Lecturas del Dia del Senor

tejano

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5 Octubre 1999
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DLB a todos. Que pasen un buen Dia del Senor!

Lectura del libro del profeta Isaías 50, 5-9a

El Señor abrió mi oído y yo no me resistí ni me volví atrás. Ofrecí mi espalda a los que me golpeaban y mis mejillas, a los que me arrancaban la barba; no retiré mi rostro cuando me ultrajaban y escupían.
Pero el Señor viene en mi ayuda: por eso, no quedé confundido; por eso, endurecí mi rostro como el pedernal, y sé muy bien que no seré defraudado.
Está cerca el que me hace justicia: ¿quién me va a procesar? ¡Comparezcamos todos juntos! ¿Quién será mi adversario en el juicio? ¡Que se acerque hasta mí! Sí, el Señor viene en mi ayuda: ¿quién me va a condenar?

Palabra de Dios.


SALMO Sal 114, 1-2. 3-4. 5-6. 8-9 (R.: 9)

R. Caminaré en la presencia del Señor,
en la tierra de los vivientes.


Amo al Señor, porque él escucha
el clamor de mi súplica,
porque inclina su oído hacia mí,
cuando yo lo invoco. R.

Los lazos de la muerte me envolvieron,
me alcanzaron las redes del Abismo,
caí en la angustia y la tristeza;
entonces invoqué al Señor:
«¡Por favor, sálvame la vida!» R.

El Señor es justo y bondadoso,
nuestro Dios es compasivo;
el Señor protege a los sencillos:
yo estaba en la miseria y me salvó. R.

El libró mi vida de la muerte,
mis ojos de las lágrimas y mis pies de la caída.
Yo caminaré en la presencia del Señor,
en la tierra de los vivientes. R.


Lectura de la carta del apóstol Santiago 2, 14-18

¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso esa fe puede salvarlo? ¿De qué sirve si uno de ustedes, al ver a un hermano o una hermana desnudos o sin el alimento necesario, les dice:
«Vayan en paz, caliéntense y coman», y no les da lo que necesitan para su cuerpo? Lo mismo pasa con la fe: si no va acompañada de las obras, está completamente muerta.
Sin embargo, alguien puede objetar: «Uno tiene la fe y otro, las obras.» A ese habría que responderle: «Muéstrame, si puedes, tu fe sin las obras. Yo, en cambio, por medio de las obras, te demostraré mi fe.»

Palabra de Dios.


X Lectura del santo Evangelio según san Marcos 8, 27-35

Jesús salió con sus discípulos hacia los poblados de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?»
Ellos le respondieron: «Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas.»
«Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?»
Pedro respondió: «¿Tú eres el Mesías.» Jesús les ordenó terminantemente que no dijeran nada acerca de él. Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar después de tres días; y les hablaba de esto con toda claridad. Pedro, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo. Pero Jesús, dándose vuelta y mirando a sus discípulos, lo reprendió, diciendo: «¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres.»
Entonces Jesús, llamando a la multitud, junto con sus discípulos, les dijo: «El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí y por la Buena Noticia, la salvará.»

Palabra del Señor.



Reflexión

El Evangelio de la misa de hoy presenta a Jesús con sus discípulos en Cesarea de Filipo. Mientras caminan, Jesús pregunta a los apóstoles: «¿Quién dice la gente que soy yo?»,

No tenía el Señor necesidad de hacer esta pregunta pues El conocía bien las opiniones y conversaciones del pueblo; preparaba el
terreno para otra cuestión más definitiva. La respuesta que dieron los apóstoles fue sencilla: «Algunos dicen que eres Juan
Bautista, otros que Elías o alguno de los profetas.»

Todos reconocían, cuando menos, que era comparable a los hombres más ilustres de la historia de Israel.

Y después que ellos dijeran las diversas opiniones de la gente, Jesús les hace la pregunta fundamental, directamente a ellos: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?»

