Lo que necesitamos es amor

16 Mayo 2010
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Lo que necesitamos es amor


Muchas personas se esfuerzan por estudiar y aprender diferentes ramas del saber humano, ciencias, artes, medicina, profesiones arriesgadas, deportes, y otros muchas fuentes del conocimiento, con el fin de conseguir riquezas, fama, o un puesto destacado en la sociedad, y poder así disfrutar de una forma de vida cómoda y feliz. Sin embargo, pocos son, si acaso algunos, los que logran plenamente lo que se han propuesto con tanta lucha y sacrificios invertidos, pero todo cuanto hayan llegado a obtener será transitorio e inseguro, podrían volverlo a perder cuando menos lo piensen. En cuanto a la mayoría ni siquiera logran compensan los esfuerzos y medios empleados, si no les resulta ruinoso.


Si nos parásemos a pensar descubriríamos que puede existir otro medio de conseguir esta misma finalidad, una forma de vida satisfaciente, plena y progresiva, más segura y estable, sin tener que emplear tanto esfuerzo y tiempo ni medios materiales: estudiar y aprender a amarnos unos a otros, maneras de hacernos todo el bien posible, en vez de rivalidades y disputas por los bienes conseguidos, o las posibilidades de obtener medios ventajosos a costa de lo que sea, que es lo que se persigue en este sistema de cosas en perjuicio de todos.


Para cultivar y sentir amor, afecto o aprecio por los demás, no se necesitan cualidades especiales, una inteligencia excepcional, o cuantiosos recursos materiales, cualquiera puede practicarlo y conseguirlo, a cualquier edad, lugar y circunstancia; solo proponérselo y voluntad para mantener esta actitud constante. Y los resultados pueden ser mucho más seguros, satisfacientes y duraderos, que el de cualquier otro estudio o profesión que queramos emprender. Aprender a amarnos mutuamente cuesta menos, requiere menos tiempo para ver sus resultados y estos son más seguros, y está al alcance de todos los que se lo propongan.
 
Re: Lo que necesitamos es amor

Lo que necesitamos es amor


Muchas personas se esfuerzan por estudiar y aprender diferentes ramas del saber humano, ciencias, artes, medicina, profesiones arriesgadas, deportes, y otros muchas fuentes del conocimiento, con el fin de conseguir riquezas, fama, o un puesto destacado en la sociedad, y poder así disfrutar de una forma de vida cómoda y feliz. Sin embargo, pocos son, si acaso algunos, los que logran plenamente lo que se han propuesto con tanta lucha y sacrificios invertidos, pero todo cuanto hayan llegado a obtener será transitorio e inseguro, podrían volverlo a perder cuando menos lo piensen. En cuanto a la mayoría ni siquiera logran compensan los esfuerzos y medios empleados, si no les resulta ruinoso.


Si nos parásemos a pensar descubriríamos que puede existir otro medio de conseguir esta misma finalidad, una forma de vida satisfaciente, plena y progresiva, más segura y estable, sin tener que emplear tanto esfuerzo y tiempo ni medios materiales: estudiar y aprender a amarnos unos a otros, maneras de hacernos todo el bien posible, en vez de rivalidades y disputas por los bienes conseguidos, o las posibilidades de obtener medios ventajosos a costa de lo que sea, que es lo que se persigue en este sistema de cosas en perjuicio de todos.


Para cultivar y sentir amor, afecto o aprecio por los demás, no se necesitan cualidades especiales, una inteligencia excepcional, o cuantiosos recursos materiales, cualquiera puede practicarlo y conseguirlo, a cualquier edad, lugar y circunstancia; solo proponérselo y voluntad para mantener esta actitud constante. Y los resultados pueden ser mucho más seguros, satisfacientes y duraderos, que el de cualquier otro estudio o profesión que queramos emprender. Aprender a amarnos mutuamente cuesta menos, requiere menos tiempo para ver sus resultados y estos son más seguros, y está al alcance de todos los que se lo propongan.


Me parece importante su aporte. Todo el mundo está en la búsqueda de la fellicidad, lo cual está bien, el problema es como, qué es la felicidad para esa persona. Cuando los deseos se están cumpliendo aparece la alegría, esta puede ser verdadera o ficticia. Tenemos temor a la frustración cargando anhelos que a la larga son ilusos o están separados de la realidad.

