Estimado Tejano
Sin duda El Evangelio de Jesucristo enseña que el amor es esencial, más aún toda la Palabra de Dios gira en torno del Santo Amor de Dios a los hombres.
Sin embargo, el cristiano debe ser muy cuidadoso y nunca confundirse y anteponer el amor al prójimo por sobre el Amor que posibilita y habilita al hombre para que sea capaz de amar, es decir, la Santa Presencia del Espíritu Santo de Dios en él.
Veamos,
"Le dijo Judas (no el iscariote):
Señor, ¿Como es que te manifestarás a nosotros y no al mundo?
Respondió Jesús y le dijo:
El que me ama, mi Palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
El que no me ama, no guarda mis Palabras.............. (Juan 14)
Estimado Tejano, una vez que se cree esta enseñanza de Jesucristo, se entiende la diferencia en el amor que puede llegar a sentir y manifestar un hijo de Dios, en el cual mora el Espíritu Santo, y el amor que pudiera llegar a sentir y manifestar el hombre natural no regenerado en Jesucristo, que no cree y se aparta de La Palabra de Dios.
Sobre esto, vale el tiempo para preguntarse y reflexionar:
¿Puede el hombre afirmar "amo a mi prójimo", si en su corazón no guarda La Palabra de Dios, de manera que sea amado por Dios, El Cristo de Dios esté en él y lo habilite en su humanidad para amar a su prójimo?
Lo importante y verdaderamente esencial de todo esto, es que el cristiano no se confunda y "llegue a amar" a las criaturas y sus obras, antes que Al Creador, quién en Su Gracia es el que permite que el hombre sea capaz de Amar. De esta forma se cumple La Palabra de Dios y el cristiano atribuye el mérito a Cristo y no al corazón engañoso del hombre que no se inclina ante La Palabra de Dios.
En Cristo
Rogelio