El Papa, al comentar este pasaje dice que “todos nosotros conocemos ese momento en que no basta hablar de Jesús repitiendo lo
que otros han dicho..., no basta recoger una opinión, sino que es preciso dar testimonio, sentirse comprometido por el testimonio, y
después llegar hasta los límites de las exigencias de ese compromiso. Los mejores amigos, apóstoles de Jesús fueron siempre los
que percibieron un día dentro de sí la pregunta definitiva, que no tiene vuelta de hoja, ante la cual, todas las demás resultan
secundarias: “Para ti, ¿quién soy Yo?. Juan Pablo II nos dice que la vida y todo el futuro dependen de esa respuesta, nítida y
sincera; sin retórica ni subterfugios, que pueda darse a esa pregunta”

Pedro contestó categóricamente: “Tu eres el Mesías”. Esta convicción no fue fruto de sus investigaciones, sino la manifestación del
don de la fe con que Dios lo había dotado, y fruto de la apertura del corazón de Pedro, quien se muestra dispuesto a recibir y
proclamar el don recibido.

Cuando el Sumo Sacerdote pregunta al Señor, en los momentos previos a su Pasión: ¿Eres tu el Mesías, el Hijo de Dios?, Jesús le
contesta: “Yo soy, y verás al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Padre, y venir sobre las nubes del cielo”.

En esta respuesta, Jesús no solo da testimonio de ser el Mesías esperado, sino que aclara la trascendencia divina de su misión.

En ese momento y ahora sólo existe una única respuesta verdadera a la pregunta de Jesús: “Tu eres el Cristo, el Mesías, el Hijo
Unigénito de Dios. La Persona de la que dependen todas nuestras vidas, mi destino, y mi felicidad”.

Sabemos muy bien, -son palabras del Papa-, que ante Jesús no podemos contentarnos con una simpatía simplemente humana, ni
es suficiente considerarlo sólo como un personaje digno de interés histórico, teológico, espiritual, social o como fuente de inspiración artística. Jesucristo nos compromete absolutamente y por enteros. Nos pide que al seguirle renunciemos a nuestra
propia voluntad para identificarnos con El.

Jesús acepta la manifestación de fe de Pedro. Acepta que es el Mesías. Pero nos revela que es un Mesías con la cruz a cuestas. y
que nos espera para que lo acompañemos llevando nuestra propia cruz. No para cargar sufrimientos, sino para ser libres y poder
amar. La cruz de Cristo estaba cargada de dolor, porque esa era la única forma de amar hasta el extremo.

Si el hombre se afirma en sí mismo, si pone su confianza exclusivamente en sus propias fuerzas, está perdido. En cambio, si se
niega, pone su esperanza en la Roca, que es Cristo. Porque negarse a sí mismo es transferir todo el amor, incluso el amor a sí
mismo, a Cristo. Como manifestación de ello hemos de llevar la cruz, la que a cada uno asigna el Señor, para poder ser dignos
discípulos de ese Maestro, cuya cátedra es, precisamente, la Cruz..

Las palabras de Jesús dan la medida de lo que Cristo exige para seguirle. No nos pide Jesús un entusiasmo pasajero, ni una dedicación momentánea; lo que pide es la renuncia de sí mismo, el cargar cada uno con su cruz y seguirle. Porque la meta que el Señor quiere para cada uno de nosotros es la vida eterna. En todo este pasaje del evangelio está contemplado precisamente el destino eterno del hombre. A la luz de esa vida eterna es como debemos valorar la vida presente, que no tiene un carácter definitivo ni absoluto, sino que es transitoria. Es un medio para conseguir aquella vida definitiva del Cielo.
 
Comentario al pasaje de Isaías 50: 4-11


Isaías 5:4-11

4 Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios.

5 Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me volví atrás.

6 Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos.

7 Porque Jehová el Señor me ayudará, por tanto no me avergoncé; por eso puse mi rostro como un pedernal, y sé que no seré avergonzado.

