para ponerle limites al ego de los demas uno primero tiene que aprender a ponerle limites al propio ego
Podemos poner límites, pero no conseguir que no los ignoren y desprecien. Sólo el Señor tiene en su mano el impedir que nos hagan daño y que nos hagamos daño traspasando los límites que Él nos pone.para ponerle limites al ego de los demas uno primero tiene que aprender a ponerle limites al propio ego