[font=Arial,Helvetica] Las Iglesias protestantes de EE UU dan ahora un mayor protagonismo a la Virgen María[/font]
[font=Arial,Helvetica]Los revisionistas reconocen un menosprecio histórico al verdadero papel de la madre de Jesús[/font]
Una Reforma a la inversa está tomando cuerpo en las iglesias protestantes de EE UU. Su protagonista es la figura de la Virgen María, tan poco presente tradicionalmente en la doctrina protestante, que siempre le ha relegado a un papel secundario. Los revisionistas reconocen que pueden haber caído en un histórico menosprecio del verdadero papel de la madre de Jesús en la Biblia. Esta Semana Santa, en la que coinciden en el mismo día –25 de marzo– las celebraciones de la Anunciación y el Viernes Santo, es buena ocasión para que los protestantes se replanteen la importancia de la Virgen.
<table align="right"> <tbody><tr> <td> <table align="right" width="240"> <tbody><tr> <td align="center">
</td> </tr> <tr> <td hspace="8" align="center"> <center>Una concentración de jóvenes protestantes en la ciudad alemana de Frankfurt</center></td> </tr> </tbody></table> </td> </tr> </tbody></table>
Marta G. Hontoria
Washington- Sin llegar a aceptar la devoción de la Virgen que profesan los católicos, o incluso animarse a rezar la Salve Regina, un número creciente de pensadores protestantes ha llegado a la conclusión de que han estado menospreciando el papel de María precisamente en el campo del que más se precia su credo: la lectura minuciosa de la Biblia. Los nuevos argumentos a favor de la Virgen han proliferado en gran cantidad de ensayos y artículos en la prensa especializada estadounidense, tanto en foros conservadores (la revista «Christianity Today» es uno de los principales) como liberales («Christian Century»). Este cambio de actitud respecto a la figura de la Virgen no sólo se predica en modestas congregaciones, sino también en púlpitos tan poderosos como la Cuarta Iglesia Presbiteriana de Chicago.
Este año, además, se da un curioso conflicto en el calendario. El día 25 marzo, día de la Anunciación, coincide con el Viernes Santo. La Iglesia católica, que observa ambas fechas, ha pasado la celebración de la Anunciación al 4 de abril este año. Pero no los protestantes. Así que, para ellos, ese día representará tanto el nacimiento como la muerte de Jesús, y resulta una excelente pretexto para hablar a sus fieles de la figura clave de María.
En declaraciones a la revista Time, la profesora de literatura de Nuevo Testamento de la Universidad de Princeton, Berverly Gaventa, ha retratado a María como la víctima de «una conspiración protestante de silencio teológico, litúrgico y de devoción», y señala así de gráficamente la realidad: «Una vez pasada la Navidad, algunos protestantes meten a María en la caja del Belén y hasta el año que viene». Pero las cosas están empezando a cambiar.
Mayor importancia de Maria . La muralla en torno a la Virgen María empieza a desmoronarse. Durante prácticamente 300 años y hasta 1900, los protestantes otorgaban a María su papel indiscutible como la Madre de Jesús, pero cualquier muestra mayor de entusiasmo era considerado equivalente a la mariolatría, la teórica elevación de la Virgen a un status cercano a Cristo que muchos entendieron como el inicio de su ruptura con el catolicismo.
Hoy, sin embargo, católicos y protestantes se sienten más libres para explorar las creencias y prácticas del otro. Las ideas feministas han avivado la especulación popular sobre las vidas de las figuras femeninas de la Biblia reforzada por best-sellers como El Código da Vinci. En EE UU, la influencia de los millones de inmigrantes hispanos de culturas católicas en el protestantismo estadounidense podrían acelerar el proceso hacia una iglesia pro-María, y una reevaluación de los mensajes actuales de la Reforma. No en vano hay ocho millones de protestantes hispanos en EE UU, un número que crece cada año. Además, muchos proceden de México, una sociedad históricamente católica, donde la Virgen de Guadalupe es un icono religioso y nacional.
Evolución. Históricamente, el papel de la Virgen María ha representado algunas de las divisiones más profundas de las Iglesias. En 1538, la furia iconoclasta del rey Enrique VIII, fundador del anglicanismo, acabó con la famosa virgen de Walsingham, que fue trasladada a Chelsea e inmolada públicamente. Nueve hombres que se negaron a destrozar la estatua fueron ejecutados. Pero es sólo un ejemplo de la ira extendida por Europa durante un siglo: otras imágenes de la Virgen fueron destrozadas y exhibidas en burdeles antes de ser destruidas.