8 Cercano está de mí el que me salva; ¿quién contenderá conmigo? Juntémonos. ¿Quién es el adversario de mi causa? Acérquese a mí.

9 He aquí que Jehová el Señor me ayudará; ¿quién hay que me condene? He aquí que todos ellos se envejecerán como ropa de vestir, serán comidos por la polilla.

10 ¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios.

11 He aquí que todos vosotros encendéis fuego, y os rodeáis de teas; andad a la luz de vuestro fuego, y de las teas que encendisteis. De mi mano os vendrá esto; en dolor seréis sepultados.


Algunos comentarios:

Este pasaje es el Tercer Himno del Siervo. (Los otros Himnos son 42:1-9; 49:1-7; y 52:13-53).

El reproche que sufrió el Israel creyente en el Exilio anticipa el rechazo que sufrió JESUCRISTO.

El versículo 6:"Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos." es un profecía neta de los sufrimientos que nuestro Señor JESUCRISTO sufrió en la cruz.

En este versículo es muy interesante notar "el mesado de la barba", que se mantuvo por siglos (aun en la literatura española) como un acto de tremenda humillación.

En el versículo siete, la frase "puse mi rostro como un pedernal" es una demostración de segura determinación que aun en los momentos de mayor persecución, no seremos derrotados por la vergüenza.

En el versículo 11 se describe a los que encienden sus propios fuegos olvidándose que el único fuego que da vida es el fuego del Señor.


Aplicación:

Isaías 5:4-11

Pidámosle al Señor que nos dé palabras de sabiduría, para ayudar a los cansados y abatidos. Cada mañana que amanece debe ser un reencuentro con el Dios de la Vida.

Cada día es un reencuentro con el Dios Creador de todo lo que existe.

El Señor nos abre los oídos, y nos da su fidelidad; de lo contrario, cerramos nuestros oídos a su Palabra y le somos infieles.

El sacrificio de la cruz es irrepetiible. Jesús no se convirtió en mártir; el sufrió todo con el propósito que nosotros sus hijos ya no suframos. Sin embargo, si El nos llma a sufir, pues sufriremos. Pero nuestro sufrimiento no tiene ningún valor para nuestra salvación propia ni para nadie. El único sacrificio con virtudes salvíficas es el del Calvario que tuvo lugar hace 2000 años. Después de ese sacrificio, no más sacrificios.

El Señor siempre nos ayuda. No necesitamos la ayuda de ningún otro ser "bueno"; la ayuida de Dios es suficiente y abundante.

Cuando llegamos a conocer a Cristo como nuestro Salvador y Señor, nunca nos avergonzamos de El; ponemos nuestra cara tan dura como un pedernal. Pero lo más importante es que Dios jamás se avergonzará de nosotros.

Dios siempre está a nuestro lado. El es el único que está en todas partes. Ni Satanás lo puede hacer a pesar de ser un espíritu. Ningún ser humano tiene la capacidad ni la habilidad ni el poder de estar siempre a nuestro lado; si no lo puede hacer, en vano son los rezos que les podemos dirigir. Si invocamosa sus espíritus, estamos coincidiendo con las prácticas nigrománticas de los paganos. Esto es pecado a los ojos de Dios.

Si JESUCRISTO está con nosotros, ¿quién contenderá con nosotros? Juntémonos. Todos los adversarios del Dios que aborrece la idolatría deben tener el coraje de acercarse a El. Cuando un pecador se acerca a Dios pueden suceder dos cosas: O se deslíe como la cera, o se endurece como el barro.

Esto lo hemos visto en todas partes; inclusive en este foro. Si nos acercamos con humilde ante El, él deslíe nuestro orgullo; pero si mantenemos nuestro orgullo ante El, El enu=durece nuestro corazón hasta que se pone como la piedra.

Tenemos que cantar con júbilo por la seguridad que El nos ayudará siempre. No hay nadie que nos podrá condenar. Todos los enemigos del Señor se envejecerán y llegarán a la senilidad como nuestros zapatos viejos que llega el momento que nadie los quiere usar. A Jezabel se la comieron los gusanos; a los infieles se los comerá la polilla.

¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? Esta es la pregunta constante aquí en el foro. Siempre llamamos al arrepentimiento (y con gran sorpresa vemos que como loros los romanistas están diciéndonos la misma cosa, pretendiendo que ellos ya se han arrepentido de sus pecado de IDOLATRíA, y nos invitan a los santos hijos de Dios a que volvamos a la pocilga del pecado de donde salimos un feliz día).

Nuestra invitación es que todos los que andan en la oscuridad y no tienen la luz del EVANGELIO DE JESUCRISTO, deben aprender a venir a Jesucristo y tener fe solamente en El (con exclusión absoluta de otros dioses humanos como María y ortros).

JESUCRISTO es el único CAMINO AL PADRE ETERNO. Si se está en otros caminos (Guadalupe, Lourdes, brujería, orgullo, Iglesia, etc.) no tiene la esperanza de llegar a Dios. El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre del Señor, y apóyese en el Trino Dios.

No hagamos lo que hicieron los israelitas muchas veces: encendieron otros fuegos, se rodearon de otras luces y, por lo tanto, anduvieron en la oscuridad. La única luz es JESUCRISTO, nadie más.

Meditemos en esto ya que es la PALABRA DE DIOS.
 
Mensaje Diario - http://www.jesusvive.net/

Palabra de Dios diaria -- Ezequiel 36:25

Domingo, 17 de Septiembre de 2000

Esparciré sobre vosotros agua limpia, y
seréis limpiados de todas vuestras
inmundicias; y de todos vuestros ídolos
os limpiaré.

-- Ezequiel 36:25


Pensamiento:

Dios puede limpiar todas las cosas malas
que afligen tu vida; esta gracia de Dios
es para todos aquellos que le buscan. Esta
limpieza es completa, te transforma y te
hace libre.


Oración:

Señor, limpia en este día mi pecado,
mi iniquidad y cámbiame. Quiero entrar
confiadamente en tus atrios y estar
cerca de ti, en el nombre de Jesús.
Amén.


Que Dios le bendiga.

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SALMO Sal 114, 1-2. 3-4. 5-6. 8-9 (R.: 9)

R. Caminaré en la presencia del Señor,
en la tierra de los vivientes.

Caminamos en la presencia del Señor, no en la presencia de ningún humano deificado.

Amo al Señor, porque él escucha
el clamor de mi súplica,
porque inclina su oído hacia mí,
cuando yo lo invoco. R.

El Señor escucha el clamor de mis súplicas porque El es Omnipresente. Ningún ser humano, por más beato que sea, puede escucharme. Si eso ocurriera, estaría metido en el Nigromantismo.

Los lazos de la muerte me envolvieron,
me alcanzaron las redes del Abismo,
caí en la angustia y la tristeza;
entonces invoqué al Señor:
«¡Por favor, sálvame la vida!» R.

El Señor siempre está listo para venir en nuestra ayudad. El último versículo del salmo 119 implica que Dios tiene que proteger a los suyos. Por eso nos sentimos seguros, en la enfermedad o en la muerte, en la popbreza o riqueza, El siempre está a nuestro lado. No necesitamos de ningún mediador o mediador. Si acudimos a estos, nos convertimos en desobedientes e idólatras.

El Señor es justo y bondadoso,
nuestro Dios es compasivo;
el Señor protege a los sencillos:
yo estaba en la miseria y me salvó. R.

Es verdad. Su amor es suficiente; no necesitamos el amor de nadie más. Su amor es AGAPE. La fastuosidad de las religiones no significa que están en mejor situación que los humildes. Las catedrales sin Cristo son simples museos.

El libró mi vida de la muerte,
mis ojos de las lágrimas y mis pies de la caída.
Yo caminaré en la presencia del Señor,
en la tierra de los vivientes. R.