Usted sabe como es el mundo de hoy con su caracter desorientador y especialista en crear alegrías ficticias.

Pero usted nos habla de amor, esa fuerza que hace crecer, que es vida. Lamentablemente esta preciosa palabra la distorsionan y la vacían de su contenido original.

Jesús dijo: "amaos los unos a los otros como yo os he amado" y para tener FORTALEZA EL AMOR DEBE ENCARAR REALIDADES, debe saber que hay obstáculos a vencer, debe aceptar dificultades que no lo van a detener.

El amor puede llegar a desarmar y derrotar el mal, pues es una fuerza constructiva y positiva.

ME agradó leerlo.
Dios lo bendiga.
 
Re: Lo que necesitamos es amor

Qué bueno buscar el amor, pero el Amor del Señor. Sólo si aceptamos llenarnos de ese Amor, vamos a poder transmitirlo a todo lo que nos rodea. Un Amor que nunca se termina si seguimos su camino y que mientras más lo entreguemos, más nos dará el Señor. Y no importa cual sea nuestro oficio o profesión, porque aunque sea el menos remunerado, al hacerlo con amor vamos a recibir más gratificaciones que no se puede medir en dinero porque son más valiosas. Y todo se lo debemos a Dios.
 
Re: Lo que necesitamos es amor

Gracias Paula. Gracias Mariflor, Por vuestra cálido apoyo a este fundamental tema del amor cristiano. En el ámbito religioso siempre se ha hablado mucho sobre el amor, amor a Dios y amor al prójimo; sin embargo debería parecernos extraño que siendo el amor una fuerza tan poderosa proveniente de un Dios de bondad y todopoderoso, haya sido el desamor y la maldad lo que ha prevalecido a todo lo largo de la historia humana. ¿no deberíamos tratar de averiguar cual ha podido ser la causa de esta aparente y cruel contradicción?


Pensemos que el Creador es un Dios de orden y organización, todas sus obras están regidas por leyes sabias perfectamente ordenadas y organizadas para que así puedan funcionar y permanecer funcionando indefinidamente sin deteriorarse. El ha creado al ser humano a su propia imagen y semejanza en sentido espiritual, para que nosotros podamos también reflejar estas mismas cualidades de orden y organización para nuestras propias obras o cualquier cosa que hagamos. Además nos ha enseñado en su palabra, las Santas Escrituras, cómo debemos actuar para no cometer errores y que todo nos salga bien, porque su mayor deseo es que todos seamos felices.




¿Es mala la enseñanza divina, o puede Dios equivocarse en algo? Imposible, pues es perfecto en todo, y es amoroso para con todas sus criaturas, y todo cuanto nos enseña es para nuestro bien eterno. El solo nos pide que nos amemos unos a otros y que actuemos siempre con justicia y bondad, que es la única forma de conseguir la paz y la felicidad permanente, más sencillo y claro no puede ser. ¿Por qué entonces continuamos sufriendo, soportando tantas injusticias y viendo tanta maldad? No cabe otra explicación sino que el mal está en nosotros, no seguimos debidamente las enseñanzas de Cristo, seguimos cometiendo errores y tenemos que sufrir sus consecuencias.




¿No deberíamos tratar de hacer todo lo posible por que cambie ya esta situación bochornosa de permitir que la maldad siga triunfando sobre la bondad de Dios para desdicha nuestra y deshonra de nuestro Padre celestial? Porque su nombre ha sido manchado y pisoteado por causa de nuestros errores e ingratitud, pues fue por no seguir fielmente las instrucciones divinas por la que el pecado y la maldad entró en el mundo, y sigue siendo por la misma razón por la que sigue triunfando la injusticia y el desamor. Nosotros, los humanos , fuimos los causantes de la entrada del mal en el mundo de la humanidad por nuestra falta de amor y de obediencia a la dirección divina, y hemos de ser nosotros, los que hoy nos llamamos cristianos los que debemos limpiar toda la inmundicia que han arrojado sobre el Creados para obtener su aprobación y nuestra dignidad. ¿Cómo podremos lograrlo? Cultivando verdadero amor, no solamente de palabra sino también de hechos y acción, para que este amor pueda proliferar y producir abundantes frutos, frutos de paz y felicidad para todos los que participen en esta cultivo divino.























