PRACTICANDO EL LIBRO DE LOS HECHOS
Semana 11 --- La obra de los apóstoles
Miércoles --- Leer con oración: Hch 9:15; 2 Co 3:6; Ro 10:12; Gá 3:3; 1 Co 12:3
“Yo conozco tus obras; he aquí he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra y no has negado mi nombre” (Ap 3:8)
LLENARSE DEL ESPÍRITU POR MEDIO DE LA PALABRA DE DIOS
Los doce apóstoles fueron enseñados por el mismo Señor Jesús, pero Pablo fue instruido por el Espíritu. El Señor le dijo a Ananías que Pablo era un instrumento escogido para llevar Su nombre en presencia de los gentiles y de reyes, así como también delante de los hijos de Israel (Hch 9:15). El mismo Pablo dio testimonio de esto ante el rey Agripa diciendo: “Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús a quién tú persigues. Pero levántate y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, librándote de tu pueblo, y de los gentiles a quienes ahora te envío, para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados. Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial” (Hch 26:15-19).
En 2 Corintios 12:2-4, Pablo dice de sí mismo: “Conozco un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo no lo sé si fuera del cuerpo no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé, Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar”. Esto quiere decir que estaba en el espíritu y así pudo tener tan grande revelación a fin de llevar a cabo la economía de Dios. Nosotros, igualmente, necesitamos tener una visión en nuestro espíritu.
Cuando Pablo predicaba el evangelio y cuidaba de las personas, las conducía a invocar el nombre del Señor (Ro 10:12-13), pues, permaneciendo en el espíritu, ellas podrían tener la experiencia de ser llenas del Espíritu. Como vemos en Gálatas 3:3, Pablo conducía a las personas a entrar por la puerta del Espíritu, llevándolas a invocar el nombre del Señor, pues nadie puede decir “Señor Jesús”, sino por el Espíritu Santo (cfr. 1 Co 12:3).
Otra manera de llenarnos del Espíritu es leyendo la Palabra de Dios. Por medio de ella podemos estar en el espíritu, pues las palabras del Señor son espíritu y son vida (Jn 6:63). La costumbre del hombre es siempre analizar e investigar, pero en cuanto a nosotros, al leer la Biblia, no debemos analizarla, ni usar solamente la mente para investigarla, pues de esa manera ella se volverá sólo en letra muerta, sin vida. Pablo habló de manera muy seria de que el Señor lo hizo ministro competente de un nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu, porque la letra mata pero el Espíritu vivifica (2 Co 3:6). Por eso, necesitamos usar el espíritu cuando leemos la Biblia y la mejor manera de hacer esto es tomar la Palabra con oración, es decir, leer-orar con las palabras de la Biblia, como Pablo dice en Efesios 6:17- 18: “Y tomad… la espada del Espíritu que es la palabra de Dios, con toda oración y súplica en el Espíritu”.
El Señor elogió a la iglesia en Filadelfia porque los santos allí perseveraban en dos puntos extremadamente importantes: el nombre y la palabra del Señor (cfr. Ap 3:8). La Palabra necesita ser viva, por eso debemos leer la Biblia con vida, usar la mente para entenderla pero también usar el espíritu para alimentarnos de ella, y la oración es la mejor manera para que recibamos suministro y vida. ¡Alabado sea el Señor, esto es muy importante!
Punto Clave: Invocar, orar y leer-orar la Palabra de Dios.
Pregunta: ¿Qué significa no analizar la Palabra?
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SEMANA 2 — DÍA 3
Alimento matutino
Hch. 20:18 …Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que puse pie en Asia.
28 Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño, en medio del cual el Espíritu Santo os ha puesto como los que vigilan, para pastorear la iglesia de Dios, la cual Él ganó por Su propia sangre.
35 En todo os he dado ejemplo, mostrándoos cómo, trabajando así, se debe sostener a los débiles, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
Sin el pastoreo no es posible ministrar vida a los demás…Debemos ponernos en contacto con las personas y cuidar de ellas, sean pecadores o creyentes, al igual que el apóstol Pablo … quien se ponía en contacto con las personas y les suplía lo que necesitaban (2 Co. 1:23—2:14). En 2 Corintios 11:28-29 Pablo dijo: “Además de otras cosas … lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias. ¿Quién está débil, y yo no estoy débil? ¿A
quién se le hace tropezar, y yo no ardo?”. Esto revela el cuidado que brinda un pastor adecuado.