El es quien da vida a todos los seres humanos, y a toda su creación. Ningún ser que no da vida merece nuestra veneración ni mucho menos nuestra adoración. Los que se postran e invocan a seres humanos deificados están en estado de muerte.
 
Mensaje Diario - http://www.jesusvive.net/

Palabra de Dios Diaria -- Hebreos 12:2

Martes, 19 de Septiembre de 2000

...puestos los ojos en Jesús, el autor y
consumador de la fé, el cual por el gozo
puesto delante de él sufrió la cruz,
menospreciando el oprobio, y se sentó a
la diestra del trono de Dios.


-- Hebreos 12:2


Pensamiento:

El sacrificio de Cristo en la cruz del
calvario es algo que siempre debemos
tener en nuestra mente. Poner los ojos
en Cristo es vital para mantener nuestra
fé.


Oración:

Señor, no permitas que mi ojos se aparten
de ti, ya que tu me sustentas. Fortalece
mi fe, apartando toda duda, y guiame por
tu camino. En el nombre de Jesús, Amen.


Que Dios le bendiga.
 
Lectura de la carta del apóstol Santiago 2, 14-18

Esta lectura es muy importante y especial ya que viene de los labios del hermano carnal de JESUCRISTO, el hijo de María.

Santiago dice:

"¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso esa fe puede salvarlo? ¿De qué sirve si uno de ustedes, al ver a un hermano o una hermana desnudos o sin el alimento necesario, les dice:
«Vayan en paz, caliéntense y coman», y no les da lo que necesitan para su cuerpo? Lo mismo pasa con la fe: si no va acompañada de las obras, está completamente muerta.
Sin embargo, alguien puede objetar: «Uno tiene la fe y otro, las obras.» A ese habría que responderle: «Muéstrame, si puedes, tu fe sin las obras. Yo, en cambio, por medio de las obras, te demostraré mi fe.»


Yo comento:

"¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras?

Santiago da en el clavo de la sicología religiosa. Muchos creen que decir que tienen fe es suficiente. Este fenómeno se puede observar en todas las organizaciones religiosas, todas las denominaciones.

¿Acaso esa fe puede salvarlo?

No, precisamente porque en relidad no hay fe. Hay solamente una posición emocional o/y intelectual; pero fe no ya que la fe para ser fe tiene que ser la fe en la FE de JESUCRISTO, y JESUCRISTO es el autor de nuestra fe y El nos enseñó a vivir la vida cristiana.

¿De qué sirve si uno de ustedes, al ver a un hermano o una hermana desnudos o sin el alimento necesario, les dice:

De nada. No sirve de nada.


«Vayan en paz, caliéntense y coman», y no les da lo que necesitan para su cuerpo?

Esta posición es defendida ardientemente por los activistas de la acción social en las religiones y en los partidos políticos.


Lo mismo pasa con la fe: si no va acompañada de las obras, está completamente muerta.

Completamente muerta. Sin embargo, no debemos olvidarnos de la enseñanza complementaria que da el apóstol Pablo en la Epístola a los Romanos cuando explica que la somos salvos por la Gracia de Dios a través de la fe. Santiago y Pablo tienen que ser estudiados y practicados en unidad teológica. No se contradicen sino que se complementan.


Sin embargo, alguien puede objetar: «Uno tiene la fe y otro, las obras.» A ese habría que responderle:




«Muéstrame, si puedes, tu fe sin las obras. Yo, en cambio, por medio de las obras, te demostraré mi fe.»

 
Marcos 8, 27-35

Jesús salió con sus discípulos hacia los poblados de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?»

Ellos le respondieron: «Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas.»
«Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?»

Pedro respondió: «¿Tú eres el Mesías.» Jesús les ordenó terminantemente que no dijeran nada acerca de él. Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar después de tres días; y les hablaba de esto con toda claridad. Pedro, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo. Pero Jesús, dándose vuelta y mirando a sus discípulos, lo reprendió, diciendo: «¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres.»
Entonces Jesús, llamando a la multitud, junto con sus discípulos, les dijo: «El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí y por la Buena Noticia, la salvará.»