 
Re: Lo que necesitamos es amor

Amados hermanos Tomumi2010 y Mariflor:

Estoy cansada de que la maldad siga triunfando.

Yo digo como el salmista, quien abrumado por la tristeza expresa:

"No entregues a las fieras la vida que te ensalza,
No olvides para siempre la suerte de los pobres.

Que el pobre y el desamparado no vuelvan avergonzados
sino que experimenten la alegría de tu liberación
y alaben por siempre tu NOMBRE,
Oh Dios de bondad, justo y misericordioso."


(Inspirado en un salmo bíblico).​

Más adelante sigo compartiendo con ustedes, este importante tema.
 
Re: Lo que necesitamos es amor

En el ámbito religioso siempre se ha hablado mucho sobre el amor y la bondad, amor a Dios y amor al prójimo; sin embargo debería parecernos extraño que siendo el amor una fuerza tan poderosa proveniente de un Dios de bondad y todopoderoso, haya sido el desamor y la maldad lo que ha prevalecido a todo lo largo de la historia humana. ¿no deberíamos tratar de averiguar cual ha podido ser la causa de esta aparente y cruel contradicción?



El amor verdadero es un sentimiento que impulsa a las personas a hacer el bien a otros, y a abstenerse de causarles ningún daño o perjuicio. ¿Quién no puede entender que si cultiváramos amor, aprecio, o siquiera respeto, por todas las personas, el mundo o la convivencia humana sería mucho más agradable y venturosa, menos conflictiva y violenta que lo es actualmente y lo ha sido siempre? No solamente para los creyentes religiosos, sino también para los incrédulos o ateos, pues todos se beneficiarían de estas condiciones sociales más pacíficas y progresivas, ya que el tiempo y los medios económicos que se malgastan en luchas y rivalidades inútiles se podrían emplear en producir más productos necesarios y comodidades para todos.




Quizás se ha hablado mucho del amor en todos los aspectos, pero amor de palabras, que cuesta poco pero vale menos; lo que se requiere es amor de hechos, de acción; las obras son las que producen efectos provechosos y duraderos, y si se llevan a cabo con sabiduría y bien organizadas, sus efectos se verán de inmediato, o a corto plazo, de forma que todos podrán disfrutar de ellas mientras siguen laborando, no serían promesas a largo plazo que casi nadie alcanza a verlas realizadas.




El amor y los buenos sentimientos son como las semillas de las plantas que pueden producir buenos frutos para el sostenimiento de la vida de las personas y hacerla agradable y duradera; precisan cultivarlas en condiciones favorables para su desarrollo y que den abundantes y sabrosos frutos. No se trata de ir esparciendo semilla a diestro y siniestro, sin mirar el terreno en que se siembra ni las condiciones en que se encuentra. Si no se cultiva adecuadamente la semilla, por buena que sea, no dará frutos, o estos serán escasos y de mala calidad.


De semejante forma, el amor y los sentimientos edificantes requieren ser cultivados en las mejores condiciones para que favorezcan su crecimiento y fortaleza, y produzcan efectos duraderos y reales, visibles para todos y accesibles a quienes quiera participar en su producción. Como las plantas, que habrá de limpiarse de malas yerbas el terreno antes de sembrarlo y proporcionarle los fertilizantes necesario para que crezcan con vigor, y después procurar que no vuelvan a surgir nuevas yerbas, los sentimientos hay que cultivarlos en un corazón limpio de malos deseos y mantenerlos separado de la corrupción del ambiente que nos rodea para que no se contamine y pierda su benignidad destruyendo sus buenos efectos.




Todo esto requiere esfuerzos y persistencia, mucha voluntad, pero los resultados compensarán tan abundantemente tales esfuerzos que valdrá la pena realizarlos, pues de otra forma nunca se lograría que nuestra vida tenga verdadero sentido ni satisfaga nuestro natural deseo de tener y disfrutar una vida mejor.