Carta extraída de un periódico local hace unos días: Bien es mal. La divisa laicista pivota en el conocido aforismo: verde era mi conciencia y un burro se la comió. Una vez destrozada la conciencia recta, la gente deja de funcionar con el corpus de ideas que sostienen el sentido común y sobrenatural. Tal era el deseo de Gramsci. Según el comunista italiano, el nuevo hombre es aquel que redefine como le da la gana los conceptos del bien y del mal. Nueva conciencia que llama virtud al pecado, Dios a la democracia, moral a la psicología y apoyo a la religión. Esquemas como este permiten al burro laicista fabricar un hombre acrítico, iresponsable, sin nervio moral, un light-cista que asentirá cuando le ofrezcan curar la diabetes al precio de liquidar un embrión. Tragedia!!!
pax
www.geocities.com/apostolvs
pax
www.geocities.com/apostolvs