UNA PRESENTACION BREVE
DE LO QUE ES EL RECOBRO DEL SEÑOR
Lectura bíblica: Mt. 28:19; 2 Co. 13:14; Jn. 14:16-20; Ef. 1:4-14: Ro. 8:5-11; Ef. 4:4-6, 12-13, 15-16; Col. 1:18; 1 Co. 12:12; Col. 3:10-11; 1:12; 3:4; 1:27; 1 Co. 1:24, 30; Col. 2:16-17; Ef. 3:8; Jn. 3:34b; 2 Co. 12:9; Ap. 1:4b; 4:5b; 5:6b; 22:17; 1 Ts. 5:23; Ro. 12:5; Gá. 2:20; Ro. 15:16; 8:23, 30; 1 Co. 6:17; Jn. 15:1-5, 16; 1 P 2:5, 9; Ef. 1:3, 23, 19-22; 3:14-19; 4:3, 11-13; 3:9-11; Jn. 17:6, 11, 14-24; Ap. 1:11; 1 Jn. 5:6; Hch. 2:42; 1 Jn. 1:1-3; Hch. 14:23; Tit. 1:5; Ap. 1:12-13; Jn. 21:15; 1 Co. 14:1-5, 23-26, 31
Si preguntáramos hoy a los santos, a los líderes o incluso a los colaboradores: “¿Qué es el recobro del Señor?” o “¿Qué ha sido recobrado en el recobro del Señor?”, no creo que muchos podrían contestar de una manera adecuada. Algunos podrían contestar que el recobro del Señor ha recobrado asuntos tales como el bautismo por inmersión, el presbiterio (esto es, el manejo y la administración de la iglesia por un grupo de presbíteros o ancianos), el cubrirse la cabeza y la mesa del Señor. Aunque puntos tales como éstos figuren en el recobro del Señor, son cosas menores. Ninguno de ellos toca directamente la economía neotestamentaria de Dios; ninguno de ellos tiene que ver con el dispensar divino o el mezclar divino. En contraste, asuntos tales como la economía neotestamentaria de Dios, la dispensación de la Trinidad divina en el ser tripartito de los creyentes, el mezclar de divinidad y humanidad, y la edificación del Cuerpo orgánico de Cristo son asuntos importantes.
Las cosas divinas de Dios han estado con Su pueblo neotestamentario por casi veinte siglos. Sin embargo, tal parece que durante este período ha habido muy poco progreso en la teología cristiana. Cuando hablo de progreso no digo que podemos cambiar la verdad. Como ejemplo: nadie puede cambiar la Tierra. La Tierra fue creada por Dios, y la mano humana no puede cambiarla. Pero el transporte, el medio de viajar sobre la Tierra, ha progresado constantemente por casi seis mil años. La historia nos dice que para poder viajar sobre la Tierra, la raza humana aprendió primero a usar la rueda. La rueda es un elemento básico en casi todas las formas de transporte. Las carretas, las bicicletas, los automóviles e incluso los aviones utilizan la rueda. Desde la carreta, a la bicicleta, y al vehículo de motor, hasta el avión a reacción, ha habido una gran mejora en el medio por el cual el hombre viaja sobre la Tierra. Mucha gente ha estudiado diligentemente los campos del transporte y la tecnología computarizada y se han logrado grandes avances en estos campos. Pero muy pocos cristianos han dedicado su tiempo y energía para estudiar las cosas divinas; en consecuencia, ha habido muy poco avance durante siglos en este campo.
Si somos fieles y estamos totalmente dedicados a lo que desea el Señor, debemos aprender algo. Asuntos tales como la economía neotestamentaria de Dios y el dispensar de la Trinidad divina no son inventos míos; todas estas cosas pueden encontrarse en la Biblia. Por ejemplo, al leer Romanos 8:2-11 una y otra vez, veremos el dispensar de la Trinidad divina. Este dispensar tiene lugar primero en nuestro espíritu (v. 10); luego, desde nuestro espíritu se extiende a nuestra mente (v. 6) para saturar nuestra alma; y con el tiempo se difundirá por todo nuestro cuerpo (v. 11). Primero, este dispensar hace que nuestro espíritu sea vida, luego, hace que nuestra alma sea vida y finalmente, hace que nuestro cuerpo sea vida. Por medio de este dispensar las tres partes de nuestro ser humano serán saturadas y llenas de la Trinidad divina. Como resultado de este dispensar ocurre una mezcla. Cuando un elemento satura a otro y se difunde en él, los dos elementos se mezclan. Tal dispensar y tal mezclar tiene como fin la edificación del Cuerpo orgánico de Cristo, el cual está compuesto de todas las iglesias.
I. EL RECOBRO DE LA REVELACION DIVINA
CON RESPECTO A DIOS
El primer punto del recobro del Señor es el recobro de la revelación divina con respecto a Dios. No hay necesidad de recobrar a Dios mismo; pero entre los cristianos la revelación con respecto a Dios se ha perdido, ha sido hecha a un lado y aun se ha abandonado. Por lo tanto, existe la necesidad de recobrar la revelación divina acerca de Dios.
A. En Su esencia
En Su esencia, Dios es esencialmente uno, un solo Dios, el cual es único, es decir, el único Espíritu (Is. 45:18b; 1 Co. 8:6a).
B. En Su economía
En Su economía, Dios es económicamente tres. Esencialmente Dios es uno, pero económicamente, El es tres: el Padre, el Hijo y el Espíritu (Mt. 28:19; 2 Co. 13:14). Un ejemplo de este principio puede verse en el candelero. En el Antiguo Testamento, el candelero fue puesto en el tabernáculo y en el templo (Ex. 26:35; 1 R. 7:49). En el Nuevo Testamento el candelero se ve en Apocalipsis 1:11-13 y 20. El candelero consta de una sola base, pero tiene siete lámparas. Las siete lámparas no indican la esencia del candelero; más bien, indican su función. La función es un asunto de economía. Así que, en el aspecto económico, el candelero tiene siete lámparas para alumbrar, y las lámparas alumbran para cumplir la función del candelero, esto es, llevar a cabo la economía del candelero. En esencia, el candelero mismo es uno, pero en el aspecto económico, es siete. Este es un buen ejemplo del ser divino de nuestro Dios.
En Su economía, Dios es tres: el Padre, el Hijo y el Espíritu. Los grandes teólogos de los siglos cuarto y quinto se refirieron a los Tres de la Trinidad como a tres hipóstasis. El sentido principal de la palabra griega que se traduce hipóstasis es algo que está por debajo, es decir, un soporte o un fundamento. Como ejemplo, una mesa tiene cuatro patas que la sostienen, y las cuatro patas de la mesa son sus cuatro hipóstasis. De igual manera, hay un solo Dios, pero El es el Padre, el Hijo y el Espíritu. Estos tres —el Padre, el Hijo y el Espíritu— son las tres hipóstasis divinas. La palabra hipóstasis, que fue usada en los escritos teológicos que se escribieron en griego, puede también ser traducida sustancia. Después, cuando la teología se escribió en Latín, se usó la palabra persona. Luego, en el inglés, el término llegó a ser person [persona]. Por esto, se dice que el Padre, el Hijo y el Espíritu son tres personas. Sin embargo, no debemos concluir que esto quiere decir que Ellos son tres personas separadas, de acuerdo al entendimiento común de la palabra persona.
1. El Padre, como origen, es la fuente,
el Hijo, como expresión, es el manantial,
y el Espíritu, como trasmisión, es el fluir
El Padre, como origen, es la fuente; el Hijo, como expresión, es el manantial; y el Espíritu, como trasmisión, es el fluir. Una fuente es el origen de un arroyo o río, un manantial es la salida o expresión de la fuente, y el arroyo o río es el fluir. En Jeremías 2:13 Dios se llama a Sí mismo la fuente de aguas vivas; en Juan 4:14 Cristo es el manantial que brota en los creyentes para vida eterna; y en Apocalipsis 22:1 el Espíritu es el fluir, el río de agua de vida. Esto muestra que Dios es uno esencialmente, pero tres económicamente.
2. No hay tres Dioses separados (el triteísmo),
no hay dos Padres divinos
y no es “Jesús solo”
Es incorrecto decir que los Tres de la Trinidad divina son tres Dioses separados; ésta es la enseñanza del triteísmo. Igualmente, es incorrecto decir que hay dos Padres divinos, uno, el Padre en la Trinidad (Mt. 28:19), y el otro, el Padre eterno mencionado en Isaías 9:6. No tenemos dos Padres divinos; tenemos sólo un Padre divino. Así que, el Padre eterno es el Padre en los Tres de la Trinidad divina. Además, la enseñanza particular expresada en la frase “Jesús solo” también es incorrecta.
3. El Padre está incorporado en el Hijo,
y el Hijo se hace realidad como el Espíritu
El Padre está incorporado en el Hijo, y el Hijo se hace realidad como el Espíritu. Esto es plenamente revelado en Juan 14:16-20. Si leemos estos cinco versículos, veremos que el Espíritu es la realidad del Hijo, Cristo.
4. El Padre propuso,
el Hijo logró
lo que el Padre había propuesto,
y el Espíritu aplica
lo que el Hijo ha logrado
El Padre propuso (Ef. 1:4-6), el Hijo logró lo que el Padre había propuesto (Ef. 1:7-12), y el Espíritu aplica lo que el Hijo ha logrado (Ef. 1:13-14).
5. El Hijo y el Padre son uno,
y el Espíritu es uno
con el Padre y con el Hijo
El Hijo vino con el Padre para efectuar la redención (Jn. 6:46), y mientras el Hijo estuvo sobre la Tierra, el Padre estuvo con el Hijo todo el tiempo (Jn. 8:16b, 29). En Juan 6:46 la preposición traducida de tiene el significado de de y con. Así que, cuando el Señor Jesús vino a la Tierra para efectuar la redención, El vino no solamente del Padre sino también con el Padre. En Juan 8:16 y 29 el Señor Jesús nos dijo que El no estaba solo, sino que el Padre estaba siempre con El.
El Hijo también vino en el nombre del Padre (Jn. 5:43). Es por esto que en Isaías 9:6 el Hijo es llamado el Padre. Además, el Padre envió al Espíritu en el nombre del Hijo (Jn. 14:26a). Estas dos cosas son evidencia no sólo de que el Hijo y el Padre son uno, sino también de que el Espíritu es uno con el Padre y con el Hijo. Los Tres de la Trinidad divina son uno solo.
a. Para el dispensar de la Trinidad divina
en los creyentes
Esta clase de economía, arreglo, o plan, es para el dispensar de la Trinidad divina en los creyentes. En Romanos 8:5-11 podemos ver este dispensar.
b. Para que los creyentes experimenten y disfruten
al Dios Triuno procesado
Este arreglo también es para que los creyentes experimenten y disfruten al Dios Triuno procesado (2 Co. 13:14).
c. Para que el Dios Triuno procesado
y los creyentes regenerados sean mezclados en uno
para la edificación del Cuerpo orgánico de Cristo
Este arreglo también es para que el Dios Triuno procesado y los creyentes regenerados sean mezclados en uno (Ef. 4:4-6) para la edificación del Cuerpo orgánico de Cristo (Ef. 4:12-13, 15-16). En Efesios 4:4-6 se nos dice que hay un solo Cuerpo, un solo Espíritu, un solo Señor, y un solo Dios y Padre de todos. Esto indica que el Dios Triuno está mezclado con el Cuerpo de Cristo, esto es, con nosotros los creyentes. Este mezclar tiene como fin la edificación del Cuerpo orgánico de Cristo. Efesios 4:12-13 y 15-16 son cuatro versículos que nos muestran que el mezclar de la Trinidad divina con los creyentes tiene por objeto una edificación orgánica, la edificación del Cuerpo de Cristo.
Todos los puntos anteriormente mencionados han sido pasados por alto por la mayoría de los cristianos hoy en día. En el adiestramiento recibido por la mayoría de los estudiantes de teología, se les dice meramente de una manera general que Dios es triuno: el Padre, el Hijo y el Espíritu. La mayoría de los cristianos no han avanzado más allá de este punto en su entendimiento de la Trinidad divina. Sin embargo, todos los puntos anteriormente mencionados son revelados claramente en la revelación divina, especialmente en el Nuevo Testamento.
CONTINUARA...
DE LO QUE ES EL RECOBRO DEL SEÑOR
Lectura bíblica: Mt. 28:19; 2 Co. 13:14; Jn. 14:16-20; Ef. 1:4-14: Ro. 8:5-11; Ef. 4:4-6, 12-13, 15-16; Col. 1:18; 1 Co. 12:12; Col. 3:10-11; 1:12; 3:4; 1:27; 1 Co. 1:24, 30; Col. 2:16-17; Ef. 3:8; Jn. 3:34b; 2 Co. 12:9; Ap. 1:4b; 4:5b; 5:6b; 22:17; 1 Ts. 5:23; Ro. 12:5; Gá. 2:20; Ro. 15:16; 8:23, 30; 1 Co. 6:17; Jn. 15:1-5, 16; 1 P 2:5, 9; Ef. 1:3, 23, 19-22; 3:14-19; 4:3, 11-13; 3:9-11; Jn. 17:6, 11, 14-24; Ap. 1:11; 1 Jn. 5:6; Hch. 2:42; 1 Jn. 1:1-3; Hch. 14:23; Tit. 1:5; Ap. 1:12-13; Jn. 21:15; 1 Co. 14:1-5, 23-26, 31
Si preguntáramos hoy a los santos, a los líderes o incluso a los colaboradores: “¿Qué es el recobro del Señor?” o “¿Qué ha sido recobrado en el recobro del Señor?”, no creo que muchos podrían contestar de una manera adecuada. Algunos podrían contestar que el recobro del Señor ha recobrado asuntos tales como el bautismo por inmersión, el presbiterio (esto es, el manejo y la administración de la iglesia por un grupo de presbíteros o ancianos), el cubrirse la cabeza y la mesa del Señor. Aunque puntos tales como éstos figuren en el recobro del Señor, son cosas menores. Ninguno de ellos toca directamente la economía neotestamentaria de Dios; ninguno de ellos tiene que ver con el dispensar divino o el mezclar divino. En contraste, asuntos tales como la economía neotestamentaria de Dios, la dispensación de la Trinidad divina en el ser tripartito de los creyentes, el mezclar de divinidad y humanidad, y la edificación del Cuerpo orgánico de Cristo son asuntos importantes.
Las cosas divinas de Dios han estado con Su pueblo neotestamentario por casi veinte siglos. Sin embargo, tal parece que durante este período ha habido muy poco progreso en la teología cristiana. Cuando hablo de progreso no digo que podemos cambiar la verdad. Como ejemplo: nadie puede cambiar la Tierra. La Tierra fue creada por Dios, y la mano humana no puede cambiarla. Pero el transporte, el medio de viajar sobre la Tierra, ha progresado constantemente por casi seis mil años. La historia nos dice que para poder viajar sobre la Tierra, la raza humana aprendió primero a usar la rueda. La rueda es un elemento básico en casi todas las formas de transporte. Las carretas, las bicicletas, los automóviles e incluso los aviones utilizan la rueda. Desde la carreta, a la bicicleta, y al vehículo de motor, hasta el avión a reacción, ha habido una gran mejora en el medio por el cual el hombre viaja sobre la Tierra. Mucha gente ha estudiado diligentemente los campos del transporte y la tecnología computarizada y se han logrado grandes avances en estos campos. Pero muy pocos cristianos han dedicado su tiempo y energía para estudiar las cosas divinas; en consecuencia, ha habido muy poco avance durante siglos en este campo.
Si somos fieles y estamos totalmente dedicados a lo que desea el Señor, debemos aprender algo. Asuntos tales como la economía neotestamentaria de Dios y el dispensar de la Trinidad divina no son inventos míos; todas estas cosas pueden encontrarse en la Biblia. Por ejemplo, al leer Romanos 8:2-11 una y otra vez, veremos el dispensar de la Trinidad divina. Este dispensar tiene lugar primero en nuestro espíritu (v. 10); luego, desde nuestro espíritu se extiende a nuestra mente (v. 6) para saturar nuestra alma; y con el tiempo se difundirá por todo nuestro cuerpo (v. 11). Primero, este dispensar hace que nuestro espíritu sea vida, luego, hace que nuestra alma sea vida y finalmente, hace que nuestro cuerpo sea vida. Por medio de este dispensar las tres partes de nuestro ser humano serán saturadas y llenas de la Trinidad divina. Como resultado de este dispensar ocurre una mezcla. Cuando un elemento satura a otro y se difunde en él, los dos elementos se mezclan. Tal dispensar y tal mezclar tiene como fin la edificación del Cuerpo orgánico de Cristo, el cual está compuesto de todas las iglesias.
I. EL RECOBRO DE LA REVELACION DIVINA
CON RESPECTO A DIOS
El primer punto del recobro del Señor es el recobro de la revelación divina con respecto a Dios. No hay necesidad de recobrar a Dios mismo; pero entre los cristianos la revelación con respecto a Dios se ha perdido, ha sido hecha a un lado y aun se ha abandonado. Por lo tanto, existe la necesidad de recobrar la revelación divina acerca de Dios.
A. En Su esencia
En Su esencia, Dios es esencialmente uno, un solo Dios, el cual es único, es decir, el único Espíritu (Is. 45:18b; 1 Co. 8:6a).
B. En Su economía
En Su economía, Dios es económicamente tres. Esencialmente Dios es uno, pero económicamente, El es tres: el Padre, el Hijo y el Espíritu (Mt. 28:19; 2 Co. 13:14). Un ejemplo de este principio puede verse en el candelero. En el Antiguo Testamento, el candelero fue puesto en el tabernáculo y en el templo (Ex. 26:35; 1 R. 7:49). En el Nuevo Testamento el candelero se ve en Apocalipsis 1:11-13 y 20. El candelero consta de una sola base, pero tiene siete lámparas. Las siete lámparas no indican la esencia del candelero; más bien, indican su función. La función es un asunto de economía. Así que, en el aspecto económico, el candelero tiene siete lámparas para alumbrar, y las lámparas alumbran para cumplir la función del candelero, esto es, llevar a cabo la economía del candelero. En esencia, el candelero mismo es uno, pero en el aspecto económico, es siete. Este es un buen ejemplo del ser divino de nuestro Dios.
En Su economía, Dios es tres: el Padre, el Hijo y el Espíritu. Los grandes teólogos de los siglos cuarto y quinto se refirieron a los Tres de la Trinidad como a tres hipóstasis. El sentido principal de la palabra griega que se traduce hipóstasis es algo que está por debajo, es decir, un soporte o un fundamento. Como ejemplo, una mesa tiene cuatro patas que la sostienen, y las cuatro patas de la mesa son sus cuatro hipóstasis. De igual manera, hay un solo Dios, pero El es el Padre, el Hijo y el Espíritu. Estos tres —el Padre, el Hijo y el Espíritu— son las tres hipóstasis divinas. La palabra hipóstasis, que fue usada en los escritos teológicos que se escribieron en griego, puede también ser traducida sustancia. Después, cuando la teología se escribió en Latín, se usó la palabra persona. Luego, en el inglés, el término llegó a ser person [persona]. Por esto, se dice que el Padre, el Hijo y el Espíritu son tres personas. Sin embargo, no debemos concluir que esto quiere decir que Ellos son tres personas separadas, de acuerdo al entendimiento común de la palabra persona.
1. El Padre, como origen, es la fuente,
el Hijo, como expresión, es el manantial,
y el Espíritu, como trasmisión, es el fluir
El Padre, como origen, es la fuente; el Hijo, como expresión, es el manantial; y el Espíritu, como trasmisión, es el fluir. Una fuente es el origen de un arroyo o río, un manantial es la salida o expresión de la fuente, y el arroyo o río es el fluir. En Jeremías 2:13 Dios se llama a Sí mismo la fuente de aguas vivas; en Juan 4:14 Cristo es el manantial que brota en los creyentes para vida eterna; y en Apocalipsis 22:1 el Espíritu es el fluir, el río de agua de vida. Esto muestra que Dios es uno esencialmente, pero tres económicamente.
2. No hay tres Dioses separados (el triteísmo),
no hay dos Padres divinos
y no es “Jesús solo”
Es incorrecto decir que los Tres de la Trinidad divina son tres Dioses separados; ésta es la enseñanza del triteísmo. Igualmente, es incorrecto decir que hay dos Padres divinos, uno, el Padre en la Trinidad (Mt. 28:19), y el otro, el Padre eterno mencionado en Isaías 9:6. No tenemos dos Padres divinos; tenemos sólo un Padre divino. Así que, el Padre eterno es el Padre en los Tres de la Trinidad divina. Además, la enseñanza particular expresada en la frase “Jesús solo” también es incorrecta.
3. El Padre está incorporado en el Hijo,
y el Hijo se hace realidad como el Espíritu
El Padre está incorporado en el Hijo, y el Hijo se hace realidad como el Espíritu. Esto es plenamente revelado en Juan 14:16-20. Si leemos estos cinco versículos, veremos que el Espíritu es la realidad del Hijo, Cristo.
4. El Padre propuso,
el Hijo logró
lo que el Padre había propuesto,
y el Espíritu aplica
lo que el Hijo ha logrado
El Padre propuso (Ef. 1:4-6), el Hijo logró lo que el Padre había propuesto (Ef. 1:7-12), y el Espíritu aplica lo que el Hijo ha logrado (Ef. 1:13-14).
5. El Hijo y el Padre son uno,
y el Espíritu es uno
con el Padre y con el Hijo
El Hijo vino con el Padre para efectuar la redención (Jn. 6:46), y mientras el Hijo estuvo sobre la Tierra, el Padre estuvo con el Hijo todo el tiempo (Jn. 8:16b, 29). En Juan 6:46 la preposición traducida de tiene el significado de de y con. Así que, cuando el Señor Jesús vino a la Tierra para efectuar la redención, El vino no solamente del Padre sino también con el Padre. En Juan 8:16 y 29 el Señor Jesús nos dijo que El no estaba solo, sino que el Padre estaba siempre con El.
El Hijo también vino en el nombre del Padre (Jn. 5:43). Es por esto que en Isaías 9:6 el Hijo es llamado el Padre. Además, el Padre envió al Espíritu en el nombre del Hijo (Jn. 14:26a). Estas dos cosas son evidencia no sólo de que el Hijo y el Padre son uno, sino también de que el Espíritu es uno con el Padre y con el Hijo. Los Tres de la Trinidad divina son uno solo.
a. Para el dispensar de la Trinidad divina
en los creyentes
Esta clase de economía, arreglo, o plan, es para el dispensar de la Trinidad divina en los creyentes. En Romanos 8:5-11 podemos ver este dispensar.
b. Para que los creyentes experimenten y disfruten
al Dios Triuno procesado
Este arreglo también es para que los creyentes experimenten y disfruten al Dios Triuno procesado (2 Co. 13:14).
c. Para que el Dios Triuno procesado
y los creyentes regenerados sean mezclados en uno
para la edificación del Cuerpo orgánico de Cristo
Este arreglo también es para que el Dios Triuno procesado y los creyentes regenerados sean mezclados en uno (Ef. 4:4-6) para la edificación del Cuerpo orgánico de Cristo (Ef. 4:12-13, 15-16). En Efesios 4:4-6 se nos dice que hay un solo Cuerpo, un solo Espíritu, un solo Señor, y un solo Dios y Padre de todos. Esto indica que el Dios Triuno está mezclado con el Cuerpo de Cristo, esto es, con nosotros los creyentes. Este mezclar tiene como fin la edificación del Cuerpo orgánico de Cristo. Efesios 4:12-13 y 15-16 son cuatro versículos que nos muestran que el mezclar de la Trinidad divina con los creyentes tiene por objeto una edificación orgánica, la edificación del Cuerpo de Cristo.
Todos los puntos anteriormente mencionados han sido pasados por alto por la mayoría de los cristianos hoy en día. En el adiestramiento recibido por la mayoría de los estudiantes de teología, se les dice meramente de una manera general que Dios es triuno: el Padre, el Hijo y el Espíritu. La mayoría de los cristianos no han avanzado más allá de este punto en su entendimiento de la Trinidad divina. Sin embargo, todos los puntos anteriormente mencionados son revelados claramente en la revelación divina, especialmente en el Nuevo Testamento.
CONTINUARA...