tanto el fin del contrato no es el fin de su “ley”.
El contrato entre Dios e Israel terminó, no por que hubiese falla en la ley que justificase su abolición (“la ley del Señor es perfecta”- Sal. 19:7), pero porque el pueblo, que había prometido “todo cuanto el Señor habló, nosotros haremos” (Éxodo 19:8'), falló miserablemente en cumplirla. Entonces, la falla estaba en el pueblo, no en la ley.
A lo largo de la historia del pueblo escogido, nuevo pacto fue ofrecido repetidamente a ese pueblo (Ezequiel 36:26,27; Jeremías 31:31-33), mas los hijos de Israel no quisieron volver de sus malos caminos. Así, tal Nuevo Pacto propuesto en el antiguo Israel es reiterado a el “nuevo Israel” en Hebreos 8:6-10; 10:16.
El Pacto Es “Nuevo”, Pero No Su Concepto
Y la ley es la misma, no habiendo ninguna información de que haya cambiado. Principios tales como “no matarás”, “no hurtarás”, “no adulterarás”, son plenamente aceptados por los cristianos como válidos y vigentes de la ley divina bajo un Nuevo Pacto. Prosiguen válidos y vigentes porque, en caso contrario, tendríamos un caos universal, a nivel público y privado.
Es interesante que cuando algunos piensan en términos de Nuevo Pacto luego imaginan que eso significa el fin de la ley como norma para los hijos de Dios. Sólo que una lectura atenta del texto bíblico que trata específicamente del cambio, del Viejo para el Nuevo Pacto destaca exactamente… ¡a la ley!. Trata de ley directamente, mostrando que en el Nuevo Pacto lo que es llamado de “Mis leyes” es su base, siendo tales leyes divinas ahora escritas por el Espíritu Santo en nuestros corazones y mentes de los que aceptan los términos de ese Nuevo Pacto (ver Romanos 8:3 y 4). El texto de Hebreos NADA INFORMA sobre la ausencia y substitución de la ley de Dios en todos o cualquiera de sus mandamientos morales, bajo el Nuevo Pacto.
Para desconsuelo de los semi-antinomistas/dispensacionalistas, el texto referido no habla de “ley de fe”, “ley de Cristo”, “ley del Espíritu” o “ley de amor”, pero “Mis leyes (de Dios)” que, obviamente, son las mismas válidas y vigentes de la época de Jeremías. Al final, el texto de Hebreos 8:6-10 es una mera reproducción de Jeremías 31:31-33.
Aquellos a los cuales la epístola fue dirigida primero sabrían perfectamente a qué “Mis leyes” el autor se refería. Ellos entendían que la fe no anuló la ley divina, como Pablo explica en Romanos 3:31: “¿Anulamos, pues, la ley por la fe? De ninguna manera, antes, confirmamos la ley”.
Pero, ¿y todo el ceremonialismo de la ley del tiempo de Jeremías?, alguien podría preguntar. No hay ningún problema. Los primeros lectores de la epístola también sabían que aquellas alturas el velo del templo se había rasgado de arriba a abajo, y que eso significaba--que los aspectos prefigurativos de la ley cesarían, pero no los mandamientos de la ley moral.
Por cierto, esta SIEMPRE fue la posición de los cristianos bautistas, metodistas, presbiterianos, congregacionales, luteranos, anglicanos, y hasta católicos, según se puede leer en sus confesiones de fe y catecismos de siglos de existencia.
Como Entender Lucas 16:16
Analizando la Enseñanza Bíblica 
Prof. Azenilto G. Brito
Lucas 16:16
16 “La Ley y los Profetas fueron hasta Juan. A partir de entonces son anunciadas las buenas nuevas del reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él.”
Que el texto de Lucas 16:16 es efectivamente mal comprendido por algunos intérpretes bíblicos amadores se hace evidente de lo que Silvia nos expone aquí. Delante de la evidente lógica de que hubo todavía ley después de Juan (Mat. 19:17, Rom. 7:7, Luc. 23:56) como también profetas (Atos 2:17, 18; 19:6; 21:9, 10; 1 Cor. 14:29, 32, etc.), parece extraño que haya ese “estado intermediario” entre Juan y la muerte de Cristo, cuando no habría una definición más de la ley, con todo esta era aun practicada normalmente y recomendada por el mismo Cristo. ¿Que cosa confusa, verdad?
Mat. 19:17
17 “El le dijo:-¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Hay uno solo que es bueno. Pero si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.”
Rom. 7:7
7 “¿Qué, pues, diremos? ¿Que la ley es pecado? ¡De ninguna manera! Al contrario, yo no habría conocido el pecado sino por medio de la ley; porque no estaría consciente de la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás.”
Luc. 23:56
56 “Entonces regresaron y prepararon especias aromáticas y perfumes, y reposaron el sábado, conforme al mandamiento.”

