Las órdenes para ayer son las órdenes para hoy
Las citas que vamos a ver nos muestran órdenes bastante radicales que hasta nos pueden parecer solo para el tiempo de la Ley, pero creo que van mas allá de esos tiempos y nos alcanzan sin lugar a dudas.
Primero las citas y luego los comentarios. Estas están tomadas de la RV95.
Ex. 34:10-17 10Jehová le dijo:
«Mira, voy a hacer un pacto delante de todo tu pueblo. Haré maravillas que no han sido hechas en toda la tierra, ni en nación alguna, y verá todo el pueblo en medio del cual tú estás la obra de Jehová, porque será cosa tremenda la que yo haré contigo.
11»Guarda lo que yo te mando hoy. Yo echo de delante de tu presencia al amorreo, al cananeo, al heteo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo.
12»Guárdate de hacer alianza con los habitantes de la tierra donde has de entrar, para que no sean una trampa en medio de ti. 13Derribaréis sus altares, quebraréis sus estatuas y destruiréis sus imágenes de Asera.
14»No te inclinarás ante ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, es un Dios celoso.
15»Por tanto, no harás alianza con los habitantes de aquella tierra, no sea que cuando se prostituyan siguiendo a sus dioses y les ofrezcan sacrificios, te inviten y comas de sus sacrificios; 16o que tomen de sus hijas para tus hijos, y al prostituirse ellas tras sus dioses, hagan que tus hijos se prostituyan también yendo tras los dioses de ellas.
17»No te harás dioses de fundición.
Nm. 33:50-56 Habló Jehová a Moisés en los campos de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó, y le dijo: 51«Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis pasado el Jordán y entréis en la tierra de Canaán, 52echaréis de delante de vosotros a todos los habitantes del país, destruiréis todos sus ídolos de piedra y todas sus imágenes de fundición, y destruiréis todos sus lugares altos. 53Echaréis a los habitantes de la tierra y habitaréis en ella, pues yo os la he dado para que sea vuestra propiedad. 54Heredaréis la tierra por sorteo, según vuestras familias. A las más numerosas daréis mucho como herencia, y a las menos numerosas daréis menos como herencia; donde le caiga la suerte, allí la tendrá cada uno. Por las tribus de vuestros padres heredaréis. 55Pero si no echáis a los habitantes del país de delante de vosotros, sucederá que los que de ellos dejéis serán como aguijones en vuestros ojos y como espinas en vuestros costados, y os afligirán en la tierra sobre la que vais a habitar. 56Además, haré con vosotros como pensaba hacer con ellos».
Dt. 7:1-6 Cuando Jehová, tu Dios, te haya introducido en la tierra a la que vas a entrar para tomarla, y haya expulsado de delante de ti a muchas naciones: al heteo, al gergeseo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo; siete naciones mayores y más poderosas que tú, 2y Jehová, tu Dios, te las haya entregado y las hayas derrotado, las destruirás del todo. No harás con ellas alianza(es interesante notar que al hacer alianzas los pueblos que fueran, ponían a sus dioses como testigos de ellas)ni tendrás misericordia de ellas. 3No emparentarás con ellas, no darás tu hija a su hijo ni tomarás a su hija para tu hijo. 4Porque apartará de mí a tu hijo, que serviría a dioses ajenos. Entonces el furor de Jehová se encenderá contra vosotros y os destruirá bien pronto. 5Pero así habéis de hacer con ellos: sus altares destruiréis, quebraréis sus estatuas, destruiréis sus imágenes de Asera y quemaréis sus esculturas en el fuego. 6Porque tú eres pueblo santo para Jehová, tu Dios; Jehová, tu Dios, te ha escogido para que le seas un pueblo especial (En la traducción literal, un pueblo especial, quiere decir un pueblo de mi absoluta propiedad, implica exclusividad), más que todos los pueblos que están sobre la tierra.