Hechos 20 dice que mientras Pablo iba en camino a Jerusalén, envió un mensaje a Éfeso e hizo llamar a los ancianos de la iglesia. Les dijo que ellos debían pastorear al rebaño de Dios, el cual Dios ganó por Su propia sangre (v. 28). Lo que embargaba el corazón de Pablo era el pastoreo del rebaño de Dios. Muchos piensan que Pablo fue un gran apóstol que realizó una gran obra como si fuera una gran carrera, pero Pablo consideró que lo que hacía era pastorear el rebaño de Dios. Debemos experimentar un cambio radical en nuestra lógica y en nuestra manera de pensar. No debemos pensar que vamos a realizar una gran obra para Cristo como ciertos gigantes espirituales. Los llamados “gigantes espirituales” en realidad no hicieron mucho por los intereses de Dios. Al contrario, se hicieron un nombre y lograron muy poco en lo que a la edificación del Cuerpo de Cristo se refiere. (Los grupos vitales, págs. 63-64)
Lectura para hoy
Pablo [es] un verdadero modelo para todos los ancianos… Aunque él mismo no ejerció el cargo de anciano, con todo, estableció un modelo, un patrón, un ejemplo para los ancianos que había adiestrado. Por lo tanto, al hablar de sí mismo, él tenía la expectativa de que todos los ancianos siguieran sus pasos e imitaran lo que él había estado haciendo … [Pablo] servía al Señor como esclavo. Todos los ancianos deben servir al Señor como esclavos. Ellos no han sido colocados en una posición de alto rango o dignidad. En la iglesia no existen rangos ni posiciones, sino sólo la humildad y la esclavitud.
En el pasado, el concepto que teníamos entre nosotros era que los ancianos únicamente administraban los asuntos de la iglesia, tomaban las decisiones y daban los anuncios. Pero debemos comprender que la administración de los asuntos de la iglesia es algo secundario…La principal responsabilidad de los ancianos es la de pastorear [1 P. 5:2]…Como ya hemos dicho, el pastoreo requiere la enseñanza, y es por eso que los ancianos deben ser aptos para enseñar (1 Ti. 3:2; 5:17).Para enseñar a otros, los ancianos deben primeramente ser enseñados, es decir, deben primero aprender.
No es suficiente que simplemente visitemos a los santos en sus hogares y les digamos que confíen en el Señor y crean en Él. Los ancianos deben leerles algunos versículos que les sean de provecho, darles algunas definiciones, y enseñarles con la Palabra santa. De este modo, los santos recibirán ayuda en cuanto a su crecimiento espiritual, y serán establecidos, fortalecidos y conjuntamente edificados.
Pastorear no consiste simplemente en predicar un mensaje. Esto no es suficiente ni es lo más importante. La principal responsabilidad es la de visitar a los santos en sus hogares y pastorearlos. Al respecto, Pablo estableció un buen modelo que podían imitar los ancianos, al enseñar a los santos públicamente y de casa en casa…Adondequiera que viva un santo, allí deben ir los ancianos. Si en una localidad hay diez hogares, ellos deben ir a esos diez hogares para visitar a cada uno de los santos … Hace casi cincuenta años, dediqué un tiempo considerable visitando a las personas para llevarles el evangelio y ayudarlas a ser salvas, y también estuve visitando a los santos en sus hogares. Al ir a sus hogares podía enterarme de la verdadera condición en que las personas estaban. Entonces, los ancianos podíamos brindarles el debido pastoreo … Debemos ahorrar … [nuestro] tiempo a fin de pastorear a los santos. Si vamos a los hogares de los santos y allí los pastoreamos, quedará constancia de ello en los cielos. (Talk concerning the Church Services, Part One, págs. 15-16, 17-18) Lectura adicional: Los grupos vitales, mensajes 6-7
Witness Lee
Derechos reservados a: Living Stream Ministry
¡Jesús es el Señor!
Semana 11 --- La obra de los apóstoles
Miércoles --- Leer con oración: Hch 9:15; 2 Co 3:6; Ro 10:12; Gá 3:3; 1 Co 12:3
“Yo conozco tus obras; he aquí he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra y no has negado mi nombre” (Ap 3:8)
LLENARSE DEL ESPÍRITU POR MEDIO DE LA PALABRA DE DIOS
Los doce apóstoles fueron enseñados por el mismo Señor Jesús, pero Pablo fue instruido por el Espíritu. El Señor le dijo a Ananías que Pablo era un instrumento escogido para llevar Su nombre en presencia de los gentiles y de reyes, así como también delante de los hijos de Israel (Hch 9:15). El mismo Pablo dio testimonio de esto ante el rey Agripa diciendo: “Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús a quién tú persigues. Pero levántate y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, librándote de tu pueblo, y de los gentiles a quienes ahora te envío, para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados. Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial” (Hch 26:15-19).
En 2 Corintios 12:2-4, Pablo dice de sí mismo: “Conozco un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo no lo sé si fuera del cuerpo no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé, Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar”. Esto quiere decir que estaba en el espíritu y así pudo tener tan grande revelación a fin de llevar a cabo la economía de Dios. Nosotros, igualmente, necesitamos tener una visión en nuestro espíritu.
Cuando Pablo predicaba el evangelio y cuidaba de las personas, las conducía a invocar el nombre del Señor (Ro 10:12-13), pues, permaneciendo en el espíritu, ellas podrían tener la experiencia de ser llenas del Espíritu. Como vemos en Gálatas 3:3, Pablo conducía a las personas a entrar por la puerta del Espíritu, llevándolas a invocar el nombre del Señor, pues nadie puede decir “Señor Jesús”, sino por el Espíritu Santo (cfr. 1 Co 12:3).
Otra manera de llenarnos del Espíritu es leyendo la Palabra de Dios. Por medio de ella podemos estar en el espíritu, pues las palabras del Señor son espíritu y son vida (Jn 6:63). La costumbre del hombre es siempre analizar e investigar, pero en cuanto a nosotros, al leer la Biblia, no debemos analizarla, ni usar solamente la mente para investigarla, pues de esa manera ella se volverá sólo en letra muerta, sin vida. Pablo habló de manera muy seria de que el Señor lo hizo ministro competente de un nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu, porque la letra mata pero el Espíritu vivifica (2 Co 3:6). Por eso, necesitamos usar el espíritu cuando leemos la Biblia y la mejor manera de hacer esto es tomar la Palabra con oración, es decir, leer-orar con las palabras de la Biblia, como Pablo dice en Efesios 6:17- 18: “Y tomad… la espada del Espíritu que es la palabra de Dios, con toda oración y súplica en el Espíritu”.
El Señor elogió a la iglesia en Filadelfia porque los santos allí perseveraban en dos puntos extremadamente importantes: el nombre y la palabra del Señor (cfr. Ap 3:8). La Palabra necesita ser viva, por eso debemos leer la Biblia con vida, usar la mente para entenderla pero también usar el espíritu para alimentarnos de ella, y la oración es la mejor manera para que recibamos suministro y vida. ¡Alabado sea el Señor, esto es muy importante!
Punto Clave: Invocar, orar y leer-orar la Palabra de Dios.
Pregunta: ¿Qué significa no analizar la Palabra?
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SEMANA 2 — DÍA 3
Alimento matutino
Hch. 20:18 …Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que puse pie en Asia.
28 Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño, en medio del cual el Espíritu Santo os ha puesto como los que vigilan, para pastorear la iglesia de Dios, la cual Él ganó por Su propia sangre.
35 En todo os he dado ejemplo, mostrándoos cómo, trabajando así, se debe sostener a los débiles, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
Sin el pastoreo no es posible ministrar vida a los demás…Debemos ponernos en contacto con las personas y cuidar de ellas, sean pecadores o creyentes, al igual que el apóstol Pablo … quien se ponía en contacto con las personas y les suplía lo que necesitaban (2 Co. 1:23—2:14). En 2 Corintios 11:28-29 Pablo dijo: “Además de otras cosas … lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias. ¿Quién está débil, y yo no estoy débil? ¿A
quién se le hace tropezar, y yo no ardo?”. Esto revela el cuidado que brinda un pastor adecuado.
