Lectura de Hoy 10/10/00

tejano

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5 Octubre 1999
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Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia 1, 13-24

Hermanos:
Seguramente ustedes oyeron hablar de mi conducta anterior en el Judaísmo: cómo perseguía con furor a la Iglesia de Dios y la arrasaba, y cómo aventajaba en el Judaísmo a muchos compatriotas de mi edad, en mi exceso de celo por las tradiciones paternas. Pero cuando Dios, que me eligió desde el seno de mi madre y me llamó por medio de su gracia, se complació en revelarme a su Hijo, para que yo lo anunciara entre los paganos, de inmediato, sin consultar a ningún hombre y sin subir a Jerusalén para ver a los que eran Apóstoles antes que yo, me fui a Arabia y después regresé a Damasco.
Tres años más tarde, fui desde allí a Jerusalén para visitar a Pedro, y estuve con él quince días. No vi a ningún otro Apóstol, sino solamente a Santiago, el hermano del Señor.
En esto que les escribo, Dios es testigo de que no miento. Después pasé a las regiones de Siria y Cilicia. Las Iglesias de Judea que creen en Cristo no me conocían personalmente, sino sólo por lo que habían oído decir de mí: «El que en otro tiempo nos perseguía, ahora anuncia la fe que antes quería destruir.» Y glorificaban a Dios a causa de mí.

Palabra de Dios


SALMO Sal 138, 1-3. 13-14b. 14c-15 (R.: 24b)

R. Señor, llévame por el camino eterno.

Señor, tú me sondeas y me conoces
tú sabes si me siento o me levanto;
de lejos percibes lo que pienso,
te das cuenta si camino o si descanso,
y todos mis pasos te son familiares. R.

Tú creaste mis entrañas,
me plasmaste en el seno de mi madre:
te doy gracias porque fui formado
de manera tan admirable.
¡Qué maravillosas son tus obras! R.

Tú conocías hasta el fondo de mi alma
y nada de mi ser se te ocultaba,
cuando yo era formado en lo secreto,
cuando era tejido en lo profundo de la tierra. R.


X Lectura del santo Evangelio según san Lucas 10, 38-42

Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra.
Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude.»
Pero el Señor le respondió: «Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria, María eligió la mejor parte, que no le será quitada.»

Palabra del Señor.




Reflexión


Este evangelio, nos muestra dos formas de seguir a Jesús, y también nos indica cuál es la más perfecta.

A primera vista parece que Jesús reta a Marta por trabajar mucho y elogia a María por no hacer nada.
Sin embargo, la Iglesia celebra cada año, el 29 de julio a Marta como Santa, y nos la propone como modelo de los que se dedican a servir en el hogar.
Entonces ¿Qué es lo que desaprueba Jesús en Marta y alaba en María?

Marta y María, hermanas de Lázaro, reciben a Jesús en su casa, pero observa San Lucas que mientras Marta “estaba muy ocupada en las tareas de la casa”, María, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra.

En esa época, eran los discípulos quienes se sentaban a los pies de sus maestros. Y María, aprovecha la oportunidad, para sentarse a los pies de Jesús, para ser su discípula.
Y ésta actitud.... chocaba con las costumbres de la época, porque no se admitía, que las mujeres fueran discípulas.

En tiempos de Jesús, un hombre no podía estar hablando públicamente con una mujer, y muchos menos aún enseñarle.
Asimismo sólo los varones podían asistir al culto, las mujeres estaban en las casas de oración en lugares apartados y secundarios.

A cualquiera que se le hubiera preguntado en ese momento, cuál era el lugar de María, hubiera contestado simplemente: la cocina.

Y por eso,... porque la situación no era adecuada para la época, es que seguramente Marta le reclama a Jesús que mande a María a ayudarle.

Y qué hace Jesús?

Defiende a María.

El Señor reconoce la laboriosidad de Marta. No la reta por ser muy trabajadora. Y tampoco alaba a María, por perezosa.
En el evangelio no se hace alusión a que María no trabajase habitualmente, sino sólo destaca que en ESE momento, en el momento que Jesús, llega a su casa, y que ella tiene oportunidad de escucharlo y de aprender, entonces en ESE momento, en lugar de hacer las tareas de la casa, lo escucha.

Marta en cambio, si bien está haciendo algo bueno y valioso, ... y quiere servir a Jesús de la mejor manera, en realidad se encuentra con una respuesta del Señor que la desconcierta, el Señor le hace ver, que con tantas preocupaciones no se toma el tiempo para escuchar lo que Jesús le quiere decir.

Las dos hermanas, quieren a Jesús y lo quieren servir, pero de distinta forma, y el Señor remarca, que hay un tiempo para cada cosa.

Y así también debe pasar en nuestra vida. En nuestra vida, tendremos momentos en que tenemos que trabajar y momentos en que tenemos que estar atentos al Señor, dialogar con él, en definitiva hacer ORACION.

Quien no se toma suficiente tiempo para la oración y para escuchar la Palabra de Dios, no podrá ser efectivo en su vida cristiana

Queremos especialmente hoy pedirle al Señor que seamos capaces de encontrar en nuestra vida el equilibrio necesario para dar al trabajo y a la oración el tiempo debido

Este mundo del hombre, en que el se afana
tras la felicidad que tanto ansía,
tu lo vistes, Señor, de luz temprana
y de radiante sol al mediodía.

Así el poder de tu presencia encierra
el secreto más hondo de esta vida;
un nuevo cielo y una nueva tierra
colmarán nuestro anhelo sin medida.

Poderoso Señor de nuestra historia,
no tardes en venir gloriosamente;
tu luz resplandeciente y tu victoria
inunden nuestra vida eternamente. Amén.

Himno de la Liturgia de las Horas
 
Mensaje Diario - http://www.jesusvive.net/

Palabra de Dios diaria -- Proverbios 25:28

Martes, 10 de Octubre de 2000

Como ciudad derribada y sin muro es el
hombre cuyo espíritu no tiene rienda.

-- Proverbios 25:28


Pensamiento:

Como creyentes, debemos de controlar
nuestras emociones, no dejandonos
llevar por ellas, ya que nos exponemos
cuando esto ocurre.


Oración:

Padre, ayudame a controlar mi temperamento,
pon en mi un espiritu manso y apacible que
te refleje en mi vida, en el nombre de
Jesús. Amen.


Que Dios le bendiga.

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¡Jesús Vive!