Atos 2:17, 18
17 “Sucederá en los últimos días, dice Dios, que derramaré de mi Espíritu sobre toda carne. Vuestros hijos y vuestras hijas
profetizarán, vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños.
18 De cierto, sobre mis siervos y mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.”
Atos 19:6
6 “Y cuando Pablo les impuso las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo”
Atos 21:9,10
9 “Este tenía cuatro hijas solteras que profetizaban. 10 Y mientras permanecíamos allí por varios días, un profeta llamado Agabo descendió de Judea.”
1 Cor. 14:29, 32,
29 “Igualmente, los profetas hablen dos o tres, y los demás disciernan.
32Además, los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas;”
¿Cómo, pues, se puede entender esa declaración de Jesucristo? Primero hay que percibir que percibir que la palabra “duraron” no está en el original, y muchas veces aparece en itálico en Biblias en general, lo que indica que fue agregada por los traductores. En Mateo 11:13 tenemos un texto paralelo que echa luz sobre el texto de Luc. 16:16: “Porque todos los profetas PROFETIZARAM hasta Juan”.
Lucas 16:16 simplemente significa: a) “Las ley y los profetas (las enseñanzas de Dios en el Viejo Testamento) fueron predicados hasta Juan indicando el tiempo en que el reino de Dios sería anunciado”. Con Juan se inició el cumplimento de este tiempo. De hecho, la nueva era se iniciaba con la predicación del Reino. El propio Juan Bautista inició su ministerio advirtiendo solemnemente, “. . . es llegado el reino de los Cielos” (Mat. 3:3).
Antes que Juan viniera, los maestros de la parte de Dios enseñaban la ley y los profetas—las Escrituras—pero no comprendían todo lo que significaban; con la venida de Juan, este les predicó el cumplimento de muchas de esas profecías en el advenimiento del Mesías. Aquel que era de la linaje real de David era nacido, la verdad para aquel tiempo ya estaba siendo proclamada, Satanás estaba trabajando como nunca y solamente los dedicados y perseverantes entrarían en el reino de Dios.
Las profecías fueron "enseñadas" has Juan; desde entonces, muchas de ellas, las relativas a la primera venida de Jesús, dejaron de ser profecías para se hacer hechos históricos. Jesús también predicaba “el tiempo está cumplido y el Reino de Dios está próximo”. Marcos 1:15.
“Hasta” la predicación del Reino de Dios por Juan, los escritos sagrados del Viejo Testamento representaban el primer guía del hombre para la salvación (ver Rom. 3:12). La palabra "hasta" (en el griego mechri) ni de lejos autoriza la idea de que los escritos de la ley y de los profetas han perdido su valor, sino significa que hasta el ministerio de Juan estos escritos eran todo lo que los hombres tenían en términos de revelación.
El evangelio vino, no para abolir las antiguas escrituras, sino para suplementarlas, reforzarlas, confirmarlas. El evangelio vino, no para ser colocado en lugar del Viejo Testamento, pero en acrécimo a él. Tal es el sentido en el cual mechri es utilizado, como también en Mat. 28:15 y Rom. 5:14. “Desde entonces", esto es, desde la proclamación del reino de Dios por Juan Bautista, luz adicional y suplementaria ha estado a brillar sobre el camino de la salvación, y no había excusas para los fariseos, "que eran avarientos".
Nada en el texto indica la abolición de la ley de Dios, lo que representaría un sentido corrompido a la vista del tenor bíblico y hasta de lo que se ha enseñado ha siglos, en los medios protestantes (como se encuentran las definiciones de la ley divina en las Confesiones de Fe, Credos y Catecismos de bautistas, presbiterianos, metodistas, congregacionales, luteranos, etc., etc.. – Basado en A. B. Christianini (Subtilezas do Erro) e SDA Bible Commentary (Comentário Bíblico Adventista).
Mensaje del Departamento de Libertad Religiosa de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en los Estados Unidos
Analizando la Enseñanza Bíblica 
James Standish.
