Para Ustedes que significa o representa el aceite en esa parabola?
esta oregunta viene a cuestion, de que en cierta iglesia o denominacion un pastor dijo que representaba el Espiritu Santo, lo cual no es biblicamente posible, ya que el Espiritu es algo infinito que no puede acabarse ni dejarse ni faltar por darlo, ej. biblicos hay evidentes de esto. desde mi punto de vista lo que mas se parece al ejemplo de algo que puede acabarse si uno diera parte segun la circunstancia, es el tiempo, es decir, creo que esa parabola significa que llegara un momento que los que no se ocuparon antes por buscar de Dios ni comprender de la palabra, luego no tendran tiempo ni allaran tiempo, o quizas en la huida por los cataclismos que ocurriran, no encontraran quien los asista en la cuestiones de fe o algo similar relacionado con el tiempo. Ud que opinan? esa parabola me hace acordar a cuando Jesus hablo de los mayordomos fieles que a su tiempo repartiran, y tambien de cuando dijo "andad en la luz mientras tengais luz" lo cual creo tiene relacion con el oleo de la lampara, que es algo que se acaba con el tiempo.
Acaso puede significar que en algun momento de los eventos del apocalipsis luego que se predice a todas las naciones, ya no habran mas predicas ni donde encontrar biblias para leer, sino que quienes lo sepan lo sabran y recordaran o tendran la biblia para ellos y no podran compartirlas, ya que no se imprimiran mas biblias o algo asi?
Las parabolas son un recurso literario de lenguaje figurativo tipico y muy comun en la literatura Hebrea de los textos biblicos. Sin embargo, no debemos "espiritualizar" el text en extremo y tenemos que limitar nuestra interpretacion al margen de los que escucharon la parabola directamente de la buca del Salvador. En este caso, el punto central de la parabola es que de un grupo de diez doncellas, cinco estaban debidamente preparadas y laboraron diligentemente para estar listas para la llegada el Novio. Los detalles de los preparativos no son el punto importante de la parabola, por lo que atribuirle tal o mas cual prioridad al aceite queda fuera de la exegesis biblica por ser innecesario.
Un tercio de las palabras de Jesús en los evangelios sinópticos se presentan en parábolas. Conocer las parábolas es esencial para comprender la persona de Cristo. Si bien las parábolas tienen mensajes atemporales, las reinterpretaciones en nuevos contextos a lo largo de los siglos han distorsionado los significados originales y socavado la esencia de lo que Jesús pretendía.
Al menos un aspecto de esta parábola puede conocerse con absoluta certeza. El novio es Jesucristo, y esta parábola describe su regreso. En el Antiguo Testamento (Isaías 54:4-6; 62:4-5; Oseas 2:19), Dios se describe a sí mismo como el “esposo” de Israel, y en el Nuevo Testamento (Juan 3:27-30; Mateo 9:15; Marcos 2:19-20), Cristo es representado como el novio de la Iglesia. La Iglesia es descrita en las Escrituras como la novia de Cristo (Efesios 5:25-32).
El contexto histórico también se puede conocer con bastante certeza. Al describir una boda judía del primer siglo, D.A. Carson, en el Comentario bíblico del expositor, describe el contexto de esta manera: “Normalmente, el novio con algunos amigos cercanos salía de su casa para ir a la casa de la novia, donde se celebraban varias ceremonias, seguidas de una procesión por las calles, después del anochecer, hasta su casa. Las diez vírgenes pueden ser damas de honor que han estado ayudando a la novia; y esperan encontrarse con el novio cuando salga de la casa de la novia… Se esperaba que todos en la procesión llevaran su propia antorcha. Se suponía que los que no tenían antorcha eran invitados sorpresa o incluso bandidos. Las festividades, que podían durar varios días, comenzaban formalmente en la casa del novio”. La antorcha era una lámpara con un pequeño tanque de aceite y una mecha o un palo con un trapo empapado en aceite en el extremo que requería volver a remojarse de vez en cuando para mantener la llama.
El impulso general y fácilmente visible de la parábola es que Cristo regresará a una hora desconocida y que su pueblo debe estar listo. Estar listo significa prepararse para cualquier contingencia que surja en nuestras vidas y mantener nuestros ojos fijos en Jesús en todo momento mientras esperamos ansiosamente su venida. Como se ve en el hecho de que todas las vírgenes estaban durmiendo cuando llegó el llamado, indica que no importa lo que estemos haciendo cuando Cristo regrese. Podemos estar trabajando, comiendo, durmiendo o realizando actividades de ocio. Sea lo que sea, debemos hacerlo de tal manera que no tengamos que “arreglar las cosas” (obtener más aceite) cuando Él venga. Esto se aplicaría tanto a la venida de Cristo por Su Iglesia como a los santos de la Tribulación mientras esperan Su segunda venida.
Estar preparados para el regreso de Cristo implica en última instancia una cosa importante que se manifiesta en varias áreas de nuestra vida. Si queremos estar preparados para el regreso de Cristo, debemos nacer de nuevo mediante la fe salvadora en Jesucristo… Su muerte, sepultura y resurrección literal de entre los muertos (Juan 3:16; 14:6; Romanos 10:9 y 10; 1 Corintios 15:1-4; Efesios 2:1-10). La fe salvadora en Jesucristo se manifestará en cada aspecto de nuestra vida. El fruto del Espíritu (Gálatas 5:22) comenzará a manifestarse. Un deseo de mayor santidad y menos pecado será evidente. Y una constante espera de Su venida marcará nuestras vidas. Uno de los mejores pasajes que articulan cómo se ven la gracia salvadora y la fe en la vida de un creyente es Tito 2:11-14: “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres. Nos enseña a decir “no” a la impiedad y a las pasiones mundanas, y a vivir en este siglo presente con dominio propio, justicia y piedad, mientras aguardamos la esperanza bienaventurada: la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras”.
Las cinco vírgenes que tienen el aceite adicional representan a los verdaderamente nacidos de nuevo que esperan con ansias la venida de Cristo. Tienen fe salvadora y han decidido que, pase lo que pase, ya sea un largo tiempo o circunstancias adversas, cuando Jesús regrese, lo esperarán con ansias. Las cinco vírgenes sin el aceite representan a los falsos creyentes que disfrutan de los beneficios de la comunidad cristiana sin un verdadero amor por Cristo. Están más preocupados por la fiesta que por anhelar ver al novio. Su esperanza es que su asociación con los verdaderos creyentes (“danos de tu aceite” del versículo 8) los llevará al reino al final. Esto, por supuesto, nunca es el caso. La fe de una persona en Jesús no puede salvar a otra. El “Señor, Señor” y el “no os conozco” de los versículos 11 y 12 encajan muy bien con la condena de Jesús a los falsos creyentes de Mateo 7:21-23: “No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?”. Y entonces les declararé: “Jamás os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”.
Que no seamos hallados “yendo a comprar” (v. 10) cuando Cristo regrese. Tómate el tiempo ahora para llenar tu lámpara con aceite y lleva contigo algo extra. Sigue esperando y observando con alegría y anticipación.
Saludos.