Jos. 23:11-13 Guardad, pues, con diligencia vuestras almas, para que améis a Jehová, vuestro Dios. 12Porque si os apartáis y os unís a lo que resta de estas naciones que han quedado entre vosotros, y si concertáis con ellas matrimonios, mezclándoos con ellas y ellas con vosotros, 13sabed que Jehová, vuestro Dios, no seguirá expulsando ante vosotros a estas naciones, sino que os serán como lazo, trampa y azote para vuestros costados y espinas para vuestros ojos, hasta que desaparezcáis de esta buena tierra que Jehová, vuestro Dios, os ha dado.
Sal. 106:34-46 No destruyeron a los pueblos que Jehová les dijo; 35 al contrario, se mezclaron con las naciones, aprendieron sus obras 36 y sirvieron a sus ídolos,
los cuales fueron causa de su ruina 7 Sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios, 38 y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, a quienes ofrecieron en sacrificio a los ídolos de Canaán; y la tierra fue contaminada con sangre. 39 Se contaminaron así con sus obras y se prostituyeron con sus hechos. 40 Se encendió, por tanto, el furor de Jehová contra su pueblo y abominó su heredad; 4 los entregó en poder de las naciones y se enseñorearon de ellos los que los detestaban. 42 Sus enemigos los oprimieron y fueron quebrantados debajo de su mano. 43 Muchas veces los libró, pero ellos se rebelaron contra su consejo y fueron humillados por su maldad. 44 Con todo, él miraba cuando estaban en angustia, y oía su clamor; 45 se acordaba de su pacto con ellos y se compadecía conforme a la muchedumbre de su misericordia. 46 Hizo asimismo que tuvieran de ellos misericordia todos los que los tenían cautivos.
Ro.6:1-14 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2¡De ninguna manera! Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? 3¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?, 4porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
5Si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; 6sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado, 7porque, el que ha muerto ha sido justificado del pecado. 8Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él, 9y sabemos que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. 10En cuanto murió, al pecado murió una vez por todas;, pero en cuanto vive, para Dios vive. 11Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.
12No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus apetitos; 13ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. 14El pecado no se enseñoreará de vosotros, pues no estáis bajo la Ley, sino bajo la gracia.
Mr. 9:42-50 A cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le sería que se le atara una piedra de molino al cuello y se le arrojara al mar. 43Si tu mano te es ocasión de caer, córtala, porque mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, 44donde el gusano de ellos no muere y el fuego nunca se apaga. 45Y si tu pie te es ocasión de caer, córtalo, porque mejor te es entrar en la vida cojo, que teniendo dos pies ser arrojado al infierno, al fuego que no puede ser apagado, 46donde el gusano de ellos no muere y el fuego nunca se apaga. 47Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo, porque mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser arrojado al infierno, 48donde el gusano de ellos no muere y el fuego nunca se apaga. 49Todos serán salados con fuego, y todo sacrificio será salado con sal. 50Buena es la sal; pero si la sal se hace insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros mismos, y vivid en paz los unos con los otros.
Porque puse las citas al principio? Creo que es mejor ver lo que la Palabra de Dios dice en estos casos y poder luego interpretar la intención de mi escrito a la luz de la Sagrada Escritura. Cuando puse el título, supuse que podría parecer un poco extremista o radical, pero en realidad me parece que no es ni un poco así. La verdad es que me parece que de tanto criticar a fundamentalismo, hemos caído en una suerte de aguada del Evangelio una especie de Evangelio a la medida de la “gente moderna” que somos.
Hoy mas que nunca estamos a las puertas de la venida en Gloria del Señor (no que ya lo haya hecho, pero las señales son claras y la higuera está floreciendo) entonces creo que como hijos e hijas del Yo Soy el que Soy de Israel, debemos estar preparados.
Que pasó con aquellos pueblos que no fueron destruidos por los israelitas, como dice el Señor en Nm. fueron un aguijón en sus ojos y espina a su costado, pero lo que es peor, es la declaración posterior, Yo Soy el que Soy dice que hará con ellos lo que pensaba hacer con los enemigos, y así fue.
En el Salmo 134, vemos la maravillosa misericordia del Señor, pero esto no quitó la pena de haber sido destruidos y sometidos por sus enemigos, solo mostró la maravillosa coherencia del Señor y la verdad de Su Palabra.
