Lecturas de Hoy 30/9/00

tejano

2
5 Octubre 1999
344
0
Lectura del Eclesiastés 11, 9-12, 8

Alégrate, muchacho, mientras eres joven, y que tu corazón sea feliz en tus años juveniles. Sigue los impulsos de tu
corazón y lo que es un incentivo para tus ojos; pero ten presente que por todo eso Dios te llamará a juicio. Aparta de tu corazón la tristeza y aleja de tu carne el dolor, porque la juventud y la aurora de la vida pasan fugazmente.
Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que lleguen los días penosos y vengan los años en los que dirás: «No encuentro en ellos ningún placer»; antes que se oscurezcan el sol y la luz, la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes cargadas de lluvia. En aquel día temblarán los guardianes de la casa y se encorvarán los hombres
vigorosos; se detendrán las moledoras, que ya serán pocas, y se oscurecerán las que miran por las ventanas; se
cerrarán las puertas de la calle, mientras declina el ruido del molino; cesará el canto de los pájaros y enmudecerán
las que entonan canciones.
Entonces se temerán las cuestas empinadas y los terrores acecharán por el camino.
El almendro estará florecido, se pondrá pesada la langosta y la alcaparra perderá su eficacia. Porque el hombre se
va a su morada eterna, mientras las plañideras rondan por la calle.
Sí, acuérdate de él antes que se corte la hebra de plata y se quiebre la ampolla de oro, antes que se haga pedazos el
cántaro en la fuente y se rompa la cuerda del aljibe; antes que el polvo vuelva a la tierra, como lo que es, y el
aliento vuelva a Dios, porque es él quien lo dio.
¡Vanidad, pura vanidad!, dice Cohélet. ¡Nada más que vanidad!

Palabra de Dios.


SALMO Sal 89, 3-4. 5-6. 12-13. 14 y 17 (R.: 1)

R. Señor, tú has sido nuestro refugio
a lo largo de las generaciones.

Tú haces que los hombres vuelvan al polvo,
con sólo decirles: «Vuelvan, seres humanos.»
Porque mil años son ante tus ojos
como el día de ayer, que ya pasó,
como una vigilia de la noche. R.

Tú los arrebatas, y son como un sueño,
como la hierba que brota de mañana:
por la mañana brota y florece,
y por la tarde se seca y se marchita. R.

Enséñanos a calcular nuestros años,
para que nuestro corazón alcance la sabiduría.
¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo...?
Ten compasión de tus servidores. R.

Sácianos en seguida con tu amor,
y cantaremos felices toda nuestra vida.
Que descienda hasta nosotros la bondad del Señor;
que el Señor, nuestro Dios,
haga prosperar la obra de nuestras manos. R.


X Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 43b-45

Mientras todos se admiraban por las cosas que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: «Escuchen bien esto que les digo:
El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres.»
Pero ellos no entendían estas palabras: su sentido les estaba velado de manera que no podían comprenderlas, y temían interrogar a Jesús acerca de esto.

Palabra del Señor.






Reflexión

Las primeras actuaciones de Jesús significaron un cierto éxito. Y Jesús mismo temió que sus discípulos –quienes estaban a su lado-, se dejaran arrastrar por ese entusiasmo ficticio de la gente.

El Señor no se deja aturdir por la admiración general de la que es objeto; considera únicamente la misión que el Padre le ha encomendado.
Y entonces les dice a los discípulos: “El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres”. Y ellos no alcanzaban a comprender qué podía significar esa expresión. Ese ser entregado a los hombres era sinónimo de ser entregado a la muerte y “esto” no cabía en la mente de esos hombres para los cuales el Mesías debía mostrarse siempre y en toda ocasión glorioso y victorioso.

La pasión del Mesías era como una paradoja; y si bien Jesús se expresó claramente, para ellos era imposible ver al Rey como Mesías
sufriente.

Jesús anunciaba así su Pasión. Esa Pasión, en la que Él estaba pensando desde hacía tiempo. El Señor se preparó detenidamente para eso y
trató en vano de preparar a sus apóstoles.

Pero ellos tenían miedo de preguntarle sobre eso; no quieren abordar el tema con Jesús, porque interiormente rechazaban la muerte de
Jesús. Ellos no comprendieron que esa Pasión a la que el Señor se ofreció en cumplimiento de la voluntad del Padre, era su “mayor” acto de amor.

Y en nuestro mundo de hoy, tampoco hemos entendido claramente el mensaje de Jesús. también hoy hay muchos –incluso discípulos de Jesús-, que no entienden que Dios permita el sufrimiento. Hoy también hay quiénes se preguntan porqué, si Dios es Dios y es Padre, permite que sus hijos sufran.

Cuando en algunas ocasiones, nos toque a nosotros la hora de la desolación espiritual, de la aridez, o del sufrimiento y la angustia, no lleguemos nunca a dudar de la infinita bondad y Providencia de nuestro Padre. Abandonarnos a las manos de nuestro Padre Dios, depositar en Él nuestra confianza, es la manera que tenemos sus hijos de superar las dificultades que siempre se nos van a presentar en nuestras vidas.

En esos momentos recordemos a san Pablo cuando dice “todo coopera al bien de los que aman a Dios”. Esa convicción es signo de una fe fuerte. ¡Dios es Padre! y no quiere nada malo para nosotros.

"Eso” que a veces nos preocupa..., tengamos la certeza de que nos conviene. Nos conviene aunque no seamos capaces de verlo así. Todo lo que nos pasa, si es deseado por Dios, es para nuestro bien.

En esas circunstancias tengamos una visión más cristiana del sufrimiento y del dolor. En lugar de pensar que no hay “rosas sin espinas”, pensemos que no hay “espinas sin rosas”. Cuando sintamos el pinchazo de las espinas, pensemos en esa rosa que va a aparecer ante nuestros ojos.




Delante de la cruz los ojos míos
quédenseme, Señor, así mirando,
y sin ellos quererlo estén llorando,
porque pecaron mucho y están fríos.

Y estos labios que dicen mis desvíos,
quédenseme, Señor, así cantando,
y sin ellos quererlo estén rezando,
porque pecaron mucho y son impíos.

Y así con la mirada en vos prendida,
y así con la palabra prisionera,
como la carne a vuestra cruz asida,

quédenseme, Señor, el alma entera;
y así clavada en vuestra cruz mi vida,
Señor, así, cuando queráis me muera.
Amén

Himno de la Liturgia de las Horas
 
¡ Gracias hermano !



------------------
<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">quote:</font><HR>Ev. San Mateo cap. 28,18-20
Acercándose, Jesús les dijo: "Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra.
Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos
en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré
siempre con ustedes hasta el fin del mundo".
<HR></BLOCKQUOTE>

Juan Manuel

:angel: