Librado de la pena de muerte

10 Mayo 2001
29
0
En el estado norteamericano de Florida, en la ciudad de Tampa, acaba de ser declarado no culpable el ciudadano español Joaquín José Martínez, acusado del asesinato de dos personas y residente del corredor de la muerte durante cuatro años, tras un primer juicio plagado de corrupciones, falsas acusaciones, intereses bastardos y una catastrófica defensa por un abogado de oficio, tal como ha podido descubrir y demostrar el abogado defensor.
Los padres de este joven vinieron a España y pasearon por todas las cadenas de televisión, radio y prensa explicando el caso de su hijo y pidiendo dinero para poder contratar los servicios de un buen bufete de abogados.
A falta de unos 9 millones de pesetas (unos 46.000 dólares) ya han podido pagar la defensa, tras arruinarse y recaudar los más de 100 millones de pesetas (más de 500.000 dólares) que esta costaba.
Todo ha sido bien empleado por conseguir el veredicto de inocencia, pero ¿qué hubiera pasado si los padres no llegan a recaudar tan cuantiosa cantidad de dinero para conseguir una defensa jurídica adecuada? La respuesta es segura: dentro de dos o tres años la pena de muerte se habría cumplido.
Me surgen estas preguntas: ¿por qué se mantiene la pena de muerte en países tan civilizados y avanzados? ¿No es suficiente con saber que por error u otros motivos se puede ajusticiar a inocentes, y de hecho se descubre que un porcentaje lo son tras ser ejecutados, para abolirla? Una vez ejecutada ya no hay vuelta atrás.
¿Cómo es posible que tantos cristianos sigan considerando que la pena de muerte es legítima aún con el riesgo de graves errores en la instrucción de los casos?
Saludos.