Que tiene que ver con nosotros todo esto? Creo hermanos que a nosotros nos pasa lo mismo. Hemos sido comprados por precio (el mas alto jamás pagado) y pretendemos “santificar” las cosas de nuestra carne cuando nos hacemos cristianos. Si antes éramos argumentadores vanamente, ahora somos cristianos argumentadores, si antes éramos iracundos naturales, ahora somos cristianos iracundos tapando nuestra ira barnizándola con la “ira santa” de ver cosas que, en última instancia, no nos gustan a nosotros. Si antes éramos ambiciosos, ahora pretendemos santificar nuestra ambición, diciendo que “para la obra todo lo mejor” y nos esforzamos para tener las mejores COSAS, sin ver que nuestra ambición no ha variado sino en la ubicación. Si antes éramos peleadores, ahora somos cristianos peleadores, tratando de santificar nuestro carácter peleador argumentando que no toleramos que nadie discrepe con la Palabra (¿o conmigo?).
Tal vez alguien pueda decir, como dije antes, que las órdenes de destrucción de los enemigos eran para otra época, que con la Gracia esto cambió. Pero en el Evangelio vemos lo que dice el Cristo respecto de lo que debemos hacer con nuestro pié, mano u ojo en caso de que nos sean ocasión de pecar, el Señor dice lisa y llanamente que los amputemos.
Creo que eso es radical y lo dice aquel que instauró la era de la Gracia. A esto apunta mi reflexión. Cuando en Romanos 6 el Señor habla de: muerte, crucifixión, enterrados, etc. Creo que está diciendo algo muy claramente, no podemos quedarnos con nada del anatema no podemos dejar nada de nuestra vieja vida que nos ate, que le de valor legal a ningún reclamo del enemigo de nuestras almas, ya que si en nuestro interior, en el Templo del Yo Soy el que Soy, atesoramos inmundicia, el mismo satanás tiene entrada porque hay cosas que le pertenecen y no debe pedir permiso, un caso interesante en el AT es la reforma de Ezequías, en 2Cr. 29:3-16 y en el NT lo que les pasó a Ananías y Safira, cuando Pedro le dice “...porque dejaste que satanás llenara tu alma...” aquí se trata de que somos nosotros quienes deciden destruir los enemigos o los dejan permanecer en la tierra. Si los destruimos sin piedad, matándolos cada día en la cruz, sin perdonar nada, investigando cada día y pidiéndole al Señor que nos muestre a través de la Luz de Su Espíritu Santo, cuales son los enemigos que estamos tolerando, seguramente tendremos victoria, de otro modo, seremos pasto para las fieras inmundas, ya que el que está en nosotros mayor es al que está en el mundo, pero si nosotros por nuestra voluntad nos metemos en el terreno del enemigo solos, y solo por algo que nos gusta, nuestro enemigo se agiganta y es como un aguijón en nuestros ojos ( no nos deja ver nada) y como una espina en nuestro costado (nos mantiene ocupados haciendo cosas que no deberíamos hacer) entonces el resultado es que la pena para el enemigo, pasa a ser la nuestra.
Me podrán decir que entonces la salvación no es suficiente, que el sacrificio de Cristo alcanza, que es una locura decir que Dios mismo nos destruirá como a un enemigo. Pero Cristo mismo cuando habla de las amputaciones, dice por ejemplo: “...mas te vale entrar en el cielo tuerto que quemarte con tus dos ojos...”
¿Entonces que diferencia hay? Creo que ninguna.
Hermanos en 2Co 6:14-7:1 (No os unáis en yugo desigual con los incrédulos, porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión, la luz con las tinieblas? 15¿Qué armonía puede haber entre Cristo y Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? 16¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Y vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo:
«Habitaré y andaré entre ellos; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo». 17Por lo cual, «Salid de en medio de ellos y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo impuro; y yo os recibiré 18 y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso»
7) 1Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.)
dice claramente que debemos, por las promesas que tenemos, limpiarnos de toda contaminación de carne y de espíritu, cualquier cosa que pertenezca al viejo reino, al viejo hombre y que permanezca en nosotros porque nos gusta o porque estamos acostumbrados a ella, lo único que hace es atarnos una piedra de molino a nuestro cuello, evitando así que podamos ser transformados de Gloria en Gloria a la imagen del Varón perfecto, a la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. Y no que vayamos a ser perfectos en esta tierra, de ninguna manera, solo que debemos estirarnos hacia la meta, poniendo la mano en el arado y no mirar atrás, no AÑORAR las cebollas de Egipto, o la comodidad de Sodoma como la mujer de LOT, o permitir que satán llene nuestra alma de codicia como Ananías y Safira, o tantos otros ejemplos que tenemos para nuestra edificación.
Tengamos la precaución de quitar cada día las vigas de nuestros ojos, para poder ayudar a nuestros hermanos a quitar la paja que puedan tener en los suyos.
Limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, cada día, recordemos que estamos inmersos en un mundo que está bajo el maligno, que somos bombardeados cada segundo con estímulos de las regiones celestes a través de miles de formas, visuales y auditivas, claras o confusas y muchas veces subliminales, tengamos puesta toda la armadura de Dios, toda y todo el tiempo, no olvidemos que no solo la Espada del Espíritu es la Palabra, también lo es el Yelmo de la salvación. (Ef. 6:17 Tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.) lo curioso de esto es que el yelmo cubre nuestra cabeza, que a través del oído, la vista y el tacto, es atenaceado permanentemente por el enemigo.
Amados, espero sinceramente que esto les sea de bendición y sirva para ponerlos en guardia frente a las maquinaciones de satanás, acerca de las cuales no debiéramos ignorar, pero que por encima de todas las cosas nos sirva para estar a cuenta con e Yo Soy el que Soy y podamos escuchar las palabras de Su boca cuando nos diga, “...buen siervo y fiel...”
Es mi mayor anhelo y espero que el de ustedes también.
Suyo en Cristo, Raúl Horcada.
Las citas que vamos a ver nos muestran órdenes bastante radicales que hasta nos pueden parecer solo para el tiempo de la Ley, pero creo que van mas allá de esos tiempos y nos alcanzan sin lugar a dudas.
Primero las citas y luego los comentarios. Estas están tomadas de la RV95.
Ex. 34:10-17 10Jehová le dijo:
«Mira, voy a hacer un pacto delante de todo tu pueblo. Haré maravillas que no han sido hechas en toda la tierra, ni en nación alguna, y verá todo el pueblo en medio del cual tú estás la obra de Jehová, porque será cosa tremenda la que yo haré contigo.
11»Guarda lo que yo te mando hoy. Yo echo de delante de tu presencia al amorreo, al cananeo, al heteo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo.
12»Guárdate de hacer alianza con los habitantes de la tierra donde has de entrar, para que no sean una trampa en medio de ti. 13Derribaréis sus altares, quebraréis sus estatuas y destruiréis sus imágenes de Asera.
14»No te inclinarás ante ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, es un Dios celoso.
15»Por tanto, no harás alianza con los habitantes de aquella tierra, no sea que cuando se prostituyan siguiendo a sus dioses y les ofrezcan sacrificios, te inviten y comas de sus sacrificios; 16o que tomen de sus hijas para tus hijos, y al prostituirse ellas tras sus dioses, hagan que tus hijos se prostituyan también yendo tras los dioses de ellas.
17»No te harás dioses de fundición.
Nm. 33:50-56 Habló Jehová a Moisés en los campos de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó, y le dijo: 51«Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis pasado el Jordán y entréis en la tierra de Canaán, 52echaréis de delante de vosotros a todos los habitantes del país, destruiréis todos sus ídolos de piedra y todas sus imágenes de fundición, y destruiréis todos sus lugares altos. 53Echaréis a los habitantes de la tierra y habitaréis en ella, pues yo os la he dado para que sea vuestra propiedad. 54Heredaréis la tierra por sorteo, según vuestras familias. A las más numerosas daréis mucho como herencia, y a las menos numerosas daréis menos como herencia; donde le caiga la suerte, allí la tendrá cada uno. Por las tribus de vuestros padres heredaréis. 55Pero si no echáis a los habitantes del país de delante de vosotros, sucederá que los que de ellos dejéis serán como aguijones en vuestros ojos y como espinas en vuestros costados, y os afligirán en la tierra sobre la que vais a habitar. 56Además, haré con vosotros como pensaba hacer con ellos».
Dt. 7:1-6 Cuando Jehová, tu Dios, te haya introducido en la tierra a la que vas a entrar para tomarla, y haya expulsado de delante de ti a muchas naciones: al heteo, al gergeseo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo; siete naciones mayores y más poderosas que tú, 2y Jehová, tu Dios, te las haya entregado y las hayas derrotado, las destruirás del todo. No harás con ellas alianza(es interesante notar que al hacer alianzas los pueblos que fueran, ponían a sus dioses como testigos de ellas)ni tendrás misericordia de ellas. 3No emparentarás con ellas, no darás tu hija a su hijo ni tomarás a su hija para tu hijo. 4Porque apartará de mí a tu hijo, que serviría a dioses ajenos. Entonces el furor de Jehová se encenderá contra vosotros y os destruirá bien pronto. 5Pero así habéis de hacer con ellos: sus altares destruiréis, quebraréis sus estatuas, destruiréis sus imágenes de Asera y quemaréis sus esculturas en el fuego. 6Porque tú eres pueblo santo para Jehová, tu Dios; Jehová, tu Dios, te ha escogido para que le seas un pueblo especial (En la traducción literal, un pueblo especial, quiere decir un pueblo de mi absoluta propiedad, implica exclusividad), más que todos los pueblos que están sobre la tierra.
Jos. 23:11-13 Guardad, pues, con diligencia vuestras almas, para que améis a Jehová, vuestro Dios. 12Porque si os apartáis y os unís a lo que resta de estas naciones que han quedado entre vosotros, y si concertáis con ellas matrimonios, mezclándoos con ellas y ellas con vosotros, 13sabed que Jehová, vuestro Dios, no seguirá expulsando ante vosotros a estas naciones, sino que os serán como lazo, trampa y azote para vuestros costados y espinas para vuestros ojos, hasta que desaparezcáis de esta buena tierra que Jehová, vuestro Dios, os ha dado.
Sal. 106:34-46 No destruyeron a los pueblos que Jehová les dijo; 35 al contrario, se mezclaron con las naciones, aprendieron sus obras 36 y sirvieron a sus ídolos,
los cuales fueron causa de su ruina 7 Sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios, 38 y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, a quienes ofrecieron en sacrificio a los ídolos de Canaán; y la tierra fue contaminada con sangre. 39 Se contaminaron así con sus obras y se prostituyeron con sus hechos. 40 Se encendió, por tanto, el furor de Jehová contra su pueblo y abominó su heredad; 4 los entregó en poder de las naciones y se enseñorearon de ellos los que los detestaban. 42 Sus enemigos los oprimieron y fueron quebrantados debajo de su mano. 43 Muchas veces los libró, pero ellos se rebelaron contra su consejo y fueron humillados por su maldad. 44 Con todo, él miraba cuando estaban en angustia, y oía su clamor; 45 se acordaba de su pacto con ellos y se compadecía conforme a la muchedumbre de su misericordia. 46 Hizo asimismo que tuvieran de ellos misericordia todos los que los tenían cautivos.
Ro.6:1-14 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2¡De ninguna manera! Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? 3¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?, 4porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
5Si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; 6sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado, 7porque, el que ha muerto ha sido justificado del pecado. 8Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él, 9y sabemos que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. 10En cuanto murió, al pecado murió una vez por todas;, pero en cuanto vive, para Dios vive. 11Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.
12No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus apetitos; 13ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. 14El pecado no se enseñoreará de vosotros, pues no estáis bajo la Ley, sino bajo la gracia.
Mr. 9:42-50 A cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le sería que se le atara una piedra de molino al cuello y se le arrojara al mar. 43Si tu mano te es ocasión de caer, córtala, porque mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, 44donde el gusano de ellos no muere y el fuego nunca se apaga. 45Y si tu pie te es ocasión de caer, córtalo, porque mejor te es entrar en la vida cojo, que teniendo dos pies ser arrojado al infierno, al fuego que no puede ser apagado, 46donde el gusano de ellos no muere y el fuego nunca se apaga. 47Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo, porque mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser arrojado al infierno, 48donde el gusano de ellos no muere y el fuego nunca se apaga. 49Todos serán salados con fuego, y todo sacrificio será salado con sal. 50Buena es la sal; pero si la sal se hace insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros mismos, y vivid en paz los unos con los otros.
Porque puse las citas al principio? Creo que es mejor ver lo que la Palabra de Dios dice en estos casos y poder luego interpretar la intención de mi escrito a la luz de la Sagrada Escritura. Cuando puse el título, supuse que podría parecer un poco extremista o radical, pero en realidad me parece que no es ni un poco así. La verdad es que me parece que de tanto criticar a fundamentalismo, hemos caído en una suerte de aguada del Evangelio una especie de Evangelio a la medida de la “gente moderna” que somos.
Hoy mas que nunca estamos a las puertas de la venida en Gloria del Señor (no que ya lo haya hecho, pero las señales son claras y la higuera está floreciendo) entonces creo que como hijos e hijas del Yo Soy el que Soy de Israel, debemos estar preparados.
Que pasó con aquellos pueblos que no fueron destruidos por los israelitas, como dice el Señor en Nm. fueron un aguijón en sus ojos y espina a su costado, pero lo que es peor, es la declaración posterior, Yo Soy el que Soy dice que hará con ellos lo que pensaba hacer con los enemigos, y así fue.
En el Salmo 134, vemos la maravillosa misericordia del Señor, pero esto no quitó la pena de haber sido destruidos y sometidos por sus enemigos, solo mostró la maravillosa coherencia del Señor y la verdad de Su Palabra.
Que tiene que ver con nosotros todo esto? Creo hermanos que a nosotros nos pasa lo mismo. Hemos sido comprados por precio (el mas alto jamás pagado) y pretendemos “santificar” las cosas de nuestra carne cuando nos hacemos cristianos. Si antes éramos argumentadores vanamente, ahora somos cristianos argumentadores, si antes éramos iracundos naturales, ahora somos cristianos iracundos tapando nuestra ira barnizándola con la “ira santa” de ver cosas que, en última instancia, no nos gustan a nosotros. Si antes éramos ambiciosos, ahora pretendemos santificar nuestra ambición, diciendo que “para la obra todo lo mejor” y nos esforzamos para tener las mejores COSAS, sin ver que nuestra ambición no ha variado sino en la ubicación. Si antes éramos peleadores, ahora somos cristianos peleadores, tratando de santificar nuestro carácter peleador argumentando que no toleramos que nadie discrepe con la Palabra (¿o conmigo?).
Tal vez alguien pueda decir, como dije antes, que las órdenes de destrucción de los enemigos eran para otra época, que con la Gracia esto cambió. Pero en el Evangelio vemos lo que dice el Cristo respecto de lo que debemos hacer con nuestro pié, mano u ojo en caso de que nos sean ocasión de pecar, el Señor dice lisa y llanamente que los amputemos.