Palabra del Señor.

**************

Jesús salió con sus discípulos hacia los poblados de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?»

Cesarea de Filipos era una ciudad gentil, muy importante pero fuera de los linderos de Israel. En este lugar Jesús les pregunta a sus discípulos, no a los gentiles, qué pensaba la gente acerca de El.


Ellos le respondieron: «Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas.»

Todos creían que Jesús era un profeta enviado por Dios.


«Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?»

Y ahora, les manda la pregunta más importante, "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?". No les pregunta qué dicen los religiosos, los escribas, saduceos y fariseos que eran los conocedores de la Ley de Dios, equivalente a las diversas organizaciones religiosas de hoy.

Recordemos, frente al Señor cada uno de nosotros tenemos que responder la pregunta, "Y tú, ¿quién dices que soy yo?"

Aquí en el foro un forista muy enterado pero muy confundido y confundidor siempre dice, "Yo creo lo que mi iglesia cree". Esto mueve a compasión ya que este Juan Manuel se ha atrevido a afirmar que ha sido bautizado con el Espíritu Santo; sin embargo, se niega a publicar su testimonio. Por mucho tiempo le exigí que diera su respuesta a la pregunta de Jesús, Y tú, ¿quién dices que soy yo?". El me dijo que no quería pecar de pedantería, implicando que los evangélicos somos pedantes cuando damos nuestro testimonio de haber salido de la oscuridad a la Luz de Jesús.

Hermanos, no sigamos el ejemplo de Juan Manuel; más bien sigamos el ejemplo de Pedro, quien, enseñado po el Espíritu Santo, le dijo a Jesús, "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente".

¿Qué habría pasado si Pedro le hubiera contestado, "Tú eres Jesús, el hijo de la "santísima virgen" que tú has abandonado en tu casa y que ni siquiera tre sigue porque piensa que estás loco?"



Pedro respondió: «¿Tú eres el Mesías.»

Según Juan Manuel, esto se podría leer así: "Cristo respondió: 'Tú eres el Cristo (el Mesías).' Juan Manuel acaba de afirmar que todos somos "cristos" por la sencilla razón que somos ungidos. Esto es una monstruosa deformación de la verdad.

Jesús les ordenó terminantemente que no dijeran nada acerca de él. Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar después de tres días; y les hablaba de esto con toda claridad.

Esto es otra manera de mencionar la Expiación. Juan Manuel también acaba de declarar que la Expiación está demás ya que espera encontrar en el cielo a Ghandi, Aristóteles, y toda una gama de personas que nunca fueron lavadas en la Sangre del Cordero.

Para suavizar y disimular incluyó nombres como Lutero y Luther Martin King. Se cuidó de no mencionar a Calvino. ¿Por qué será?


Pedro, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo. Pero Jesús, dándose vuelta y mirando a sus discípulos, lo reprendió, diciendo: «¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás!

Aquí Jesús comete un tremendo sacrilegio ya que lo reprende duramente al "futuro papa".

Porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres.»

Le sigue dando duro al formidable Pedro, tan pecador como yo que a veces me paso de adjetivos contra los idólatras.


Entonces Jesús, llamando a la multitud, junto con sus discípulos, les dijo: «El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.

Eso incluye las cosas bonitas como "la fidelidad a los padres" (este es le gran pretexto para adorar a María). Tenemos que renunciar a todo, incluyendo esas tradiciones de las organizaciones religiosas que contradicen a la PALABRA DE DIOS. No me estoy refiriendo esclusivamente a la Secta Romana; también incluyo a muchas de las tradiciones de los evangélicos que se van contra la FE DE JESUCRISTO.

Espero que cuando la "catarata" de defensas de la Secta Romana termine, los evangélicos nos dediquemos a hablar de nuestros puntos flacos de cada una de nuestras amadas denominaciones.