Lutero, sin embargo, era declarado admirador de María. Pero su generación de reformadores condenaron la «abominable idolatría» de su papel como intercesora del cielo.










[font=Arial,Helvetica]Los revisionistas reconocen un menosprecio histórico al verdadero papel de la madre de Jesús[/font]
Una Reforma a la inversa está tomando cuerpo en las iglesias protestantes de EE UU. Su protagonista es la figura de la Virgen María, tan poco presente tradicionalmente en la doctrina protestante, que siempre le ha relegado a un papel secundario. Los revisionistas reconocen que pueden haber caído en un histórico menosprecio del verdadero papel de la madre de Jesús en la Biblia. Esta Semana Santa, en la que coinciden en el mismo día –25 de marzo– las celebraciones de la Anunciación y el Viernes Santo, es buena ocasión para que los protestantes se replanteen la importancia de la Virgen.
<table align="right"> <tbody><tr> <td> <table align="right" width="240"> <tbody><tr> <td align="center">

Marta G. Hontoria
Washington- Sin llegar a aceptar la devoción de la Virgen que profesan los católicos, o incluso animarse a rezar la Salve Regina, un número creciente de pensadores protestantes ha llegado a la conclusión de que han estado menospreciando el papel de María precisamente en el campo del que más se precia su credo: la lectura minuciosa de la Biblia. Los nuevos argumentos a favor de la Virgen han proliferado en gran cantidad de ensayos y artículos en la prensa especializada estadounidense, tanto en foros conservadores (la revista «Christianity Today» es uno de los principales) como liberales («Christian Century»). Este cambio de actitud respecto a la figura de la Virgen no sólo se predica en modestas congregaciones, sino también en púlpitos tan poderosos como la Cuarta Iglesia Presbiteriana de Chicago.
Este año, además, se da un curioso conflicto en el calendario. El día 25 marzo, día de la Anunciación, coincide con el Viernes Santo. La Iglesia católica, que observa ambas fechas, ha pasado la celebración de la Anunciación al 4 de abril este año. Pero no los protestantes. Así que, para ellos, ese día representará tanto el nacimiento como la muerte de Jesús, y resulta una excelente pretexto para hablar a sus fieles de la figura clave de María.
En declaraciones a la revista Time, la profesora de literatura de Nuevo Testamento de la Universidad de Princeton, Berverly Gaventa, ha retratado a María como la víctima de «una conspiración protestante de silencio teológico, litúrgico y de devoción», y señala así de gráficamente la realidad: «Una vez pasada la Navidad, algunos protestantes meten a María en la caja del Belén y hasta el año que viene». Pero las cosas están empezando a cambiar.
Mayor importancia de Maria . La muralla en torno a la Virgen María empieza a desmoronarse. Durante prácticamente 300 años y hasta 1900, los protestantes otorgaban a María su papel indiscutible como la Madre de Jesús, pero cualquier muestra mayor de entusiasmo era considerado equivalente a la mariolatría, la teórica elevación de la Virgen a un status cercano a Cristo que muchos entendieron como el inicio de su ruptura con el catolicismo.
Hoy, sin embargo, católicos y protestantes se sienten más libres para explorar las creencias y prácticas del otro. Las ideas feministas han avivado la especulación popular sobre las vidas de las figuras femeninas de la Biblia reforzada por best-sellers como El Código da Vinci. En EE UU, la influencia de los millones de inmigrantes hispanos de culturas católicas en el protestantismo estadounidense podrían acelerar el proceso hacia una iglesia pro-María, y una reevaluación de los mensajes actuales de la Reforma. No en vano hay ocho millones de protestantes hispanos en EE UU, un número que crece cada año. Además, muchos proceden de México, una sociedad históricamente católica, donde la Virgen de Guadalupe es un icono religioso y nacional.
Evolución. Históricamente, el papel de la Virgen María ha representado algunas de las divisiones más profundas de las Iglesias. En 1538, la furia iconoclasta del rey Enrique VIII, fundador del anglicanismo, acabó con la famosa virgen de Walsingham, que fue trasladada a Chelsea e inmolada públicamente. Nueve hombres que se negaron a destrozar la estatua fueron ejecutados. Pero es sólo un ejemplo de la ira extendida por Europa durante un siglo: otras imágenes de la Virgen fueron destrozadas y exhibidas en burdeles antes de ser destruidas.
Lutero, sin embargo, era declarado admirador de María. Pero su generación de reformadores condenaron la «abominable idolatría» de su papel como intercesora del cielo.









