Las generaciones entre 1970 y 1990 no se tragan el cuento de la ideología de género, ni con café y galleticas.
Más bien, la tirada de Disney -bajo el control de satanistas-, es corromper a la gente de esta generación. Me pregunto si, a la vuelta de unos veinte años, se intentará tropicalizar la pedofilia y la zoofilia.