Roma se cree sólida unida. Esa es una mentira. La verdadera unión es la que tenemos en Cristo a pesar de nuestras diferencias litúrgicas o doctrinales. ¡Alabemos al Señor en nuestra diversidad!


Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí y por la Buena Noticia, la salvará.»

Esto es lo que está haciendo Roma: quiere salvar su vida; no quiere desaparecer totalmente del universo cristiano. Cuando Roma se arrepienta ante JESUCRISTO, pida perdón al ESPIRITU SANTO por la "catarata" de agravios con el EVANGELIO DE JESUCRISTO, recié ahí podremos decirles, "Vengan, hermanos separados; ahora se han arrepentido, ahora se han entregado a JESUCRISTO; ahora han abandonado sus herejías, sus idolatrías, sus engaños. ahora ustedes son dignos de llamarse hermanos nuestros.

Si Roma no hace eso, nunca habrá reconciliación. Sería una blasfemia contra El Espíritu Santo, y, por lo tanto, sería un pecado imperdonable el que cometeríamos.

Palabra del Señor.
 
Copiar y pegar este párrafo dos veces vuelve a indicar que tu único objetivo es ser el autor de más cantidad de escritos en el foro, aunque no en cuanto el contenido.

Yo al menos lo voy a anunciar: Este mensaje lo repetiré en su copia (Marcos 8: 27-35 http://www.forocristiano.com/Forum12/HTML/001912.html)

Fraternalmente en Cristo.

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1Jn:4:8:
El que no ama, no conoce á Dios; porque Dios es amor.
 
La reflexión que manda "tejano" dice:

"El Papa, al comentar este pasaje dice que “todos nosotros conocemos ese momento en que no basta hablar de Jesús repitiendo lo
que otros han dicho..., no basta recoger una opinión, sino que es preciso dar testimonio, sentirse comprometido por el testimonio, y
después llegar hasta los límites de las exigencias de ese compromiso. Los mejores amigos, apóstoles de Jesús fueron siempre los
que percibieron un día dentro de sí la pregunta definitiva, que no tiene vuelta de hoja, ante la cual, todas las demás resultan
secundarias: “Para ti, ¿quién soy Yo?. Juan Pablo II nos dice que la vida y todo el futuro dependen de esa respuesta, nítida y
sincera; sin retórica ni subterfugios, que pueda darse a esa pregunta”"


Comentario del hijo santo de Dios, Ezequiel Romero:

El Papa, al comentar este pasaje dice

(1) que “todos nosotros conocemos ese momento en que no basta hablar de Jesús repitiendo lo que otros han dicho...,

Este hombre está en contra de los rezos de sus seguidores que son esencialmente repeticiones vacías de los que van a su misa. Tienen que repetir, repetir y repetir.

(2) no basta recoger una opinión, sino que es preciso dar testimonio, sentirse comprometido por el testimonio, y
después llegar hasta los límites de las exigencias de ese compromiso.

Esto le cae a Juan Manuel Carrizo ya que se negó a dar un testimonio veraz, elocuente y amplio de su expewriencia religiosa. Lo consideró una vanidad.

(3) Los mejores amigos, apóstoles de Jesús fueron siempre los que percibieron un día dentro de sí la pregunta definitiva, que no tiene vuelta de hoja, ante la cual, todas las demás resultan secundarias: “Para ti, ¿quién soy Yo?.

Todos estos buenos personajes no lo hicieron porque les dio la gana sino porque el Espíritu Santo les reveló la gran VERDAD. El pobre Pedro se habría quedado callado o habría metido la pata otra vez sin la ayuda del Espíritu Santo, exactamente como lo está haciedno mientras escribo esta nota.

(4) Juan Pablo II nos dice que la vida y todo el futuro dependen de esa respuesta, nítida y sincera; sin retórica ni subterfugios, que pueda darse a esa pregunta”

Si Karol Joseph sabe esto, ¿por qué no se arrepiente de su pecado de idolatría?