La NARLA (siglas en inglés de la Asociación Norteamericana para la Libertad Religiosa), entidad ligada a la Iglesia Adventista del Séptimo Día, estará promoviendo los días 4 al 6 de mayo un encuentro especial de instrucción sobre libertad religiosa en Washington DC, que incluirá contactos directos con autoridades gubernamentales, diplomáticas y congresistas, además de un paseo por el propio Congreso de los EUA, acompañado de adventistas que allí actúan.
El sábado día 6 de mayo, exactamente víspera del "domingo de los 10 mandamientos", en el que en las iglesias evangélicas por todo el país habrá una programación o mención especial a la necesidad nacional de valorar los principios del Decálogo, promovido por una Comisión de los 10 Mandamientos, será dedicado a una manifestación pública de los adventistas por la ley de Dios delante del Congreso Americano, no obstante en conexión con la libertad religiosa.
Este será llamado "Sábado de la Escritura en el Corazón", y esa manifestación contará también con el apoyo de la revista Liberty, publicación adventista que durante más de 100 años se bate en defensa del principio de libertad religiosa para todos.
Dice el director de NARLA, James Standish, al comunicar el evento por e-mail oficial de la entidad bajo su dirección:
Como muchos de ustedes saben, algunos líderes protestantes se unirán para promover el Domingo de los 10 mandamientos. La ironía de celebrar los 10 mandamientos en un domingo, en vez de ser en el séptimo día de la semana como se requiere en los propios 10 mandamientos, es el primer hecho que muchos percibirán. Pero aún más perturbador es el concepto que está por detrás del día: que carecemos del gobierno para promover la ley de Dios, y mediante la promoción gubernamental, los EUA de algún modo reconquistarán su fundamento moral. Nada podría estar más lejos de la realidad.
Nosotros nos denominamos una "nación cristiana" pero nos divorciamos, nos atacamos, nos explotamos unos a otros, nos matamos, nos robamos, nos vendemos drogas a unos niveles alarmantes. Estamos en busca de una cura, pero ¿de dónde podrá venir tal cura?
¿Será que va a venir por exhibir más copias de los 10 mandamientos en edificios gubernamentales? Desde la Corte Suprema hacia abajo, muchos tribunales de justicia de los EUA tienen los 10 mandamientos insertados en sus obras de arte y arquitectura, y eso desde hace décadas. ¿Acaso estas exhibiciones gubernamentales (de los 10 mandamientos) han cambiado siquiera un corazón?
¿Procederá de elegir más políticos religiosos? Tal vez nunca tuvimos tantos políticos abiertamente religiosos en nuestra historia como hasta ahora. ¿Cuántas vidas fueron cambiadas como resultado de ello?
¿Acaso las leyes que impongan los 10 mandamientos salvarán a nuestra nación? No. Es ampliamente sabido por todos que los EUA tienen ahora el índice más elevado de encarcelamiento del mundo. Piensen en ello. Es más alto que el de China, Rusia o Irán. Tenemos suficientes leyes, el problema no es la falta de leyes o de medidas para aplicarlas. El problema está en la profunda ilegalidad en los corazones de nuestro pueblo. La única forma de cambiar eso es cambiando nuestros corazones. Y lo único que puede cambiar nuestros corazones es Aquel que, en primer lugar, hizo nuestros corazones. Es por eso que la NARLA se enrogullece de promover el "Sábado de la Escritura en el Corazón", un día par hacer que se enfatice que los EUA vuelvan a poner la ley de Dios de regreso en el lugar en el que debe estar: ¡escrita en nuestros corazones, por un Dios que es amoroso y poderoso!
Sería maravilloso si cada iglesia de los EUA se sirviese de esta oportunidad para recordar a la nación la invitación divina para escribir Sus leyes en el único lugar en el que realmente deben estar: en cada uno de nuestros corazones (ver Hebreos 8:6-10).
Para más informaciones y materiales, visite www.religiousliberty.info. Que Dios los bendiga a todos.
Preguntas desafiadoras sobre el 4o mandamiento de la ley moral; Leyes alimentares; Cuestiones Sobre la Inmortalidade del Alma:
Analizando la Enseñanza Bíblica 
Prof. Azenilto G. Brito

¿Donde está escrito que en el pasaje de la Antigua para la Nueva Alianza, cuando Dios escribe lo que es llamado “Mis leyes” en los corazones y mentes de los que aceptan los términos de la Nueva Alianza [Nuevo Testamento] (Heb. 8: 6 a 10), transfiriendo el contenido de las frías tablas de piedra para los corazones calentados por la divina gracia (2a. Cor. 3:2-7), Dios
a – deja de fuera el 4o. mandamiento de la ley moral;
b – incluye el 4o. mandamiento, pero altera el día de observancia del sábado para el domingo;
Ó
c – propone que el día de reposo sea una práctica vaga, voluntaria y variable, pudiendo ser reinterpretada como un día cualquier que sea más conveniente al creyente (o a su empleador)?
Textos Básicos: Hebreos 8:6-10; Jeremías 31:31-33; Ezequiel 36:26, 27, Isaías 66:16-18.

Preguntas sobre la cuestión de las leyes alimentares
1 – ¿Por qué estableció Dios esas leyes de limitaciones alimentares? ¿Tendría Él arbitrariamente así determinado sobre ciertos tipos de carne, sin cualquier razón justificable?
2 – ¿En que aspectos las leyes dietéticas tendrían sido abolidas en la cruz, ya que no eran cerimoniales? ¿En que sentido representarían el sacrificio expiatorio de Cristo?
Obs.: Hubo quien imaginase que simbolizarían la separación entre judíos y gentiles. Pero, si así es, estaría Dios incluyendo en Su ley un aspecto de algo que Él, que “no hace acepción de personas”, condemna?
3 – ¿Cómo la sangre derramada de Cristo tendría sido eficaz para purificar la carne de cerdo, ratón, abutre, cobra y lagarto? Tendría ocurrido algún cambio en la composición estructural de manera a hacerlas adecuadas al consumo humano?

Cuestiones Sobre la Inmortalidade del Alma:
a) Probar que Diós ha puesto un alma inmortal cuando creó el hombre (siendo que este ni necesitaría de eso pues la muerte no estaba prevista en el plan original de Dios para la creación del hombre, sino la vida física del hombre, eternamente preservada en el Paraiso físico).
b) Mostrar descripciones bíblicas claras (no en textos parabólicos o simbólicos) de almas concientes, dejando el cuerpo al morir, y siguiendo para el cielo, infierno, purgatorio o cualquier otro “departamento del allá” que la teología popular ha creado.
c) Mostrar descripciones bíblicas claras de almas o espíritus volviendo de algún lugar del allá para reincorporar cuando de la resurrección final.
d) Demostrar como los cuerpos de los impíos que resucitan tienen capacidad de ser eternamente refractarios al fuego, pues solamente los redimidos son descritos como teniendo cuerpos incorruptibles (Fil. 3:20, 21; 1 Cor. 15:53-55).
e) Explicar adonde parte el lago del fuego después de cumplir su función de “muerte segunda”, ya que quema SOBRE LA SUPERFICIE DE LA TIERRA (Apoc. 20:9ss) y no es dicho en ninguna parte que salte de sobre la Tierra para proseguir quemando en otro sitio del universo. El contexto dice que habrá “cielo nuevo, y una tierra nueva . . . y el mar no existía más [ni el lago de fuego]” (Apoc. 21:1).


HOLA HERMANO "TOTOS" MUY INTERESANTE SU APORTE,GRACIAS,DIOS LO BENDIGA.
 
Re: LO QUE NUNCA PUDIERON REFUTAR LOS ANTIADVENTISTAS

hermano Totos podrías pegar de a poco

saludos cordiales


Originalmente enviado por Javier Andrés Ver Mensaje
2 ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA El Espíritu Detrás de la Iglesia
http://www.youtube.com/watch?v=tHYWb...layer_embedded

Apreciado hermano, ese video creo que es viejo, no es una herramienta útil para atacar a algun adventista como los que hay por aca.

saludos cordiales.
 
Re: LO QUE NUNCA PUDIERON REFUTAR LOS ANTIADVENTISTAS

hermano Totos podrías pegar de a poco

saludos cordiales




Apreciado hermano, ese video creo que es viejo, no es una herramienta útil para atacar a algun adventista como los que hay por aca.

saludos cordiales.

A esos videos ya le salieron los antivideos, que responden uno por uno los cuestionamientos infundados con medias verdades.