Hechos 20 dice que mientras Pablo iba en camino a Jerusalén, envió un mensaje a Éfeso e hizo llamar a los ancianos de la iglesia. Les dijo que ellos debían pastorear al rebaño de Dios, el cual Dios ganó por Su propia sangre (v. 28). Lo que embargaba el corazón de Pablo era el pastoreo del rebaño de Dios. Muchos piensan que Pablo fue un gran apóstol que realizó una gran obra como si fuera una gran carrera, pero Pablo consideró que lo que hacía era pastorear el rebaño de Dios. Debemos experimentar un cambio radical en nuestra lógica y en nuestra manera de pensar. No debemos pensar que vamos a realizar una gran obra para Cristo como ciertos gigantes espirituales. Los llamados “gigantes espirituales” en realidad no hicieron mucho por los intereses de Dios. Al contrario, se hicieron un nombre y lograron muy poco en lo que a la edificación del Cuerpo de Cristo se refiere. (Los grupos vitales, págs. 63-64)
Lectura para hoy
Pablo [es] un verdadero modelo para todos los ancianos… Aunque él mismo no ejerció el cargo de anciano, con todo, estableció un modelo, un patrón, un ejemplo para los ancianos que había adiestrado. Por lo tanto, al hablar de sí mismo, él tenía la expectativa de que todos los ancianos siguieran sus pasos e imitaran lo que él había estado haciendo … [Pablo] servía al Señor como esclavo. Todos los ancianos deben servir al Señor como esclavos. Ellos no han sido colocados en una posición de alto rango o dignidad. En la iglesia no existen rangos ni posiciones, sino sólo la humildad y la esclavitud.
En el pasado, el concepto que teníamos entre nosotros era que los ancianos únicamente administraban los asuntos de la iglesia, tomaban las decisiones y daban los anuncios. Pero debemos comprender que la administración de los asuntos de la iglesia es algo secundario…La principal responsabilidad de los ancianos es la de pastorear [1 P. 5:2]…Como ya hemos dicho, el pastoreo requiere la enseñanza, y es por eso que los ancianos deben ser aptos para enseñar (1 Ti. 3:2; 5:17).Para enseñar a otros, los ancianos deben primeramente ser enseñados, es decir, deben primero aprender.
No es suficiente que simplemente visitemos a los santos en sus hogares y les digamos que confíen en el Señor y crean en Él. Los ancianos deben leerles algunos versículos que les sean de provecho, darles algunas definiciones, y enseñarles con la Palabra santa. De este modo, los santos recibirán ayuda en cuanto a su crecimiento espiritual, y serán establecidos, fortalecidos y conjuntamente edificados.
Pastorear no consiste simplemente en predicar un mensaje. Esto no es suficiente ni es lo más importante. La principal responsabilidad es la de visitar a los santos en sus hogares y pastorearlos. Al respecto, Pablo estableció un buen modelo que podían imitar los ancianos, al enseñar a los santos públicamente y de casa en casa…Adondequiera que viva un santo, allí deben ir los ancianos. Si en una localidad hay diez hogares, ellos deben ir a esos diez hogares para visitar a cada uno de los santos … Hace casi cincuenta años, dediqué un tiempo considerable visitando a las personas para llevarles el evangelio y ayudarlas a ser salvas, y también estuve visitando a los santos en sus hogares. Al ir a sus hogares podía enterarme de la verdadera condición en que las personas estaban. Entonces, los ancianos podíamos brindarles el debido pastoreo … Debemos ahorrar … [nuestro] tiempo a fin de pastorear a los santos. Si vamos a los hogares de los santos y allí los pastoreamos, quedará constancia de ello en los cielos. (Talk concerning the Church Services, Part One, págs. 15-16, 17-18) Lectura adicional: Los grupos vitales, mensajes 6-7
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