Creo que eso es radical y lo dice aquel que instauró la era de la Gracia. A esto apunta mi reflexión. Cuando en Romanos 6 el Señor habla de: muerte, crucifixión, enterrados, etc. Creo que está diciendo algo muy claramente, no podemos quedarnos con nada del anatema no podemos dejar nada de nuestra vieja vida que nos ate, que le de valor legal a ningún reclamo del enemigo de nuestras almas, ya que si en nuestro interior, en el Templo del Yo Soy el que Soy, atesoramos inmundicia, el mismo satanás tiene entrada porque hay cosas que le pertenecen y no debe pedir permiso, un caso interesante en el AT es la reforma de Ezequías, en 2Cr. 29:3-16 y en el NT lo que les pasó a Ananías y Safira, cuando Pedro le dice “...porque dejaste que satanás llenara tu alma...” aquí se trata de que somos nosotros quienes deciden destruir los enemigos o los dejan permanecer en la tierra. Si los destruimos sin piedad, matándolos cada día en la cruz, sin perdonar nada, investigando cada día y pidiéndole al Señor que nos muestre a través de la Luz de Su Espíritu Santo, cuales son los enemigos que estamos tolerando, seguramente tendremos victoria, de otro modo, seremos pasto para las fieras inmundas, ya que el que está en nosotros mayor es al que está en el mundo, pero si nosotros por nuestra voluntad nos metemos en el terreno del enemigo solos, y solo por algo que nos gusta, nuestro enemigo se agiganta y es como un aguijón en nuestros ojos ( no nos deja ver nada) y como una espina en nuestro costado (nos mantiene ocupados haciendo cosas que no deberíamos hacer) entonces el resultado es que la pena para el enemigo, pasa a ser la nuestra.
Me podrán decir que entonces la salvación no es suficiente, que el sacrificio de Cristo alcanza, que es una locura decir que Dios mismo nos destruirá como a un enemigo. Pero Cristo mismo cuando habla de las amputaciones, dice por ejemplo: “...mas te vale entrar en el cielo tuerto que quemarte con tus dos ojos...”
¿Entonces que diferencia hay? Creo que ninguna.
Hermanos en 2Co 6:14-7:1 (No os unáis en yugo desigual con los incrédulos, porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión, la luz con las tinieblas? 15¿Qué armonía puede haber entre Cristo y Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? 16¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Y vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo:
«Habitaré y andaré entre ellos; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo». 17Por lo cual, «Salid de en medio de ellos y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo impuro; y yo os recibiré 18 y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso»
7) 1Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.)
dice claramente que debemos, por las promesas que tenemos, limpiarnos de toda contaminación de carne y de espíritu, cualquier cosa que pertenezca al viejo reino, al viejo hombre y que permanezca en nosotros porque nos gusta o porque estamos acostumbrados a ella, lo único que hace es atarnos una piedra de molino a nuestro cuello, evitando así que podamos ser transformados de Gloria en Gloria a la imagen del Varón perfecto, a la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. Y no que vayamos a ser perfectos en esta tierra, de ninguna manera, solo que debemos estirarnos hacia la meta, poniendo la mano en el arado y no mirar atrás, no AÑORAR las cebollas de Egipto, o la comodidad de Sodoma como la mujer de LOT, o permitir que satán llene nuestra alma de codicia como Ananías y Safira, o tantos otros ejemplos que tenemos para nuestra edificación.
Tengamos la precaución de quitar cada día las vigas de nuestros ojos, para poder ayudar a nuestros hermanos a quitar la paja que puedan tener en los suyos.
Limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, cada día, recordemos que estamos inmersos en un mundo que está bajo el maligno, que somos bombardeados cada segundo con estímulos de las regiones celestes a través de miles de formas, visuales y auditivas, claras o confusas y muchas veces subliminales, tengamos puesta toda la armadura de Dios, toda y todo el tiempo, no olvidemos que no solo la Espada del Espíritu es la Palabra, también lo es el Yelmo de la salvación. (Ef. 6:17 Tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.) lo curioso de esto es que el yelmo cubre nuestra cabeza, que a través del oído, la vista y el tacto, es atenaceado permanentemente por el enemigo.
Amados, espero sinceramente que esto les sea de bendición y sirva para ponerlos en guardia frente a las maquinaciones de satanás, acerca de las cuales no debiéramos ignorar, pero que por encima de todas las cosas nos sirva para estar a cuenta con e Yo Soy el que Soy y podamos escuchar las palabras de Su boca cuando nos diga, “...buen siervo y fiel...”
Es mi mayor anhelo y espero que el de ustedes también.
Suyo en Cristo, Raúl Horcada.
