Las pruebas que pasó Jesús en el desierto. ¿Qué podemos aprender?

Pancho Frijoles

Leyenda del foro
30 Noviembre 2016
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Sabemos que Jesús fue tentado en todo, pero nunca pecó.
Me parece interesante que revisemos el único episodio en donde las Escrituras retratan con cierto detalle cómo fue tentado. Particularmente, porque estaba por comenzar su ministerio. Jesús ya sabía que no era un hombre cualquiera. Que había sido enviado por Dios al pueblo de Israel y que se le conocería como el Ungido, el Hijo de Dios. Que el Mensaje que le había encomendado su Padre, un mensaje de arrepentimiento, de esperanza y de reconciliación, traería vida eterna a todo aquel que lo siguiera. Y que por se fiel a ese Mensaje, sería rechazado y llevado a la cruz.
Para traer un poco de novedad al citar el pasaje, uso la versión Nueva Traducción Viviente. Agradeceré sus contribuciones al hilo.


Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que allí lo tentara el diablo. Durante cuarenta días y cuarenta noches ayunó y después tuvo mucha hambre.

En ese tiempo, el diablo se le acercó y le dijo:
—Si eres el Hijo de Dios, di a estas piedras que se conviertan en pan.
Jesús le dijo:
—¡No! Las Escrituras dicen: “La gente no vive solo de pan, sino de cada palabra que sale de la boca de Dios”.
Después el diablo lo llevó a la santa ciudad, Jerusalén, al punto más alto del templo, y dijo:
—Si eres el Hijo de Dios, ¡tírate! Pues las Escrituras dicen: “Él ordenará a sus ángeles que te protejan. Y te sostendrán con sus manos para que ni siquiera te lastimes el pie con una piedra”.
Jesús le respondió:
—Las Escrituras también dicen: No pondrás a prueba al Señor tu Dios” .
Luego el diablo lo llevó a la cima de una montaña muy alta y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria que hay en ellos.
—Te daré todo esto—dijo—si te arrodillas y me adoras.
—Vete de aquí, Satanás—le dijo Jesús—, porque las Escrituras dicen: Adora al Señor tu Dios y sírvele únicamente a él”
Entonces el diablo se fue, y llegaron ángeles a cuidar a Jesús.
 
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En las dos primeras tentaciones, Jesús está ante la duda de saber que es efectivamente el Cristo, el Hijo de Dios. El diablo comienza diciendo "Si eres el Hijo de Dios... "
Resolver esta duda era importantísimo para que Él pudiera en adelante ejercer un ministerio difícil, peligroso, con un final atroz.

A la mente de Jesús acuden dos posibilidades de demostrarse as sí mismo que en realidad es el Enviado Divino.

  • Una, realizando un milagro sobrenatural. Convertir las piedras en pan.
  • Otra, esperando que su Padre haga el milagro sobrenatural. Arrojarse al vacío para obligar al Padre a cumplir su promesa de rescate.

En ambas usa las Escrituras para fundamentar su decisión. Ante la primera, decide que no son los milagros sobrenaturales hechos para calmar sus propias necesidades lo que demostrará que es Hijo de Dios. De hecho, años después, cuando está colgado de la cruz, no intenta liberarse a sí mismo.
Jesús sabe que ha sido enviado para alimentar a otros. Y que esa comida es la Palabra de Dios. Toda divinidad que podemos encontrar en Jesús se basa en que La Palabra eterna de Dios se manifiesta en Él, mora en Él a plenitud. Jesús reproduce La Palabra, vive y muere por La Palabra. Resucita por La Palabra y da vida eterna a otros por La Palabra.

El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida." (Jn 6:63)

Por eso, ante la punzante duda existencial de probar si su misión es verdadera obrando un milagro sobrenatural para salvarse, opta por recordar que el verdadero pan es La Palabra de Dios, la cual Él ejemplifica. Y contesta “La gente no vive solo de pan, sino de cada palabra que sale de la boca de Dios”.

Les digo la verdad, todo el que cree, tiene vida eterna. ¡Sí, yo soy el pan de vida! (Jn 6:47)


Jesús les respondió:
—Les digo la verdad, no fue Moisés quien les dio el pan del cielo, fue mi Padre. Y ahora él les ofrece el verdadero pan del cielo, pues el verdadero pan de Dios es el que desciende del cielo y da vida al mundo. (Jn 61:32,33, NTV)
 
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En el post anterior, compañeros, vimos cómo Jesús es tentado con la duda sobre su propia realidad como Hijo de Dios. Y se siente tentado a comprobarlo de dos maneras:
  • Una, realizando un milagro sobrenatural. Convertir las piedras en pan.
  • Otra, esperando que su Padre haga el milagro sobrenatural. Arrojarse al vacío para obligar al Padre a cumplir su promesa de rescate
En la segunda tentación, Jesús reacciona con otra cita de la Escritura, en la que se señala que no debemos poner a prueba, o tentar, a Dios.
Jesús confía en Dios y se sabe amado por Él- No necesita pruebas de que Dios lo va a rescatar. Sabe de antemano que el sufrimiento, la incertidumbre y la muerte son parte de su aprendizaje en esta vida. No espera que Dios le evite el dolor y muerte corporales de esta vida. Lo que anhela es cumplir la voluntad del Padre para tener una comunión exaltada con Él y con todos nosotros por la eternidad.

Con la victoria sobre las primeras dos tentaciones, Cristo demuestra la confianza en su origen, su misión, y el amor de su Padre, SIN NECESIDAD de pruebas sobrenaturales, ni del poder del Padre ni del poder que el Padre le confiere.
Más tarde, durante su ministerio, serán otros los burladores* que le pedirán prodigios y señales.
Pero Él sabrá que los prodigios y señales no crean fe donde no la hay. Más bien, premian la fe donde sí la hay.



* La gente que pasaba por allí gritaba insultos y movía la cabeza en forma burlona. «¡Eh! ¡Pero mírate ahora!—le gritaban—. Dijiste que ibas a destruir el templo y a reconstruirlo en tres días. 30 ¡Muy bien, sálvate a ti mismo y bájate de la cruz!».
Los principales sacerdotes y los maestros de la ley religiosa también se burlaban de Jesús. «Salvó a otros—se mofaban—, ¡pero no puede salvarse a sí mismo! 32 ¡Que este Mesías, este Rey de Israel, baje de la cruz para que podamos verlo y creerle!».
(Mr 15:29-32)
 
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Finalmente, la tercera tentación en el desierto se refiere al mandamiento más importante de todos. Y el que violamos con mayor frecuencia.

Luego el diablo lo llevó a la cima de una montaña muy alta y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria que hay en ellos.
—Te daré todo esto—dijo—si te arrodillas y me adoras.
—Vete de aquí, Satanás—le dijo Jesús—, porque las Escrituras dicen: Adora al Señor tu Dios y sírvele únicamente a él”
Entonces el diablo se fue, y llegaron ángeles a cuidar a Jesús


Jesús contempla ante sí la posibilidad de hacerse con el poder de las naciones mediante el mal, representado en este pasaje por el diablo.
A través de la historia, los perversos han buscado extender sus dominios sobre los hombres y sus riquezas a través de la violencia, la intriga y el engaño. En esta tentación han caído por igual, desde tiempos de Jesús, dirigentes políticos y militares, tanto cristianos como musulmanes y ateos.

¿Por qué vivir en la pobreza, ser el objeto del rechazo y la burla, y ser sacrificado en la cruz, cuando podría convertirse en un revolucionario mucho más poderoso que todos quienes habían intentado rebelarse contra Roma? Un revolucionario tan exitoso, que podría haber puesto al Imperio bajo sus pies. Finalmente eso esperaba la mayoría del pueblo, ¿no es así?

Jesús, sin embargo, rechaza esa tentación. Y lo hace reconociendo el único objeto de su adoración. Para ello cita la Torah. El Único digno de ser adorado y servido es Dios, el Dios de Abraham, Isaac y Jacob. El Dios que adoraba su madre María, quien se había puesto a su servicio.

Habiendo tomado esta decisión, Jesús se manifestará en el resto de su ministerio como un fiel servidor de Dios, de quien siente no solo su respaldo, sino su amor. Meses más tarde, al responder a un erudito de la Ley sobre cuál es el mandamiento mayor, le repetirá la cita de la Torah. YHVH nuestro Dios es Uno, y debemos adorarlo por sobre todas las cosas.

Por haber adorado y servido con humildad a su Dios, Dios exaltará a Jesús hasta lo sumo, para que ante su nombre se arrodillen todos "y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre."
 
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Buena interpretación del tema estimado Alissa.

En lo único que difiero, es en que pienso que Jesús siempre supo su rol cómo mesías, pues ya nada más saber que tuvo un nacimiento milagroso y ser del linaje de David, es suficiente para darse cuenta desde muy joven cual era su rol.

Bendiciones del Eterno
 
Buena interpretación del tema estimado Alissa.

En lo único que difiero, es en que pienso que Jesús siempre supo su rol cómo mesías, pues ya nada más saber que tuvo un nacimiento milagroso y ser del linaje de David, es suficiente para darse cuenta desde muy joven cual era su rol.

Bendiciones del Eterno
Gracias, Miguel.
Yo también creo que lo sabía, pero no lo había comprobado, y es precisamente sobre ese rol que el diablo lo pone a dudar.
Por eso le dice "Si eres Hijo de Dios... [haz esto o lo otro]"

Con nosotros pasa algo parecido.
Por ejemplo, sabemos que somos hijos de Dios y que a quienes aman a Dios todas las cosas les resultan bien... ¿pero acaso no nos asalta la angustia y el miedo de lo que nos pueda pasar?

Para mí, el gran mensaje de estas tentaciones de Cristo es que, como Cristo "fue tentado en todo según nuestra semejanza" (Heb 4:15), nosotros hemos de pasar por las mismas, y podemos aprender de Él como enfrentarlas.
 
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Pues podemos aprender que ni Dios ni el Diablo entendían que el mundo era un esferoide y que desde un monte no se puede ver los confines del mundo, a menos claro que creas que el mundo es plano...
 
LO que debemos aprender, es que nosotros no debemos caer en la tentación del pan, pues está escrito que Dios nos da el pan de cada día, y no hay que preguntarnos que comeremos o vestiremos, Jesús dijo de eso se preocupan los paganos. Pero hay cristianos que se preocupan demasiado por lo que van a comer, como que Dios no nos sustenta, por medio de nuestro trabajo. en ultimo lugar si hay necesidad, un hermano te lo puede dar.

En segundo lugar, la tentación de las riquezas, El demonio le ofreció todos los reinos, Y este es una tentación que tienen muchos de poseer el mundo, y darse una gran vida con las riquezas que obtengan, y el mundo se los come. Y no comparte nada con los pobres.

En tercer lugar, no debemos tentar a Dios, y muchos tientan a Dios, para que pruebe su divinidad, están a la espera de milagros en sus vidas, y Dios no les responden, creen que Dios es un mago, que todo lo puede arreglar, si hay problemas por resolver Dios nos escucha , y es que utiliza a nuestros prójimos para cualquier necesidad, y con la iniciativa nuestra. Pero hay muchos que inclusive maldicen a Dios, porque creen que les tratan mal.